Las Crónicas de El Gráfico

Globetrotters: magia y leyenda

Nacieron en 1926 formados por Abe Saperstein. Arrancan su 88ª temporada seguida haciendo reír al mundo entero. Están considerados el equipo más popular de este deporte. Tatum quedó en la historia como su figura más inolvidable. Hasta Wilt Chamberlain formó parte de su elenco.

Por O.R.O. ·

28 de febrero de 2014

  Nota publicada en la edición de Febrero de 2014 de El Gráfico

Imagen MALABARISMO. Deleita Hubert Ausbie en el Luna Park en 1976. Fue en la undécima visita a nuestro país.
MALABARISMO. Deleita Hubert Ausbie en el Luna Park en 1976. Fue en la undécima visita a nuestro país.
El entrenador León Najnudel, principal impulsor para crear la Liga Nacional en la República Argentina, amaba a los Globetrotters. “Porque, a través de la historia, fueron los que más propaganda le hicieron al básquetbol en todo el mundo”, destacaba con su pasión por este deporte.

Aparecieron en 1926 en los Estados Unidos como Savoy Big Five y llegaron por primera vez a nuestro país en 1951. Fundado por Abe Saperstein, el encuentro inicial lo disputaron el 7 de enero de 1927 en Hinckley (Illinois), a 80 kilómetros al oeste de Chicago. El cachet de esa vez inicial fueron 75 dólares. El resumen de la temporada arrojó que ganaron 101 partidos de los 117 disputados. Al principio jugaban desafíos en serio y desde 1929, ante la dificultad de encontrar rivales (temían enfrentarlos porque eran realmente muy buenos), agregaron el humor con rutinas de gags y trucos buscando la carcajada para matizar sus presentaciones. Recorrieron el mundo dando exhibiciones, incluso lo hicieron en el Vaticano.

EL LUNA FUE UNA FIESTA
Casi un cuarto de siglo después de haber empezado, los Globetrotters llegaron a Buenos Aires por primera vez. Fue el lunes 21 de mayo de 1951. En una época en que acostumbraban a enfrentar a equipos locales, arrancaron contra el River Plate del campeón mundial Alberto López. Ganaron 46-33.
Carlos Fontanarrosa escribió la nota de El Gráfico titulada: “Globetrotters: trotamundos con genio”. Empezó así: “En la noche del lunes 21 no hubo en Buenos Aires quien se divirtiera tanto como los espectadores que, en el Luna Park, veían jugar a los negros de los Globetrotters.

Una risa fuerte y espontánea explotó desde el comienzo. Vimos entonces un espectáculo único en forma de partido de básquetbol, pero en el cual cabían el equilibrio, el humorismo, la representación teatral, la música y tantas otras cosas que, al final de cuentas, la entrada pareció regalada.
Los que salimos del Luna Park esa noche terminábamos de pasar tres horas redondas y completas, sin acordarnos de ningún problema histórico ni del reglamento de básquetbol.

Los Globetrotters vienen con la representación preparada y, desde el momento que atraviesan –como en el circo– el aro tenso de papel, se convierten en artistas que buscan la reacción del público. Con el básquetbol, cuando pueden y, cuando no, con la morisqueta, el chiste y la salida graciosa que tiene doble valor, pues son además sumamente simpáticos y limpios en el juego. Hay que tener paciencia de monje para aguantar las bromas y las demostraciones de suficiencia y dominio que no se cansan de mostrar”.

El entrenador riverplatense fue Francisco “Paco” del Río. Estuvo muy testimonial cuando recordó aquel enfrentamiento: “Contra los Globertrotters por primera vez se dio el caso de que los titulares deseaban salir de la cancha y los suplentes no querían entrar”.

Después jugaron contra el San Lorenzo de Belli, Capece y Trama, de auge en esa época. Para evitar las bromas, hicieron una larga retención de pelota, que en ese momento se podía. No alcanzó para evitar la derrota con holgura: 56-26.

La gente de Buenos Aires quedó enloquecida con el espectáculo. Borocotó, en sus esperadas Apiladas de El Gráfico, reflejó muy bien esa eufórica reacción: “Yo pido pase. Soy un poco café con leche, pero después de haber visto a los Globetrotters me cambio: soy negro derecho…”.

Imagen EL REY DEL DRIBBLING. Marques Haynes. Quince temporadas en la trupe.
EL REY DEL DRIBBLING. Marques Haynes. Quince temporadas en la trupe.
LOS ACTORES, A ESCENA
El espectáculo tiene dos soportes excluyentes, que son los primeros actores: un clown o payaso, quien se roba el show, y un especialista en dribbling, eximio con la pelota y habilidoso al extremo.

En el principal papel Reece “Goose” Tatum dejó un recuerdo imborrable en la Argentina, nos visitó en 1952. Lo apodaban “Ganso” por sus largos brazos y piernas, más su porte desgarbado. Medía 1,94 m. También lo llamaban “El Príncipe de los Payasos”. Era genial. Un artista. “Fue el jugador más popular en el equipo más popular de la historia del básquetbol”, escribió el gran Oscar Robertson. Nació el 31 de mayo de 1921 en El Dorado (Arkansas) y falleció joven, a los 45 años, el 18 de enero de 1967 en El Paso (Texas). Le acreditan haber inventado el tiro de gancho, que luego haría famoso Kareem Abdul-Jabbar en la NBA. Participó en la Segunda Guerra Mundial sirviendo en la Fuerza Aérea norteamericana. En los Globetrotters permaneció entre 1941 y 1955. El 15 de marzo del último año perdió el avión para viajar de Chicago a Tennessee y nunca más retornó al equipo… En 2011 fue introducido en el Naismith Memorial Basketball Hall of Fame norteamericano de Springfield. Su número 50 es una de las cinco camisetas retiradas de la troupe.

Junto a él también vimos en esa segunda presentación en la Argentina al mayor experto de la pelota que tuvo el conjunto en su historia: Marques Haynes. Su rol era el más ligado al deporte. Protagonizó dos períodos de actuación: 1947/53 y 1972/79. A Tatum sucedió Robert Hall, de Detroit, apodado “Showboat”, a quien también vimos en la Argentina. Pero, por mayor simpatía, entre nosotros es más recordado Hubert “Geese” Ausbie.

Así fueron surgiendo las nuevas generaciones de “clown” en los Globetrotters, como George ”Meadowlark” Lemon y James “Twiggy” Sanders.

El apodo de Lemon significa “Meadow, el Travieso”. Nació en Wilmington (North Carolina). Con 20 años envió una carta solicitando una prueba y muy pronto complacieron su deseo. Gustó y quedó. Hizo reír en 26 temporadas (1954/1980). Es padre de diez hijos.

El “Ramoso” Sanders también es de North Carolina, pero de la capital Raleigh. Permaneció 17 temporadas en los Globies (1974/1991). Retirado, se dedicó a la dirección técnica. Tampoco puede olvidarse a Lou “Sweet” Dunbar. Es el primer basquetbolista grande (2,08 m) que jugó de base en una universidad de elite (la de Houston, ciudad donde nació).

Alta expresión del dribbling y del lanzamiento fue Fred “Curly” Neal, un personaje carismático. Estuvo 22 temporadas en el equipo (1963/1985). Fue otro representante del estado de North Carolina, de Greensboro. Su apodo deriva del Curly de Los Tres Chiflados.

Inman Jackson, el célebre “Big Jack”, fue el primero que empezó a hacer malabarismo con la pelota en Williamsburg (Iowa), en 1929. El jugador más famoso que pasó por los Globetrotters fue Wilt Chamberlain, siete veces goleador de la NBA, mítico autor de 100 puntos en un partido. Estuvo en 1958. Participó en la legendaria gira a Moscú (Unión Soviética) en plena Guerra Fría, en lo que se interpretó como un gesto de buena voluntad. Su número 13 inauguró el retiro de camisetas el 9 de marzo de 2000 como acto de reconocimiento. Después fue el turno de las de Marques Haynes (Nº 20 en 2001), Meadowlark Lemon (Nº 36 en 2001), Tatum (Nº 50 en 2002) y Fred Neal (Nº 22 en 2008).

Entre 1985 y 1987 actuó la primera mujer: Lynette Woodard, medalla de oro con Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Los Angeles1984 y del Campeonato Mundial de Malasia 1990.

Imagen LLOVIA EN REIMS en 1953. No importó, jugaron con paraguas...
LLOVIA EN REIMS en 1953. No importó, jugaron con paraguas...
Nat Clifton fue calificado de impresionante. Nos visitó en 1951 cuando la temporada debut en Buenos Aires. Se trata de uno de los dos primeros negros que jugaron en la NBA (el otro fue Chuck Cooper), que hasta 1950 por tradición no admitía a los hombres de color. Al pisar el Luna Park, ya era de los Knicks neoyorquinos. Para muchos superó lo mejor que hasta entonces se había visto en el país, como el monumental negro Don Barksdale de los Juegos Panamericanos de 1951 o el inolvidable rubio George Yardley del All Stars universitario de la Costa Oeste de 1950.

¿MESSI GLOBETROTTER?
Lo original, el marketing y lo impactante siempre estuvieron intrínsicamente ligados a los Globetrotters. Desde 2007 confeccionan un “draft histórico” honorario, donde invitan a personalidades a jugar con ellos. El del año 2011 sorprendió incluyendo al futbolista argentino Lionel Andrés Messi, nada menos. Se tiraron el lance de que, en su gira programada por la Argentina, pudiera jugar un partido en Rosario. La superposición con la Copa América, realizada en nuestro país, abortó cualquier gestión. Lo presentaron como “el mejor manejador de balón del fútbol mundial” y resaltaron que “ostenta el espíritu de los Globetrotters al tener una fundación para propiciar el acceso a la educación y la salud de los chicos en situación de riesgo, y que en 2010 fue nombrado embajador de buena voluntad de UNICEF”. Esta acción comunitaria es considerada muy importante para la organización de los Globies. De la Fundación Leo Messi nos informaron que nunca tuvieron contacto con los Globetrotters.

En 2012 le mención honorífica en el roster fue para el jamaiquino Usain Bolt, la estrella del atletismo mundial de los últimos tiempos, el hombre del planeta que corre más rápido los 100 metros con sus “marcianos” 10s58.

Hay dos deportistas más de otras disciplinas elegidos. En 2009 optaron por el arquero Tim Howard, de la selección de Estados Unidos y del Everton inglés, tras pasar por el Manchester United. En 2013 seleccionaron al beisbolista panameño Mariano Rivera, ya retirado, que se luciera como lanzador en New York Yankees. Jugó 18 Grandes Ligas y logró 5 Series Mundiales.

ALREDEDOR DEL MUNDO
Fanáticos de las estadísticas, en 87 temporadas contabilizan haber jugado más de 25.000 partidos en 122 países de los 5 continentes. La sinfonía de sus uniformes azul-rojo-blanco siempre se musicalizó en el electrizante “círculo mágico” de la apertura con la melodía de “Sweet Georgia Brown”. Hay anécdotas por doquier…

- Una vez llegaron hasta Sidi Bel Abbés (Argelia), en el borde del desierto del Sahara. Actuaban en el cuartel central de la Legión Extranjera. El conflicto franco-argelino (1954/1962) se encontraba en plena ebullición y los legionarios se precavían de cualquier ataque sorpresivo, de manera que los muros del fuerte estaban pertrechados con nidos de ametralladoras. Cada vez que los Globetrotters lanzaban la pelota por encima de la altura de los muros, temblaban esperando que la reventara el fuego enemigo. Pero la pelota sobrevivió y ellos también…
- Año 1953. Estadio abierto y lluvia en Reims (Francia). No importó. Jugaron con paraguas.
- Todos quieren verlos. En Cleveland se agotaron las entradas. Chuck Mc Kay, el anunciador, tuvo que ubicarse en la tribuna. Habían vendido hasta su asiento.
- El 20 de febrero de 1948 se robusteció la fama de “invencibles” de los negros. Le ganaron 61-59 en Chicago a Minneapolis Lakers, el equipo top de la época en la NBA que contaba con el centro George Mikan, el astro del momento.
- Durante mucho tiempo ostentaron el récord de espectadores en el básquetbol. El Estadio Olímpico de Berlín (Alemania) albergó a 75.000 personas el 22 de agosto de 1951. El tope ahora vigente es de 108.713 espectadores y se registró en el All-Star Game de la NBA en Dallas 2010.
- El papa Pío XII también los recibió. Cinco negros en círculo le ofrecieron una impresionante demostración de habilidad, mientras Abe Saperstein y el resto del grupo brindaba el acompañamiento musical silbando y golpeteando con las manos “Sweet Georgia Brown”. Debajo de la sotana papal pudo verse un pie moviéndose al mismo ritmo… Con Juan XXIII y Paulo VI se repitió la escena.

EN VENTA / VENDIDO
Abraham Michael “Abe” Saperstein, natural de Londres y radicado desde los 6 años en Chicago, fue fundador, entrenador, promotor y propietario de The Original Harlem Globetrotters hasta su muerte ocurrida el 15 de marzo de 1966.

Imagen NAT CLIFTON, uno de los primeros dos negros que jugaron en la NBA. Un portento.
NAT CLIFTON, uno de los primeros dos negros que jugaron en la NBA. Un portento.
Tras este imprevisto, el equipo fue vendido el 8 de junio de 1967 a un grupo inversor de Chicago en 3.700.000 de dólares. Lo encabezaban los jóvenes empresarios Potter Palmer, George N. Gillette y John O’Neil. Más tarde el comprador fue Metromedia Incorporated, propietaria de 12 estaciones de radio y 6 canales de televisión, en 12.000.000 de dólares.

Mannie Jackson, natural de Illmo (Missouri), fue el siguiente propietario. Había tenido una prueba fallida para jugar en New York Knicks y luego se incorporó a los Globetrotters entre 1962/1964. En 1993 se convirtió en dueño del equipo donde había actuado, cuando su atracción comenzaba a declinar y estaba prácticamente quebrado. Pagó 6.000.000 de dólares y pasó a ser el primer afroamericano en ser popietario de una organización deportiva internacional. Jackson recuperó el buen estatus que tenía la organización, renovó el plantel y en tres años triplicó los ingresos.

A mediados de 2013, una noticia causó impacto en todo el mundo del mercadeo deportivo: los Globetrotters estaban en venta. Desde 2005, el dueño era una compañía de Los Angeles: la Shamrock Capital Advisors. Su acción abarca sectores del periodismo, el entretenimiento y las comunicaciones. Roy Edward Disney, sobrino de Walt Disney, la inició en 1978 de manera familiar.

El 1º de octubre de 2013 Herschend Family Entartainment Corporation, con base en Norcross (Georgia), develó la incógnita informando que habían comprado a los Globetrotters. Es una empresa familiar dueña y administradora de 26 parques de diversiones, acuarios y otras atracciones en diez estados. Fue fundada hace 50 años por los hermanos Jack y Pete Herschend. No trascendieron cifras de la operación. Pero Los Angeles Business Journal había informado en el mes de junio que el precio estaba entre los 50 y 100 millones de dólares.

Con los campeones mundiales
En la década del 50 del siglo pasado, los Globetrotters vinieron seis veces a la Argentina. La segunda fue en el año 1952. Nuestro país se había consagrado campeón mundial en 1950 y vivía en la jubilosa onda expansiva de esa notable conquista.

El mismo día que emprendieron el retorno desde Ezeiza ofrecieron una sesión de entrenamiento a nuestra Selección Nacional que se preparaba para los Juegos Olímpicos de Helsinki. No se trató de un cumplido, sino de una generosa entrega donde nadie se hizo rogar. Marques Haynes, el rey del dribbling, explicaba y Oscar Alberto Furlong, descendiente de irlandeses, traducía.

Por ejemplo, un concepto que hizo pensar fue: “¿Quiere caminar? Pues, espere el descanso. En una cancha de básquetbol todo hay que hacerlo corriendo…”.

Al final de la demostración privada, los 16 hombres del plantel argentino se dividieron en dos equipos y jugaron ante la atenta mirada de los Globetrotters. En la despedida Haynes dejó esta frase: “A simple vista me demostraron ser los jugadores más capaces que encontré fuera de los Estados Unidos, física y técnicamente…”

Por: O.R.O. / Fotos: Archivo El Gráfico.