Otro hecho que puso en jaque al presidente de la Federación Española de Fútbol
Luis Rubiales, titular de la entidad, tuvo una lamentable actitud al besar en la boca a la jugadora Jenni Hermoso tras la obtención de la Copa del Mundo, a lo cual se sumó una situación con otra futbolista.
ESPAÑA obtuvo el pasado domingo un logro histórico al consagrarse campeona en el Mundial de Fútbol femenino de Australia y Nueva Zelanda, y ganó de esa forma su segunda estrella luego de la obtenida en Sudáfrica 2010 por el representativo masculino. Pero un hecho empañó un poco ese hito: el beso en la boca del presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, a la jugadora Jenni Hermoso, durante la entrega de premios.
La situación fue repudiada en todo el mundo, incluso por el presidente de España, que en una reunión con el rey Felipe VI afirmó: "Creo que lo que vimos fue un gesto inaceptable".
asta el propio Rubiales se arrepintió de su actitud: “Me he equivocado, fue sin mala fe, en un momento de máxima efusividad sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe de ninguna de las dos partes", manifestó.
Lejos de aquietarse las aguas, se embravecieron aún más con la aparición de una imagen en la que se ve al titular de la entidad madre del fútbol ibérico levantando y cargando sobre sus hombros a la futbolista Athenea del Castillo Beivide, después de la consagración.
Este viernes, Rubiales deberá comparecer en la Asamblea General Extraordinaria que el resto de la directiva de la Federación le solicitó “con carácter de urgencia” y que pone en jaque su futuro como dirigente.