¡Habla memoria!

Racismo y discriminación: el día que Leandro Desábato quedó preso en Brasil

El entonces defensor de Quilmes fue denunciado por Grafite, delantero de Sao Paulo. Un episodio que alteró las relaciones bilaterales y en el que se involucraron desde Julio Grondona a Diego Maradona

Por Panqui Molina ·

13 de abril de 2023

GRAFITE dijo que le tildó "negro" y "macaco". Leandro Desábato aseguró que algo le dijo, pero no tuvo nada que ver con eso. "Reclamé por mis derechos como ciudadano", dijo el brasileño.

En uno de los hitos que conmovió al mundo del fútbol, el 13 de abril de 2005, Leandro Desábato fue arrestado en San Pablo acusado de racismo por discriminar al brasileño Grafite. 

El entonces defensor de Quilmes de 25 años pasó 40 horas detenido luego de la derrota de su equipo 3-1 ante Sao Paulo en el Morumbí. “Lloré mucho pensando en mi familia. Yo estaba siendo tratado como delincuente, esposado, cuando nunca le robé a nadie.No había ni un colchón”, relató Desábato, que se retiró en junio de 2018 y actualmente es el director técnico de Almagro, en la Primera Nacional.

No fue el primer escándalo en la historia de la Copa Libertadores pero sí la primera vez que un jugador fue detenido por insultar a otro en una cancha de fútbol

El incidente se originó a los 45 minutos del primer tiempo. Sobre la línea de cal, Carlos Arano intentó hacer rebotar la pelota en Grafite para ganar un lateral y al impactar la pelota chocó con el delantero. Chiche reaccionó, Grafite abrió los brazos como quien se quiere desentender de la acción y ahí apareció Desábato que le dijo algo al oído. Grafite se lo sacó de encima con un manotazo a la altura de la cara y Desábato se desvaneció. El árbitro Martín Vázquez terminó por expulsar a Grafite y a Arano.

 

Imagen Caos y confusión en el Morumbí: Desábato fue detenido por racismo
Caos y confusión en el Morumbí: Desábato fue detenido por racismo
 

La previa ya había arrancado caliente. Grafite se había quejado de recibir un tratamiento racista cuando Sao Paulo fue a Quilmes días antes. Llegó a declarar que si metía un gol enviaría una banana a los defensores. "Yo le dije que se metiera la banana en el culo", declaró tiempo después Desábato. 

El propio delantero fue el que denunció el incidente al término del encuentro. Desábato fue detenido antes de bajar los vestuarios del Morumbí, en el campo mismo, por el comisario Oswaldo Gonzalvez, "Me llamó ‘negro’ y macaco”, denunció Grafite.

Imputado por injuria calificada, Desábato pasó la noche en una comisaría cercana al estadio. 40 horas después salió el pedido de excarcelación y fue liberado después de pagar una fianza de 10 mil reales. 

El conflicto escaló hasta lugares impensados. Incluso se supo que la orden de prisión para el jugador había partido del más alto nivel del gobierno de San Pablo, opositor al gobierno de Lula, presidente de Brasil que para ese entonces ya había retirado la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) de su agenda de discusiones para fortalecer sus relaciones con Sudamérica. "Es necesario acabar con la disputa entre brasileños y argentinos sobre quién es más bonito o inteligente", dijo el mandamás, en tiempos de su primer mandato.

Julio Grondona, entonces presidente de AFA, defendió al argentino. "No tiene que pedir disculpas porque no hizo nada".

Diego Maradona hizo lo propio: "Si en Brasil tienen problemas con el racismo, que los resuelvan afuera de la cancha".

Daniel Passarella, DT de Corinthians en ese momento, puso el predio del Timao a disposición de Quilmes para entrenarse y no se quedó atrás: "en Brasil andan sueltos los traficantes, pero lo ponen preso a Desábato".

"Otros tipos, otros códigos", tituló la edición 4338 en la página 130 de El Gráfico en mayo de 2005, al mes siguiente del episodio, en un intento por comparar lo sucedido en 1955, cuando Norberto Conde cargó al oriental González en el Sudamericano de Chile y desató una gresca que terminó ahí.

"Las esposas puestas sobre las muñecas del defensor quilmeño remitieron a la matanza de 30 jóvenes negros en Río de Janeiro y supusieron corporizar en el argentino un llamado enorme de atención para las actitudes discriminatorias", consignó el editorial firmado por Carlos Poggi. Y agregó: "Tampoco Grafite se comportó como un deportista puro y casto" 

Desábato llegó a Argentina dos días después y el intento de postergar el duelo ante River por el Torneo Clausura no tuvo efecto. Desde el Cervecero tildaron al equipo que dirigía Leonardo Astrada y tenía a Marcelo Gallardo entre sus figuras como ventajeros. El Millonario no tuvo piedad y lo goleó 4-0.

A los pocos días, Grafite sufrió una nueva agresión, pero de los propios. En un amistoso con la Selección de Brasil ante Guatemala en el Pacaembú arrojaron una banana con la inscripción "Grafite Macaco".

Quilmes, dirigido por Gustavo Alfaro, con figuras como Nelson Vivas, Matías Almeyda, Agustín Alayes y Miguel Caneo, no pudo superar la fase de grupos y quedó con 5 puntos en el tercer puesto, detrás de Sao Paulo y Universidad de Chile

Sao Paulo se quedó con la Copa Libertadores 2005, la tercera y última en su historia, luego de vencer a Athletico Paranaense en la final.

La causa quedó en el olvido. Grafite tenía plazo hasta septiembre inclusive para confirmar la querella, pero desistió: “Ya pasé esa página en mi vida y él ya pagó bastante por lo que hizo”, declaró. Había presentado como testigos a dos televidentes que le habían leído los labios a Desábato.