Auto in

Julián Santero, la esperanza mendocina

A los 23 años, el piloto oriundo de Guaymallén comenzó a transitar a paso firme en el TC, con una victoria contundente en Viedma, en la apertura de la temporada. Superveloz y con los antecedentes de muy buenas campañas en Fórmula Renault, TC2000, TC Mouras y TC Pista, el presente lo tiene como gran protagonista del Turismo Carretera y del Turismo Nacional.

Por Redacción EG ·

24 de mayo de 2017
Imagen Uno de los abanderados de la nueva generación: Julián Santero, un piloto con presente y mucho futuro.
Uno de los abanderados de la nueva generación: Julián Santero, un piloto con presente y mucho futuro.
-Nunca más te vas a olvidar de Viedma: tu primera victoria en el TC, con serie incluida...
-Sí, seguro, va a quedar en el recuerdo que justo en mi primera carrera como piloto titular gané en la categoría más importante de nuestro país. Todo ese fin de semana será un recuerdo imborrable.

-¿Tuviste algún indicio de que ese sería “tu” fin de semana?
-El viernes ya habíamos tenido un buen entrenamiento, no tan buena clasificación porque esperábamos estar más adelante, pero el sábado me metí tercero en la clasificación y nos empezamos a dar cuenta de que teníamos con qué dar pelea. Y el domingo, cuando gané la serie más rápida, que me permitió largar adelante, ya estaba convencido de que podía contar con un auto para pelear por la carrera. Con el equipo nos sentíamos con confianza y sabíamos que si hacíamos las cosas bien, se nos podía dar. 

-Al principio se te vio muy firme, pero después la temperatura y el humo te complicaron bastante... 
-En realidad, arranqué muy bien pero tenía muy cerca a Nicolás González que venía con gran ritmo. Después a él lo tocó Ardusso, y conseguí sacarle una diferencia a mi perseguidor que me tranquilizó, pero empecé a inquietarme cuando aumentó la temperatura y el humo dentro del habitáculo, que luego me enteré de que no era por el motor, sino por la caja de cambios. Por suerte pude cuidar el auto, porque esas dificultades me hacían dudar de si llegaría al final de la carrera.    

-Es llamativo tu arranque en la máxima categoría del automovilismo argentino, que se supone es la más difícil. Sumaste un segundo puesto con Mauricio Lambiris el año pasado en los 500 Kilómetros de Olavarría y una victoria en el debut en esta temporada.
-La carrera de Olavarría era especial, mucho más larga que lo habitual, con cambio de pilotos y una estrategia diferente y creo que ahí funcionó todo muy bien con Mauricio y el equipo, sobre todo en boxes con el cambio de piloto y en la carga de combustible. Y en la primera fecha de este año se juntaron a favor muchas cosas, como por ejemplo el trabajo grandioso del equipo; Viedma es un circuito que conocía bastante y que le cae muy bien a los Torino, y el rival más complicado en la previa, que parecía que iba a ser Josito Di Palma, debió largar último por una sanción que arrastraba del año pasado. Es decir, se juntaron varias cosas para que logremos el mejor resultado. Porque, más allá de haber sido segundo y primero en mis dos primeras carreras, no pienso para nada que esta categoría sea fácil, al contrario, la considero la más difícil y soy conciente de que puede pasar mucho tiempo para poder repetir.         

-¿Sabías que un mendocino no ganaba en el TC desde 1971, cuando triunfó Alfredo Manzano?
-Me lo dijeron después de la carrera, cuando se empezó a analizar el historial de los pilotos mendocinos en el TC. Pasaron un montón de años y me puso muy contento que hayamos vuelto a la victoria. Además, el equipo también volvió al triunfo después de mucho tiempo.

-Exactamente, el equipo volvió a ganar en el TC después de 68 carreras, el mismo número que vos llevás en tu auto...
-Así es, 68 carreras que no ganaba el equipo, 68 carreras que no lideraba un Torino y la primera vez que en el TC gana un auto con el Nº 68.

-¿Por qué elegiste el 68?
-Por nada en especial, porque cuando debuté en el TC Mouras de la ACTC sin consultarme me dieron directamente el 68 y ese año salí campeón, así que lo adopté para el TC Pista y cuando me preguntaron para el TC me gustó la idea de seguir con el mismo número. Antes no tenía un motivo en especial para elegirlo, pero ahora con estos resultados logrados sí que lo tengo.  

Imagen
-¿Cómo fue el recibimiento que te brindaron en Guaymallén?
-En realidad, se demoró dos semanas, porque no pude volver enseguida, ya que tenía la  carrera como invitado en el TC Mouras y me aparecieron compromisos que fueron postergando el regreso. Pero al llegar, todo fue alegría y organizamos un asado con la familia, amigos y todos aquellos que me apoyan, que por suerte no son pocos. El respaldo de los mendocinos ha sido siempre muy bueno y más ahora en una categoría tan importante como el TC.  

-¿Cómo es el proyecto con los hermanos Jakos en el Coiro Dole Racing?
-Va a ser el tercer año que estoy con ellos y es un equipo muy humilde en el que se trabaja de muy buena manera, les gusta estar en todos los detalles, tienen banco de pruebas de ellos mismos, de rodillos, la mano de obra es una de las mejores porque se encargan de armar todas las estructuras de la ACTC y conocen muy bien los autos. Tienen un grupo de ingenieros y mecánicos muy buenos, es un equipo supercompleto. Estoy muy cómodo con ellos y me gusta mucho ir al taller a ver lo que están haciendo y charlar con los que están trabajando en la preparación.  

-Los Torino parece que este año están listos para dar batalla...
-Sí, están andando muy bien, más allá de que Viedma es un circuito que generalmente les cae bien. Creo que están mucho mejor que el año pasado, a tal punto que vencimos en las dos primeras competencias del año, Josito Di Palma en Neuquén y yo en Viedma. Con estos resultados tenemos las mejores expectativas para que este año por fin un Torino pelee por el campeonato.

-¿Cómo te ves para esta temporada en la Clase 3 del Turismo Nacional?
-También me siento muy cómodo, con un proyecto muy serio y con ansias de alcanzar buenos resultados. Tenemos un buen auto, un equipo bien armado con el Pejerrey Belloso y Gustavo Cano y arrancamos con todo la primera fecha, clasifiqué segundo, gané la serie más rápida y estábamos bien perfilados, pero se suspendió la final por las malas condiciones climáticas.

-¿Qué recordás de aquel comienzo en el karting?
-Corrí 8 o 9 años, primero en los zonales cuyanos, después en Córdoba, en los federales, bonaerenses, argentinos y dos panamericanos. Tengo muy buenos recuerdos de esa época en la que no tuve los mejores resultados, pero aprendí mucho en esa gran escuela en la que también hice muchos amigos que después los seguí viendo en las distintas categorías en las que competí.    

-Y después vino la oportunidad de la Fórmula 3 Chilena...
-Eso se dio porque quería debutar en los Fórmulas y en la Argentina no me dejaban con 14 años. Entonces, a instancias de Juan Manuel Basco, un ex piloto mendocino, fuimos a correr a Chile y funcionamos muy bien. Al otro año ya con 15, pude debutar en la Fórmula Renault Plus.

-En la Fórmula Renault tuviste muchas satisfacciones...
-En el 2010 salí campeón en la Plus, después pegué el salto a la nacional y fui quinto el primer año, subcampeón el segundo y campeón en el tercero, temporada en la que simultáneamente competí en TC2000.

-Pareció que no te complicó el salto de los fórmulas a los autos con techo de los TC2000.
-Sí, me adapté muy rápido, corrí con un Megane 2 del equipo de Vitelli y le peleamos de igual a igual a equipos muy importantes. Eso me permitió mostrarme y así pude llegar al Súper TC2000.  

-¿Qué te dejó la experiencia del Súper TC2000?
-Fue una linda experiencia, con vivencias buenas y malas. Aprendí un montón y tuve la suerte de compartir equipo con Agustín Canapino y el Bebu Girolami, que estaban supermotivados y peleando por el título. Ojalá el año que viene se me abra alguna oportunidad para volver a la categoría. Me gustaría mucho formar parte otra vez del Súper TC2000. 

Imagen Viedma será un recuerdo imborrable para Santero, porque se impuso en la serie más rápida y triunfó con suma autoridad en su bautismo en el TC. Un piloto en proyección permanente.
Viedma será un recuerdo imborrable para Santero, porque se impuso en la serie más rápida y triunfó con suma autoridad en su bautismo en el TC. Un piloto en proyección permanente.
-Y llegamos al 2015, en el que salís campeón en el debut en el TC Mouras. ¿Cómo fue eso?
-Sí, porque al no conseguir butaca para seguir en el Súper TC2000 me sumé al TC Mouras porque la ACTC me pidió que empezara por esa categoría, mientras seguía con Peugeot en el Turismo Nacional. Y salí campeón en el primer año en el TC Mouras, con un excelente rendimiento. 

-En el TC Pista también tuviste muy buenos resultados...
-Es que seguí con la misma Chevy y el mismo equipo del TC Mouras y el auto funcionaba realmente bien, gané varias series y carreras y llegamos hasta la última carrera con posibilidades de quedarnos con el campeonato. Y eso me motivó a pasar bien firme al TC.  

-¿Tenés ídolos dentro del automovilismo?
-En realidad, no. Hay cosas que me gustan de un piloto y otras de otro, pero no considero a ningún corredor ídolo, porque para sentirlo así debería admirarlo en todo sentido, arriba y abajo del auto, en pista, en el trato con la gente, con la prensa y la verdad es que todavía no encontré a ninguno que haga bien todo.

-Justo con el cambio de Chevrolet a Ford de Matías Rossi se disparó la fidelidad de los pilotos por las marcas. Vos en tu historial ya manejaste Renault, Peugeot, Chevrolet, Ford y Torino, una variedad interesante...
-Creo que el tema de la fidelidad de los pilotos con una marca es importante para el público, porque ellos sí se lo toman muy en serio, sobre todo en el Turismo Carretera. En el Súper TC2000 ninguna hinchada le va a exigir a un piloto correr con Ford o Chevrolet, pero en el TC se fijan mucho en eso. Hay pilotos que son hinchas de una marca en particular y hay otros que arrancaron en una marca de la cual no son hinchas, pero no se cambian por respeto a la hinchada. Creo que cualquiera de los dos casos está bien y también entiendo a Matías Rossi que corra con la marca que a él lo motive. Interpreto que lo hizo como un desafío personal y lo entiendo.

-¿Vos que estás con Torino te interiorizaste de la rica historia que tiene la marca?
-Sí, soy conciente de que Torino tiene una historia muy importante, que tal vez en los últimos años no se vio reflejada en los resultados, pero sí tuvo una época de gloria en la que fue un gran protagonista. Por eso, me pone muy contento que podamos volver a darle satisfacciones a la marca.

-¿Practicás algún otro deporte?
-La verdad que no, el automovilismo acapara toda mi atención. Nunca fui de practicar varios deportes. Lo mío es una dedicación exclusiva al automovilismo y fuera de eso, me gusta mucho compartir momentos con mis amigos cuando regreso a Mendoza.

-¿Con el paso de las categorías me imagino que fue cambiando tu preparación?
-Sí, sin dudas. Hasta mi debut en el TC Mouras, yo me preparaba de una manera y a partir del salto a categorías cada vez más importantes, tuve que concentrarme más en la preparación porque fundamentalmente los autos me exigían y cansaban más. La dirección era mucho más pesada y las carreras más duras por el calor. Desde el 2015 a esta parte me entrené mucho más fuerte que antes. Bastante en la parte aeróbica y no tanta fuerza, sino más bien resistencia.  

Imagen Bandera a cuadros en el circuito rionegrino para la gran victoria del Torino del mendocino Santero.
Bandera a cuadros en el circuito rionegrino para la gran victoria del Torino del mendocino Santero.
-Me da la impresión de que no corriste mucho en el Gálvez, así que la presencia allí este año de las principales categorías te abre un interesante desafío. 
-Sí, es cierto, corrí alguna vez en el Gálvez, pero no mucho. Por eso me entusiasma que el TC y el TN puedan correr este año en ese circuito tan lindo en todo sentido, por su dibujo, trazado, estructura y por todo lo que representa. 

-¿Corriste alguna vez en el exterior o es un desafío pendiente?
-Salvo la experiencia en la Fórmula 3 Chilena o mis participaciones en karting, no tuve lamentablemente ninguna oportunidad de probar suerte en el exterior. Si surgiese alguna propuesta, por supuesto que me encantaría, sobre todo ahora que todavía soy joven. 

-¿La mayor alegría en el automovilismo me imagino que ahora pasó a ser Viedma, pero cuál fue tu mayor decepción?
-Sí, porque me costó mucho llegar al TC y conseguir la victoria en el arranque nomás fue increíble. Y la decepción fue el haberme quedado sin lugar en el Súper TC2000. Por eso, si el año que viene llego a estar de vuelta, intentaré demostrar que puedo hacer las cosas bien en esa categoría.

Por Walter Nápoli / Fotos: Prensa ACTC y Prensa Coiro Dole Racing

Nota publicada en la edición de abril de 2017 de El Gráfico