Challenger

Guido Pella: "Vivir como un ser humano normal es espectacular"

El bahiense de 32 años disfruta de su mujer y su hija mientras apunta su última bala al regreso final. "Mi lesión no tiene cura pero tengo que educar la rodilla desde cero", contó.

Por Pablo Amalfitano ·

26 de septiembre de 2022

Los pasillos del Racket Club, al borde de los Lagos de Palermo, se nutren con los mejores tenistas del mundo durante la semana del Challenger de Buenos Aires. Cualquier asistente puede cruzarse con jugadores de calibre en pleno entrenamiento, en medio de sesiones de fìsico, o bien con entrenadores o gente del ambiente más íntimo del tenis.

En ese cúmulo de personas, en una de las canchas auxiliares del torneo, Guido Pella se entrena a consciencia con un objetivo claro: volver al tenis para darse una última oportunidad, en una vida que ya lo encuentra feliz con su mujer Stephanie Demner y su hija Arianna    

"Me encanta este torneo; desde muy chico venía a ver la Copa Petrobras y desde entonces sentía una felicidad muy grande. No sólo por venir al ATP sino que había otro tipo de torneos. El Challenger de Buenos Aires parece un ATP, por las instalaciones, por el club, la calidad de jugadores. Me genera una felicidad muy grande. Que haya torneos acá ayuda a todos", contó el bahiense.

Pella jugó su último partido casi un año atrás: el 29 de octubre de 2021 se retiró del torneo de Moscú, tras perder el primer set 6-2 ante el español Pedro Martínez, molesto con espectadores que apostaban en el estadio.

Con una lesión crónica en la rodilla derecha, Pella apunta a una última reaparición en el circuito, con un puñado de torneos hacia fin de año para encarar el calendario que tenga en mente en 2023. "Lo que tengo no tiene cura. A fines del año pasado tuve una recaída muy fuerte, un dolor que prácticamente no me dejaba caminar en la cancha. Decidí tomarme un tiempo. Al mes me enteré que iba a ser papá. Todo se congenió para que diera un paso al costado por un tiempo. Estoy tratando de adaptar mi rodilla de nuevo y espero poder jugar sin dolor", reflexionó, en diálogo con El Gráfico.

El jugador de 32 años, pieza clave en la conquista de la Copa Davis en 2016, se subió a la última etapa de su carrera con una fuerte vuelta a las fuentes: "Siempre le dije a Fabi (Fabián Blengino, su entrenador) que mi idea siempre fue terminar mi carrera con él, porque es como un papá. No voy a encontrar a ningún entrenador que me entienda de la manera que me entiende él, porque él me crió desde que estoy en Buenos Aires. Me pone muy contento poder intentarlo de nuevo con él".

Casi una veintena de personas se agrupó sobre el alambrado de la cancha 9 del Racket Club para ver a Pella, el ex 20º del mundo que jugó su primer set en casi un año ante Tomás Farjat.

"No tengo cartílago en la rodilla y la articulación empezó a funcionar muy mal. Lo único que puedo hacer es fortalecer la zona para que el tema lo manejen el cuádriceps, los isquio y los glúteos. Me duele pero lo intento. Hoy jugué el primer set en un año y la verdad es que me dolió poco. Ojalá que todo este mes y pico que me queda para cumplir un año sin jugar pueda sentirme mejor", analizó.

Respecto del calendario hacia finales de temporada el zurdo contó en qué piensa: "La idea es tratar de tener algunos torneos antes de Australia pero para volver con dolor, con viajes, ver que no me siento bien y jugar con un dolor insoportable prefiero quedarme en casa hasta que no me duela o decida que no funciona. Apunto a llegar a los Challengers de fin de año. Me encantaría jugarlos porque son torneos en los que me fue bien y no los juego hace mil años".

LA VIDA PERSONAL DEL NUEVO PELLA

"Estoy muy contento con la paternidad. Todo el mundo te dice que te cambia la vida pero necesitás tener un hijo para sentirlo. Duermo muy bien, algo que no esperaba. Está más complicado durante el día, por lo dolores de panza y cosas por el estilo. Nos adaptamos a la bebé pero tenemos una felicidad inmensa", explicó Pella, que acumula un registro de 119 triunfos y 138 derrotas en cuadros principales de ATP, el nivel en el que fuera campeón en San Pablo 2019.

Además dijo que no mira mucho tenis por estos tiempos: "Estuve viendo un poco el Challenger de Villa María por internet. Vi algo del US Open pero generalmente no porque siento que sufro a la par de los jugadores y no quiero sufrir más. Sé lo siente, sé por lo que están pasando por más que lo disimulen. Ya lo viví como jugador y en la tele no lo quiero vivir más".

 

Imagen Guido Pella, con vistas a su último regreso.
Guido Pella, con vistas a su último regreso.
 

En términos casi filosóficos Pella ahondó sobre su momento, su pasado y lo que viene: "Lo hablo con todo mi entorno: al tenis le di mi vida desde que nací. En mi familia todos jugaron al tenis y desde que tengo uso de razón me entrené para ser profesional. A fin del año pasado pensé: '¿Cuánto tiempo más de mi vida le voy a dedicar al tenis?’. Ahí hice un click y tuve la suerte enterarme al poco tiempo que iba a ser papá, lo que me ayudó que mi decisión para que no pesara. Ahora que soy papá tengo ganas de volver, de mostrarle a mi hija, por más que no entienda nada, que si uno tiene ganas puede volver a jugar, después de un año, a pesar del dolor. Lo intento y estoy contento. Siento que estoy jugando bien para el tiempo que llevo afuera".

¿PELLA PENSÓ EN DEJAR EL TENIS?

"Hubo un momento en el que pensé en largar todo pero sólo por el dolor, no porque no tuviera más ganas. Empecé a entrenarme en el abril para no perder lo poco que me quedaba y la rodilla me empezó a doler muy fuerte. Lo charlé con mi kinesiólogo y le dije que no jugaba más porque no podía entrenarme bien; me dolía hasta para levantarme de la cama. Hicimos dos interconsultas y me dijeron que tenía que empezar a educar la rodilla desde cero, desde levantarme de una silla hasta caminar diferente, sólo para que la rodilla sintiera un alivio de todo lo que era la lesión. Ahora estoy mejor pero tuve pinchazos, infiltraciones, PRP, todo lo que hizo que ahora pueda estar mejor", se sinceró.

Con vistas al día después, cuando el tenis profesional ya sea parte de su historia, sentenció: "No sé si voy a estudiar pero tengo cosas para hacer y que me gustan. Pensé que iba a ser diferente pero volví a encontrarme con mi familia, con mis amigos, con un nivel de vida que es normal. Ser normal es lindo también. No todo es viajar, hoteles, torneos. Ser un ser humano normal está espectacular. Si me queda una chance más voy a intentar aprovecharla. Si no puedo soy feliz de quedarme en mi casa y comer con mi famiia".

Imagen de portada: Challenger de Buenos Aires