SEBASTIÁN BÁEZ, UN GRAN CAMPEÓN DEL CHALLENGER DE BUENOS AIRES
El argentino de 20 años consagró una semana estelar tras derrotar en la final por 6-4 y 6-0 al máximo favorito Thiago Monteiro, en el que fue su quinto trofeo Challenger de este año. Desde este lunes será 112° del mundo.
SEBASTIÁN BÁEZ se consagró este domingo en el Challenger de Buenos Aires, en el Racket Club de Palermo, después de derrotar con solvencia al brasileño Thiago Monteiro, máximo favorito del torneo, por 6-4 y 6-0.
El jugador de 20 años logró su segundo título consecutivo -la semana pasada fue campeón en Santiago- y lleva diez victorias al hilo. Desde este lunes ascenderá 12 posiciones en el ranking y será el 112° del mundo, la mejor ubicación de su vida.
Desde el momento que puso sus pies en la cancha central del Racket Club, en un marco espectacular de público que ilusiona con olvidar para siempre la pandemia, Báez salió decidido a mejorar su record de finales de Challenger en un 2021 que quedará en el recuerdo.
Un desarrollo marcado por la paridad en los ocho juegos iniciales antecedió a la arremetida furiosa del argentino que, una vez que selló el primer quiebre del saque de Monteiro (92°) para ganar el primer set, no volvió a perder games en la final: fue 6-4 y 6-0 en una hora y 15 minutos para lograr su quinta consagración del año en el circuito Challenger -dos veces en Santiago, una en Concepción, una en Zagreb y ahora en Buenos Aires-.
“Creo que, además del apoyo y el calor del público y de mi familia, lo pongo como el mejor título por mi nivel en toda la semana”, destacó Báez, que acumula un asombroso récord de 18 triounfos y apenas dos derrotas en los últimos cuatro torneos -perdió dos finales, una en Kiev y otra en Santiago de Chile-.
Pedro Cachín, Juan Ignacio Londero, Juan Pablo Varillas y Juan Manuel Cerúndolo quedaron en el camino de Báez antes del triunfo ante Monteiro en la definición. Dos de los tres campeones de nivel ATP (el restante era el brasileño hiago Seyboth Wild) no pudieron con jugador de 20 años, entrenado por Sebastián Gutiérrez, pieza fundamental del cuerpo técnico de Daniel Orsanic en la consagración en la Copa Davis de 2016.
"Para mí fue muy importante ver a mi entrenador tranquilo, porque siempre me apoyo en él. Estoy muy agradecido de que podamos seguir trabajando juntos. Es un gran profesional que me ayudó en absolutamente todo. Gracias a él pude llegar hasta donde estoy hoy y estoy seguro de que juntos podemos lograr estar mucho mejor", dijo Báez, siempre agradecido con quienes lo acompañan en su carrera.
Con Gutiérrez tiene un vínculo especial. Lo conoció cuando era muy chico y el coach trabajaba en el Departamento de Desarrollo de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), años atrás conducido por Orsanic. Tan fuerte es la relación de Báez con su entrenador que las palabras que le dedicó resultaron muy sentidas.
"Para mí Seba es todo. Lo resumo en esa única palabra. De muy chico yo tenía serios problemas de orden, en todo sentido, pero tuve la suerte de conocerlo y de que me haya acompañado dentro de la Asociación cuando empezamos en algunos torneos ITF. Me miraba tomar coca y me decía: 'No tomés coca, no tenés que tomar coca'. Esa es una de miles de cosas en las que me ayudó y en las que me sigue ayudando. No podría estar acá sin él. Siempre tuvimos una gran química, la pasamos genial. Por momentos no quiero que haya otra persona al lado que no sea Seba. Tener este vínculo con un entrenador es difícil y yo tengo la suerte de tenerlo. Me siento muy cómodo con Seba", expresó, casi emocionado Báez, que trabaja la parte física con el equipo de trabajo del PF Martiniano Orazi.
Imagen de portada: Challenger de Buenos Aires