Diarios de viaje
La Serena, entre la nostalgia colonial y el modernismo
La ciudad elegida por la Selección como base de operaciones muestra dos caras bien diferenciadas. Playa, sol y buena pesca son las coordenadas de una comunidad con una alta calidad de vida.
LA SERENA, Chile (Enviado especial).- Por las ventanas del Complejo Laguna del Mar se filtra una postal impactante a toda hora del día. La inmensidad de la bahía, que repta por más de seis kilómetros hasta llegar a Coquimbo, cambia sus tonos a medida que el sol desarrolla su rutina diaria. Arranca envuelta en sombras, traza duros contrastes al mediodía y culmina acariciada por los ocres y rojizos del crepúsculo. Ese océano calmo, en el que ahora deambulan decenas de botes con pescadores en busca de los tesoros de una riquísima fauna marina, también atrajo la vista de los diaguitas, pueblo originario de este retazo de la IV Región chilena, donde nuestra Selección instaló su cuartel de operaciones para la Copa América.
Una postal de las playas de La Serena.
A los ojos de los turistas –que eso somos, además de periodistas que cubren la Copa-, La Serena ofrece dos ciudades en una y no hace falta más que un puñado de cuadras para pasar de una a la otra. El casco histórico conserva una arquitectura neocolonial. Si no fuera por los semáforos y por las calles asfaltadas, algunas de sus esquinas parecen detenidas en el tiempo. Casas bajas, puertas de madera, ventanales coloniales y faroles nos transportan a décadas que no vivimos pero que abrevamos en los libros de historia. Un paisaje de callejuelas pintorescas, con la Catedral, el mercado de artesanías de La Recova y el edificio municipal como íconos arquitectónicos.
El pintoresco centro de La Serena.
Y si la mirada gira hacia la derecha del Faro, aparecen los últimos emprendimientos, coronados con el Complejo Laguna del Mar, cuya frutilla es la laguna artificial con playa privada, situada apenas a treinta metros de la verdadera orilla del mar. Un condominio que nada tiene que envidiarle a los más exclusivos de Miami.
Esta pequeña pintura de la ciudad que arrulla los sueños de la Selección no debe sorprender en lo más mínimo a los cuyanos, y muy específicamente a los sanjuaninos, que suelen elegir estas playas para sus vacaciones de verano. Con recorrer menos de 500 kilómetros, se bañan en el Pacífico y homenajean al estómago con los mejores pescados y mariscos.
El Faro Monumental, un ícono de la ciudad.
Los carteles indicadores de evacuación por tsunami.
Fotos: Alejandro Del Bosco