Los Superclásicos de Maradona
Diego enfrentó 7 veces a River en partidos oficiales (Boca ganó 3, empató 3 y apenas perdió uno) y convirtió 5 goles. Repasamos cada uno de esos duelos, con fotos inéditas y el sello de El Gráfico.
De la admiración al amor eterno. Sin escalas. "¡Lo quería Barcelona, lo quería River Pleí, Maradona es de Boca porque gallina no es…!” se convirtió a partir del verano de 1981 en un grito de guerra de la hinchada xeneize, feliz y orgullosa por tener en su equipo (y más tarde en la tribuna o en el palco) al mejor futbolista del mundo. Tras los primeros goles a Talleres e Instituto, Diego decidió parar con el objetivo de recuperarse de un desgarro que le impedía desempeñarse en plenitud.
Volvió con más festejos ante Newell’s e Independiente. Y el 10 de abril de ese año tuvo una noche memorable en La Bombonera frente al River de Ubaldo Matildo Fillol, Daniel Passarella, Alberto Tarantini, Norberto Alonso, Ramón Díaz y Mario Kempes. El equipo que dirigía Silvio Marzolini se impuso 3-0, con dos tantos de Miguel Brindisi y uno de Maradona, ratificó su poderío en el superclásico y se afirmó en la cima de la tabla de posiciones.
El siguiente enfrentamiento entre Maradona y River se produjo el 5 de julio de 1981, por la segunda rueda del Metropolitano. Boca peleaba mano a mano por el título con Ferro y rescató un valioso 1-1 en el Monumental. Diego volvió a dejar fuera de acción al Pato Fillol y al Conejo Tarantini pero Kempes impidió el triunfo xeneize.
Boca se consagró campeón del Metropolitano pero arrancó mal el Nacional tras una gira por Europa. El 27 de septiembre, River lo derrotó 3-2 en La Bombonera con goles de Kempes, Passarella y Jorge García. Diego había adelantado a su equipo con un golazo desde la línea lateral que sorprendió a Fillol. El descuento de Gareca no alcanzó. Aquella fue la única derrota oficial de Maradona en el superclásico.
Pese a los conflictos económicos y dirigenciales y otra gira en medio de la competencia, esta vez por África, Boca mejoró de la mano de Maradona y le empató 2-2 a River, que luego se quedaría con el título, en el Monumental. El 1° de noviembre, Diego convirtió los dos goles de Boca. El primero, de tiro libre, cuando se acababa la parte inicial. El segundo, de penal, en el último segundo (Juan José López y José María Vieta marcaron para el local).
Catorce años después, Diego volvió a disputar un superclásico. El 26 de noviembre de 1995, Boca igualó 0-0 en el Monumental y permitió que Vélez quedara a tiro de la punta. En un duelo con escasas emociones, lo más saliente de la tarde pasó por el reencuentro en un campo de juego de dos grandes: Diego y Enzo Francescoli. Una semana más tarde, Racing arruinaría la ilusión de otro título para el 10 con la camiseta de Boca al imponerse 6-4 en La Bombonera.
El 14 de julio de 1996, el Boca que Carlos Bilardo demolió al River de Ramón Díaz, que venía de obtener la Copa Libertadores. Fue 4-1 con una consagratoria actuación de Claudio Caniggia, autor de tres goles (los otros fueron de José Basualdo y Gabriel Amato).
Diego jugó un buen superclásico: falló un penal, que luego aprovechó el Pájaro, y estuvo cerca de anotar de tiro libre. Otra derrota frente a Racing, en la reanudación del torneo luego de los Juegos Olímpicos, sepultó la ilusión de ser campeón.
El último partido de su maravillosa trayectoria profesional lo disputó el 25 de octubre de 1997, precisamente ante River en el Monumental. Diego apenas jugó 45 minutos, sintió la inactividad y pidió el cambio en el entretiempo (ingresó Juan Román Riquelme). Boca, que perdía 1-0 por el gol de Sergio Berti, celebró por los tantos de Julio César Toresani y Martín Palermo y se adueñó provisoriamente de la cima del campeonato. Un par de días después, Maradona anunció su retiro.