2003: la quinta Libertadores de Boca llegó con gusto a revancha
El xeneize se convirtió en pentacampeón de forma brillante y saldó una vieja deuda.
BOCA arrancó la Copa Libertadores 2003 con una serie de resultados promisorios.Tres victorias consecutivas en su grupo lo consolidaron como gran candidato, al batir en fila a Independiente Medellín, Colo Colo como visitante y Barcelona de Ecuador. Sin embargo, una caída en Colombia, un inesperado empate ante los chilenos en la Bombonera y otra paridad en Quito, hicieron que el conjunto de Carlos Bianchi clasificara segundo en la zona.
Para colmo, las cosas en octavos de final no comenzaron de la mejor manera: el ignoto Paysandú dio el gran golpe en el templo boquense y se impuso por 1 a 0. Allí afloró la mística y la garra para poner las cosas en su lugar en la revancha en el Mangueirao: 4 a 2 con triplete de Guillermo Barros Schelotto y otro tanto de Marcelo Delgado.
A partir de allí, Boca se acomodó definitivamente y tuvo un desempeño brillante hasta la final.En cuartos, la víctima fue Cobreloa, al que venció 2-1 en ambos encuentros. La semifinal fue el momento de triturar literalmente a América de Cali, ya que en la Ribera ganó 2 a 0 y en el Pascual Guerrero se floreó con goleada incluida: 4 a 0.
Por eso, el ánimo para afrontar la final ante Santos estaba por las nubes. Y no sólo eso: el choque abría la puerta a la consumación de una revancha, ya que los brasileños fueron los vencedores en 1963, cuando Boca disputó su primera definición del máximo torneo continental.
En la ida, jugada en la Bombonera, el Chelo Delgado se convirtió en la gran figura con sus dos tantos, uno de ellos a falta de 7 minutos y como para ir con más aire a tierras brasileñas: 2-0.
El miércoles 2 de julio de 2003 y con el Estadio Morumbí como escenario, a donde mudó su localía el conjunto blanco, Boca ratificó su gran poderío y arrancó ganando con el gol de Carlos Tevez a los 20'. Empató provisoriamente Alex, cuando ya faltaban 25 minutos para la consagración, pero había tiempo para que el xeneize pudiera ser campéon mediante un triunfo que llegó por las conquistas de Delgado y Rolando Schiavi para redondear el 3-1 definitivo.
Como había ocurrido en 2000, Boca daba la vuelta olímpica en el Morumbí y se sacaba de encima la dolorosa espina de haber caído en el '63 ante el mismo rival y sufrido su primera gran frustración en el torneo.
De la mano del mítico Carlos Bianchi y de un plantel de jugadores que quedaron en la historia, Boca gritó alzó su quinta Copa Libertadores para agigantar la leyenda que este sábado buscará hacer aún más significativa.