El dedito de un tal Jarita

Santiago, Chile (Enviado especial).- Desde los pupitres de prensa del Estadio Nacional jamás se visualizó la aberración que Edinson Cavani sufrió a mano de Gonzalo Jara. La imagen que ya recorrió el mundo saltó a través de las redes sociales. Ni siquiera la transmisión oficial la mostró.

A dos días de la bajeza ocurrida, aún se habla en la capital chilena del dedo en la cola que Jara le metió a Cavani, lo que generó la expulsión del delantero por su reacción y lo que condenó a Uruguay a jugar con diez la última media hora del cruce por los cuartos de final de la Copa América.

Lo que llama la atención es cómo la prensa local y los chilenos respaldan al tipo que ejecutó una acción que, además de ser tan desleal como pegar una patada para quebrar a un colega, tiene un agravante: haberse metido con la masculinidad de un hombre. 

Si bien la gente reconoce que el segundo marcador central de la Roja estuvo mal, lo bancan de un modo insólito. “Los uruguayos empezaron con esto; no sé de qué se quejan”, se escuchó. “Ustedes, los argentinos, son peores”, agregaron entre tantas voces. “La mano de Maradona en 1986, y ahora el dedo de Jara. ¿Cuál es la diferencia?”, sostuvo una panelista de televisión. Parece, entonces, que el fin justifica a los medios porque hay tres palabras que salieron de todas las bocas: “Había que ganar”. 

Incluso, El Hoyo, un reconocido restaurante de Santiago, premió al defensor e hizo un plato al respecto. En tanto, en Valparaíso, se pintó la imagen de la conocida aberración en la calle, y en las redes sociales explotó el hashtag: “#ElDedodeDios”.

La Conmebol puede suspender de oficio al defensor a través de un expediente que se le abrió. Pero al momento Jara está a disposición de Jorge Sampaoli para el partido de las semifinales ante Perú del próximo lunes. 

“Edi ni siquiera le pegó un piñazo, lo empujó con la mano y le corrió la cara. Esperemos que la Conmebol actúe, como hicieron con Luis Suárez. Pero me muerdo la lengua, porque es complicado. No sé si hay connivencia para que Chile gane la Copa, porque si pensara eso, no vendría ni a jugarla. Pero hubo cosas muy raras. Los chilenos deben estar contentos, pero los ojos del mundo vieron que los fallos no fueron parciales. Hay que aceptar la derrota, cuesta… Me hubiera gustado saber qué habría pasado 11 contra 11”, explicó Diego Godín, el capitán uruguayo. 

Por su parte, Diego Lugano, ex capitán de la Celeste, referente por naturaleza, se expresó en Twitter: “Y con este muchacho ‘Jarita’ habrá que ‘hablar’ cuando nos crucemos por el mundo”. 

Y sí, Diego: deberán “hablar” con Jarita.