¡Habla memoria!

1952. El adiós a Pascual Polimeni

El Gráfico despedía a un referente del fútbol de los comienzos del siglo pasado. Pascual Polimeni fue un winger izquierdo extraordinario que supo vestir las camisetas de Argentino de Quilmes, Ferro y River.

Por Redacción EG ·

29 de enero de 2020

Allá por 1910 el ataque del primer team de Argentino de Quilmes tenía a Pedro Calomino en la punta derecha, en el centro a un virtuoso como Dannaher y a Pascual Polimeni corriendo por el extremo izquierdo. Por 1927 todavía "Poli" actuaba como winger. Larga había sido su trayectoria en los campos de primera división, en los que muchas veces luciera la casaca internacional. Velocísimo, y de los que se cerraban sobre el arco rival, Pascual Polimeni no era un puntero clásico, uno de su época, sino que tenía de ella el centro y agregaba la entrada en sesgo como cosa del porvenir. De ahí que resulte difícil ubicarlo, porque no responde a una época determinada. Hoy mismo, si fuera posible devolverle la vida y la juventud, Polimeni actuaría con beneplácito general.

Desde los muy lejanos días del cuadrito del barrio, el que tenía mucho del colegio, puesto que el Catedral del Norte había nacido en una escuela de la calle Reconquista, desde esos días que se pierden por el 1906 hasta los más cercanos del 27, siempre "Poli" actuó de winger izquierdo. Si alguna vez hizo excursión por otros puestos fue por alguna circunstancia casual. En 1908 apareció jugando oficialmente en una tercera de Estudiantil Porteño; luego actuó en segunda en Ferro Carril Oeste y marchó a la primera de Argentino de Quilmes. Consignaremos el cuadro: Rotondo; Martínez y Escobar; J. R. Pozzo, García y Jerónimo Badameco; Calomino; J. J. Pozzo, Dannaher, Cabano y Polimeni. A los viejos aficionados al fútbol les traerá la cita más de un recuerdo grato, y a los que siguieron a este equipo la nostalgia que supone el saber que un día Argentino de Quilmes enfrentó a Alumni, Porteño, Estudiantil. Porteño y otros mirando de frente, sin temor alguno. Jugándoles de igual a igual y con internacionales en sus filas.

 

Imagen Pascual Polimeni.
Pascual Polimeni.
 

Un hermano de Pascual era muy de River Plate e instó al winger a cambiar de casaca. Fue un año. Volvió con sus amigos de Quilmes hasta 1915; luego jugó por Porteño hasta 1921, y después lo vimos en Sportivo Palermo. Allí terminó de correr por el extremo izquierdo vestido de corto. Llevaba más de veinte años haciéndolo desde los días del "tole" en que formaba, con los hermanos Badaracco, en aquel Catedral al Norte del que no quedaron casi recuerdos.

Veloz, entrador, con buen centro y también codicia de remates, Pascual Polimeni fue una amalgama de diferentes punteros y lucía, banderín de la época, la corrección deportiva que le valiera la conquista de tantas amistades. Casi un cuarto de siglo de alejamiento de las canchas no determinaron el olvido de su paso por las gramillas. De ahí que desfilaran ante su ataúd numerosos amigos y que más de una cinta apretando flores presentara su leyenda recordando divisas futbolísticas, como también no faltó de sus compañeros de Tribunales, en donde estuviera 26 años empleado mereciendo la denominación de "Sarmiento", porque era el primero en llegar y el último en irse.

Difícil fue brillar en un puesto por donde desfilaron valores como el "mono" Francia y Viale, recordados jugadores rosarinos; en donde actuaran Elías Fernández y otros. Sí, difícil era llegar a codearse con esos astros, pero "Poli" lo consiguió. Tal fue su conquista futbolística. Luego habrían de sucederle en un sector de nuestro fútbol la habilidad académica de Cesáreo Onzari y, en el otro bando, la entrada y el shot violento de Raymundo Orsi. Después pasaron altos valores por ese puesto hasta llegar a los días del celebrado Chueco García y los posteriores de Loustau y Sued, quienes, aunque disminuidos con relación a sus mejores épocas, todavía son los elegidos para los planteles internacionales. Difícil, decíamos, fue para "Poli" el conseguir que su nombre se uniera a los muy famosos de Francia, Viale, Fernández y otros, pero lo cierto es que lo consiguió y que su capacidad permitió que actuara a lo largo de 17 temporadas consecutivas en primera división. Solamente la calidad resiste al tiempo. De ahí también el recuerdo dejado por Pascual Polimeni, el que, si bien disminuyó en el curso de un cuarto de siglo de ausencia de los campos futbolísticos, no llegó a apagarse nunca.

Ya hacía tiempo que no veíamos a "Poli" disparando junto a la raya de cal, pero lo recordábamos. Ahora se nos ha ido definitivamente. Ha realizado su última corrida saliéndose de la cancha de la vida. No se ejecutará el "obol", pero no por ello dejará de seguir actuando en nuestros recuerdos.

 

 

El Gráfico (1952).