ARGENTINA, DE LA CONVICCIÓN AL DESCONCIERTO

Argentina demostró en su estreno en la Copa América ser un equipo de momentos. Al igual que en la doble jornada de Eliminatorias, comenzó ganando el partido y no pudo sostener la ventaja. El 1-1 con Chile deja sensaciones encontradas porque mostró un fútbol de alto vuelo en la primera etapa y terminó naufragando en un mar de dudas, con cambios utilizados más como revoleo de nombres que como estrategia para torcer el destino del partido en el segundo tiempo.

El formato de la Copa América permite el margen para la prueba y el error. Clasifican 4 de 5 a la próxima fase y todo indica que Argentina estará en cuartos de final. El desafío será llegar con un equipo aceitado, funcionamiento colectivo sostenido durante más tiempo y un 11 que salga de memoria.

Con el pasar de los partidos, Scaloni va encontrando certezas en un ciclo que ya casi lleva 3 años. La primera, y quizás la más importante, es que los buenos momentos del equipo no coinciden con un Messi determinante. Puede sonar contradictorio cuando el gol llegó gracias a una genialidad suya de tiro libre, pero es saludable haya más recursos en el juego que la dependencia de Messi.

Ante eso se destaca la presencia de Lo Celso, disminuido físicamente para soportar el ritmo y la intensidad del partido los 90 minutos. Pese a mostrarse dubitativo para el gol, Nicolás González aporte frescura, dinámica y presencia en el área rival. De haber estado más fino a la hora de definir, Argentina pudo haberse ido al entretiempo con una ventaja más abultada. Lautaro Martínez se perdió dos situaciones inmejorables.

Las dudas están en la defensa. Un error de cálculo de la dupla central terminó en un penal que cambió el trámite en un momento en el que Argentina parecía terner controlado el juego. Como en varios momentos del partido, Martínez Quarta salió a cortar lejos y desacomodó a la última línea, Otamendi cerró a contramano de la jugada y luego Tagliafico cometió un penal infantil, que Wilmar Roldán tuvo que cobrar a instancias del VAR.

Emiliano Martínez demostró estar a la altura del puesto que ocupa. Si bien prácticamente no fue exigido, tuvo una buena atajada en la jugada previa al penal y le negó el gol desde los 12 pasos a Arturo Vidal, aunque no reaccionó a tiempo en el rebote
 

Desde el gol del empate de Eduardo Vargas, Argentina se mostró sin reacción. Los cambios estuvieron lejos de traer soluciones o mejorar al equipo. Scaloni rompió el mediocampo con la salida de Paredes y luego apostó al puesto por puesto. Fue a buscarlo con más actitud que fútbol, pero estuvo lejos de la claridad de la primera etapa para generar peligro. 

FOTO DE PORTADA: CARL DE SOUZA / AFP