Las Entrevistas de El Gráfico

Carlos Alfaro Moreno, 100x100: “No concibo que un futbolista no viva para su profesión”

Se inició en Platense, hizo fama en Independiente y es ídolo en Ecuador, donde vive. Respuestas a corazón abierto de uno de los delanteros que llegó a ser tapa de El Gráfico.

Por Diego Borinsky ·

07 de junio de 2017
Imagen Aprovechó que su club jugaba contra Estudiantes por la Copa y se entrenó en el predio del Rojo.
Aprovechó que su club jugaba contra Estudiantes por la Copa y se entrenó en el predio del Rojo.
1 ¿Por qué tu apodo es Beto si te llamás Carlos Alejandro? Porque mi papá era hincha de River, me llevaba a la cancha y mi ídolo era Alonso, entonces estaba todo el día con la pelota en la calle diciendo “la lleva el Beto, toca el Beto”. Era zurdito y todos en el barrio me empezaron a decir Beto. También de muy pibe me decían Pininito, porque mi papá, que era empleado del Banco Provincia, jugaba en el torneo interno, y yo me quedaba a un costado pateando, con la 11 de River, la de Pinino Mas.

2 ¿Sigue el apodo? Todo el mundo me dice Beto: el presidente del club, los jugadores, mis amigos… En mi oficina tengo un par de cuadros, uno es una foto a mis 19 años, en un Platense-River en el que estoy posando con Alonso. Tengo otro con Bochini y otro con Maradona. Y todo por duplicado en mi casa.

3 Eras hincha de River pero empezaste en Boca. Yo soy del oeste del conurbano, de Castelar, y jugaba en La Maderera de Don Bosco, en Ramos Mejía. Siempre me pedía Vélez y en un momento me mandaron telegramas River y Boca. Era un dilema pero, como pasaba en la mayoría de los hogares, en casa mandaba mi mamá (risas). Y razonó con toda lógica: “Vivimos en Castelar, vas a la escuela en Morón y La Candela, en San Justo, es lo que nos queda más cerca, así que vas a Boca”. Y así fue como entré a la Novena de Boca.

4 No duraste mucho… Era de los más chiquitos físicamente y me dejaron libre en Octava. Me acuerdo de que me fui caminando bajo la lluvia hasta la estación de Morón, llorando, con una gran tristeza, sentía que desilusionaba a mis viejos. Que tenía que decirle: “Papá, me dejaron libre por malo”. Uno después entiende que a los viejos no los desilusionás con esas cosas.

5 ¿Y en Boca explicabas el origen del “Beto”? Noooo, en ese entonces era Beto en el barrio, y después lo fui definitivamente en Platense, gracias a Cacho Borelli, que me conocía de La Maderera. A Platense llegué por un amigo de mi viejo, de apellido Alexandrelli. Integré la categoría 64, una de las pocas, si no la única, que quedó campeona de AFA en Séptima División. Jugaban Cacho Borelli, Bellini, el hermano del Cholo Pavón, Chicho Gaona, Leani, Cincunegui, casi todos llegaron a Primera.

6 ¿Recordás algún partido en especial como hincha de River? Y… yo agarré el final de los 18 años sin campeonatos, así que recuerdo muy bien la noche en cancha de Vélez en que los pibes le ganaron 1-0 a Argentinos con gol de Bruno y dieron la vuelta olímpica después de 18 años. Fue una locura. Aquel equipo del 75 lo recuerdo de memoria: Fillol; Comelles, Perfumo, Artico, Héctor López; Jota Jota, Merlo y Alonso; Pedro González, Morete (luego Luque) y Más (luego Ortiz).

7 ¿Quién es Carlos Alejandro Alfaro Moreno? Un hombre apasionado, de fe por sobre todas las cosas, y bendecido por Dios, ya que pude cumplir el sueño que tenía desde los 4 años: ser futbolista. Les suelo contar a los chicos de las formativas del Barcelona que cuando cantábamos el himno en el colegio yo soñaba con jugar en la Selección, y de golpe abrí los ojos y estaba cantando ese mismo himno, con Maradona al lado, en la Copa América de Brasil. Y al poco tiempo lo mismo: abrí los ojos y estaba en Wembley y en Old Trafford cantando el himno con la Selección de Basile. Con fe y con trabajo, los sueños se cumplen. Ese es mi mensaje.

8 ¿Por qué elegiste vivir en Ecuador? Ehhhh, hay dos motivos. Por un lado, en los clubes donde pude tener continuidad me pasó algo muy especial, que va mucho más allá del jugador. Lo sentí en Platense, en Independiente y en Barcelona. En el 97, después de ser campeón en Ecuador, me compró el América de México. Tenía 33 años y la gente se agolpó en el aeropuerto y no me dejaba ir, era una locura. Me fui llorando al América. Llorando con el contrato que había firmado, ¡imaginate!

9 La pregunta era por qué te quedaste a vivir en Ecuador. Bueno, a eso iba: donde tuve oportunidad de demostrar, recibí un cariño impresionante. Eso me pasó en Ecuador y por eso me aferré una barbaridad al país y a la ciudad, pero, además, me casé con una ecuatoriana. Entonces, viste… como te dije hace un rato: las que deciden son las mujeres (risas). Fui a Guayaquil en 1994 por primera vez y a partir del 2000 me quedé a vivir definitivamente.

Imagen Siendo entrevistado por su hija, Florencia.
Siendo entrevistado por su hija, Florencia.
10 ¿Cuántos hijos tenés? Dos de mi primer matrimonio: Florencia, de 24 años, que es periodista y trabaja en una radio de Ecuador, y Gonzalo, de 20, que está en la Reserva del Barcelona. Y dos del segundo matrimonio: Alejandro (13), que también juega, y Yesenea (10), que se llama igual que la madre. Los cuatro viven conmigo y mi mujer en Ecuador.

11 ¿Por qué sos vicepresidente de un club y no DT? Siempre supe que no iba a ser entrenador; viví mi carrera muy obsesivamente y no tenía ganas de estar dependiendo del resultado en el día a día… aunque mirame ahora, sufriendo como loco (risas). Creo que la vida del entrenador también es muy ingrata, por eso de entrada no quise saber nada.

12 ¿A qué te referís con vivir “muy obsesivamente” tu carrera? Me levantaba a las 7 de la mañana cuando estaba concentrado y me ponía a hacer flexiones en la habitación. Lo contó Mohamed, cuando era DT de Independiente y jugó contra Liga en Ecuador. Esa noche me invitaron a la cabina de Fox y cuando le pidieron al Turco que dijera algo de mí, contó: “Estábamos en Londres por jugar un amistoso en Wembley, salgo de la habitación a la mañana y veo a un loco que picaba de un lado a otro del pasillo. Era el Beto Alfaro Moreno”. Es que yo necesitaba estimular las fibras rápidas y hacía reacción bien temprano. Es el día de hoy que corro 5 kilómetros todos los días. “¿Y vos también picabas?”, le preguntó el periodista al Turco. “Sí, yo picaba el salame, el queso, lo que hubiera”. ¡Qué lindo el Turco! (risas).

13 ¿Qué recordás de tu debut en Platense? En Castelar, en los 80, no teníamos teléfono, así que tuvieron que llamar a un compañero del colegio que vivía a unas cuadras y él me vino a avisar que tenía que presentarme en tal hotel para concentrar, porque iba a ir al banco de Primera. El técnico era el Chamaco Rodríguez, le tengo un gran cariño al Chamaco. Fue contra Racing, entré unos minutos.

14 Boca te dejó libre pero después te vengaste. Boca y Newell’s son dos de los equipos a los que más goles les metí, pero no me gusta hablar de venganza. Recuerdo sobre todo dos goles que le metí a Gatti en una final de Liguilla Prelibertadores que ganamos 2-1 en cancha de Ferro. Fue el único logro de Platense en Primera, en 1988. A Gatti, ese año, le metí 4 goles.

15 Uno de los que más gritaste fue el que le metiste a Temperley en el desempate por el descenso, me imagino. Ese fue el éxtasis. Nosotros estábamos casi descendidos, perdíamos 2-0 con River en la última fecha, pero faltando 15 minutos lo dimos vuelta con 3 goles del Pampa Gambier, pobrecito. Y Temperley, que ganaba y se salvaba, empató con Central. Así, forzamos un desempate en cancha de Huracán. Y los pasamos por encima: ganamos 2-0 y yo metí el último, pinchándosela por arriba a Puentedura, y en la locura me saqué la camiseta y Calabria me expulsó. Creo que fui el primer expulsado en el fútbol argentino por sacarse la camiseta. Eso me retrata: la pasión.

16 Explotaste en la temporada siguiente, la 87/88. Exacto: metí 19 goles, fui a los Juegos Olímpicos de Corea con la Selección de Pachamé y ahí terminé como uno de los goleadores del torneo, con 4, a dos de Romario, que metió 6. Me querían todos los grandes. Pastoriza me citó a La Gata Alegría, su restaurante, para llevarme a Boca; nos juntamos con la gente de Racing y de San Lorenzo, yo siempre con mi papá. Antes de ir a Corea, El Gráfico me hizo la producción con la camiseta de River y la de Independiente, porque no se definía.

17 ¿Por qué elegiste Independiente y no River? A River había ido Menotti con un montón de jugadores. “No sé si vas a jugar mucho”, me aconsejó Carlos Schaffer, el presidente de Platense. Independiente, en ese momento, era una gran familia, manejado con seriedad y con su gran mística. Y ahí fui.

Imagen Platense fue el club que lo formó y con el que debutó en Primera.
Platense fue el club que lo formó y con el que debutó en Primera.
18 Tu despedida de Platense fue a lo grande… Exacto, con dos goles a Boca, mejor imposible. Ese año hicimos una gran campaña con un compañero al que quise mucho: Adrián De Vicente, otro que se nos fue. El equipo era Serrano, Bellini, Juan Amador Sánchez, Orellano y Pereyra, Guillermo Rodríguez, Calippo, De Vicente y Espina; Boldrini y Alfaro Moreno; Spontón entraba a veces. Tuve el privilegio de ser uno de los tres jugadores en toda la historia de Platense en ser convocado a la Selección Nacional: Julio Cozzi, Marcelo Espina y Alejandro Alfaro Moreno.

19 Por eso te habrán invitado a los festejos por el centenario del club. Increíble lo que pasó. Primero hubo una cena, todo muy lindo y al otro día, un partido de ex glorias y después un Platense-Racing, con los planteles de Primera. A Racing lo dirigía Simeone. Yo siempre trato de mantenerme bien, en estado, y después del partido de las glorias, el presidente me dijo: “Estás bárbaro, ¿por qué no jugás en la Primera?”. Lo hice, y al terminar el partido se metió la gente en la cancha y empezaron a tironearnos la ropa. Entré a repartir bollos, porque la camiseta era para mi hijo Gonzalo, que me la había pedido. Mal, una situación muy fea a la que ya no estaba acostumbrado.

20 ¿Y cómo te fue jugando en la Primera? Jugué 15 minutos y casi meto un gol. Tan bien me fue que el presidente se me acercó y me dijo: “Alfarito, venite a jugar con nosotros 6 meses”. Hasta me hizo una oferta económica. “¿Estás loco que yo voy a venir acá, con la barra en el vestuario, siendo que trabajo en la TV de Ecuador y vivo con mi familia allá?”, le contesté.

21 ¿Podés creer cómo se cayó Platense desde aquella época? Por un lado, no; por el otro, viendo lo que es la dirigencia deportiva argentina en general, lo entiendo perfectamente. En nuestra época, Platense era el experto en salvarse del descenso; mandamos a la B a Racing, a Huracán, a San Lorenzo…

22 En Independiente, al principio te costó un poco, ¿o no? Sí, pero en Platense también me había costado. Fui muy apasionado, demasiado responsable, y creo que eso a veces me ataba. Cuando pasé al Rojo, viví un cambio grande de estilo: de esperar y jugar de contra a ser protagonista; de moverme con todo el campo a favor a hacerlo en espacios reducidos. Me costó casi una rueda y mucho trabajo hasta que le metí tres goles a San Martín de Tucumán y ahí agarré una confianza total.

23 Los hinchas te silbaban al principio. Y… sí, un poco se la habían agarrado conmigo, pero siempre fui perseverante y aunque la perdiera, la volvía a pedir. Ese de Independiente fue un grupo espectacular, el mejor que integré. Eran unas sobremesas hermosas: el Bocha en la cabecera, con su Valmont etiqueta roja, Insúa, Rogelio Delgado, el uruguayo Pereyra, Giusti, los más chicos escuchábamos…

24 ¿Cómo era jugar con Bochini? En notas, cuando al Bocha le preguntaban quiénes fueron sus mejores socios, decía: “Bertoni, Burruchaga y Alfaro Moreno”. ¡Pah, te imaginás mi orgullo, no! Pero al principio, el Bocha me levantaba los brazos y medio que me quemaba. Entonces en un momento le fui a hablar: “Bocha, mi abuelo era fanático de Independiente, ¡no sabés lo que te adoraba! Y yo vine acá a triunfar”. A partir de esa charla nos hicimos muy amigos, inclusive compartimos habitación, y aprendí a devolverle la pelota rápido. Contra San Lorenzo, metí un gol después de una doble pared hermosa y todo el estadio gritaba “Bo-bo-chi-ni”. Impresionante. El Bocha parecía cualquier cosa menos jugador de fútbol: no era rápido, no cabeceaba, no tenía físico, pero era un genio, siempre iba para adelante, se enojaba cuando tocábamos la pelota para atrás. El Maestro.

25 ¿La gente de Independiente no se enganchó mucho con ese campeón tan utilitario del Indio Solari? En ese momento quizás no fue tan reconocido, con el tiempo fue cada vez más valorado. Si se hubiesen jugado torneos cortos, habríamos ganado 2 o 3. Ese equipo se fue agigantando con el paso del tiempo.

26 ¿Existe el paladar negro en Independiente o es verso? Seeeee, existe. Vos, en Independiente, si no jugás bien al fútbol, no triunfás; un rústico, difícil que sea reconocido.

Imagen En el banco de suplentes durante una practica, junto a Bochini y Pedro Damián Monzón.
En el banco de suplentes durante una practica, junto a Bochini y Pedro Damián Monzón.
27 ¿Jugaste la final de la Supercopa 89 que perdieron con Boca? Jugué, pero tuve que salir a los 25 del segundo tiempo. Y por mí entró Artime, que erró el penal, pobre. Si hubiera estado en cancha, pateaba un penal...

28 Cómo una jugada puede ser determinante, ¿no? Y… no se sabe, viste. Yo no podía seguir: fui a trabar y choqué con el Bocha Ponce y el tobillo se me hizo una pelota, no podía ni caminar. De hecho, al poco tiempo me quiso comprar el Grasshopper de Suiza y fui a Zúrich, que es la capital mundial del esquí, donde están los mejores traumatólogos, a operarme. Ellos quedaron con la exclusividad para comprarme, pero al final fui al Espanyol. Lo que sí, me operaron 10 puntos, gracias a Dios.

29 Vos llegaste a firmar contrato con Mónaco, ¿qué pasó? Mi pase debe haber sido uno de los primeros en pertenecer a dos clubes a la vez, porque Platense le vendió el 33% a Independiente y se quedó con el 66%, entonces cuando llegaba una oferta no se ponían de acuerdo. Llegué a firmar contrato con el Mónaco, incluso se hizo un amistoso con la Selección, que jugó Ramón Díaz, antes del Mundial, por mi pase. Y se terminó cayendo.

30 ¿Por qué no anduviste en el Espanyol? Me llevó un entrenador yugoslavo, Petrovic, y a los 4 partidos lo echaron y vino Javier Clemente. Recuerdo que esa noche me llamó Jorge Valdano. “Alfarito, despedite que Clemente, no quiere a los argentinos”, me advirtió. Con Jorge habíamos sido compañeros en la Selección previa al 90, siento un cariño y una admiración especial por él. “No hay problemas, yo soy superprofesional”, le contesté. No alcanzó. Trajo a 5 rusos y no jugué nunca.

31 ¿Cómo lo resolviste? Me mandaron al Palamós, que en ese momento era el filial del Espanyol. Fue una linda experiencia, jugué en Segunda División, anduve muy bien, metí goles, vivía en la costa brava, bajaba de mi casa y me metía en el mar. Hace unas semanas, mi hijo Gonzalo estaba en Girona, y Luis Cornella, un ex compañero mío del Palamós que hoy es el vicepresidente del club, lo invitó a mi hijo como si fuera el Rey. “Papá, ¿qué hiciste acá?”, me preguntaba mi hijo (risas). Siempre cuidé mucho el tema personal, me gusta tener amistades, y eso va más allá del futbolista.

32 ¿Por qué duraste apenas 6 meses en tu segunda etapa en Independiente? Porque era la tercera vez que Barcelona venía a buscarme. Se dio que Rubén Insúa, un gran amigo, ya había jugado ahí y cada vez que nos juntábamos, me mostraba los videos y me hablaba del club. Miguel Brindisi, mi entrenador, me decía: “Si fuera egoísta, te diría que te quedes, pero es un club al que tenés que ir, es el Coloso de América y por tu manera de jugar te van a querer mucho”. O sea: me enamoré del Barcelona antes de ponerme la camiseta. Y aquí estoy, en el club, 23 años después de mi llegada.

33 El día que Maradona volvió al fútbol argentino con Newell’s, le aguaste la fiesta con 3 goles, ¿no estuviste mal? Me salieron todas esa tarde. Con Diego habíamos sido compañeros en la Selección, el estadio reventaba, Newell’s salió con la bandera de Independiente, había una amistad entre las dos hinchadas, pero cuando rodó la pelotita ganamos 3-1 y metí los tres goles de cabeza. Increíble.

34 Lo tres de cabeza, además, raro… Aprendí a cabecear bien jugando al fútbol tenis. Siempre me gustó. De hecho, yo digo que soy campeón del mundo en fútbol tenis. Los mato a todos. Ahí perfeccionás el salto, la anticipación, la potencia. Más que saltar alto, anticipaba mucho. Esa tarde contra Newell's podría haber metido 5 goles, me erré 2 imposibles.

35 ¿Qué te dijo Diego? Me felicitó cuando terminó el partido y cambiamos las camisetas. Lo quiero mucho a Diego, siempre destaqué el camino que marcó cuando éramos los chicos que nos sumábamos a la Selección campeona del mundo 86. En la Copa América estaba en la mesa de los pibes y de golpe aparecía y se sentaba con nosotros y sabía todo de nosotros. Me asombró su humildad.

36 ¿Quería jugar siempre, no? Tal cual, un orgullo por no perderse ni un partido en la Selección. El tipo venía de ganar todo con el Nápoli, con una sobrecarga tremenda en la espalda, y se infiltraba para jugar contra Bolivia. Lo agarrábamos entre varios y el doctor Madero le metía la jeringa. Y el tipo después salía y cantando el himno así, bien erguido (se para, lo imita). Ese es el ejemplo que a nosotros nos marcó, eso es lo que debe sentir un jugador del fútbol por la Selección.

37 ¿Qué te acordás de los JJ.OO. de Seúl? Que fui el goleador del equipo y que esas actuaciones me permitieron seguir en la Selección Mayor e ir a la Copa América de Brasil. El equipo era Islas; Hernán Díaz, Lorenzo o Fabbri o Monzón y Mayor, Siviski, Perico Pérez, Simeone; Comitas, Mauro Airez y yo. Me hice grandes amigos de ese grupo como Hernán, Mayor y Lorenzo. Nos hablamos y es como que el tiempo no hubiese pasado.

Imagen Foto improvisada con Ronaldinho.
Foto improvisada con Ronaldinho.
38 ¿Te ilusionaste con jugar el Mundial 90? Si vos me preguntás “¿Cuál fue la gran desilusión de tu carrera?”, te contesto: “No haber ido al Mundial 90”. Venía de ser campeón con Independiente, goleador del equipo, Olimpia de plata al mejor futbolista de 1989, era mi momento. La lesión en el tobillo atentó un poco, pero creo que debí haber ido.

39 ¿Bilardo te dio explicaciones? Nos citó a la AFA al Cholo y a mí. Yo entré primero. Siempre me jode el Cholo: “Cuando te vi salir llorando de la reunión, ya dije: puta, a mí se me viene la noche” (risas). Me explicó que iba a llevar a tres delanteros que veía que estaban mejor que yo. Uno era Caniggia, los otros dos se habían ido al descenso: Balbo en Udinese y Dezotti en Cremonese. A Carlos lo aprecio mucho, y le hice notas para la televisión, lo entiendo, pero creo que con otro entrenador hubiera ido, porque habría llevado 5 delanteros y no 3.

40 ¿Por qué apareciste jugando en Ferro en 1999? Me había separado de mi primera mujer, quería estar cerca de mis hijos, pero, además, tenía una muy mala relación con el presidente Jorge Bejarano, entonces justo agarró Insúa en Ferro, que aún estaba en la A, y me vine. Me acuerdo que me pagaron con unos pagarés que tenían una firma falsa. Imaginate cómo estaba Ferro; a al año siguiente se fue al descenso y no volvió más hasta ahora.

41 ¿La pierna derecha la seguís teniendo de apoyo? Ja, es cierto, creo que no supero los 5 goles con la derecha. De grande aprendí a definir de derecha… pero no lo suficiente. Entrando al área como 9, casi siempre inclinaba el cuerpo y definía tres dedos de zurda. Metí muchos goles así.

42 ¿Alcanza con la buena técnica para triunfar en el fútbol? No. Fortaleza de carácter, eso es fundamental. Soy un hombre de fe y perseverante, como mi madre. Es clave la personalidad, no caerse.

43 ¿Cómo manejaste ser dirigido por un amigo como Insúa? Siendo un hombre ético. Cuanto más amistad, más respeto y distancia.

44 El mejor y el peor DT que tuviste. El Indio Solari fue el mejor, por la confianza que me dio. Y no sé si el peor, pero el que no me dio la oportunidad fue Javier Clemente.

45 ¿Te agarraste a piñas con compañeros? Sí, varias veces, porque trabás mal en una práctica o porque te levantan la manito en el partido. Pero no quiero mencionarlos, yo soy como el Gaby Cedrés: lo arreglamos adentro del vestuario. Lo adoro al Gaby, compañero mío de habitación en el América. El Gordo comía chocolate y fumaba hasta las 2 de la mañana, ¡pero qué jugador! Vino a mi despedida.

46 ¿Por qué te retiraste aún estando en buena forma? Se dio algo muy especial cuando falleció mi viejo, en 2002, de cáncer. El día del velatorio, antes de cerrar, sentí que no tenía que seguir jugando. Se lo comenté a mi señora y a mi mejor amigo. Ellos me decían: “Tranquilo, ahora ni ganas de vivir debés tener, esperá unos días”. Pero me aferré a esa sensación. Tenía 37 años, estaba en edad de retirarme, pero venía de ganar la primera etapa del campeonato en Barcelona, estaba en buen nivel y todo el mundo me insistía para que siguiera jugando, pero siempre fui muy espiritual y tomé esa sensación como un mensaje del de arriba.

Imagen En el vestuario, con el Pony Oyola y Damián Diaz
En el vestuario, con el Pony Oyola y Damián Diaz
47 Al poco tiempo hiciste tu partido despedida… Sí, fue espectacular, se llenó el estadio. Y cuatro meses después ya estaba trabajando al aire en televisión, me habían buscado casi todas las cadenas. Eso es lindo, significa que uno dejó una buena imagen.

48 O sea que casi no sufriste el famoso día después… Tal cual. Me retiré y me empezaron a llamar de todos los medios de comunicación para ofrecerme trabajo. Y me apasionó la tarea. En 2017 cumplo 15 años trabajando en RTS, que es como el Telefe de Ecuador. Para no entrar en conflicto con mi cargo de vicepresidente de Barcelona, decidimos que comente los partidos de Europa y de la Selección y otros compañeros, los del fútbol ecuatoriano.

49 Pero primero tuviste un paso como manager por el Barcelona. A los pocos meses de retirarme, los directivos me pidieron que agarrara como Director Deportivo. Y como siempre fui un obsesivo de la preparación, me ponía a correr con los jugadores en los entrenamientos. Un día me enteré de que los jugadores le pidieron al DT que no me entrenara más porque llegaba siempre primero en los ejercicios. ¡Hijos de puta! Los directivos les hicieron caso. Renuncié a los pocos meses, me di cuenta de que más que por mi aporte me querían como paraguas.

50 ¿Qué es la Academia Alfaro Moreno? Un proyecto deportivo de escuelas de formación por todo Ecuador que creé hace más de 10 años, porque aquí no había nada, no se trabajaba en las bases. De hecho, la primera vez que pisé Ecuador, en 1994, no existía ni campeonato de Reserva. Pasó a ser un club federado, que competía en el ascenso. Cuando Pancho (Cevallos) me pidió que lo acompañara en esta aventura hicimos una alianza estratégica, en la que se fusionaron Barcelona y Academias Alfaro Moreno, le cambiamos la razón social al club y hoy tenemos 50 centros de formación que nutren la cantera del Barcelona.

51 ¿Por qué llegás a este cargo de vicepresidente? Me convenció el presidente, un amigo, José Francisco Cevallos. A ver… Barcelona ha sido una herencia familiar, que se pasaba de familia en familia, y que sirvió más de trampolín político o de vidriera del candidato que se postulaba que otra cosa y la institucionalidad no funcionaba. Nosotros, si bien somos jugadores de fútbol, nos hemos preparado y aquí estamos para buscar otra cosa.

52 ¿Te preparaste de algún modo? Primero, ya desde chico, mi mamá me empujó a que estudiara una carrera universitaria y terminé haciendo 3 años de Ciencias Económicas en la Universidad de Morón, hasta que debí dejar por el fútbol. Mi madre fue maestra de grado, después directora de escuela, en Ituzaingó, así que tenía las mejores calificaciones. Mi mamá me tenía cagando, me tiene cagando en realidad. Todavía me reclama: “¿Por qué te comprás ese auto tan caro?”, esas cosas. Marta Alfonso, hija de portugueses que vinieron después de la guerra, y que sufrieron mucho, que trabajaban de sol a sol. Eso me inculcó.

Imagen Con la selección disputó los JJ.OO. de Seúl 98, contra la Unión Soviética.
Con la selección disputó los JJ.OO. de Seúl 98, contra la Unión Soviética.
53 ¿Después de retirado te perfeccionaste con algo más? Creé mi propia empresa con la cual administraba las escuelas de fútbol, después estudié Tecnología Deportiva en la Universidad de Guayaquil y ahora estoy haciendo Comunicación Social en la Universidad de Loja. Con esta última generé un convenio con el Barcelona para que los chicos de las formativas puedan estudiar allí, becados.

54 Darles esas herramientas a los jóvenes debe ser muy gratificante. Estaba seguro de que en algún momento y en algún campo iba a regresar a Barcelona, porque el vínculo es muy fuerte. Me pasó algo particular en mi camino, que es muy importante: me di cuenta de que Dios tenía preparado algo para mí, una misión, que era la de cambiarles la vida a muchos chicos a través del fútbol. Y me tocó en Ecuador. Tenemos chicos de los suburbios de Guayaquil que terminaron la escuela gracias al convenio que hicimos.

55 Te vi en fotos entregando diplomas. He sido el padrino de graduación de algunos chicos y les di el diploma. Por eso, cuando me preguntás por qué no me quedé a vivir en la Argentina o en España, es porque esta era mi misión en la vida. Desde un comienzo me encargué de apostar a la formación integral del futbolista, algo que en Ecuador no se hacía. Es el corazón docente de mi madre, hoy tenemos más de 80 becas de estudio para nuestros chicos de las formativas en escuelas, colegios y universidades. Van gratis a estudiar.

56 ¿Cuántos vicepresidentes son? Hay tres vicepresidentes: el administrativo, el financiero y el deportivo. Yo soy este último, para tomar las decisiones deportivas junto al presidente, que también fue futbolista, claro. José Francisco (Cevallos) había sido Ministro de Deportes de la Nación y me dijo que aspiraba a ser presidente de Barcelona y que le gustaría que lo acompañara. A partir de ese momento todos los candidatos me lo propusieron, pero yo estaba muy tranquilo con lo mío y le había dado mi palabra a Pancho. Empezaron las reuniones y me entusiasmé con el proyecto.

57 ¿Cuáles son tus atribuciones? Todo lo deportivo, desde el primer equipo hasta las formativas, son mi responsabilidad. Tener y sostener un proyecto deportivo serio, a eso apuntamos. Barcelona es más que Boca en Argentina, el 70% de la población es hincha del Barcelona. No hay otro caso así en el mundo. Y conozco al club como si fuera mi casa: me abrazo todos los días con el utilero, con la señora de la cocina, quienes me vieron llegar hace 23 años, que me vieron reír y llorar, crecer, y al mismo tiempo estoy cerca del cuerpo técnico y de los jugadores. Tenemos coordinadores y entrenadores, pero soy el máximo responsable de toda la parte deportiva.

58 ¿Elegís los refuerzos y al DT? Sí, claro, tenemos una Comisión de Fútbol, y el presidente también es un hombre de fútbol con el cual tengo una relación de amistad y un trato diario, y con quien conversamos, pero tengo poder de decisión sobre todo el fútbol.

59 ¿Cuáles son tus preceptos básicos como directivo? A mí me gusta el rigor institucional. Soy un obsesivo de los detalles, de la disciplina, del cuidado. Creo en una gran organización, en el cumplimiento de la palabra, soy de esa visión antigua en la cual los valores y los códigos son fundamentales, soy de los que creen que hay que dar la cara siempre. No concibo que un jugador de fútbol no viva para su profesión porque somos bendecidos por Dios. Y no concibo que un jugador pierda un partido y cambie la camiseta. La camiseta es una bandera, cualquier cosa, cambiala en el vestuario.

60 ¿Si ganás tampoco se puede cambiar? Ahí ya es diferente. La clave, creo, es que el jugador piense y sienta como el hincha. No concibo que el jugador no haga lo que hace con pasión y cuidándose. En ese sentido, soy de la escuela de Bilardo, que nos decía hasta en qué posición había que hacer el amor para cansarse menos. Aunque sin exagerar tanto (risas). Yo soy de la banda de Caniggia, Balbo, Troglio, Simeone, Basualdo, Sensini, Hernán Díaz, Lorenzo, que nos sumamos a los campeones del mundo del 86 y a los que Bilardo nos inculcó una filosofía especial.

61 ¿Cuál es tu presupuesto de fútbol en relación a los grandes de Argentina? No sé cuáles son en Argentina, el nuestro es de 10 millones de dólares por año para el plantel profesional y cuerpo técnico. Somos austeros, al menos hasta que paguemos las deudas que quedaron.

Imagen Llevado en andas en el rito de la vuelta olímpica, en la cancha de Ferro, tras vencer 2-1 a Deportivo Armenio y salir campeón con el Rojo.
Llevado en andas en el rito de la vuelta olímpica, en la cancha de Ferro, tras vencer 2-1 a Deportivo Armenio y salir campeón con el Rojo.
62 ¿El Barcelona es una sociedad anónima? No, es una institución de los socios, pero igual creo en la constitución de sociedades anónimas. En España fui testigo del cambio hacia las Sociedades Anónimas y la creación de la liga profesional. El Espanyol se transformó en SA, vendió el estadio Sarría y fue a jugar a Montjuic. Lo veo como una salida posible. Todo depende de quién conduce, sean SA o asociaciones civiles.

63 ¿Por qué hubo en estos últimos años tantos entrenadores argentinos en Ecuador? Se debe a dos cosas. Primero, a que recién hace pocos años hay un curso de entrenadores ecuatorianos ligados a la Federación con título oficial. Ese es un tema clave. Y después, porque si algo le sobra al argentino es capacidad, querer crecer, estudiar. El jugador argentino siempre tiene un fuego especial, y el DT también. Pero hoy por hoy, en Ecuador es el momento del entrenador uruguayo, han crecido mucho y tienen un grado de preparación y cultura hacia el fútbol muy importante.

64 ¿A qué se debe el crecimiento del fútbol ecuatoriano? Fue a 3 de los últimos 4 Mundiales. Mirá: cuando llegué a jugar, no sabés lo que sufrí el calor y la humedad de Guayaquil. Y la altura de Quito. Y eso que yo era rápido, eh. Es un ambiente geográfico muy jodido, y se sufre muchísimo a nivel físico. A mí me llevó un tiempo adaptarme. Era tan obsesivo que me pesaba antes de los partidos y no tomaba agua durante los 90 minutos para saber cuánto había bajado. Y bajaba hasta cuatro kilos y medio en un partido en Guayaquil, por la humedad y el calor. De hecho, a veces me tenían que poner suero para hidratarme. Es decir, es un clima muy jodido para jugar. ¿A qué venía la pregunta?

65 A por qué había crecido el fútbol ecuatoriano. Ah, sí, porque empezaron a prepararse mejor. Había un compañero mío, de raza negra, no me acuerdo el nombre, que en 100 me sacaba 25 de ventaja. Una bestia. Pero después agarraba la pelota y le quemaba. Insúa le decía: “Pasá que no hay un precipicio, eh”. Claro, físicamente era una bestia pero después le pesaba la camiseta, las 70.000 personas. Y hace unos 20 años se empezó a trabajar mucho más en la base y en la preparación integral del jugador, y se pudo explotar más las condiciones físicas, porque el jugador ecuatoriano es muy dotado en ese sentido, porque crece en un ambiente complicado desde lo climático.

66 ¿Por quién vas a hinchar en la última fecha de las Eliminatorias, cuando jueguen Ecuador-Argentina? ¡Qué pregunta! Los periodistas debemos ser ecuánimes a la hora de comentar, y dejar el corazoncito a un lado (risas). Creo que a esa altura, Argentina estará clasificada, dentro de los 4, y Ecuador necesitará seguir remando.

67 ¿Al presidente Cevallos no le pasan facturas por haber ganado la Libertadores con Liga de Quito? Noooo, para nada. A él lo echaron del Barcelona en un cambio de autoridades, se tuvo que ir a Azogues y después recaló en Liga. La Libertadores es una cuenta pendiente de Barcelona. Y nadie nos quita ese sueño. Nunca hay que dejar de soñar. Y trabajar mucho para alcanzar esos sueños.

68 ¿Y qué soñás vos para esta etapa de tu vida? Sueño con un Barcelona campeón de la Copa Libertadores. En el club se festejó ser vicecampeones de América y ese es un título que no existe. Para mí, en Barcelona solo sirve ser campeón. Si no tuviera las deudas que tiene y que estamos saneando, Barcelona sería un gigante mundial, no solo del continente, por todo lo que genera.

69 ¿No te da bronca que Barcelona perdiera dos finales de Libertadores y que Liga sea el único equipo ecuatoriano en ganarla? Uno no debe mirar a los costados, sino lo propio, lo que hizo bien y lo que hizo mal, para mejorar. Como soy un hombre de fe, en Efesios 6 se habla de la Armadura de Dios y del Escudo de la Fe. Yo tengo el Escudo de la Fe, no puedo sentir envidia por nadie o desear el mal a nadie, porque todo rebota. Soy un tipo constructivo, me encanta construir proyectos.

Imagen Gritándole un gol a Boca, en La Bombonera, con todas las ganas. Fue uno de los equipos a los que más le convirtió.
Gritándole un gol a Boca, en La Bombonera, con todas las ganas. Fue uno de los equipos a los que más le convirtió.
70 ¿Gustavo Costas es más reconocido en Ecuador que en Argentina? (Silencio, piensa) La verdad… Gustavo Costas no es tan reconocido en Ecuador. No quiero hablar mal de nadie tampoco, pero le hizo juicio a Barcelona, viste. Yo jamás le hice un juicio a un club, soy un agradecido.

71 ¿Aunque te deban plata? Soy un agradecido a los clubes donde jugué, y trato de resolver todo en buenos términos. Un día vino un abogado con todos los documentos a proponerme que le hiciera juicio al Barcelona. “Te hago cobrar un millón de dólares”, me dijo. Porque los abogados estaban arreglados con la directiva. “No, gracias”, le dije. Gustavo Costas salió campeón y ahora hay que pagarle un juicio de 600.000 dólares y según nuestros cálculos son 260.000, porque renunció, por lo tanto, merece cobrar hasta el día que trabajó.

72 ¿“Golazo y la concha de la lora, Marquitos” no es un tuit un poco fuerte para un vicepresidente? Sííí (risas), eso es la pasión, pero en Ecuador, la concha es el caparazón de la tortuga o del molusco, así que es una expresión que no se toma como en Argentina, nadie se horroriza.

73 Usás bastante las redes sociales. Solo twitter, y lo uso como herramienta institucional, para comunicar información del club, de las formativas, de los entrenamientos, y también para subir fotos y videos. Lo uso desde Sudáfrica 2010. Me parece útil. Después, para cosas sociales con amigos, utilizo la comunicación directa por teléfono.

74 ¿Tienen algún punto de contacto con el Barcelona de España? Nada. Nosotros somos Barcelona Sporting Club (BSC) y el de España es Fútbol Club Barcelona (FCB). Nuestro club fue fundado en Ecuador por catalanes hinchas del Barcelona. Es eso y nada más.

75 Pero vi fotos de Ronaldinho con la camiseta de tu club. Es que todos los años se hace “la noche amarilla”: se presenta el nuevo equipo en el arranque de la temporada, con los refuerzos, y siempre invitamos a una figura de renombre. En 2016 llevamos a Ronaldinho y este año invitamos a Diego Forlán, con el que tengo una historia increíble.

76 Te escucho. Cuando Independiente jugó la final de la Sudamericana con Mohamed, vine invitado por Fox e hice un programa desde el campo de juego. Había varios ex jugadores y en un momento sale Diego Forlán desde España y dice: “Me encanta que esté ahí Alfaro Moreno, tengo una gran historia con él”. Y ahí contó que en 1990, en un Peñarol-Independiente en Uruguay, se acercó Pablo Forlán, que era ex compañero y amigo de Pastoriza, nuestro DT, y le dijo que su hijo me admiraba mucho. Ahí mismo le di la camiseta, la 11, la de la publicidad de Mita. Ese chico era Diego Forlán y recién hice el clic al aire, en ese programa, 20 años después. Increíble. Y este año lo invitamos para el aniversario 92 del club para la noche amarilla.

77 ¿Y Ronaldinho qué onda? La rompió. Lo que jugó… la gente estaba enloquecida. Recaudamos 1.100.000 dólares, y con eso le pagamos el juicio a Benito Floro, el entrenador al que la gestión anterior no le había pagado y que nos tenía con la posibilidad de que nos sancionara la FIFA. Nos estaban quitando la categoría y con eso pudimos salir, con recursos propios.

78 ¿A Messi lo conocés? Lo vi una sola vez, en la Copa América 2011, lo saludé y charlé dos minutos. Lo mismo con Mascherano, al que le hice una nota. Con él me pasó algo curioso. Cuando arrancaba con mi proyecto de escuelas de formación fui a Renato Cesarini a conocer, y el Indio Solari me mostró muchas cosas y en un momento me dice: “Te voy a presentar a un pibe que en tres días lo mando a River: Javier Mascherano”. Cuando lo entrevisté en la Copa América, se acordaba perfectamente de aquel encuentro.

79 O sea que a vos no te pasó lo de Batistuta. No, todo lo contrario. Me han saludado y reconocido con muchísimo respeto. Mascherano, Messi, Verón, Riquelme...

80 ¿A tu club le dicen el Barça, también? No, allá somos el equipo Torero, o le dicen el Idolo del Ecuador, porque es el equipo más grande del país.

81 ¿Cómo manejás que tu hijo mayor juegue en la Reserva del club donde sos vicepresidente? No es sencillo, pero no me importa, porque si aguanté las puteadas de une estadio entero, en cancha de Boca o Emelec, solo me interesa que Gonzalo construya su carrera. Creo que va a llegar. Después, Alejandro está en la Sub 14, pero se entrena más para verme contento a mí que otra cosa. Mi señora es bailarina profesional, coreógrafa, tiene academias, entonces Alejandro tiene mucho de artista, le gusta tocar la guitarra, es un personaje.

82 ¿Qué es lo que más te gusta de tu función? Encabezar un proyecto deportivo con seriedad y organización y llevarlo a la práctica. Convivir con los jugadores, estar en las buenas y en las malas, me encanta cruzarme con ellos como en este hotel y que me vean como un hombre de fútbol, que pasó por la que están pasando ellos. Me encanta que un jugador me mire a los ojos y vea a un jugador de fútbol, siento que nos cree.

Imagen En la Doble Visera, cuando volvió en 1993, para su segunda etapa.
En la Doble Visera, cuando volvió en 1993, para su segunda etapa.
83 Y lo que menos te gusta. Sufrir tanto por los resultados, me pasa todos los días.

84 ¿Comida argentina o ecuatoriana? Para hablar y para comer, sigo siendo argentino. Si tengo que elegir un plato de Ecuador, el ceviche de camarón, los mariscos son extraordinarios.

85 ¿Te reconoce la gente cuando venís a Argentina? ¿Sabés lo que me pasó ayer? Fui con Alejandro a comprarle unas zapatillas al shopping y se acercó un pelado y me dijo: “¿Vos sos el Beto Alfaro Moreno, no? Perdoname, te puedo dar un abrazo”. Y el tipo me abrazó y se puso a llorar, loco, mirá (muestra la piel de gallina). Y se me puso a hablar de mis goles y jugadas. Una cosa maravillosa.

86 ¿Qué decía tu hijo? “Papá, ¡cómo te quiere la gente!”. A la vuelta nos tomamos un taxi, y el tachero me reconoció y no me quiso cobrar. Muy gratificante.

87 ¿Qué te genera volver a la cancha de Independiente? Ibamos a entrenar en el estadio, pero al final llovió mucho y lo hicimos en Domínico. Igual, yo vengo a Argentina 2 o 3 veces por año y cada vez que vengo, además de visitar a mi vieja y a mis amigos, voy a las dos canchas, a Platense e Independiente. Siempre estoy pendiente de cómo les va.

88 ¿Por qué le cuesta tanto a Independiente volver a ser campeón? Independiente tiene que salir campeón cada 2 o 3 años. Todo pasa por la seriedad de la conducción. Los directivos son los dueños del proyecto, los que eligen al entrenador y al plantel y los que deben darles confianza y sostenerlos cuando los resultados no se dan.

89 ¿Cómo te pegó el descenso de Independiente? Me quería morir… El día del descenso escribí que era un golpe terrible, pero a la vez un final lógico tras una conducción nefasta del club.

90 Encima en estos años, a Racing le salen las cosas bien. La historia de Independiente no merece manejarse de acuerdo a lo que hagan los rivales, me parece muy triste estar deseando que al otro le vaya mal. Emelec fue 3 veces seguidas campeón en Ecuador, y si Barcelona hubiera seguido con la misma conducción, salía 10 veces seguida. Cambiaron, llegamos, y fuimos campeones con números notables en nuestro primer campeonato. En tu proyecto está tu mejor camino.

Imagen De gira con la selección Mayor, charlando con Pachamé (ayudante de Bilardo). Detrás, el Cholo Simeone, Pipo Gorosito, Enzo Trossero y Galíndez.
De gira con la selección Mayor, charlando con Pachamé (ayudante de Bilardo). Detrás, el Cholo Simeone, Pipo Gorosito, Enzo Trossero y Galíndez.
91 ¿Cómo es que te haga una nota tu hija? ¿Tira tan buenos centros como tirabas vos? No, no, todo lo contrario. Sentí orgullo de verla trabajar, fue punzante. Fue un mano a mano previo a un partido, estratégicamente bien utilizada por sus compañeros de Radio Diblu, una de las FM más escuchadas. Florencia es muy inteligente y evidentemente tiene cierta información que la mayoría no tiene. Cuando me pregunta en casa, le digo: “Esto se puede decir y esto no se puede decir”. Y lo entiende.

92 ¿Cómo es tu día a día en la tele? Voy todos los días al canal, de lunes a viernes y también el domingo. Manejo el fútbol internacional, Liga de España, Champions, Europa League, todo desde Ecuador, y luego viajamos a las finales. Para los partidos de la selección de Ecuador se arma un pool con un representante de los 6 canales nacionales y viajamos a comentar los partidos. Suelo ir por RTS, pero me tengo que cuidar mucho en lo que digo.

93 Desde la cabina es todo más fácil, ¿no? Pufffff… ni hablar. Y no perdés nunca, además (risas). En el 97 nos mataban con las críticas, decían que éramos muy defensivos. Así fue todo el año, y en la última fecha, si ganábamos en la altura, nos quedábamos con la primera etapa. Le pedí a mi mujer que me grabara el partido, quería escuchar qué decían.

94 ¿Qué dijeron? Ganamos 1-0 con gol mío y al volver me vi el video y el periodista que nos había matado todo el año, paradito en la mitad de la cancha, dice: “Barcelona ganó porque jugó como nosotros pedíamos”, ja ja ja. Ahí pensé: “A estos no hay con qué darles. ¿Cómo voy a ser entrenador? Mejor me acoplo a estos, si no perdés nunca” (risas).

95 ¿Hay más puterío entre los jugadores o los periodistas? En el periodismo… Son muy chismosos ustedes, somos, en realidad, aunque yo sigo teniendo corazón de futbolista.

96 ¿Viajás a Europa? Sí, he ido a comentar la final de la Europa League del Athetic de Bielsa contra el Atlético de Simeone, por ejemplo, en Bucarest. Me quedé con el Cholo charlando en el hotel hasta las 3 de la mañana, con Leo Rodríguez, que también estaba. Es como ese viejo compañero de colegio con el que te reencontrás y te contás todo y te cagás de risa de las mismas cosas que antes. Nos acordamos de Bilardo, de todo, la pasamos genial.

97 ¿Vos hacés las notas en los viajes? Claro. Le hice a Simeone, a Valdano. También aprovecho para mi labor dirigencial. Por ejemplo, hablé con Butragueño, del Real Madrid, y le dije que quería presentar nuestro proyecto de escuelas de fútbol ante la directiva del Madrid. Me hizo ir al día siguiente a las 11.45 hs y estuve 10 minutos con Zidane y con la junta del Madrid. Al menos me escucharon e hice el contacto.

Imagen Entrenándose bajo la lluvia con su hijo, Alejandro.
Entrenándose bajo la lluvia con su hijo, Alejandro.
98 ¿Con el Cholo se quedaron tomando Coca light hasta la madrugada? ¿Sabés que no tomo nada de alcohol? Quizás sea exagerado en eso. A los chicos del club les digo: “En mi vida tomé una cerveza”. Me miran como si fuera algo raro. Insúa siempre me dice: “¿Y para qué?”. O cuando le digo: “Bajé del gimnasio y corrí 5 kilómetros”. Me contesta: “¿Y para qué?”. Yo le digo: “Para sentirme bien. Si no hay esfuerzo, para mí falta algo”.

99 ¿Tenés hermanos? Verónica, una hermana. ¿Sabés dónde vive? ¡En Ibiza! Se fue unas vacaciones con las amigas, se enamoró de un ibicenco, que es hijo de argentinos, y se quedó a vivir ahí, así que cada vez que voy a comentar una final de Champions o Europa League combino para pasar una semana por Ibiza y visitar a mi hermana y a mis sobrinos. Ja, no me puedo quejar.

100 ¿Es cierto que fuiste galán de telenovela? En Ecuador hice de todo (risas). Fui protagonista de Blanco y Negro, una novela en la que hacía de mí mismo, así que no era muy complicado. Grababa los lunes a la tarde, mi día libre. Eso sí: lo hice con dos permisos. El del club, por un lado, y el de mi señora, que entonces era mi novia. Me hizo poner en el contrato que no podía haber besos, sino no me dejaba participar (risas), así que no me quedó otra que aceptarlo.

Por Diego Borinsky / Fotos: Archivo El Gráfico.

 
Nota publicada en la edición de Mayo de 2017 de El Gráfico