¡Habla memoria!

Los primeros y escandalosos duelos entre Independiente y Boca

En 1931, en vísperas de un Independiente y Boca, El Gráfico recordaba los orígenes de una rivalidad centenaria repasando los primeros choques entre xeneizes y diablos, donde no faltaron las biabas y los escándalos.

Por Redacción EG ·

25 de enero de 2020

La intensa rivalidad entre Independiente y Boca proviene de hace 20 años

En las puertas del clásico entre los rojos de la Crucecita y los auriazules de la ribera boquense, no está de más que recorra el rosario de los recuerdos de los matches que entre ambos populares clubs se jugaron, desde que se toparon en la segunda división, cuando aún no había muerto Alumni, hasta el presente, en que los dos son astros populares del fútbol porteño.

Sé bien que entre los viejos y tradicionales hinchas este artículo despertará recuerdos mozos y hará renacer viejas y dormidas emociones y que no faltará algún actor en los sucesos relatados que piense en una cierta infidelidad histórica del episodio recordado, pero no se dejará de reconocer que es ésta una tentativa útil de remozar cosas olvidadas para algunos y desconocidas para muchos que hoy siguen con creciente fe y entusiasmo tras las banderas tremolantes y victoriosas de estos dos clubs, que nacieron en cuna de mimbre y hoy se elevan como rascacielos norteamericanos.

 

ALLÁ POR EL COMIENZO DE 1912

Fue en la antigua cancha de Independiente, y militando los dos clubs en la segunda liga, cuando fue el tope de la gran cuestión: dirigía el match Morasano, un referee a quien los de Avellaneda tenían entre ojos por cierto partido final por la Copa. La Prensa. Eran dos teams bravos,  con barras fuertes, que hacían temblar a los ánimos mejor templados: capaces de jugarse la vida en una parada. De los players más conocidos ahora jugaba por Independiente Zoilo Canaveri. Los otros 21 sólo viven en el recuerdo de los viejos hinchas...

 

Imagen El gran forward uruguayo Zoilo Canaveri.
El gran forward uruguayo Zoilo Canaveri.
 

El partido era bravo y parejo y el score no se había abierto, cuando Boca hace corner que el referee no da. Entonces, Enrique Cola, forward muy impulsivo de Independiente, le dió un puntapié a Morasano que fue señal para los hinchas que, pasando por los dos hilos de alambrado, la acometieron con el referee, aplicándole una andanada de golpes de los cuales muchos ligó Peterson, caballeresco capitán rojo, que había acudido en su socorro. El partido se suspendió y Morasano fue trasladado a la casilla para que reaccionara. Allí estaba Morasano semidesmayado y lleno de contusiones, cuando un hincha rojo, mirándolo, exclamó: ¡Y pensar que le están aplicando toallitas a este atorrante que nos hizo perder la final por la Copa La Prensa! Y sin más ni más le dió un galletazo, yendo Morasano a parar debajo de una mesa.

Con todo, el referee reaccionó y Perucho Seminario le dijo: Si quiere garantías, debe continuar el match. Y Morasano, todo vendado, salió otra vez al field. Y era un referee de agallas, corno lo demostró poco después, cuando penó a los rojos con un penal que tiró Taggino, errándolo. En suma, el match finalizó con un empate, pero la hinchada roja no estaba conforme y al salir de la cancha el referee tuvo que ir disparando por la Avenida Mitre hasta el puente de Barracas, perseguido a cascotazos...

 

SE DIVIDE EL FÚTBOL

El referee pasó un informe rajante contra Independiente, y éste fue castigado. Fue una piedra de toque este suceso para dividir el fútbol, en el que ya había malestar, y se fundó en seguida la Federación, en la que ingresó Independiente, en la primera liga, con Gimnasia y Esgrima, Porteño, Estudiantes de La Plata, mientras Boca quedaba ascendido en la Asociación, junto con los clubs tradicionales y Racing y River Plate.

Imagen Primera cancha de Independiente, en Avellaneda. Se pagaba $ 10 de arrendamiento mensual, y otros $ 10 por el fondo de una casa vecina donde levantó la casilla construida por socios, jugadores y miembros de la comisión.
Primera cancha de Independiente, en Avellaneda. Se pagaba $ 10 de arrendamiento mensual, y otros $ 10 por el fondo de una casa vecina donde levantó la casilla construida por socios, jugadores y miembros de la comisión.
 

 

OTRO MATCH DE CAMPANILLAS Y BIABA...

Fue en 1918, cuando Boca hizo su nuevo field en el barrio, de regreso de Wilde. En la nueva cancha, Boca no había perdido ni empatado, y ese era un orgullo que se deseaba prolongar, cuando le tocó medirse con Independiente, a las órdenes del referee Clemente. La rivalidad era grande, pues provenía de los antecedentes, la posición de ambos en el campeonato, que era destacada, y porque jugaba Canaveri en Independiente, por habérsele negado el pase a Boca. En cambio, jugaba por Boca Victorio Cappeletti, que había sido hall de los rojos. El match dió comienzo ante una cantidad de público que es comparable con el que ahora presencian el mismo encuentro: es decir, con la cancha abarrotada. Independiente marcó el primer goal y luego empató Boca. Después, por un yerro de Aquila, back boquense, Guillermo Ronzoni aumentó ventajas y terminó el primer tiempo, que fue, entre parejo y favorable a Boca, por 3 a 1 en favor de los rojos. Los boquenses, se hacían cruces y ni querían creer en el resultado adverso. Cuando se inició el segundo tiempo, los auriazules se colocaron en la ofensiva, pero tropezaron con la defensa roja, que era fuer-te y homogénea, no pudiendo descontar, ventajas. Cada vez que los forwards de Boca llegaban al área roja, levantaban las manos reclamando penal, que el referee no concedía, a lo que el público de la oficial respondía amenazante y arrojando piedras al field. Boca, cansado o desanimado por una ofensiva inútil, cedió posiciones y pasó entonces Independiente al ataque. En la defensa boguense, Cappelletti, famoso por su brusquedad, comenzó a patear de lo lindo y .dos veces cometió penal, que el referee, atemorizado, castigó fuera del área hasta que, en uno de esos, Cappelletti le aplicó un puntapié feroz a Soro, que Clemente castigó con penal.

— ¿Qué cobra? — preguntó Cappelletti amenazante.

—¡Penal!, y usted cuídese, que lo voy a echar de la cancha.

—¿A quién, a mí? — Y sin más ni más, Cappelletti le dió un trompis feroz, que hizo trastabillar al referee. Eso fue el principio del fin. En seguida empezó a saltar el público a la cancha y por más esfuerzoá que hizo López, capitán de Boca y dirigentes de los dos clubs, Clemente fué golpeado y magullado a mansalva, al punto de que, en la casilla, parecía un "Ecce-Homo", do lleno de contusiones.

Ese fenomenal bochinche costó a Boca expulsión de Cappelletti y la clausura del field, por dos meses, aumentando, como es de suponer, la rivalidad de los dos clubs..

 

 

OTRO CISMA

En 1919 se produjo un nuevo cisma directivo con la creación de la Amateurs, y mientras Independiente pasó a ésta, Boca se quedó en la Argentina. Desde entonces no se volvieron a encontrar oficialmente, hasta 1926.

Pero, con anterioridad, en un verano, los jugadores de uno y otro club convinieron en jugar en el field de Boca un match en beneficio de ellos mismos, que fue el primer avance en descubierta hacia el profesionalismo, por más que ya existía oculta mente. En ese partido los rojos no contaron con la ropa, pues Independiente negó su permiso a que se jugara, por lo que, Boca debió prestarles equipos. Fue un match muy reñido, y de lucimiento, en que, siguiendo lo que era una tradición, ganó Independiente por uno a cero.

 

Imagen Bidoglio en el match entre los campeones de 1926 Boca e Independiente. Atrás Manuel Seoane, el crack de Independiente.
Bidoglio en el match entre los campeones de 1926 Boca e Independiente. Atrás Manuel Seoane, el crack de Independiente.
 

 

OTRA VEZ REUNIDOS

En 1926 volvió a unirse el fútbol dio la casualidad de que el primer match tuvo que disputarse entre los dos clubs. Boca había sido campeón de la Asociación e Independiente de la Amateurs, y se dispuso que entre ambos se disputara el título de campeón Porteño. El match se efectuó en el field de River Plate, un domingo, fue tal la cantidad de público que asisto que, por invasión de field, debió interrumpirse, al terminar el primer tiempo, sin score. Se recaudó entonces la suma de 45 mil pesos, cantidad que no fue igualada hasta ahora en matches interclubs local Para evitar exceso de espectadores match se jugó de nuevo en un día de trabajo (un jueves), y con todo se hicieron 26.000 pesos. Contra lo que muchos esperaban, Independiente dominó con amplitud a su adversario, que flaqueó en la línea media, pero no pudo deducir ventajas de dominio, merced al brillante desempeño de Tesoriere, terminando el partido sin score. Y los rojos debieron dar gracias de no perder, pues, faltando muy poco, Tarasconi no hizo un goal porque su furibundo y dió en el travesaño, cuando Isusi ya la considerarse vencido.

 

Imagen Pedro Isusi, de Independiente, y Américo Tesoriere, de Boca, grandes arqueros de su época.
Pedro Isusi, de Independiente, y Américo Tesoriere, de Boca, grandes arqueros de su época.
 

 

BOCA ENTRA A GANAR

Hasta entonces, casi siempre la victoria había correspondido a Independiente, la nueva etapa debía favorecer a Boca, como ocurrió ya en ese empate mencionado. En 1927 se encontraron en Brandsen y Del Crucero y Boca ganó bien, por 3 a 0, ante el fracaso de la línea de halves y la ineficacia de la pareja Seoane-Orsi.

 

Imagen El crack boquense Roberto Cherro, "Cabecita de Oro".
El crack boquense Roberto Cherro, "Cabecita de Oro".
 

OTRO GRAN ESCÁNDALO

En 1928 ocurrió otro gran escándalo, que está más en el recuerdo de todos: fue en eI match que Boca ganó en su cancha, por el campeonato, también por 3 a 0. Comenzó el partido en gran forma y muy parejo, pero, más efectivo Boca, marcó en seguida un goal y, a los 15 minutos, Cherro de un cabezazo hizo el segundo. Ronzoni le protestó al referee Lorenzo Martínez: ¡No ves que Cherrito estaba off-side!

—¡Andá, mal perdedor! — le dijo Martínez. Y en seguida se vió a Ronzoni saltar espectacularmente y como una fiera encima Martínez y rodar a ambos por el suelo, una lucha encarnizada a sopapo limpio. Ronzoni, sobreexcitado, fue sacado del field por la policía y luego continuó el match, que ya había perdido todo interés. Boca hizo un goal más y se conformó.

En el segundo tiempo, casi al final, hubo un hand penal, que tiró Tarasconi y tapó gran forma Sangiovanni, mereciendo usos hasta del público boquense. A Martínez le faltó cancha al no disimular que arquero rojo había salido de la línea y que el penal se tirara de nuevo.

Ahí terminó virtualmente el match, pues armaron grandes discusiones, invadió el público la cancha y hubo otro amago de cascada contra Lorenzo, quien creyó prudente hacer una conversión hacia la casilla.

Volvieron los rivales a encontrarse en Brandsen y Del Crucero, por el torneo Estímulo de 1929, y Boca ganó esta vez, por en un match reñido e interesante como todos, pero en el que no se registraron incidentes.

 

Imagen Guillermo Ronzoni arriba, “Mumo” Orsi abajo, en una formación del Rojo de la década del 20.
Guillermo Ronzoni arriba, “Mumo” Orsi abajo, en una formación del Rojo de la década del 20.
 

 

 

OTRA VEZ INDEPENDIENTE

Si exceptuamos un partido amistoso jugado al principio de 1928, cuando Boca  no contaba con el concurso de Bidoglio, Médice, Cherro y Tarasconi, que habían ido a la Olimpíada de Amsterdam, el cual ganó Independiente, por 2 a 0, los rojos, puede decirse, estaban contratados a perder con Boca, ya que perdieron 3 a 0, 3 a 0 y 2 a 1 los matches oficiales de 1927, 28 y 29 respectivamente. Así, el año pasado les tocó en Avellaneda a una altura de la temporada en que todas las perspectivas estaban por la victoria boquense, pues, mientras éste había reaccionado mucho, Independiente había decaído bastante. Pero esta vez se dió la lógica y, en un match muy parejo, que pudo ganar cualquiera, el team rojo hizo suya la ansiada victoria, por tres a uno, marcados los tres goles por el negro Seoane, el segundo de los cuales fue un penal de Mutis, por foul de Paolinetti, que no por claro casi deja de provocar un nuevo lío.

 

Imagen Canaveri, Lalín, Ravaschino y Seoane en la formación de Independiente
Canaveri, Lalín, Ravaschino y Seoane en la formación de Independiente
 

 

EN EL PRESENTE

Esta es una ligera reseña de recuerdos, bien sabrosos por cierto. Y lo que he dicho, para exaltar el interés y rivalidad de esta lucha clásica, no significa en ningún modo un deseo de agregar un nuevo escándalo al historial de las grandes competencias entre los poderosos clubs. Por el contrario, expreso mi formal anhelo, al que deben unirse los hinchas de los dos bandos, para que la nueva contienda sea digna de la gran expectativa despertada; que presenciemos una buena exhibición de fútbol, en una lucha reñida y de múltiples alternativas de interés y emociones renovadas y que, luego de un hermoso espectáculo en beneficio de todos, resulte vencedor el team que haya hecho más méritos en la conquista del triunfo.

 

ZOILO CANAVERI: EL GRAN WINGER DERECHO

El actual entrenador de Independiente es  Zoilo Canaveri, que durante muchos años fue winger derecho de lo mejor que ha existido en nuestros fields y que en su tiempo integró el famosísimo quinteto de Racing, formando pareja con Alberto Ohaco. Canaveri actuó poco en luchas internacionales, pues es uruguayo de nacimiento; pero su campaña fue larguísima y brillante en nuestras luchas locales. El recuerdo de su juego perdurará, despues se le consideró siempre entre propios y extraños como un verdadero maestro del deporte y sus enseñanzas serán útiles a los bisoños defensores de la casaca roja.

Zoilo, siendo muy joven, actuó frente a Boca en el comentado match de 1912, cuando fue agredido el referee Morasano, y resultó un partido que debe recordar bien, pues no quería actuar por tener un flemón, y si jugó fue porque Peterson, capitán en aquel entonces de los rojos, le dijo:

—¿Y qué importa que tengas un flemón, si para jugar necesito de tus piernas y no de tu cara?...

Zoilo Canaveri, al ver a sus pupilos frente a Boca, recordará sin duda las clásicas contiendas de otros tiempos... Es primo hermano del presidente de Independiente, don Pedro Canaveri.

 

V. CAPPELLETTI, EL IMPULSIVO

Victorio Cappelletti, que recuerdo como autor principal del incidente de 1918, antes de ser back de Boca, había sido half de ala de Independiente. Nunca fue un gran jugador, pero sí un elemento temible por su brusquedad y entusiasmo.

En 1915, en que jugaba por los rojos, fue culpable principal de que San Isidro no fuera campeón. Había sido suspendido por la Asociación y hubo con-fusión en la cantidad de partidos, de manera que cuando Independiente jugó contra Racing, Cappelletti actuó frente al clásico contrario.

El match lo ganó Independiente por 2 a 1, y este triunfo fue festejado por San Isidro, que con ese resultado era de hecho campeón. Pero Racing protestó el match por inclusión indebida de Cappelletti y lo ganó, desempatando luego con San Isidro, al que venció por 1 a 0 en la decisión del campeonato.

Cappelletti, olvidándose que actuaba frente a sus viejos compañeros de club en el match de 1918, usó de extrema violencia en sus intervenciones, al punto de desmayar a Soro de un recio puntapié intencional en el estómago, para luego, completamente excitado, trompear al referee cuando lo amenazó con echarlo del field.

 

Por Carryng (1931)