Tenis

EL FUERTE VÍNCULO DE SEBASTIÁN BÁEZ CON SU ENTRENADOR

Camino a su consagración en el Challenger de Buenos Aires el jugador de 20 años destacó el trabajo que lleva adelante con Sebastián Gutiérrez, el ladero más importante en su carrera.

Por Redacción EG ·

25 de octubre de 2021

SEBASTIÁN BÁEZ se consagró este domingo en el Challenger de Buenos Aires, después de superar 6-4 y 6-0 nada menos que al máximo favorito Thiago Monteiro, y ganó su quinto título del año en la categoría.

Pedro Cachín, Juan Ignacio Londero, Juan Pablo Varillas y Juan Manuel Cerúndolo quedaron en el camino de Báez antes del triunfo ante Monteiro en la definición. Dos de los tres campeones de nivel ATP -Juanma Cerúndolo y Londero, ambos ganadores del Córdoba Open- no pudieron con el intratable jugador de 20 años, quien apenas dejó un set camino al título.

Durante toda la semana Báez dejó en claro que el éxito en su corta y promisoria carrera -este lunes llegó al puesto 112° del mundo, su mejor ubicación- tiene mucho que ver con el trabajo que desarrolla junto con su entrenador Sebastián Gutiérrez, una pieza fundamental en el andamiaje de su tenis.

"Para mí fue muy importante ver a mi entrenador tranquilo, porque siempre me apoyo en él. Estoy muy agradecido de que podamos seguir trabajando juntos. Es un gran profesional que me ayudó en absolutamente todo. Gracias a él pude llegar hasta donde estoy hoy y estoy seguro de que juntos podemos lograr estar mucho mejor", dijo Báez, siempre muy agradecido con quienes lo apoyan y ayudan en su carrera.

Con Gutiérrez tiene un vínculo muy especial y cada vez que habla del tema destaca que se siente muy feliz a su lado. Báez lo conoció cuando era muy chico: el coach trabajaba en el Departamento de Desarrollo de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), años atrás conducido por Daniel Orsanic, a quien acompañó también en el cuerpo técnico que logró la conquista de la Copa Davis de 2016.

Tan fuerte es la relación de Báez con su entrenador que las palabras que le dedicó resultaron muy sentidas: "Para mí Seba es todo. Lo resumo en esa única palabra. De muy chico yo tenía serios problemas de orden, en todo sentido, pero tuve la suerte de conocerlo y de que me haya acompañado dentro de la Asociación cuando empezamos en algunos torneos ITF. Me miraba tomar coca y me decía: 'No tomés coca, no tenés que tomar coca'. Esa es una de miles de cosas en las que me ayudó y en las que me sigue ayudando. No podría estar acá sin él. Siempre tuvimos una gran química, la pasamos genial. Por momentos no quiero que haya otra persona al lado que no sea Seba. Tener este vínculo con un entrenador es difícil y yo tengo la suerte de tenerlo. Me siento muy cómodo con Seba".