¡Habla memoria!

1905-1955. Medio siglo siendo Independiente

Cuando el club de Avellaneda cumplió 50 años, El Gráfico publicó un artículo repasando las vicisitudes afrontadas por sus fundadores para elaborar los cimientos de un gigante del deporte nacional.

Por Redacción EG ·

26 de julio de 2019

 

Imagen Carlos, Marcelo, Ernesto y Rosendo Degiorgi, los hermanos fundadores.
Carlos, Marcelo, Ernesto y Rosendo Degiorgi, los hermanos fundadores.

Mañana festeja Independiente sus primeros cincuenta años de vida. Pero son tres las fechas teóricas de fundación. El 4 de agosto de 1904 se reunió la primera comisión organizadora; el 19 de enero de 1905 volvieron a sesionar para ultimar algunos detalles, pero recién el 25 de marzo de ese mismo año de 1905 se realizó la asamblea extraordinaria constituyente que designó la primera comisión directiva y resolvió fijar, como fecha simbólica de fundación del club, la del 19 de enero. Y si así lo resolvieron hace medio siglo, no lo vamos a discutir nosotros ahora...

 

Imagen Los jóvenes Franco G. Chaguan, Juan Darnay, Arístides Langone (presidente), y Carlos G. Degiorgi, durante una reunión de comisión directiva, en la casa de Darnay, Charcas 841. Foto tomada en 1906.
Los jóvenes Franco G. Chaguan, Juan Darnay, Arístides Langone (presidente), y Carlos G. Degiorgi, durante una reunión de comisión directiva, en la casa de Darnay, Charcas 841. Foto tomada en 1906.
 

Como todos los clubs de entonces, Independiente, en sus primeros años, fue de una bohemia impresionante. Sus dirigentes, entonces como en lo sucesivo, supieron sobreponerse a todos los inconvenientes de la falta de pesos, y con los muy pocos que fueron juntando centavo a centavo, elaboraron los cimientos de esta grandeza de hoy, que es orgullo no sólo del club y de la barriada, sino del fútbol argentino y del deporte todo.  

La cuota de socios, inicialmente fue de 25 centavos. ¿Qué se podía hacer con una suma tan ínfima? Los gastos no eran en aquellos tiempos como los que obliga actualmente el profesionalismo, pero tampoco era cifra...

 

Imagen Los primeros recibos de Independiente, cuando se pagaba $0.25 por mes, y el jugador que no estaba al día con la caja, no jugaba.
Los primeros recibos de Independiente, cuando se pagaba $0.25 por mes, y el jugador que no estaba al día con la caja, no jugaba.
 

Y de las memorias de Independiente, de sus actas, se extraen algunos detalles como éstos: 31 de agosto de 1905: "se autoriza gastar un peso, (¡un peso!) para la compra de naranjas que serán ofrecidas al equipo de Argentino de Lomas. Se autoriza entregar un peso al vigilante de servicio..."

Hay otra: 2 de mayo de 1906: "El señor Langone queda encargado y se compromete a efectuar unos agujeros en los postes, so pena de pagar los gastos que pudiera originar al no hacerlos..." Y el señor Langone, el que tenía que hacer los agujeros, ¡era el presidente del club...!

 

Imagen Primera cancha de Independiente, en Avellaneda. Se pagaba $ 10 de arrendamiento mensual, y otros $ 10 por el fondo de una casa vecina donde levantó la casilla construida por socios, jugadores y miembros de la comisión.
Primera cancha de Independiente, en Avellaneda. Se pagaba $ 10 de arrendamiento mensual, y otros $ 10 por el fondo de una casa vecina donde levantó la casilla construida por socios, jugadores y miembros de la comisión.
 

***

Pero no es para reírse. Independiente siempre hizo las cosas así. Y las siguió haciendo cuando comenzó a ser grande. Y si pudo seguir, precisamente, siendo grande, fue porque nunca se creyó más de lo que fue y porque cuando a un grande se le va la mano corre inminente peligro de achicarse.

Muchos años después de esta fecha que mencionamos Independiente hizo su estadio de cemento. Los hombres que dirigían entonces el club trabajaron con el mismo criterio económico. Y tienen un estadio que pese al tiempo transcurrido desde que fue levantado sigile llevando multitudes y Latiendo records. Aquel estadio salió tan barato, pero tan barato, que las tres empresas que trabajaron en su construcción, sucesivamente, se fundieron. Porque los directivos rojos les controlaron tanto el centímetro cúbico de cemento y el gramo de hierro que no pudieron sobrevivir...

 

Imagen Cuadro de tercera división, año 1908, finalista de las copas "El Diario" y "Campeonato". Atrás, de pie: Pedro Pellerano (referee), Tomás Cafferata, Florencio Romero y Miguel Larralde. En el centro: Carlos Moretti, Balbino Ochoa y Amadeo Larralde (capitán). Abajo: Santiago García, Juan Collazo. Manuel Deluchi. Branlio Ibáñez y Germán Bidaillac.
Cuadro de tercera división, año 1908, finalista de las copas "El Diario" y "Campeonato". Atrás, de pie: Pedro Pellerano (referee), Tomás Cafferata, Florencio Romero y Miguel Larralde. En el centro: Carlos Moretti, Balbino Ochoa y Amadeo Larralde (capitán). Abajo: Santiago García, Juan Collazo. Manuel Deluchi. Branlio Ibáñez y Germán Bidaillac.
 
 

Un tiempo después se hacía necesario realizar algunas modificaciones en las instalaciones y llamaron a uno de los constructores que habían hecho el estadio. Y el buen hombre les contestó:

—¡ Váyanse al diablo..!

No es ésta la única anécdota que pinta de cuerpo y alma a los directivos de Independiente. Se cuenta que hace ya muchos años había en el club un buen señor llamado Domingo Sposari, que atendía a todas las divisiones de los rojos, desde la 8a, que actuaba a las 8 de la mañana, hasta la segunda, que jugaba como preliminar de la primera. Y para no estar ausente tampoco en el partido principal hacía de juez de raya o de botiquín con el primer equipo. Así todos los domingos. Y cuando terminaban los partidos — sí ganaban, — jugadores y dirigentes se reunían en un almacén que había frente a la cancha y los convidaban con un sandwich de mortadela de diez centavos y media cerveza. Un día el tal Sposari, que había estado trabajando para el club desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde, naturalmente sin almorzar, en lugar de un sandwich se comió dos. Y el tesorero del club, que era entonces Antonio Pérez, le dijo al presidente:

—Mire qué caradura el tipo éste: ¡si sigue así nos va a fundir!

 

Imagen El gran día. La inauguración del estadio, fue el 4 de Marzo de 1928. Bajo la lluvia, el Rojo y Peñarol empataron 2 a 2.
El gran día. La inauguración del estadio, fue el 4 de Marzo de 1928. Bajo la lluvia, el Rojo y Peñarol empataron 2 a 2.
 

Los dirigentes de Independiente siempre cuidaron el peso. Y el exceso de celo algunas veces — pero pocas — les salió mal. En 1926, siendo presidente don Pedro Canaveri, se presentaron todos los jugadores del equipo con Zoilo Canaveri a la cabeza pidiendo 10 pesos si ganaban un partido. Los directivos dijeron que no como siempre, pero ante la insistencia llegaron a un acuerdo: les darían 2 pesos por gol.

Independiente ganó 10 a 2 Les tuvieron que dar el doble de lo que les habían negado. Pero fue la única vez.

Además, en Independiente siempre hubo dirigentes y jugadores que trabajaron para el club. Desde los primeros tiempos de don Arístides Langone, que era presidente, arquero, capitán y hacía los agujeros en los palos, hasta la actualidad, siempre ha tenido el club hombres que han sido verdaderos ejemplos de voluntad y dedicación. Cuando vinieron a Buenos Aires los españoles del Barcelona — en España ya había un profesionalismo más declarado que el nuestro, todavía disfrazado — jugaron un partido en la cancha de los rojos. Ronzoni, que entonces era el gran eje medio de Independiente, vendía entradas en ventanilla hasta muy pocos minutos antes de iniciarse el partido. El presidente de la delegación española no quería creer que aquel taquillero fuera el jugador y se quedó a su lado hasta que le dieron el último aviso y entonces Ronzoni se fue a la casilla y se puso los pantalones cortos...

El español lo siguió hasta la cancha. No lo quería creer.

 

Imagen Zoilo Canaveri
Zoilo Canaveri
 

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Decimos más arriba que el presidente de los primeros años, don Arístides Langone, era presidente, arquero y muchas otras cosas. Pero era también el árbitro obligado cuando no había otro recurso. Y hay en la historia de Independiente una derrota catastrófica: en 1907 le correspondió jugar contra Atlanta, en tercera división. Y Atlanta le ganó por 21 a 1. Pocos recuerdan que el juez de aquel partido era precisamente el presidente de Independiente, don Arístides Langone. Lindos tiempos aquellos, cuando un presidente podía actuar como árbitro de un partido en el que jugara su club sin despertar sospechas de los contrarios.

Una semana después Independiente debía medirse con Racing, vencedor de Atlanta por 20 a 0. En las paredes de Avellaneda, en el puente del ferrocarril, en todas partes los de Racing escribían el pronóstico de aquel que sería desigual partido. Y no andaban con medios días: 40 a 0, decían.

Pero ganó Independiente 3 a 2, con un gol de agonía logrado por su puntero derecho y secretario de actas, Rosendo Degiorgi, a los 43 minutos del segundo tiempo. Allí comenzó el pleito de la barriada, en los Principios de Independiente en fútbol oficial.

 

Imagen 1937. Los señores Rosendo y Marcelo Degiorgi miran, treinta años después, el puente en el que los hinchas de Racing escribieron el terrible pronóstico que no se cumplió: "40 a 0!"
1937. Los señores Rosendo y Marcelo Degiorgi miran, treinta años después, el puente en el que los hinchas de Racing escribieron el terrible pronóstico que no se cumplió: "40 a 0!"
 

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Independiente, nombre que responde al grito libertario de su nacimiento, es una rama desprendida del Maipú-Banfield, una entidad también muy pequeña que hablase creado tiempo atrás. Pero un día, por esas razones que nunca faltan, ocho de sus integrantes, en abierta oposición a quienes entonces dirigían los destinos del club, resolvieron separarse y hacer rancho aparte. Se reunieron a tales fines en un almacén de la calle Victoria — hoy Hipólito Yrigoyen — entre Perú y Bolívar, y allí dieron el primer grito de redención futbolística. Algunos de los presentes sugirieron anexarse a Atlanta, que se había formado por allí nomás, algunos meses antes, pero la idea no prosperó y se resolvió formar un nuevo club. Como en el momento de elegir el nombre había uno que insistía en el acoplamiento a Atlanta, otro de los presentes le dijo un poco enojado:

—¡Qué Atlanta...! ¡Nosotros tenemos que tener un club independiente! Y don Rosendo Degiorgí —entonces era el pibe Degiorgi — gritó entusiasmado: —Ahí está el nombre: ¡Independiente! Nos llamaremos Independiente. Sus primeros dirigentes, aquellos pioneros de nuestro deporte, recuerdan hoy, con verdadera emoción, sus primeros pasos y los deseos enormes de que alguien se ocupara públicamente de los partidos.

 

Imagen 1937. En el campito de Avellaneda – Parados: Juan Darnay, Edelmiro Langone, Arístides A. Langone, Alfredo Langone, Carlos Degiorgi, Antonio Diez y Ernesto Degiorgi. Hincados: José Hermida, Antonio Barraza (golkeeper del gran partido con Racing). Rosendo Degiorgi y Marcelo Degiorgi, reunidos después de treinta años.
1937. En el campito de Avellaneda – Parados: Juan Darnay, Edelmiro Langone, Arístides A. Langone, Alfredo Langone, Carlos Degiorgi, Antonio Diez y Ernesto Degiorgi. Hincados: José Hermida, Antonio Barraza (golkeeper del gran partido con Racing). Rosendo Degiorgi y Marcelo Degiorgi, reunidos después de treinta años.
 

Cuenta don Arístides Langone que en los años 1907 y 1908, al terminar los partidos, mientras comían en algún almacén del barrio, escribían crónicas del encuentro y las traían a los diarios del centro para que se publicaran. Hacían 7 u 8 coplas, llegaban a las redacciones y con el sombrero en la mano solicitaban respetuosamente la publicación de la noticia. —Siempre había que achicarlas. Ya entonces nos corrían con aquello del espacio... — dice don Arístides.

¿Quién hubiera imaginado que años después los diarios le iban a dedicar a los partidos de fútbol ediciones casi íntegras?...

Han pasado 50 años.

 

Imagen Primera acta de fundación.
Primera acta de fundación.
 

 

CANCHAS Y COLORES

No siempre Independiente tuvo la misma cancha, como tampoco tuvo desde sus principios los mismos colores. Los diversos campos de juego se fueron sucediendo de acuerdo con el siguiente orden:

Primera cancha provisional: Gaona, al llegar a Bella Vista.

Primera cancha efectiva: Boyacá, en las proximidades del Lavadero de Flores. (Como en aquellos tiempos había por allí verdaderos andurriales y la Cancha se perdía entre cicutas y cardales, se colocó en el almacén de Gaona y Boyacá una chapa indicadora para orientar a los jugadores del Lomas A. Club, que jugaban esa tarde. Y la chapa, verdadera pieza de museo, quedó, allí más de 20 años).

Segunda cancha: Avenida San Martín y Donato Alvarez.

Tercera cancha: Avenida Alvear y Tagle, al lado de Estudiantil Porteño y del Club Arenales. Allí pagaban de alquiler 10 pesos mensuales.

 

Imagen Allá por el año 1905, las familias de ¨los diablos¨ se aventuraban a llegar a la cancha de la Crucecita, calle Manuel Ocantos, para estimular a los futuros campeones. Las elegantes toilettes ponían su nota de inusitado lujo en el arrabal.
Allá por el año 1905, las familias de ¨los diablos¨ se aventuraban a llegar a la cancha de la Crucecita, calle Manuel Ocantos, para estimular a los futuros campeones. Las elegantes toilettes ponían su nota de inusitado lujo en el arrabal.
 

Cuarta cancha (primera en Avellaneda): Fines de 1906, en Manuel Ocantos al 600. Se pagaban 10 pesos mensuales y otros 10 por un cuartito en los fondos de un almacén cercano, donde se cambiaban los jugadores.

Quinta cancha: Avenida Mitre — hoy Eva Perón — al 2000. Este nuevo campo se inauguró contra Estudiantil Porteño y el tesorero Perucho Seminario repartía chocolatines a los pibes.

Sexta cancha: Su actual estadio en Alsina y Almirante Cordero, lugar llamado hace muchos años la Laguna de Ohaco, y donde hubo que rellenar con miles de carradas de tierra, desperdicios y lo que viniera. La visera de cemento que ahora aparece detrás de un arco estaba colocada en el lugar que correspondía: a un costado, pero luego se cambió la orientación del campo de juego y quedó así... Y a propósito de esa visera, cuando se construyó, hace más de 20 años, un inspector municipal de entonces se aventuró a decir que la Intendencia no aceptaría aquel techo sin columnas porque era peligroso. Y el constructor Garófalo, que conocía las mañas y los escasos conocimientos del tal inspector en matemáticas, compró un grueso cuaderno, lo llenó de números y fórmulas puestas al azar, y le dijo:

—Aquí está la demostración matemática de la estructura periférica de este techo sin columnas, con el aguante tridimensional por centímetro cúbico. Estúdielo, inspector, y si encuentra algo equivocado me avisa y lo tiramos abajo...

De más está decir que el inspector, dos días después, dijo que todo estaba perfecto...

 

Imagen Team de 1906 en el que "algunos" lucen los colores del club: camisa blanca con bolsillo azul. Forman el grupo: Fernando Aizpuru, J. Ronald, F. Moreno, Severo Rodríguez, Andrés Ferrier, N. Fernández (referee), Luis Lage, Marcelo Degiorgi, A. Martín, Julio F. Mantecón. J. Quaglino, N. Altieri, Rosendo Degiorgi y Alberto Arregui.
Team de 1906 en el que "algunos" lucen los colores del club: camisa blanca con bolsillo azul. Forman el grupo: Fernando Aizpuru, J. Ronald, F. Moreno, Severo Rodríguez, Andrés Ferrier, N. Fernández (referee), Luis Lage, Marcelo Degiorgi, A. Martín, Julio F. Mantecón. J. Quaglino, N. Altieri, Rosendo Degiorgi y Alberto Arregui.
 

En cuanto a los colores, tampoco fueron el rojo con adornos blancos los primeros que tuvo Independiente. El primer uniforme era una camisa blanca con bolsillo en forma de escudo color azul con dos franjas blancas cruzadas y en cuyos ángulos se bordaron las iniciales I.F.C., correspondientes a Independiente Football Club, que fue también su primer nombre, antes de castellanizarse la palabra fútbol.

Ese uniforme se cambió por el actual a iniciativa del señor Langone, a quien le agradaron mucho los colores del club inglés Nottingham Forest, que había llegado a Buenos tiempo atrás.

Lo interesante del que en aquellos tiempos los uniformes no sólo se componían de casaca y pantalón o medias, como actualmente, sino de una serie de chirimbolos raros. Así en el acta de la reunión de comisión directiva de fecha 30 de marzo de 1905 se lee lo siguiente: ¨Después de un animado debate aprobado el uniforme oficial del club: pantalón corto azul, camiseta crimea blanca (camisa), con ribetes azules, gorra forma jockey, azul con estrella blanca y centro en la coronilla¨.

Verdaderamente es una pena que ya no se use aquella gorrita de jockey. ¡A Grillo le quedaría fenómeno!

 

Imagen Este carnet de 1905 pertenece al señor Rosendo Degiorgi, socio núm. 1, y fundador, también número 1, del club.
Este carnet de 1905 pertenece al señor Rosendo Degiorgi, socio núm. 1, y fundador, también número 1, del club.
 

 

LAS PRIMERAS COMISIONES DIRECTIVAS

Al llegar Independiente a su medio siglo de vida, los hombres que con su esfuerzo de entonces cimentaron esta grandeza de hoy merecen el homenaje de un recuerdo. Son ellos:

Primera comisión directiva: Presidente, Aristides A. Langone; secretario, Daniel Bevilacqua (en cuya casa de Esmeralda 329 se realizaron las primeras reuniones; prosecretario, Juan Artau; tesorero, Carlos P. Degiorgi; vocales: Andrés Ferrier, Víctor Camino y José Hermida.

La primera comisión provisoria, que llevó el carácter de organizadora, se integró con los siguientes "independientes": presidente, Rosendo Degiorgi; secretario, Marcelo Degiorgi; tesorero, Luis Bassou; Vocales: Nicolás y Antonio Cabana. Nicolás Bassou. Fernando Aízpuru y J. F. Ipart.

 

Imagen Antonio Diez, Arístides A. Langone y Carlos Degiorgi, tesorero, presidente y secretario, respectivamente en 1937.
Antonio Diez, Arístides A. Langone y Carlos Degiorgi, tesorero, presidente y secretario, respectivamente en 1937.
 

 

LOS PRIMEROS EQUIPOS

El primer cuadro provisorio de los desertores de Maipú-Bánfield, ya agrupados bajo el símbolo de Independiente, fue éste; Francisco Maristany; Marcelo Degiorgi y Andrés Ferrier; Manuel Martín, José Hermida y Cristóbal García; Rosendo Degiorgi, A. Blanco, Edelmiro Langone, Ernesto Degiorgi y Juan Darnay. Y el primer equipo oficial: Aristides A. Langone, (que ya era presidente): Cristóbal García y Andrés Ferrier; C. Dumec, A. Dumec y N. Nadeo; Luis Bassou, Marcelo Degiorgi, Edelmiro Langone, N. García y Juan Darnay. La primera tribuna se inauguró en un Partido contra Bristol, de Montevideo, previa comida en un restaurante de Avellaneda. Se bordeó el campo con arpillera para evitar los espectadores "de gorra", y se recaudaron $ 520,30.

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Imagen Luis Ravaschino, goleador del torneo de 1924.
Luis Ravaschino, goleador del torneo de 1924.
 

En varias ocasiones Independiente recibió el refuerzo de jugadores que no se encontraban a gusto en sus respectivos clubs y pasaban a sus filas. Tales los casos de Los Británicos de Avellaneda, que cayeron en masa, y en 1908 un grupo de fundadores  de Racing, entre los que se encontraban Miguel y Amadeo Larralde, Florencia Romero, Manuel Deluchi, José Couacc, Balbino Ochoa, Carlos Moretti, Braulio Ibáñez, Germán Bidaillac. Tomás Caferata, Mario García, F. Bruzone, Félix Viscay y otros.

En 1909 llegó al club el que fuera un extraordinario arquero: José Buruca Laforia.

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Imagen Uno de los tercetos más famosos de nuestro fútbol lo compusieron de la Mata, Erico y Sastre. Por gravitación de las condiciones de los mismos el ataque rojo exhibió una fisonomía determinada, por lo ya muy conocido de que el estilo es el hombre.
Uno de los tercetos más famosos de nuestro fútbol lo compusieron de la Mata, Erico y Sastre. Por gravitación de las condiciones de los mismos el ataque rojo exhibió una fisonomía determinada, por lo ya muy conocido de que el estilo es el hombre.
 

Grandes figuras han pasado por las filas de Independiente en su ya dilatada actividad futbolística, que abarca medio siglo de existencia. Tarea materialmente imposible sería la de dar a conocer todos sus nombres, pero aun desafiando los peligros de involuntarios y justificados olvidos, vamos a recordar algunos: José Buruca Laforia, que jugó en Alumni cuando venció al Sud Africa; Bartolito Lloveras, Pichin Hospital y Alberico Zabaleta; Antonio Ferro, Ernesto y Roberto Sande, Guillermo A. Ronzoni. Pedro Isusi, don Pedro Ucar, recientemente fallecido: Franco P. Chagnaud, Pascual Garré, hijo de la primera mujer hincha del club; Juan Cánepa. Ventureira, Miguel Elena. Juan Tubío, Manuel López, Colla, Moretti, actual socio número 1; Balbino Ochoa, hermano de Pedro; los uruguayos Porta. Corazzo, Ferrou, Almiñana y Enrique Fernández: el pergaminense Fernando Bello, Lecea, Coletta, Fazio, Leguizamón, Coll, Batagliero Y mil más.

 No pueden estar ausentes de ninguna cita en la que se hable de Independiente dos delanteras famosas: Canaveri, Lalín, Ravaschino, Seoane y Orsi, de extraordinarias virtudes y luego de varios años la que formaron Maril, de la Mata, Erico, Sastre y Zorrilla.

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Imagen 1953. Rodolfo Micheli, Osvaldo Cruz, Carlos Cecconato, Ernesto Grillo y Ricardo Bonelli posan para El Gráfico
1953. Rodolfo Micheli, Osvaldo Cruz, Carlos Cecconato, Ernesto Grillo y Ricardo Bonelli posan para El Gráfico
 

Actualmente Independiente tiene un gran plantel, pero de su actuación habrán de ocuparse los historiadores del futuro. Bástenos decir, en homenaje a un quinteto famoso, fue la primera vez en el profesionalismo que una delantera de club formó íntegramente un seleccionado para encuentros de excepcional significación como lo fueron los que se disputaron frente a ingleses y españoles en Buenos Aires, y recientemente contra  Portugueses, en Lisboa: Micheli, Cecconato, Lacasia, Grillo y Cruz en los dos primeros y Bonelli, por Lacasia, último. Y todos esos partidos se ganaron.

 

Por AMPELIO M. LIBERALI (1955)