¡Habla memoria!

1965. Estudiantes lo espera

El romance entre Zubeldía y Estudiantes estaba por comenzar, el padre de la criatura llegaba al Pincha y luego de dos años de trabajo alcanzaría su ciclo más glorioso con 5 títulos internacionales y un campeonato local.

Por Redacción EG ·

07 de junio de 2019

A las 6 y 20 sale de su casa, en Liniers, para tomar el tren que una hora después lo lleva desde Constitución a La Plata. De martes a sábado la rutina se cumple con la obligatoriedad rigurosa que impone su disciplina. Osvaldo Zubeldía (37 años, casado, 1 hijo de 9 años) va y regresa hablando de fútbol con su asistente, Argentino Geronazzo (34 años, soltero). El entrenamiento es de 9.30 a 12.30. La primera hora la ocupa el profesor Jorge Kinstenmacher: "Para mí el mejor preparador físico del país", según Zubeldía. Y después, dos horas de trabajo intenso a cargo del dúo técnico. Claros, cortinas, pared, córner corto, freno, posicional, tiros libres, arrastre de marca..., todo se ensaya, todo se repite en la mansedumbre de una pedagogía que Zubeldía ejecuta sin gritos, sin recriminaciones. Una y otra vez cualquiera de las 32 jugadas estudiadas se reitera con la explicación del técnico.

La charla teórica se prolonga en el vestuario dos veces por semana. Y el diálogo íntimo ya forma parte de los planes que Estudiantes ha incluido para su programa de 1965.

"Se van a llevar una sorpresa con nosotros este año, afirma convencido Zubeldía. Estudiantes hará una gran campaña."

El desafío está lanzado... La seguridad de Zubeldía es mantenida en el mismo tono simple de su lenguaje apasionado. "Nadie habla de nosotros pero, "¡ojo!, ¿eh?"

SUS FUNDAMENTOS

"Hace unos días hicimos un amistoso con Gimnasia. Ellos venían de jugar 8 partidos y nosotros recién empezábamos a movernos. Perdimos (2-1), pero el balance me favoreció; de arranque casi hacemos el gol, por una jugada estudiada, y en los corners nuestros hombres cumplían con la estrategia prevista. Eso me dejó conforme. Muy pocas veces un plantel interpreta tan bien las indicaciones."

Zubeldía fundamentaba así la razón de su optimismo, reconociendo que aún faltan algunos hombres para la integración del plantel. "Pero, mire, en la tercera hay dos o tres pibes que pueden andar bien, y arriesga los nombres: "tenemos un chico, Poletti (arquero), que va a ser un fenómeno, y un marcador de punta, Malbernat, que ya es cosa sería; además, Pachamé y Cabouli, que los veo con porvenir."

 

Imagen Junto a Pedernera, el 25 de noviembre de 1962.
Junto a Pedernera, el 25 de noviembre de 1962.
 

Los consagrados también están en el elogio de Zubeldía. Madero, Barale, López, Castillo, Spadaro... Todos son la razón de una fe silenciosa, de una carta escondida que Zubeldía piensa sacar de la "manga". Incluso Pando, a quien definió como "jugador que vendría justo para Estudiantes".

¿DONDE ESTABA ZUBELDIA?

Jugó hasta el 60 en Banfield. Simultáneamente dirigía a Atlanta. Se quedó en Villa Crespo hasta la segunda rueda del 63, en que volvió a Banfield como asesor de Benicio Acosta, 4 comienzos del año pasado Vélez Sarsfield le pagaba 85.000 pesos por' dirigir a su plantel y otros 25.000 pesos a Geronazzo por acompañarlo. Duró tres meses; en marzo, un conflicto con los dirigentes de Liniers lo obligó a alejarse. En el mismo mes se ganó un coche Fíat 600 en una rifa auspiciada por Vélez y prefirió los 363.000 pesos en efectivo, "con los cuales viví todo el año". Argentinos Juniors, Atlanta y Gimnasia y Esgrima le ofrecieron la dirección técnica, pero ninguno concretó finalmente. Y quedó inactivo. Pero no del todo: junto con Geronazzo escribió un libro que muy pronto saldrá a la venta: "Táctica y estrategia del fútbol". A él dedicaron cinco meses y sus 300 páginas narrarán sin reservas el pensamiento y las experiencias de los autores.

En diciembre el nombre de Zubeldía volvió a ser noticia: Nacional de Montevideo se interesaba por sus servicios. Pidió un millón de pesos de prima y 200.000 nacionales por mes. Con eso se hacía cargo de los gastos de su familia y de Geronazzo.

La contraoferta fue inferior: nada de prima y 20.000 pesos oro (unos 140.000 pesos argentinos) mensuales. Además, se haría cargo de Geronazzo y de su familia. El no fue rotundo. Y llegó Estudiantes, que mejoró la cotización. Cotización que sólo incluye a Zubeldía, es decir que los 25.000 pesos por mes del asistente los paga de su bolsillo el propio Zubeldía.

¿Y EL HOMBRE MALO?

"Yo no sé de dónde sacaron una personalidad de tipo «malo». Yo nunca me tiré con nadie. Alrededor mío inventaron un personaje que no existe." Zubeldía opina.

Boca: "Gran equipo, con mucha fuerza moral. Tiene valores individuales de gran categoría y la gente que lo dirige está trabajando muy bien".

Independiente: "Táctica y técnicamente es fuerte. Habría que saber cómo andan anímicamente".

Boca e Independiente, frente a la Copa de Campeones: "Cualquiera de los dos puede ganar. Y cualquiera de los dos va con chance a la Copa".

San Lorenzo: "Es un buen equipo para la vista con cinco valores bárbaros: Páez, Albrecht, Telch, Arean y Veira".

 

Imagen La fotografía fue tomada por Pellizeri el 21 de marzo de 1964.
La fotografía fue tomada por Pellizeri el 21 de marzo de 1964.
 

River: "Puede ser el equipo del 65. Lo de las «camarillas» son «grupos»".

Helenio Herrera: "Es un tipo que sabe".

Las opiniones fueron respondidas sin vacilaciones. En el mismo tono bajo de su trato común. Con la misma simpleza de su lenguaje sin fuerza.

"Yo no me «como» a nadie, y nunca he discutido con nadie. Algunos dirigentes cuando hablan conmigo coinciden en decirme: usted no es tan malo como lo pintan. ¿Y de dónde sacaron que yo soy malo...?"

En seguida viene el ejemplo: "El vestuario del equipo que dirijo está abierto siempre para los periodistas antes y después de cada... partido. Yo pienso que no hay secretos, ni misterios. ¿Quieren hablar con los jugadores?, hablen... ¿Quieren hablar conmigo?, hablen; lo único que les pido es que me dejen entre el primero y segundo tiempo a solas con los muchachos porque siempre hay cosas para hablar, pero antes y después cualquier cosa... Es más, si me preguntan cómo va a jugar mi equipo, se lo digo también; en el fútbol no hay misterios y los directores técnicos no ganan los partidos. Los directores técnicos planifican y dan elementos para que se gane un partido, pero cuando el rival es superior en calidad humana está listo... no gana ni con la «mula»".

La oportunidad obliga la rectificación: "Se dijo que para mí Pedernera era un mal técnico. No es cierto. Yo dije que Adolfo tenía gran ascendiente con los jugadores por su historia y por su personalidad, pero no podía opinar porque nunca lo vi trabajar".

También esto forma parte del: "Yo no nunca me «tiré» con nadie".

"LA CULPA ES MIA"

El juego franco también se extiende a la trastienda del vestuario. Para Zubeldía la culpa de una derrota será de Zubeldía: "Es lo primero que le digo a los jugadores: cuando a usted le pregunten por qué perdimos, écheme la culpa a mí".

La respuesta tiene una explicación escondida en la sonrisa apenas perceptible. En cambio, el porqué trabaja con Geronazzo merece la réplica inmediata y terminante: "Uno solo no puede hacer el trabajo de campo. Nosotros fuimos compañeros en Vélez, hicimos el curso de técnicos juntos en la A.F.A. en 1960 y pensamos igual en todo lo que sea fútbol. El me ayuda y cuando haga falta irá a ver al rival de Estudiantes para analizarlo con los jugadores la semana del partido". Además de lo especificado el binomio comparte entre diez y doce horas diarias en el departamento de Zubeldía planificando, estudiando, buscando.

Imagen Zubeldía ganó en Estudiantes el Metropolitano 67, además de 3 Copas Libertadores, una Interamericana y una Intercontinental.
Zubeldía ganó en Estudiantes el Metropolitano 67, además de 3 Copas Libertadores, una Interamericana y una Intercontinental.

La historia de este técnico es corta. Dirigió a un sólo equipo, Atlanta. Y asesoró a otro, Banfield. En cinco años fue pedido por más de seis entidades. Una cláusula terminante pinta su preocupación: "Yo soy el responsable del equipo; ninguna intromisión será admitida". En esto no hay pose ni figuración. No hay gritos ni' ofensas. Hay inquietud, trabajo, transpiración.

El "Nadie habla de nosotros, pero, ¡ojo!, ¿eh?" responde a una confianza auténtica. Estudiantes de La Plata será, según su convicción, un equipo que exigirá, que costará vencer. "Yo sé que salir campeones está lejos de nuestras posibilidades, pero de la mitad para arriba, seguro".

Mañana a las 6 y 20 Zubeldía sale de Liniers para La Plata...

 

 

Por Ernesto Cherquis Bialo

Fotos: González.