ATP

Sebastián Báez campeón: del "¿Por qué yo no?" al "Sí, soy yo".

El argentino de 21 años alimentó su confianza durante toda la semana con un mensaje impulsado por su entrenador Sebastián Gutiérrez.

Por Pablo Amalfitano ·

01 de mayo de 2022

SEBASTIÁN BÁEZ logró este domingo su primer título de calibre ATP: en la final de Estoril superó 6-3 y 6-2 al estadounidense Frances Tiafoe, actual 29º del mundo, y se aseguró un avance en el ranking que lo colocará entre los 40 mejores tenistas del planeta. El mensaje que impulsó su confianza anida el doble mérito que tiene su victoria en Portugal.

El argentino de 21 años luchó contra todo un sistema el año pasado para terminar ubicado entre los cien mejores del mundo. Peleó contra el congelamiento del ranking, a raíz de la pandemia, y también contra la falta de oportunidades.

Pieza fuerte de la nueva generación de tenistas argentinos, no recibió ningún wild card en toda la temporada para torneos de nivel ATP, ni siquiera en los de su país, que sí privilegiaron a algunos jugadores extranjeros. Ningún organizador lo "apoyó" para ocupar el lugar que hoy se ganó junto con su equipo de trabajo.

En esta primera temporada instalado en los torneos de elite, después de haber ganado el año pasado nada menos que seis Challengers, Báez y su entrenador Sebastián Gutiérrez le prestan especial atención al aspecto emocional para agigantar la confianza del jugador, para que se la crea mucho más.

Esta semana en Estoril hubo un mensaje en relación a ese tema: "¿Why not me? (¿Por qué yo no?)", firmó Báez en la cámara tras sus cuatro triunfos camino a la final, sendero en el que dejó afuera a tres excampeones de Estoril como el número uno local Joao Sousa, el francés Richard Gasquet y el español Albert Ramos, además de haber superado al croata Marin Cilic, el ex número tres del mundo, campeón de Grand Slam -US Open 2014- y de la Copa Davis.

A principios de la semana Gutiérrez observó que el estadounidense Frances Tiafoe, actual 29º del mundo, lleva una pulsera con esa misma leyenda y le dijo a Báez: "Te la tenés que tatuar". La frase caló hondo en el tándem jugador-entrenador, cuyo vínculo siempre resultó especial, y la tomaron como un estímulo para alimentar la ilusión. “Mi entrenador vio la pulsera de Tiafoe y me dijo que tenía que tatuarme lo que decía. El significado, más que nada, es el de creer en mí, creer en lo que tengo, creer en lo que soy, valorarme y preguntarme por qué yo no. El mensaje es que si uno cree puede”, contó Báez, ya con el trofeo en sus manos.

Imagen de portada: Millennium Estoril Open