Las Entrevistas de El Gráfico

1972. José Miguel Sánchez, la “cucaracha” quiere caminar

Era a comienzos de los ’70 el jugador más famoso de Tucumán. A los 24 años “Cucaracha” Sánchez llegaba a Buenos Aires con la valija cargada de sueños para jugar en Racing.

21 de febrero de 2020

EI jugador más famoso de Tucumán nació en Sunchales hace veinticuatro años. Es el segundo de nueve hermanos orgullosos de su familia y de lo humilde de su origen. Se llama José Miguel Sánchez, llegó a hacerse ídolo en su provincia jugando de puntero derecho en San Martín y cuando comience el próximo Metropolitano también se iniciará un sueño: demostrar a Racing y a su hinchada que los 9.500.000 pesos que costó su transferencia constituyeron una buena inversión.

 —¿Cómo empezó todo esto?

—Jugando al fútbol con pasión, desde que tengo memoria. Frente a mi casa estaba la cancha del Atlético Sunchales, mi primer club. Me inicié en infantiles, en equipos que gana-ron campeonatos y medallas por todos lados. Estando en el Atlético firmé la primera transferencia de mi carrera. Pasé a jugar al Sportivo Bella Vista... a cambio de un sandwich y una Coca Cola.

 —¿Qué edad tenías?

—En ese momento, quince años. El Sportivo Bella Vista estaba afiliado a la Asociación Cultural. Empecé en quinta división y al año siguiente jugué un partido en reserva y en seguida a la primera. Debuté contra San Juan en un encuentro que ganamos. Metí dos goles, aunque uno fue de penal...

 

Imagen La familia de José Miguel Sánchez en la casa de Sunchales. Ahí están los hermanos: Juan Angel, Dominga Margarita, Beatriz del Valle y Luis Guillermo, junto a Juan José y doña Rosa, los padres. Faltan Antonio Bernabé, Francisca Elisa, María Adelaida y Liliana Ester.
La familia de José Miguel Sánchez en la casa de Sunchales. Ahí están los hermanos: Juan Angel, Dominga Margarita, Beatriz del Valle y Luis Guillermo, junto a Juan José y doña Rosa, los padres. Faltan Antonio Bernabé, Francisca Elisa, María Adelaida y Liliana Ester.
 

 

el primer viaje a buenos aires

 

—A los diecisiete años me fui a Buenos Aires. Mi viejo me alentó siempre para que me dedicara al fútbol. Pero la idea del viaje no le gustaba mucho. En el fútbol estaba ganando poca plata y pensaba que mi futuro podía estar en otra cosa. Cuando llegué a la Capital mi tío, Alfredo Gutiérrez, me llevó a probar a San Lorenzo. En ese tiempo estaba Juan Carlos Lorenzo de técnico. Hice una práctica, jugué bien, me tomaron todos los datos y más tarde me mandaron llamar. Pero no volví. Buenos Aires no me gustaba. Aproveché que mi madre estaba en la Capital y me volví con ella, De San Lorenzo me seguían llamando, pero yo no tenía intención de apurarme para volver. Seguí jugando al fútbol en mi pueblo. No me gustaba trabajar... y además estaba completamente seguro de que iba a triunfar en el fútbol.

—¿Cuándo volviste?

—A los dieciocho. El señor Blanco, que era representante de clubes de la Capital, me llevó a Platense, junto con otros muchachos de la Cultural. Al final el único que se quedó fui yo. Me tuvieron veinte días y le ofrecieron al Bella Vista comprar mi pase. Pero pidieron un millón y medio y Platense no tenía mucha plata. Otro año en Bella Vista y después a Banfield, que me enganchó a préstamo por un año. Hice siete meses en la reserva y volví a Tucumán, por problemas económicos.

 

Imagen Con su amigo Jorge Aráoz, "el décimo hermano", frente al ingenio Bella Vista. "El viejo trabajó aquí hasta que lo dejaron cesante. Pero después volvió y ya está a punto de jubilarse..."
Con su amigo Jorge Aráoz, "el décimo hermano", frente al ingenio Bella Vista. "El viejo trabajó aquí hasta que lo dejaron cesante. Pero después volvió y ya está a punto de jubilarse..."
 

 

¿ATLÉTICO O SAN MARTÍN?

 

—De vuelta a Tucumán no pude jugar en mi antiguo club, porque estaba afectado a la AFA. Volví a jugar en el combinado y el Atlético de Tucumán se interesó por mí. En tres partidos de práctica hice cuatro goles. Estaba contentísimo porque siempre fui hincha del Atlético. Pero surgió un tal Cabot, dirigente, que se opuso a la compra de "un mal jugador". Ahí se deshizo todo. ¿Y sabés cuánto hubiese costado mi pase? Apenas 270.000 de los viejos. En esas circunstancias casi pensé en largar. Pero en seguida el interesado fue San Martín. Y al enterarse, los del Atlético volvieron a la carga. Pero yo no tenía ningún interés en hacer tratativas con un club del que me habían echado por tronco. Entonces pasé a préstamo por un año a San Martín. Fue por 700 mil pesos y después, definitivamente, por dos millones y medio...

La historia se completa con datos recientes. Cuatro años consecutivos jugando el Nacional con San Martín y una popularidad creciente en su provincia afirmada en cada desborde, en cada gambeta, en cada demostración de habilidad. La misma habilidad que sirvió para definir mil partidos. Y para transmitir desde un principio esa sorprendente seguridad en sus propias condiciones: "Nunca me gustó trabajar, porque siempre tuve confianza en mi futuro". Como prueba, vale la afirmación materna de doña Rosa: "Siempre fue seriecito y respetuoso. Por eso lo quería toda la gente. Lo único que realmente le gustaba era jugar al fútbol. Por eso a los nueve años abandonó el colegio en tercer grado porque prefería trabajar en el cerco antes que ir a la escuela. Y tenía razón al tenerse fe. Ahora sufro porque se va de San Martín y se aleja de nosotros. Pero mucho más importante es la alegría por lo que seguramente va a ser su triunfo..." Juan José Sánchez, el padre, también jugó al fútbol. Era centrehalf, "pero en otras épocas, cuando no se ganaba lo que se gana ahora. Mi equipo era el Atlético Los Talas. Pero era hincha del Atlético de Tucumán. Y cuando Miguel entró en San Martín me hice un poco seguidor de su cuadro. Ahora no sé qué hacer, ni para quién tirar... Pero los de la Ciudadela son un gran club".

 

Imagen La primera canchita. Frente a su casa en Sunchales. “Donde jugaba el Atlético Sunchales sus desafíos oficiale…,y donde yo pasé la mayor parte de mis días de chico…”
La primera canchita. Frente a su casa en Sunchales. “Donde jugaba el Atlético Sunchales sus desafíos oficiale…,y donde yo pasé la mayor parte de mis días de chico…”
 

EL FUTURO ES RACING

"¡Siempre me tuve fe! ¿Por qué la voy a perder ahora? Sé que voy a afrontar una gran responsabilidad, pero voy a salir al frente. Por mí mismo. Pero sobre todo por mis amigos y mi familia, que siempre creyeron en mí..."

 "Cucaracha" Sánchez ya cumplió la primera parte de su sueño. El que comenzó a elaborarse en la Sunchales de Tucumán ("i0jo! que hay una Sunchales en Santa Fe...") cuando un pibe seguro de su futuro de futbolista deleitaba con sus malabarismos a los seguidores del cuadro de la zona. La hinchada de Racing espera que 1972 dibuje la segunda parte de ese sueño…

 

El Gráfico 1972