Las Entrevistas de El Gráfico

Pablo Zabaleta, 100x100: “Perder tres finales nos provocó un gran daño psicológico”

Once campeonatos jalonan la carrera del ídolo del Manchester City. Su infancia entre Arrecifes y San Lorenzo, Messi, la Selección Argentina, el fútbol inglés, algunos de los temas del “cuatro”.

Por Diego Borinsky ·

29 de agosto de 2017
Imagen Frente al estadio municipal que lleva su nombre, en Arrecifes. Allí recibió a El Gráfico, antes de volver a Inglaterra.
Frente al estadio municipal que lleva su nombre, en Arrecifes. Allí recibió a El Gráfico, antes de volver a Inglaterra.

1 En la primera cita con tu esposa hablaron mucho de fútbol. ¿Verdadero o falso? Verdadero. Christel es catalana, muy hincha del Espanyol, estudiaba periodismo en la universidad y trabajaba en un canal haciendo las prácticas. La conocí a través de un amigo, y cuando salimos hablamos de fútbol; ella tenía que dar noticias del Espanyol y quería tener información de primera mano. Después de un par de salidas nos pusimos de novios.

2 Podés hacer la gran Casillas con Sara Carbonero. Ja, ja, trabajó apenas llegamos a Manchester, pero al nacer nuestro hijo, se hizo complicado. Cuando volvamos a vivir a Barcelona, seguro tendrá ganas de trabajar. Debo admitir que sabe de fútbol y si perdemos, me vuelve loco. Agradezco que le guste, porque yo me fumo los partidos de cualquier liga. Por ahí estoy en casa viendo Chievo Verona con Sassuolo y la verdad que me banca.

3 Si no te banca después de dónde le propusiste casamiento… No soy un tipo muy romántico, la verdad. “Pablo, no pretendo que pongas una rosa o una velita en la mesa, pero el día que me propongas matrimonio, jugátela”, me dijo una vez. Eso hice. Quería invitarla al restaurante de la Torre Eiffel, pero tiene reserva de varios meses, es muuuy exclusivo. Entonces, le hablé a Patrick Vieira, que trabajaba con los juveniles en el City, y en Francia es Gardel, campeón del mundo: “Me tenés que conseguir una mesa”. Y cumplió.

4 ¿Cómo la llevaste de sorpresa a París? No le quería decir. “Tenemos dos días libres, ¿qué tal si vamos a París?”, le propuse. Le dije que había reservado pasajes, pero al llegar al aeropuerto me desvié para el sector de los vuelos privados. “Vos estás loco, ¿para qué vas a gastar un privado si hay tres vuelos por día desde Manchester?”, ya me estaba cagando a pedos. Llegamos a la tarde y le dije que la quería invitar a un lindo lugar. Y pensé: “Si le pido matrimonio arriba, por ahí le agarra la emoción y termina siendo un papelón”. Entonces le dije de hacernos una foto abajo y ahí le propuse matrimonio.

5 ¿Cómo le dijiste? “Mirá Cris, lo del vuelo privado y la Torre Eiffel es por esto”, y saqué los anillos. Gran emoción, nos fuimos a cenar y nos volvimos el otro día a la mañana. Un viaje relámpago de menos de 24 horas.

6 Menos mal que te dio el sí. Por eso se lo propuse abajo; si me decía que no, la llevaba a comer un choripán a un puestito...

7¿Por qué se casaron acá? Christel me dijo: “En Barcelona podemos encontrar lugares que no habrá en Argentina, un castillo al lado del mar, pero yo quiero un casamiento con las jodas que hacen ustedes”. Vino su familia de España, amigos de Inglaterra y nos casamos en la Catedral de San Isidro. Christel eligió a Gianinna (Maradona) como testigo.

8 ¿Agarró hábitos argentinos? No toma mate y no come asado, pero le encantan las facturas. Si se levanta acá y no tiene vigilantes o tortitas negras, se pudre todo.

9 ¿Cuántas veces por año venís a Arrecifes? Cuando jugaba Eliminatorias con la Selección 4 o 5 veces al año, aprovechaba y pasaba siempre. Después, en vacaciones intento venir una semana; a fin de año es complicado, porque la Premier no para en las fiestas y llevo 9 años allá. Y ahora habrá más Premier (risas), porque arreglé con el West Ham.

10 ¿Cómo se festeja Navidad y Año Nuevo en la Premier? Lo más importante, allá, es el 25 al mediodía, porque el 24 se cena temprano y se van a dormir. El 25 hay que entrenarse, porque el 26 se juega, es el Boxing day, y ahí está un poco la pelea con los ingleses por si se entrena temprano para liberarse a las 11 y almorzar en familia, abriendo los regalos, y volver a la noche para concentrar, o entrenar directamente a la tarde, porque si te acostás a las 2 de la mañana no da para levantarse temprano al otro día. El 31 es lo mismo, y si te toca de visitante, cenás en el hotel a las 7, a las 8 estás en la habitación y no te queda otra que apagar el teléfono, dormirte y olvidarte de todo… porque pensás que todo el mundo está festejando y es un bajón.

11 ¿Con qué sensación te vas cada vez que venís a Arrecifes? Con no haber estado el tiempo que deseo. Porque hay otra realidad: después de 9 meses en Inglaterra con lluvia y frío necesito estar al sol, de hecho, en el plantel nos la pasamos todo el año tomando pastillas de vitamina D porque no hay sol. Así que en junio me voy 3 semanas a la playa, buscando sol y calor, y paso 10 días por mi ciudad, y nunca me alcanza el tiempo.

Imagen De pibe, con la sonrisa fresca y el pelo largo, en el Nuevo Gasómetro. Se probó en San Lorenzo con 12 años y hasta los 14 viajaba tres veces por semana desde Arrecifes.
De pibe, con la sonrisa fresca y el pelo largo, en el Nuevo Gasómetro. Se probó en San Lorenzo con 12 años y hasta los 14 viajaba tres veces por semana desde Arrecifes.
12 Venir seguido te sirve para no olvidarte quién sos. Claro, ver a la gente con la que me crié es volver a las raíces, es lo que te queda para siempre. El fútbol es una profesión que, a los que hemos llegado al alto nivel, nos da la posibilidad de jugar en estadios increíbles, en las mejores competiciones, de compartir vestuario con estrellas, con jeques, pero los verdaderos valores y a lo que uno va a estar atado de por vida son tu ciudad y tu gente. Cada vez que vengo trato de darle un tiempo a la comunidad, ya sea una charla como la que di ayer en el Centro Cultural, o notas al periodismo local, o visitar las escuelitas de fútbol.

13 Vos naciste en Capital. Porque mi mamá sufría diabetes y era un parto de alto riesgo; nací en el hospital Otamendi y a los pocos días ya estábamos de nuevo en Arrecifes. Mis padres son los dos de Arrecifes.

14 ¿Desde cuándo el estadio municipal lleva tu nombre? A la vuelta del Mundial de Brasil, por decisión unánime del Concejo Deliberante me nombraron ciudadano ilustre y le pusieron mi nombre al estadio. Ahí se juega la liga local y los Sub 23 de la zona; cuando Brown de Arrecifes participaba en el Nacional B tuvo mucho protagonismo. Esta es una ciudad fierrera al cien por cien…

15 No te quedaba otra que jugar de volante. Ja, ja, es verdad. Ese fue mi puesto original, yo acá jugaba de 5, después fui 8 en las inferiores de San Lorenzo porque tenía mucha proyección y terminé como lateral.

16 Froilán González, los Di Palma, Pairetti, Fontana, Canapino, ¿tenés relación con alguno de tus coterráneos? Los conozco a todos, Fontana es de mi barrio, los crucé mil veces a la mayoría, pero no tengo una relación de amistad. Acá la rutina de los domingos siempre fue levantarse, hacer el asado y mirar el TC. Si tengo que ir a ver una carrera, voy, pero no soy seguidor. Practiqué muchos deportes desde pibe: tenis en el club Náutico, básquet en el Ricardo Gutiérrez, y fútbol en Obras Sanitarias, hasta que me tuve que decidir.

17 “La mejor cancha del mundo en el mejor barrio del mundo”. Eso escribí sobre mi querido Club Obras Sanitarias de Arrecifes, ubicado en Las Flores. Es un club de barrio. Siempre hubo una CD que hizo grandes esfuerzos y mi aportación es a la distancia durante el año: colaboramos para hacer la cancha nueva con césped sintético, para levantar el centro cultural y educativo en la sede. Allí se da apoyo social y clases particulares a muchos nenes, también hay actividades para los abuelos, compramos un micro para que las inferiores vayan a jugar a la liga de Salto...

18 ¿Participaste de los Torneos Juveniles Bonaerenses? Claro, como todo pibe de pueblo, intentábamos garronear una semana con los amigos en Mar del Plata, y no ir a la escuela, y te anotabas en cualquier cosa. Con Obras fuimos dos veces en fútbol, en hándbol no llegamos porque nos liquidó Hurlingham y hasta nos presentamos en Cultura, con una banda de música a la que bautizamos La Tuerca, en homenaje al espíritu fierrero de Arrecifes. Yo tocaba la guitarra eléctrica. Armamos dos temas, pero ahí quedamos (risas).

19 ¿Laburaste? No. Mi viejo es contador público y mi mamá se dedicó a cuidarnos. Estudié acá hasta noveno, y terminé en Villa Lugano cuando me fui a la pensión de San Lorenzo. Me probé con 12 años y me aceptaron, pero como era demasiado chico para desprenderme de mi familia, entre los 12 y los 14, mi madre me llevaba martes y jueves, dos horas y media de ida, me esperaba, y me traía, otras dos horas y media de vuelta. Y los domingos iba a jugar. Gabriel Rodríguez, el coordinador general, nos dio esa posibilidad.

20 Una santa tu mamá. Me pasaba a buscar por el colegio, me llevaba a Buenos Aires, me esperaba, y estábamos de regreso a las 9 o 10 de la noche y, además, si tenía que preparar algo para el colegio pasábamos por la casa de algún compañero. Imaginate el esfuerzo de mi vieja, que también tenía que ocuparse de mis hermanos. A esa edad, además, es impensable saber si vas a llegar a Primera o no.

Imagen Celebrando con Messi un gol en el Sudamericano Sub20 de Colombia 05
Celebrando con Messi un gol en el Sudamericano Sub20 de Colombia 05
21 ¿De qué murió? Tuvo un paro cardíaco. Sufría diabetes, siempre estuvo con tratamiento y estaba controlada, por eso fue inesperado. Fue un golpe bajo, durísimo para mí, si tenía apenas 14 años. Fue muy feo además. Ese fin de semana había venido a Arrecifes, me fui a jugar con mis amigos y cuando volví a casa, mi vieja estaba planchándome la ropa que tenía que llevar a Buenos Aires. En un momento no venía, no venía, fui a ver qué pasaba y estaba tirada en el piso del quincho, pobrecita. Llamamos a la ambulancia, pero no hubo manera. Era muy joven, tenía 45 años.

22 ¿En qué lo sentiste más? La madre es la madre, es la que siempre está encima, la que me llevaba a Buenos Aires. Se perdió una etapa increíble de mi vida, pero bueno... hubo que salir adelante. Yo soy el mayor de tres hermanos (luego se sumó un cuarto de la nueva pareja de mi papá) y sentí la responsabilidad por eso. Aun jugando en Europa, siempre que podía trataba de venir, o estaba encima de todo a la distancia. Me tatué el rostro de Laura, mi madre, en el pecho, aunque ahora perdió mucho color.

23 ¿Cómo llegaste a San Lorenzo? Yo me destacaba en los campeonatos de Arrecifes y mi viejo consideraba que San Lorenzo y Vélez eran las mejores opciones, entonces, cazó el teléfono, averiguó dónde se probaba San Lorenzo, agarró el Renault 21 y allí fuimos: Club Pintita, en el Bajo Flores. Hice una práctica, me dijeron que tenía que volver y me ficharon. La 85 fue una gran categoría, con Pitu Barrientos, Damián Luna, Pipi García, y después nos unieron a la 84 de Gonzalo Rodríguez, Botinelli y Montillo: salimos campeones en Novena, Octava y Sexta.

24 ¿A qué edad fuiste a la pensión? A los 14, cuando empezaba en la Novena y tenía que entrenar todos los días. Ahí ya no tuve dudas, y me la jugué. Disfruté muchísimo, aunque, como todo pibe, al principio extrañaba. Mi viejo me iba a ver los sábados a los partidos y me traía para pasar dos días en mi pueblo y el domingo a la noche me tomaba el Chevallier, que me dejaba en Retiro. No muy tarde porque el Bajo Flores es complicado.

25 ¿Con quién compartiste la pensión? Con Pitu Barrientos, Nereo Champagne, y los más grandes: Erviti, Santana y Bevacqua. Ibamos a bailar a un boliche en Nazca y Rivadavia, porque el chico nos conocía y nos dejaba pasar, pero se armaban piñas seguido.

26 ¿De pibe eras hincha de Boca? Mi papá es de Boca y con sus amigos y unos 5 pibes nos subíamos a una Trafic e íbamos a la Bombonera. Nunca me sentí un hincha fanático, sí disfrutaba mucho ir a la cancha; mi mamá era de River, pero no podía hacer demasiado (risas). Ahora, cuando llegué a San Lorenzo y empecé a defender la camiseta, me hice de San Lorenzo, incluso los duelos con Boca en inferiores eran a muerte, y ahí sos hincha de la camiseta que defendés. Y hoy me siento hincha de San Lorenzo más que de ningún otro equipo de mi país.

27 Y te tocó debutar justo contra Boca. Había jugado unos minutos con Monagas, por la Sudamericana, pero después me bajaron a la Reserva hasta que un día vino Insúa y me dijo: “Mañana jugás contra Boca”. Ahhhh, imaginate. Anduve bien, pero en el segundo tiempo me empecé a acalambrar, por los nervios, pedí el cambio y la gente silbó a Insúa, porque no me tiré ni salí rengueando.

28 ¿Cómo surgió la idea del video que te armó el City? Terminó el campeonato un domingo y el lunes teníamos la obligación de acudir a eventos organizados por el club: algunos jugadores fueron a las casas de los hinchas de sorpresa y a mí me dijeron de armar un video con 5 o 6 socios del City que habían tenido un vínculo conmigo. Ellos le hablaban a la cámara y me dejaban un mensaje de despedida, no sabían que estaría ahí y les aparecía de sorpresa por detrás del cortinado (se puede googlear).

29 A los hinchas se los notó muy emocionados al verte. Es que me identifiqué mucho con el club, porque llegué cuando era el City de toda la vida, el que llevaba 40 años sin ser campeón y veía cómo el United festejaba siempre. El City hizo una gran oferta cuando volví de los Juegos de Beijing y aunque en el Espanyol estaba bárbaro y me querían renovar, y Barcelona es una ciudad espectacular, sentía un gran deseo de jugar en la Premier.

30 ¿Por qué ese deseo? Aunque desde acá siempre se miró más a España e Italia, sentía admiración por la liga inglesa: la intensidad de los partidos, el clima en las tribunas, estadios llenos, por eso cuando el City me vino a buscar, ni lo dudé, aunque tenía las mismas aspiraciones deportivas que el Espanyol.

31 Todavía no habían llegado los petrodólares de Abu Dabi. El presidente del City tenía pedido de extradición y se decía que iban a venderlo, pero no tenía idea de quiénes serían los nuevos inversionistas. Yo viajé, firmé y me volví a la Argentina para jugar unos partidos en la Selección y, a los pocos días, los nuevos dueños compraron a Robinho al Real Madrid en 40 millones de libras. Y a partir de allí, comenzaron a gastar muchísima plata en jugadores, muchos de los cuales llegaron y se fueron al poco tiempo, y al final tanto Kompany como yo, que llegamos juntos, terminamos siendo históricos y la gente se identificó.

32 Sos un testigo viviente de lo que era el City antes y de lo que fue después. Exacto. Hoy el club es un espectáculo: estadio nuevo, ciudad deportiva de primer mundo, 2 ligas ganadas después de 44 años, FA Cup, semifinal de Champions; a mí me tocó vivir una etapa en la que ayudé a la transformación del club y creo que por eso me identificaron tanto. Jamás me sentí la figura, como Yaya, Agüero o Silva, ellos le dieron el brillo, pero a mí me tocó ser uno de los que más jugó, 332 partidos en 9 temporadas, así que no me quito mérito porque creo que he estado a la altura de lo que fue el club en la etapa nueva.

33 Volvamos al video del club… Había un tipo de 50 años con su hijo de 17, después una chica que me había escrito un poema, otra señora que me gritaba siempre “Zaba Zaba Zaba” cuando hacía la entrada en calor y la tenía muy presente de escucharla. Haber encajado en una cultura tan distinta a lo que somos te llena un poquito desde ese punto de vista. Siento que me enriquecí como persona.

Imagen Con Callum en el video que armó el City para despedirlo, que se viralizó y nos hizo llorar a todos.
Con Callum en el video que armó el City para despedirlo, que se viralizó y nos hizo llorar a todos.
34 ¿Al chiquito que nos hizo llorar a todos lo conocías? Sí, se llama Callum y lo operaron del corazón a los pocos meses de nacer. La familia le compró un osito con la camiseta de Argentina y le pusieron “pequeño Zaba” porque me consideraban un jugador de mucha entrega, luchador, y con ese espíritu del osito esperaban que su hijo saliera adelante. Me escribieron una carta contándome la historia. A los 2 años, Callum ya estaba fuera del hospital, y lo invité a la ciudad deportiva a jugar a la pelota. Cuando vino para el video, llevaba como 3 años sin verlo.

35 El chico no podía parar de llorar y vos aguantaste hasta el final. Sabía que me tenía que hacer fuerte delante del nene. Callum no paraba de llorar, entonces, traté de hacer chistes, le pregunté si se acordaba de todo el pelo que tenía cuando nos habíamos conocido. Venía aguantando como podía hasta que el padre me dijo: “Nunca sabremos cómo agradecerte todo lo que hiciste, fuiste una gran inspiración para él”, y ahí te das cuenta de que ese es el mayor éxito que vos podés tener en la vida, porque siempre vas a ganar y a perder partidos, pero cuando suceden este tipo de cosas comprendés el valor de lo que podés significar para un niño. En este caso, un chico con problemas de corazón, una familia que sufre durante años, y entonces, ahí me largué a lloriquear, le dije que ya nos veríamos pronto, y cuando pasé del otro lado de la cortina, me largué a llorar como un nene. Me tuvieron que traer un vaso de agua, y tuve que esperar como media hora para grabar la escena que me quedaba. Ufff, fue duro, era la despedida para el nene.

36 ¡Cómo con muy poquito, un futbolista puede hacer tanto! Así es, y no nos cuesta nada. En Inglaterra se le da mucho valor a esto: los clubes marcan como una obligación acercarnos a la gente durante todo el año. Desde acudir a hospitales, llevarles regalos a los chicos para Navidad, o compartir momentos en las prácticas. Es un modo de tomar conciencia de que nos debemos a la sociedad. Te pongo un ejemplo: vos podés tener una temporada horrible pero es una obligación, cuando termina el último partido, dar una vuelta olímpica caminando mientras aplaudís a los hinchas, un modo de agradecerles el apoyo. Hay equipos que se van al descenso y los hinchas los aplauden igual. Es casi imposible de entender para nosotros, algo cultural.

37 Viéndote sin quebrarte en el video del City pensé que quizás te endureciste por crecer sin madre desde pibe. Es todo: el hecho de haberme ido joven de casa a la pensión me hizo asumir cierta responsabilidad que no tenés cuando vivís en tu casa, donde estás acostumbrado a que te hagan todo. Afuera hay que hacerse la cama, llevar a lavar la ropa, ocuparte de cosas. Acá, yo hacía tres cuadras y estaba en la escuela; allá me tenía que tomar dos colectivos para ir al colegio y en una zona peligrosa. En la pensión nos levantábamos a las 6 de la mañana con un paquete de galletitas para cinco, y si hacías un poco de fiaca, te quedabas sin galletitas. Esas cosas te hacen madurar de golpe, crecer, valorar…

38 Tu papá casi se te va, también, ¿no? Tuvo un accidente de auto muy grave yendo a Salto: agarró un cubo de barro, volcó, no llevaba puesto el cinto y salió despedido. Tuvo fractura de vértebra y se le paralizó la parte derecha del cuerpo. Estaba más del otro lado que de este, fueron tres semanas en terapia intensiva, pero por suerte sobrevivió. Hizo la rehabilitación un par de años en el Fleni, hoy está bien, pero camina con andador.

39 ¿Qué es el City, cómo lo definirías? Era un club que vivía a la sombra de su clásico rival y tenía que soportar todos sus festejos. El City está en la ciudad de Manchester y el United en las afueras, en Trafford, y cuando fuimos agarrando protagonismo, Ferguson nos empezó a llamar “the noisy neighbors”, los vecinos ruidosos. De a poco se fue dando vuelta la historia y en los últimos 5 años estamos por delante de ellos. En la ciudad, la cantidad de hinchas es muy pareja. El clásico se vive de manera muy intensa, se paraliza la ciudad, hay un gran despliegue policial.

40 ¿Por qué creés que te ganaste tan rápido a la gente del City? Anduve muy bien desde el primer año: de hecho, estuve ternado ese 2008/09 como mejor jugador de la temporada con Robinho, Petrov y Roy Phillips, y en 2012/13 gané ese premio. Mi plenitud como futbolista la viví en el City.

Imagen Consiguió dos logros con la Selección, casualmente los mismos que Messi. Aquí, levantando la Copa del Mundo Sub 20 como capitán.
Consiguió dos logros con la Selección, casualmente los mismos que Messi. Aquí, levantando la Copa del Mundo Sub 20 como capitán.
41 ¿Cuántas veces viste al dueño del club? Al sheik lo vemos una vez por año, cuando vamos a Abu Dabi en la pretemporada. Se acerca a la práctica, nos da la mano, habla cinco minutos y no lo vemos hasta el año siguiente. Al que vemos más seguido es a su mano derecha, el presidente del club, con él guardo una relación de afecto.

42 ¿A qué se debe? A que llegamos al mismo tiempo al club, en 2008. En mi última visita tuvimos una charla de una hora en su oficina, tomando un vinito y picando algo, me agradeció todo lo que hice por el club y me dio un regalo muy especial: un reloj de edición limitada de alta marca que tiene grabado adentro el circuito de Abu Dabi. Me dijo: “No tiene un valor económico, sino afectivo”.

43 ¡Qué no va a tener valor económico! Ni quiero pensar en lo que vale. Lo guardo y si algún día quedo en la lona, saldré a venderlo (risas). Al terminar la reunión, me propuso trabajar para el grupo el día que me retire. El Grupo dueño del City también maneja al New York City en la MLS, compraron un club en Uruguay, tienen al Melbourne en Australia, un porcentaje del Yokohama de Japón y están por comprar el Girona, que subió a Primera, y está a una hora de Barcelona. Sería el lugar ideal para trabajar en el futuro, porque nuestra idea, cuando me retire, es instalarnos en Barcelona.

44 ¿Qué fuiste pensando el día que ganaron la Premier tras 44 años? Uffff, fue una locura total. El QPR se jugaba el descenso, nosotros teníamos que ganar, metí el 1-0 en el primer tiempo, mi primer gol de la temporada, mirá vos, y nos fuimos tranquilos al descanso. Era el resultado para quedar en la gloria: para el equipo y para mí en lo individual. Imaginate: era el autor del gol que se recordaría por años, pero en el segundo tiempo nos embocaron dos veces y se puso bravo de verdad. Encima, ellos con uno menos.

45 ¿Creíste que se les escapaba? Era desesperante: adicionaron cinco minutos y necesitábamos meter dos goles, era casi imposible. Había un silencio absoluto, gente llorando en las tribunas, los del United ya habían terminado su partido y festejaban el título, iba a ser una desgracia que terminaría marcando a ese plantel por toda la vida, pero vino el córner, el empate de Edwin (Dzeko) de cabeza, quedaba tiempo para una jugada, pa pa pa, Balotelli se la dio al Kun y metió el 3-2 a los 93 y medio. De locos. Yo me tiré al piso, sacaron y se terminó, invadieron la cancha. Al Kun siempre lo jodo, que me sacó la gloria para vender sus camisetas con el gol a los 93'.

46 ¿Hay más Fair Play en Inglaterra que en otras ligas? Sí. Detestan al que simula; si te tirás, te chiflan y después te hacen el cartel de piscinero. Cuando el árbitro te habla, lo tenés que escuchar y si los jugadores rodean al árbitro para protestarle, el club te sanciona. Como capitán, tenés que controlar que tus compañeros no protesten. Y está muy mal visto gesticular.

47 ¿Te hicieron notar en algún momento que sos argentino? Jamás. Es más: noté un aprecio tremendo de parte de los ingleses hacia los jugadores argentinos.

48 ¿Mancini es muy calentón? Seee, tano calentón. Detesta perder, y si te mandás una cagada, entra al vestuario y te quiere matar. Una vez, Yaya se fue a la Copa Africa y perdimos tres partidos seguidos. Entró a los gritos: “Sin Yaya son un desastre”. ¡Para qué! La calentura que nos agarramos… Los ayudantes nos decían “tranquilos, no le den bolilla”. En los picados se prendía a jugar y con Balotelli se vivían peleando como dos nenes.

49 ¿Imaginabas, cuando llegaste en 2008, que un estadio repleto te despediría de pie? Noooo, ¡cómo voy a imaginar algo así! En ese momento te cae la ficha de la huella que pudiste dejar. Me impactó la trascendencia que tuvo mi despedida en ese último partido en casa ante el West Bromwich, porque los últimos dos meses había jugado poco.

50 ¿Por qué te fuiste del City? Yo venía con una lesión en el tobillo por la que tuve que operarme a mediados de 2016 y por la que no pude ir a la Copa América de EE.UU. En ese momento sentí que se me iba a hacer difícil competir con la exigencia que requiere el City. Entonces, por más que el club me diera la oportunidad de seguir, si no estaba a la altura, prefería irme y dejarle la oportunidad a otro. Se lo comuniqué al club al inicio de la temporada pasada, pero había otros 6 jugadores que quedaban libres ahora, era una situación difícil.

51 ¿Qué te dijo Guardiola? Con Pep hablé a principio de temporada, porque había clubes que me querían comprar y no sabía si él quería traer a otros jugadores para su proyecto. “Pablo, quiero que vos estés, para mí es todo nuevo y necesito referentes, gente que conozca el club y me ayude”, me dijo. Me quedé, asumiendo el riesgo de tener algún problema físico grave en enero y quedarme sin club por no tener nada firmado.

52 Riesgo también de la suplencia, porque venías de una operación. Eso no, porque había decidido quedarme para vivir la experiencia de ser dirigido por Guardiola y porque quería irme del City estando a la altura, no como el año anterior que quería jugar y no podía. Arranqué de titular la temporada, ganamos partidos importantes, pero en febrero quedamos afuera de todo y el único objetivo en pie era clasificar a la Champions. Entonces, Pep cambió, puso a Fernandinho de lateral, el equipo anduvo bien, y mi protagonismo pasó por entrar la última media hora para cerrar los partidos. Ahí ya tenía madurada la decisión de irme, se la comuniqué al club y entré en charlas con el West Ham, pero sin hacerse público. El club me dijo: “Lo único que queremos es que cuando juegues el último partido en casa, la gente sepa que es tu último partido”.

Imagen Mirando al cielo en los JJ.OO. de Beijing: medalla dorada.
Mirando al cielo en los JJ.OO. de Beijing: medalla dorada.
53 Era un partido importante, se jugaban el boleto a la Champions. Tal cual, pero el club igual lo anunció tres días antes, y empezó la movida: la gente mandaba regalos a la ciudad deportiva, a mi casa, me llegaban fotos de hinchas tatuándose mi cara, una locura (risas). Y el día del partido, cuando salí a calentar, toda la gente gritaba mi nombre. Entré a los 20’ del ST por Silva y me rebotaba la pelota, las piernas me temblaban, por suerte ganamos 3-1. Terminó el partido y se quedaron los 50.000 hinchas un rato largo, me hicieron entrar de nuevo a la cancha, ufff, son cosas que te llevás para siempre, más allá de los títulos…

54 Te hicieron una canción (se puede googlear). La inventó un grupo de hinchas en un pub, después de que le ganamos al Bayern en Champions. Dice que soy un “fucking man”, como que entro a la cancha con actitud para ganar, porque soy de los más petisos de la Premier, me sacan dos cabezas y he ido a disputar pelotas con Peter Crouch, ponele, que abría los brazos y me rompía la nariz, y después jugaba todo vendado. Por eso, también dice la canción “es más duro que Jap Stam”, el defensor del United, que es bravo; “juega para los de celeste y blanco”, remarcando que el City y la Selección tienen los mismos colores…

55 Viendo esa despedida y el video de los socios, ¿no sentís que allá te valoran más que acá? Son dos cosas diferentes. De mi país me fui con 20 años habiendo jugado dos temporadas en San Lorenzo. En el City era el día a día, 50 o 60 partidos al año, jugás un día mal y a los tres días jugás bien y la gente ya se olvidó. Y si salís campeón, ganás prestigio, el día a día te da algo muy distinto.

56 ¿Escuchaste el comentario: “Allá ganan todo, acá nada, que no vengan más”? Sí, es que entramos en una era tan resultadista que no nos hace bien ni a los jugadores ni al fútbol argentino ni al hincha. Lo sufrimos todos. En Inglaterra, perdimos una final de FA Cup contra el Wigan y los hinchas del City se quedaron a aplaudir al vencedor, porque consideran al Wigan un club humilde, un modo de decir “hermano, te lo ganaste”. Acá es todo una locura, y con una AFA precaria aguantamos un montón de cosas, y le pusimos el pecho porque venimos con el deseo de representar al país y al final, te terminás dando cuenta de que todo se resume a 90 minutos de un partido, que si ganás, está todo perfecto y si perdés, sos un desastre, y eso a veces te lleva a que te quemen la cabeza.

57 ¿Te molesta? Claro que molesta. Después de muchos años de ausencia en instancias decisivas de un Mundial, nuestra generación llegó a la final y puso a la Selección en los primeros puestos del ranking. Eso es devolverle el prestigio al fútbol argentino. Y fueron tres finales seguidas, sí, y llegar a una final no es una cuestión fácil, pero perderla te genera muchísimo daño. Aquí se habló de fin de ciclo de jugadores que tienen 28 o 29 años y que están en una plenitud futbolística y jugando en los mejores clubes de Europa. Yo tengo 32 años y ya es otra cosa, pero hagamos como Alemania: banquemos el proyecto, sigamos trabajando, y pensemos a mediano o largo plazo. Mirá Guardiola que no ganó nada en la primera temporada en el City, ¡y es Guardiola! Sin embargo, está armando un proyecto para los próximos 4 años. Esta locura resultadista se advierte ya desde inferiores.

58 ¿En qué? Se perdió esa etapa formativa, hoy lo más importante es ser campeón en la Novena y si no ganás, rajan al técnico. Cuando era un pibe, Gabriel Rodríguez estuvo 12 años como coordinador, y si no ganábamos en Novena, no importaba, porque el técnico tenía que trabajar de una manera para que cuando vos pasaras a Octava estuvieras preparado. Un formador, además, va más allá de una idea de juego. El formador sirve para inculcarles valores a los chicos, enseñarles lo que es el respeto, la responsabilidad, el esfuerzo, y hoy veo que muchos técnicos de inferiores solo piensan en ganar para conservar el cargo o porque les interesa dar el salto a Primera. Así se pierden los formadores y se potencia el exitismo desde abajo.

59 ¿Por qué elegiste West Ham? Después de jugar en España e Inglaterra, tenía ganas de ir a Italia. Es una liga menos intensa que la Premier, pero pionera en lo táctico. En 2016 la Roma me quiso comprar, pero no se dio, y este año, al no haber movimientos en el mercado italiano, me llamaron el técnico y el presidente del West Ham para decirme que necesitaban una alternativa de experiencia a un chico joven que habían comprado al Leeds en mi posición. Me siento muy adaptado a la Premier, conozco la liga, a mucha gente y… me quedé.

60 Vivir en Londres no está nada mal. Lo hablé con mi señora, y le gustó, porque si era para ir al norte de Inglaterra, ahí ya es un clima muy hostil. Además, el West Ham es un club con una tradición grande, te meten 50.000 o 60.000 personas por partido. Firmé por dos años con opción a un tercero, de acuerdo a los partidos jugados. Estoy muy feliz.

Imagen Con la 8 (volante) frente a Boca, el rival en su debut.
Con la 8 (volante) frente a Boca, el rival en su debut.
61 ¿Dónde aprendiste a hablar tan bien inglés? Fui sin saber nada de inglés y apenas llegamos, el City nos puso una profesora a los 4 sudamericanos: Robinho, Elano, Felipe Caicedo y a mí. Eran dos horas los martes, después del entrenamiento, una mujer que solo hablaba inglés. A la tercera clase, estaba yo solo, los otros habían abandonado. Me vino bárbaro. Tomé un año de clases y el resto fue oído y práctica.

62 ¿Qué tenés detrás de tu oreja izquierda? Es una mancha de nacimiento, que ahora que estoy pelado se nota más.

63 ¿Cómo es jugar en el equipo pobre de una ciudad tan futbolera como Barcelona? Ellos se autodenominan “la maravillosa minoría”. El hincha del Espanyol es muy fiel y jugás sin gran presión. Todos saben que lo máximo que podés aspirar es a terminar en mitad de tabla, intentar pelear la Copa del Rey y tratar de ganarle al Barça de local, ese es “el” partido, el que esperan toda la temporada. En los 3 años que estuve no lo conseguí, pero logramos algo histórico: ganar la Copa del Rey y llegar a la final de la UEFA.

64 Hoy es imposible que el Espanyol gane una Copa del Rey. Impensado, sí. Aquella vez el Zaragoza se limpió al Atlético, al Barcelona y al Real Madrid y fuimos nosotros y le clavamos cuatro en la final, ja, ja. Y, encima, en el Bernabéu. El hotel estaba en el Paseo de la Castellana, a 10 cuadras del estadio, y con el Rifle Pandiani empezamos a cantar en el micro para levantar a todos. “A por ellos, oh eh” cantábamos; ahí la empezamos a ganar. Después vino Valverde, el que hoy es DT del Barcelona, y con él llegamos a la final de la UEFA con una campaña impresionante, pero perdimos la final con el Sevilla por penales. Es una espina que todavía tengo clavada.

65 Es increíble que pases a la historia por uno o dos penales. Es una locura. A mí me fue muy mal con los penales: perdí esa final, la de la Copa América de Chile y una eliminación en la Sudamericana con Boca: fue la única vez que pateé... y la tiré afuera.

66 Juegan Real Madrid-Barcelona, ¿por quién van los hinchas del Espanyol? Por el Real Madrid al cien por cien, olvidate. Mientras el Barça no gane, ahí están todos contentos. Siempre se dijo, además, que el Espanyol era el club de Franco en Cataluña.

67 Pero vos ibas a ver a Messi al Camp Nou ¿o no? Sí, claro. También a cenar. Primero, porque no soy hipócrita: nací en Argentina y no odio al Barça, no nací con ese fanatismo. Aparte, si conozco a Leo desde los juveniles, y vivo en Barcelona y me invita a ver un partido o a cenar, ¿por qué no voy a ir?

68 ¿Messi te preguntó por Valverde? No, no, en el casamiento lo que menos se habló fue de fútbol (risas). Valverde fue el que me pasó de 8 a 4. Ya había jugado de lateral con el Bambino en San Lorenzo, pero a partir de allí me quedé definitivamente. Fue un gran equipo aquel, con De la Peña, Tamudo, García, el malogrado Dani Jarque, pobrecito.

69 ¿Cuándo oíste hablar por primera vez de Messi? En la preparación para el Sudamericano Sub 20 de Colombia, Tocalli nos dijo que iba a venir un chico que jugaba en España y andaba bien. Ninguno lo conocía, pero en la primera práctica nos dimos cuenta de quién era. Fue impresionante: era diferente en la rapidez, en la conducción, en la definición, en todo. Como capitán, ya en Colombia, intenté integrarlo, que Leo se sintiera cómodo, porque venía de afuera, tenía un carácter introvertido, y no conocía a nadie.

70 ¿Alguna vez le tiraste con todo, las veces que te tocó enfrentarlo? No, no, marcar firme, sí, pero nunca fui a pegarle. Por suerte, Leo en general iba por el otro lado; si lo podía evitar, mejor. Una vez, en la Supercopa de España, Valverde me cambió a la izquierda para marcarlo. “Vos, que lo conocés bien y sos agresivo en la marca, para estar encima de él”, me dijo, pero no hubo caso.

71 ¿Qué recordás de tu etapa como sparring de la Selección en el Mundial del 2002? Me impresionó Pablo Aimar, volaba. Teníamos 16 años y compartir prácticas con esos monstruos era la gloria. Les pedíamos fotos, autógrafos, yo me traje la camiseta del Pupi (Zanetti) y los botines de Crespo, unos Nike ultralivianos que acababan de salir. En las prácticas, nos recagaban a patadas, pero calladitos, no podíamos decir nada.

72 ¿Bielsa? Nos llamaba por el nombre, sabía quiénes éramos. Una vez, armó equipos para jugar contra un combinado local y para completar sumó a 4 sparrings: Pisculichi, Coti Fernández, Malevo Ferreyra y a mí. Al otro día, nos llamó para remarcarnos cosas que habíamos hecho bien y mal. No podíamos creer que estuviera pendiente de nosotros.

73 ¿Muchas veces trabaste con la cabeza? No, no (risas), que recuerde, solo contra Brasil, en la semi del Mundial Sub 20 de Holanda. Es que ya había perdido una semifinal justo contra Brasil, en el Mundial Sub 20 anterior, en Emiratos Arabes. En la arenga les dije, como capitán: “Soy un poco egoísta, pero ya quedé afuera con Brasil en una semifinal de Mundial y no puedo permitir que me pase de nuevo”. Hubiera hecho lo que fuera para ganar, y se dio una pelota en que quedé en el piso, y por instinto puse la cabeza cuando estaba por patear un brasilero.

Imagen Después de 9 temporadas y 6 títulos en el City en mayo de este año fue despedido a lo grande: tirado al aire por sus compañeros y con el estadio que lo ovacionó de pie.
Después de 9 temporadas y 6 títulos en el City en mayo de este año fue despedido a lo grande: tirado al aire por sus compañeros y con el estadio que lo ovacionó de pie.
74 Encima ese partido lo ganaron con un gol tuyo a los 93’… Fue increíble, estaba de 9 en el área después de un desborde de Leo. Y nos permitió pasar a la final. Fue un momento único. Metí 3 goles en Holanda, si pateaba los dos penales de la final con Nigeria, hubiera terminado como goleador del Mundial, pero mejor que los pateara Leo, más seguro (risas)…

75 Es curioso, pero ganaste lo mismo que Messi en la Selección: Mundial Sub 20 de Holanda y medalla dorada en Beijing 08. Así es, y también debutamos en la Mayor el mismo día, contra Hungría, después de ganar el Sub 20. Eso sí: a mí no me echaron como a Leo, tendría que haber sido al revés.

76 ¿Te molesta que muchos digan “esta generación no ganó nada con la Selección”, cuando sí ganaron? Mirá, no por nada se ganaron los Mundiales Sub 20: 95, 97, 2001, 2005 y 2007, y no por nada se ganaron dos medallas doradas en 2004 y 2008. Todas esas generaciones se fueron juntando y luego llegaron a tres finales consecutivas en Mayores. Después, sí, tuvimos la desgracia de no poder ganar ninguna y eso nos hizo un gran daño interior, nos duele, y nos genera un problema psicológico, no tengo dudas, pero cuando hoy ves que las juveniles no clasifican a los mundiales o quedan eliminadas en primera ronda, ahí tomás conciencia de lo bueno que hicimos. Que a esta generación se le llame perdedora me parece un poco cruel, aunque tenemos que aceptar que es la realidad de nuestro país.

77 ¿Por qué creés que fuiste un niño precoz: jugaste un Mundial Sub 20 dando dos años de ventaja, te fuiste a Europa a los 20? Es que de chico tuve una cabeza amueblada, por eso que te conté de tener que madurar de golpe por lo que me tocó vivir. Siempre fui ambicioso y quise progresar.

78 ¿Por qué le pusieron Asier a tu hijo? Zabaleta es un apellido vasco, mi bisabuelo era de Leiza, Navarra, la ciudad donde se filmó la película Ocho apellidos vascos, y tanto a mí como a Christel nos gustan los nombres vascos y era Asier o Ainhoa, si salía mujer. Aparte, un nombre catalán con mi apellido no iba. Imaginate un Carles Zabaleta (risas).

79 ¿Cuándo notaste que la calvicie sería tu compañera de ruta? A los 20 años ya notaba que tenía bastante volumen pero era un pelo débil y que, cuando comenzara la caída, sería estrepitosa. En un momento, agarré la maquinita y se acabó. Cuando tenía mucho pelo, me confundían con Biglia; desde que me pelé, con Mascherano.

80 ¿A Sampaoli lo trataste? No. Le deseo lo mejor, hizo méritos para ser el técnico de la Selección.

81 ¿Creés que tenés chances o ya fue? En su momento me limitó mucho la lesión y me tuve que operar, veremos cómo me va este año. Trataré de seguir dando lo mejor en mi equipo y si estoy en la convocatoria, perfecto, será un placer. Y si no, ganaré tiempo para estar con mi familia.

Imagen En el piso, luego del gol de Alemania en la final, con Messi a su lado.
En el piso, luego del gol de Alemania en la final, con Messi a su lado.
82 Pero el predio lo extrañás, me imagino... Claro, ¿cómo no lo voy a extrañar si lo conozco desde los 14 años?

83 ¿No te hubiera gustado jugar más en San Lorenzo después de tanto tiempo en inferiores? Obvio que sí, pero son momentos en los que hay que tomar decisiones. Eran 4 millones de dólares para el club, un dineral para entonces, ir a la liga española, a una ciudad como Barcelona y con otros argentinos: estaban La Fiera Maxi, Pochettino, Martín Posse, era para aprovechar.

84 ¿Está en tus planes volver a San Lorenzo? A San Lorenzo lo sigo a la distancia y disfruté mucho con la Libertadores que se ganó. El otro día, en el casamiento de Leo estuve charlando con Marcelo (Tinelli) y me jodía para que volviera, pero le aclaré que no tenía pensado volver. Si hubiese tenido la necesidad, me habría contactado con él o con la gente de San Lorenzo para ponerme a disposición antes de hablar con cualquier otro club, pero no siento esa necesidad.

85 ¿Quiénes son tus mejores amigos del fútbol? Silvinho, un brasilero, que jugaba en Barcelona cuando arrancó Leo, y con el que coincidí un año en el City, pero ese año fueron como 15 con otro. Y Martín Posse, el ex jugador de Vélez, es mi otro gran amigo. Después, tengo una gran relación con los chicos de la Selección y tantos otros, y hemos hecho cosas juntos muchas veces.

86 ¿Te agarraste a piñas con algún compañero? Jamás; soy calentón, no me banco perder, pero trato de guardar la compostura.

87 Un rival al que no podés ni ver. Como equipo, el Liverpool: no le pude ganar ni una vez en Anfield en 9 años. Como jugador, ehhhh (piensa), uno con el que sufrí cada vez que lo enfrenté es Luis Suárez. Me encanta esa picardía que tiene de delantero bicho, de contacto, de tirarse, de protestar, de que te empuja. Coincidí con Luis en cenas y comidas, es un pibe bárbaro, pero antes de cada partido pensaba: “Uffff, otra vez con este tipo…”.

88 ¿Pellegrini, Mancini o Guardiola? A ver... elijo el carácter ganador de Mancini, la simpleza de Manuel y la calidad técnico-táctica de Guardiola.

89 ¿A qué se debe que tengas tan pocas expulsiones en tu carrera? (5 en 500 partidos, 1 cada 100). Soy un jugador agresivo para marcar pero nunca fui de hacerme expulsar de manera tonta. Las rojas que vi fueron por doble amarilla, por llegar tarde a la pelota.

90 ¿Qué Mundial te dolió más perderte: el 2006 o el 2010? En 2006, si bien el técnico era Pekerman y me conocía, tenía apenas 21 años y Scaloni había hecho más mérito que yo. El del 2010 me dolió más, porque andaba muy bien en el City.

91 Tu día más feliz en el fútbol y tu día más triste. Hubo muchos felices… pero me quedo con el día que canté por primera vez el himno en un Mundial, contra Bosnia en el Maracaná. Fue cumplir el sueño de la infancia, con mi familia y mis amigos en la tribuna. Como momentos increíbles están la semifinal con Brasil en el Mundial Sub 20 de Holanda, ese gol a los 93’, la primera Liga con el City, la medalla olímpica, la Copa del Rey con Espanyol, muchos... El día más triste, cuando perdimos la final con Alemania, sin dudas.

92 ¿Volviste a ver la final del Mundial? No, imposible volver a verla.

Imagen Con los chicos del Club Obras Sanitarias de Arrecifes, donde se formó y a donde va siempre.
Con los chicos del Club Obras Sanitarias de Arrecifes, donde se formó y a donde va siempre.
93 ¿Qué sensación tenías en la previa y durante el partido? Todo el mundo pensaba que Alemania nos iba a meter 7 como a Brasil, pero nosotros nos sentíamos confiados porque habíamos conseguido armar un bloque sólido, de mucho equilibrio, y con gran velocidad para salir. Fue un partido parejo, tuvimos la desgracia de no acertar las claras que tuvimos. La sensación es que íbamos a los penales, pero apareció esa jugada aislada, no hubo ningún error grosero para recriminarnos.

94 ¿Cómo reaccionaste? Morí, me quedé tirado en el piso. En los 7 minutos que quedaban intentamos hacer algo pero ya éramos pura impotencia. Lloré, pero me quedé porque uno debe saber perder, respetar al rival y darle la mano.

Imagen En la casa paterna de Arrecifes, con su esposa Christel y su hijo Asier.
En la casa paterna de Arrecifes, con su esposa Christel y su hijo Asier.
95 ¿Cuánto tardás en recuperarte? Cuando pasan unos días y estás más frío, te das cuenta de que diste todo, que como grupo no nos podíamos recriminar nada. Con el recibimiento de la gente acá, caés en que con todos los problemas que hay en el país logramos reunir a familias detrás de un objetivo, y ahí lo valorás. A mí me recibieron con autobomba en la plaza, fue muy lindo.

96 ¿La final de la Copa América de Chile pensaste que la ganaban? Otra vez llegamos en buenas condiciones pero nos encontramos con una selección chilena a la que no es fácil jugarle. Es intensa, de gran agresividad y por ahí Leo bajaba a recibir y lo cortaban con foul, esa dinámica del partido no nos beneficiaba. Fueron partidos parejos, podría haber ganado cualquiera de los dos.

97 En 2016 se perdió otra final, aunque vos no estabas. ¿Creés que hay una carga psicológica que condiciona a los jugadores? Sí, sí (se anticipa), acá el hecho de ganar o perder te marca mucho y obviamente el hecho de perder las finales nos provocó un gran daño psicológico.

98 Ganaste un montón de cosas, ¿sentís que sos poco valorado acá? Vivimos en un país en el que la máxima figura es el número 10, y donde siempre se destacó el fútbol de potrero. Me parece bárbaro, es un poco nuestra identidad, yo nunca me consideré una figura, aunque sí fui un jugador consistente, de 6 o 7 puntos cada partidos, y eso me llevó a lograr todo lo que logré, tanto a nivel individual como grupal. Nunca me preocupé por tener protagonismo, al contrario, si puedo pasar desapercibido, mejor. Y acepto que sea así.

99 ¿Qué fue lo mejor del casamiento de Messi? Y… reencontrarme otra vez con la mayoría de los chicos con los que vivimos tantas cosas dentro del campo para acompañar al mejor jugador del mundo en el momento más especial de su vida. Por supuesto, lo revoleamos un poco por el aire, ¡pero Leo tiene clase hasta para caer!

100 Supongo que habrán tenido mucho cuidado, mirá si tenían que pagar la cláusula de 400 palos… No, nos mataban a todos ahí mismo (risas). Lo que sí, ves mi ojo, todavía tengo morado, ¿no? (muestra una marca), es que un momento empezamos a saltar en la pista todos juntos una canción, ¿y a quién tenía al lado justo yo? A Marquitos Rojo, que me pegó un codazo en el ojo. “¡Pará Marquitos, que ya no juego más en el City!”, le dije (risas), pero bueno, soy de los que siempre se llevan algo encima, hasta en las fiestas.

Por Diego Borinsky / Fotos: Maximiliano Didari, AFP y Archivo El Gráfico.

Nota publicada en la edición de Agosto de 2017 de El Gráfico