1946. Newell's vs Central
Por Juan Pascual. Legítima victoria alcanzó el local frente a Rosario Central el día 18 de agosto en el marco de la Fecha 15. En un entretenido encuentro con dinámica y goles, se impuso por 3 a 2.
Hubo mucha nerviosidad en el partido jugado en el Parque Independencia. El referee sacó muchas veces su libretita. Además expulsó de le cancha a Geronis y Colman. Al primero por una intervención peligrosa contra Musimessi. Geronis hasta ese momento se había comportado correctamente y hasta creo que no puso mala intención en esa jugada. Colman, en cambio, ya había sido amonestado. Ocurrió esto cuando ya se estaban jugando los últimos minutos del período adicional de un primer tiempo prolongado, pues además de las interrupciones por otros incidentes, se había hecho lo mismo el no devolver el público de las tribunas populares las pelotas que caían en ese sector. Tres veces ocurrió esto en veinte minutos de juego, hasta que se hizo un serio llamado a los aficionados por intermedio de los altavoces del estadio.
Corno se ve, la rivalidad entre centralistas y "ñuvelistas" se puso de manifiesto en todas las formas y quedó rota así una armonía que nos hacía esperar otra cosa del clásico. Pero dentro de todo lo que pudiera tener de anormal, el partido resultó interesante, movido y emocionante. Fue un clásico con color y calor de clásico. Hubo momentos de satisfacción para uno y otro bando. Durante el primer tiempo, las caras sonrientes estaban en el sector de Rosario Central. Al final, fueron los de Newell's los que se quedaron con la satisfacción del triunfo. Perdieron tres pelotas, pero ganaron dos puntos que valen mucho más. Y los ganaron bien, aun cuando para conquistarlos tuvieron que pasar por trances difíciles.
A Rosario Central le faltó aplomo para asegurarse un triunfo que pareció suyo cuando Geronis conquistó el primer gol al minuto y 45 segundos de iniciadas las acciones. La cortada de Santos al centreforward fue muy oportuna, y mientras que los zagueros rojinegros reclamaban un offside que no existió. Geronis, remató con certeza para vencer a Musimessi. Ese gol era una ventaja importante, pero Central no supo aprovecharla. Sus delanteros hicieron juego en el centro de la cancha, pero no insistieron en llegar a fondo a las posiciones rivales. No sacaron partido ni aun de la labor irregular de Perucca en ese primer tiempo. Y dieron pie, entonces, para que Newell's, con un juego abierto y rápido se colocara en el ataque, desgastando poco a poco le resistencia defensiva auriazul. Moyano y Buján, cumpliendo con inteligencia la misión de punteros, enviaron centros que crearon una y diez situaciones de peligro para el arco de Quatrocchi, desarrollando éste une meritoria labor. Lo mismo puede decirse de Armándola, Castagno y Soria, que cuidaron celosamente a los tres centrales rojinegros.
La defensa centralista, sin ayuda de sus forwards, defendió con éxito la ventaja lograda al comienzo y así fue como el primer tiempo terminó sin que se registrara otra variante en el score. Pero estaba en el ambiente que esa no era una situación firme y que en el balance de las acciones Rosario Central no justificaba la ventaja. En el segundo tiempo se jugó con el mismo entusiasmo, pero con algo más de serenidad. Newell's con un hombre menos en la defensa, pero con un Sobrero solo en la zaga, que hizo lo suyo y también lo de Colman. De vez en cuando se replegó junto a él Arnaldo, convertido en el mejor valor de la línea media.
Central, por su parte, con cuatro hombres en el ataque, sintió la ausencia de Geronis, aunque conviene señalar que ni aun cuando estuvo completa jugó bien le delantera auriazul. La disminución numérica de los equipos puede decirse que repercutió en favor de Newell's, y esto lo confirmaron los goles que se produjeron en el segundo tiempo. En esa etapa Perucca ya había recuperado el centro de la cancha y volvía a ordenar el juego en su equipo. Se mostraron empeñosos los forwards rojinegros y a los nueve minutos Runzer hizo el gol del empate, al sacarle la pelota de las manos a Quatrocchi cuando éste la había detenido de un remete de cabeza de Coll. Y un minuto después Buján puso en ventaja a Newell's en forma un tanto inesperada, provocando con ello el desconcierto en las filas auriazules. Se afirmó el cuadro local y desde entonces el choque casi continuo fue el del ataque de Newell's contra una defensa que no quería ceder, que tenía recursos, pero que se veía superada porque en esos momentos difíciles no recibía la menor ayuda de sus forwards.
En esos instantes Newell's fue elaborando su victoria, que quedó prácticamente asegurada al hacer Runzer el tercer gol, cuando se cumplían los 23 minutos. En esa conquista fue evidente que la defensa de Rosario Central había cedido el campo a su adversario y hubo libre acción en la jugada final de Runzer, que remató sin apremios el centro enviado por Buján. El mismo Quatrocchi se quedó parado. El cambio impuesto en las cifras hizo que Newell's se sintiera seguro de su victoria. Y los forwards — con la modalidad clásica rosarina — dejaron de preocuparse por obtener una mayor ventaja. Con ello contribuyeron a proporcionarnos un final más emotivo, porque Central redujo la diferencia a los 34' con un lindo gol de Aguirre, que se había "filtrado" con Santos entre el sólido bloque de la defensa rojinegra. Un lindo gol que, lamentablemente, Aguirre deslució con una actitud indecorosa.
El caso es que a partís de ese momento en las filas centralistas se operó una reacción firme y evidentemente había el propósito de llegar a la conquista del empate. Tuvo que emplearse a fondo la defensa local para evitarlo, pero ello casi se produjo cuando se estaba sobre la hora y en forma un tanto original. Buján realizó una jugada personal magnífica eludiendo a tres adversarios y cuando podría haber intentado hacer lo mismo con Quatrocchi, optó por realizar un pase a Runzer que estaba en posición offside. Tiró lo mismo el centreforward de Newell's y anotó el gol, que el árbitro, justicieramente, no sancionó. No advirtieron esto los jugadores locales que festejaron el tanto durante algunos instantes, mientras que los de Rosario Central, ansiosos de obtener el empate, reanudaron el juego, llevando una carga rápida y fácil por la descolocación de sus rivales. Entonces Santos llegó hasta las proximidades del arco de Musimessi, pero remató en forma apresurada y facilitó la intervención del guardavalla local. Por un descuido, por un exceso de entusiasmo ante una falsa conquista, Newell's casi malogró su triunfo. Triunfo, repetimos, que fue bien logrado.