Pasó y no lo sabías

El golazo de Ibarra en un Superclásico opacado por Riquelme

Antes de que el Topo Gigio pase a la eternidad, el actual entrenador de Boca clavó un zurdazo memorable. Reconstrucción de lo sucedido aquel 8 de abril de 2001.

Por Redacción EG ·

11 de septiembre de 2022

DE ZURDA A LA GLORIA

21 minutos del segundo tiempo. Boca y River están empatando 0-0. Tolo Gallego da un grito que todavía resuena: "'¡Aaaalvarez!". Es tiro libre para el equipo de Carlos Bianchi unos metros más adelante de donde se ubican los suplentes de River.

Riquelme patea, pero queda corta: despeja Guillermo Pereyra a la altura del punto penal. Cerca de la medialuna captura el rebote Hugo Benjamín Ibarra, que amaga a tirar el centro de primera, quiebra la cadera y hace pasar de largo a Damián Álvarez. La Bombonera despierta un tímido "oooole". El movimiento lo perfila para la zurda, la pierna inhábil. Después de dos toques cortos, carga la barra de potencia y saca un remate, que Franco Costanzo solamente llega a desviar la pelota y hace más espectacular la secuencia con su volada. La pelota ingresa al ángulo superior izquierdo. Es gol de Boca, el Tolo Gallego gesticula incrédulo, el autor del gol es aplastado por la montonera humana que delira a la par de La Bombonera. Gana Boca 1-0 y lo mejor está por llegar. 

 

Y EN EL MEDIO, UN PARTIDO

River acusa recibo del golpe y va a la carga con más actitud que fútbol. Boca espera agazapado y a los 25' saca una contra furiosa. Despeja Cristian Traverso, conduce Marcelo Delgado a toda velocidad. Son tres contra tres. Filtra para Clemente Rodríguez, que la tira larga ante la salida de Franco Costanzo. El arquero de atropellada le comete un penal que Héctor Baldassi no duda en sancionar. Es penal para Boca. 

Se abrazan Barijho, Delgado y Clemente Rodríguez. Costanzo no lo puede creer, el Tolo Gallego menos. Es el presagio de lo que vendrá. 

LA CALMA QUE ANTECEDE AL HURACÁN

Riquelme acomoda y camina de espaldas a la pelota para tomar carrera. Da 10 pasos exactos y se pone de cara al arco. La transmisión poncha a Mauricio Macri, el presidente de Boca. Lleva anteojos, bigote y se sostiene la cabeza con la mano derecha. Riquelme se levanta las medias, pone los brazos en jarra y mira. Macri gesticula. El 10 hace una mueca, Baldassi da la orden y el tiempo parece detenerse.

Va Riquelme, patea cruzado, a la derecha de Costanzo, que adivina el remate. La pelota queda suspendida en el aire y le vuelve a caer a Riquelme, que se eleva en las alturas con Celso Ayala y convierte con un cabezazo al otro palo. Es gol de Boca. Es el 2-0. Y es el ademán de Riquelme de "ahora esperen"

ASÍ SE GESTÓ EL TOPO GIGIO

Macri festeja y se agarra la cabeza. Riquelme corre y exhibe la palma de la mano derecha, mientras gambetea a sus propios compañeros que lo quieren frenar para abrazarlo. Llega a mitad de cancha, detiene la carrera y se lleva las manos a las orejas. Atrás llegan sus compañeros, que se quieren sumar al improvisado festejo. Primero Chicho Serna se le cuelga de atrás. Después Traverso y otros que no entran en cuadro. El 10 se los saca de encima y sigue con sus manos en las orejas. Ya son más de 10 segundos congelado en esa posición. La Bombonera empieza a corear "Riqueeeeelme" y la cámara lo muestra a Mauricio Macri, que sonríe.

EL RESTO, UN SHOW

La Bombonera está de fiesta. River la pasa mal. Cardetti, impotente, le pega de atrás a Ibarra y cuando está en el piso le apoya los tapones en su espalda. Baldassi no duda y lo expulsa. Entra Guillermo Barros Schelotto. Con menos de 30 segundos en cancha, cae dentro del área por un supuesto foul de Hernán Díaz y Baldassi compra. Es penal para Boca. Cambio de responsable. Va el propio Guillermo con un potente disparo, imposible para Costanzo. Es gol de Boca. 3-0. "La camiseta de River, se tiene que transpirar y si no no se le pongan, vayanse no roben más", cantan de manera irónica los hinchas de Boca. La pelota se mueve de un lado al otro al ritmo del "ooole" desde las tribunas. Quedan 5 minutos y Bianchi hace el cambio de la ovación: Entra Burdisso por Riquelme. La Bombonera se viene abajo. 

 

Imagen El Gráfico y una tapa histórica
El Gráfico y una tapa histórica
 

LA EXPLICACIÓN

"Resarcimiento económico" eran las palabras más escuchadas en aquel abril de 2001. Riquelme tenía acordada su partida a Barcelona, dispuesto a pagar 26 millones. 

"¿Por qué gritaste el gol de esa manera?", le preguntaron al término del partido. "Por nada en especial. Solamente que a mi hija le gusta el Topo Gigio", eludió con elegancia. En los micrófonos como en el verde césped. En adelante la alusión al ícono del espectáculo infantil, ese que de vez en cuando se adueñaba del living de Susana Giménez, se convirtió en un sinónimo de desafío y rebeldía.

Y antes de todo eso hubo un gol de Hugo Ibarra, el técnico que el domingo dirigirá el primer superclásico como entrenador. 

FOTO DE PORTADA: FABIAN GREDILLAS / AFP