Silbidos, guerra con Nacional y juicio: el recuerdo del paso de Daniel Passarella por Uruguay

MARCELO BIELSA se convertirá en el segundo entrenador argentino (*) en la historia de la Selección de Uruguay. El Loco ocupará el cargo en el que estuvo Daniel Passarella entre 1999 y 2001, en el camino hacia el Mundial 2002.

Desplazado el mítico Oscar Washington Tabárez, Diego Alonso rescató a la Celeste en las Eliminatorias rumbo a Qatar, pero tuvo una actuación decepcionante en la Copa del Mundo, con eliminación en fase de grupos. 

En este contexto, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) dio un golpe brusco de timón y apostó por Bielsa, que a los 67 años tendrá su tercera experiencia a nivel Selección, luego de los pasos por Argentina (1998-2004) y Chile (2007-2011).

La aventura de Passarella duró apenas 14 partidos, (4 amistosos y 10 fechas de Eliminatorias), con un saldo de 6 triunfos, 4 empates y 4 derrotas. 

Asumió en abril de 1999 con el objetivo de devolverle a Uruguay un protagonismo que no había tenido en los Mundiales de 1994 y 1998. Tenía en su haber la reciente experiencia en la Selección de Argentina, con el Mundial de Francia, en donde fue eliminado en cuartos de final ante Holanda. 

Su debut se dio recién en agosto, luego de la Copa América 1999, en donde la Celeste logró el segundo puesto de la mano de Víctor Púa, de larga trayectoria con las juveniles (había sido el entrenador subcampeón de Argentina en el Mundial 1997 de Malasia).

 

 

En el debut venció 5-4 a Costa Rica y las críticas de un público identificado con el estilo de su antecesor no tardaron en hacerse sentir.

Jugó tres amistosos más antes del comienzo de las Eliminatorias: 2-0 vs Venezuela y 0-0 con Ecuador, en un Centenario despoblado que lo despidió con una fuerte silbatina y la saga la completó con una derrota 1-0 ante Paraguay en Maldonado, a donde se mudó para acallar los murmullos.

Passarella tenía acordados amistosos en Europa y desde la AUF le prometieron una gira que nunca se llegó a concretar. En ese contexto de falta de rodaje y de diferencias con los dirigentes inició las Eliminatorias. 

Si bien después de 10 partidos se ubicaba en zona de clasificación, en febrero de 2001 presentó su renuncia indeclinable luego de una guerra declarada con Nacional, que tenía a Hugo de León como entrenador, por no aceptar la cesión de la joven promesa Vicente Sánchez.

"Esta es la sexta vez que tenemos problemas con Nacional, hemos tenido trato con cuarenta clubes de diferentes países europeos, como Italia, España e Inglaterra, además también de otros en América, como México y Argentina. Nunca tuve ningún problema con los equipos uruguayos, solamente con Nacional. Dios quiera que Uruguay clasifique al Mundial, lo digo de corazón", dijo el Kaiser al momento de la renuncia.

Más allá de la expresión de buenos deseos para Uruguay, el desenlace se dio de la peor manera: Passarella le hizo juicio a la AUF por el contrato y el caso se resolvió ante la FIFA. 

Después de embargar la casa y el yate del entrenador y de intimarlo a reintegrar dinero por incumplimiento de contrato, el Gran Capitán aceptó reducir 700 mil dólares para lograr el acuerdo.

Hugo de León, el entrenador de Nacional, atacó al Kaiser a los pocos días: "Passarella traicionó al grupo empresario que lo contrató y al pueblo uruguayo por abandonar el proyecto y bajarse del barco". Las vueltas de la vida hicieron que en 2003, De León reemplazara a Passarella en Monterrey de México.

Más allá de la tormenta interna que desató la salida abrupta de Passarella, Uruguay acudió en su lugar a Víctor Púa, un viejo conocido, y logró el objetivo de clasificarse al Mundial de 2002, en donde Marcelo Bielsa, el segundo entrenador argentino en dirigir a la Celeste, encabezó una de las mayores decepciones en la historia de la Selección Argentina. 

 

 

(*) Juan Hohberg, oriundo de Córdoba y nacionalizado uruguayo, fue entrenador de la Selección de Uruguay en dos ciclos (1969-70 y 1977)

FOTO DE PORTADA: Miguel ROJO / AFP