1979. Mano a mano sin concesiones
El Gráfico reunió a Enzo Trossero de Independiente y a Jacinto Leopoldo Luque de River en una charla de café, los santafesinos palpitaron la semifinal del Metropolitano que se estaba por venir.
Un día, la vida se puso a repartir los naipes.
A Enzo Trossero le tocó un cielo rojo.
A Leopoldo Luque, una banda que entraba en diagonal y se le metía en el pecho.
Ambos sortearon los angostos límites de Santa Fe, orejearon, jugaron, rieron, lloraron, perdieron, ganaron. Cada cual con su naipe, ese que volverán a mostrar sobre el paño del Monumental el próximo domingo.
TRÓSSERO: —¡ Leopoldo, qué alegría verte! (Acaba de terminar el entrenamiento vespertino del viernes en River, y el jugador de Independiente se encuentra con Luque).
LUQUE: — Qué haces, Enzo! Me baño y charlamos, ¿eh? Esperame en el bar... De paso mirá qué club es éste. Es una ciudad dentro de la ciudad, un mundo.
(Primer intermedio: Hay un remolino de gente intrigada que se sorprende al verlo a Trossero en el Monumental ¿Acaso lo ha mandado Pastoriza como espía, para observar los entrenamientos técnico-tácticos ordenados por Labruna con vistas al partido del domingo 29? Aquí está la respuesta. Trossero fue a buscarlo a su coprovinciano para charla); invitados por EL GRÁFICO.). Vuelve Luque. El escenario se traslada a La Flor de Beigrano, un bar añejo donde ambos comienzan a jugar el partido...
LUQUE: —Mirá que el domingo yo a vos no te conozco, ¿eh?
TROSSERO: —¿Ah, sí? Qué bien. Quedate tranquilo que yo tampoco...
LUQUE: —Ehhh, pará, para. No te vas a tirar conmigo. Si somos santafesinos...
TROSSERO: —Es verdad. Pero fijate que hay mucha gente que cree que yo soy cordobés. Y no es así. Yo nací en Esmeralda, Santa Fe. Lo que pasa es que de pibe jugué para la Liga Cordobesa, y mi señora es cordobesa.
LUQUE: —¿Te acordás de la primera vez que nos enfrentamos? Vos ya jugabas en primera. Yo todavía me comía el garrón en la B, con Unión...
TROSSERO: —Sí, todo lo que quieras, pero ustedes nos. ganaron 2 a 0. Fue un cuadrangular con Boca y River. El negocio era que Colón llegara a la final y nos mataron...
LUQUE: —¿Sabés qué pienso? Que el que gana el domingo es campeón.
TROSSERO: —Y…puede ser ¿Sabés que el que pierda de los dos va a jugar a Japón el domingo 12 de agosto? Me enteré en el entrenamiento de hoy.
LUQUE: —Bueno, entonces te encargo un reloj de Tokio...
TROSSERO:..
LUQUE: —Mira, para qué te voy a camelear. Nosotros queremos ganarle a Independiente para borrar aquella imagen de la final del año pasado cuando ustedes nos vencieron 2 a 0 en el Nacional con goles de Bochini. Fue la última vez que jugamos y ahora nos estamos preparando.
TROSSERO: —Nosotros también tenemos necesidad de ganarles. Por lo de la Copa, ¿sabés? Tenemos que rehabilitarnos. Conseguimos la clasificación frente a Colón y estamos levantando. El Pato nos habló después de perder con Boca y nos volvió a la realidad. Además en el plano individual te digo que yo le gané por primera vez a River en el Metro del 77. Los goles los hicieron Outes y Bertoni. Salimos 2 a 1. Entre el 72, cuando debuté en Colón justo contra River perdiendo 4 a 0, hasta el 77, nunca lo pude vencer. Todavía tengo en la mente aquella goleada. Pinino Más hizo tres goles y Carlos López el otro. EL GRÁFICO me puso seis. Fue en la 12° fecha del Metropolitano...
LUQUE: —Te voy a ser sincero. Independiente es uno de los equipos que más miedo le tengo en el fútbol argentino. Creo que en este momento desequilibran dos jugadores: Bochini y Trossero. Y vos sabés que lo digo en serio. Creo que Trossero es el jugador más importante del equipo. Por el temperamento y por la fuerza. Además tienen a Alzamendi y a Barberón, dos punteros con una polenta enorme. Nuestra base son el Pato Fillol, Passarella, Alonso, Jota Jota y Merlo. Justamente Merlo es importantísimo en este partido porque marcará al Bocha.
TROSSERO: —Sí, es verdad. Yo creo que puede salir un lindo partido, porque lo que sobran son jugadores de calidad. No son solamente Alonso y Bochini. Segundo intermedio: El sábado a las dos de la tarde ambos se vuelven a encontrar en la puerta del estadio Monumental. El teleobjetivo de Legarreta los sorprende en una jugada clave: Trossero lo marca a largue para la foto. ¿Para la foto?...
LUQUE: —Eh, viejo, despacito. Me pegaste en la rodilla... ¿Ya empezás?
TROSSERO: —¡Andá! Si yo nunca te toqué. ¿Sabés una cosa? Marcarte a vos es muy difícil. Siempre se te da por tirarte hacia la izquierda y como yo no tengo pierna derecha se me arman unos líos bárbaros. Por eso con Villaverde te esperamos en zona. Si no puedo cruzarte yo, te sale él. Ahora que no está Hugo tendremos que estudiar una variante. Pero no te vas a enterar hasta el momento del partido...
LUQUE: —No te pongas cargoso, viejo... A propósito, yo creo que el puesto mejor cubierto del fútbol argentino es el de número 6, donde estás vos y Passarella.
TROSSERO: —Y el 9 también, Leo. Vos, Outes, y muchos otros.
LUQUE: —La verdad es que no estoy gastado físicamente. Recién tengo cinco años en primera, medio en Unión y cuatro y medio en River. Eso sí, fueron muy intensos., Ningun jugador ha andado tan rápido como yo. El otro día caminaba con mi amigo Carlos Rojas en Santa Fe y él me decía si me acordaba de seis años atrás, cuando mirábamos el Mundial de Alemania juntos.
TROSSERO: —Che, Leo, ¿qué te parece ese reglamento que se usará en las finales, eso de que el gol de visitante vale doble?
LUQUE: —No me gusta para nada. Es un reglamento complicado. Por ahí perdés un campeonato por un gol de visitante, y no hay derecho. Lo único que vale es jugar, nada de especular. Que se hagan partidos de desempate, pero nada de gol average ni cosas raras... Que se juegue al fútbol como se debe jugar.
Tercer y último intermedio, para aclarar algo. River e Independiente mantienen vínculos afectivos. El domingo próximo podrán mantener una batalla pero más allá de la anécdota hay un profundo lazo que los une. El año pasado ambos equipos compartieron charlas y hoteles en Ecuador, cuando fueron a jugar por la Copa Libertadores de América. Y en el caso particular de Trossero y Luque, prolongaron su amistad pueblerina en la Selección.
LUQUE: —Ayer vino el Negro Ortiz a comer un asado con nosotros. Es una gran baja para el partido del domingo, aunque el pibe Commisso anda bien. Yo soy amigo del Negro. No lo fui a visitar, cuando volvimos de Europa porque lo quiero mucho y no hubiera soportado verlo como estaba.
TROSSERO: —Yo me acuerdo que un par de noches antes de salir charlamos tanto con él, Passarella y con vos en una pieza... Cada cual contaba algo de su pueblo, de su gente. No hablábamos solamente de fútbol.
LUQUE: —¿Y vos, te vas o no te vas a Francia?
TROSSERO: —Mirá, está casi todo arreglado. Yo no quería irme pero me dan el oro y el moro. Muy pronto tendré una reunión definitiva (que al fin se realizó el domingo a las 10.30 y que terminó con un brindis por Trossero y el Nantes ya que la operación se concretó).
LUQUE: —Está bien, si hay buena plata aceptá. Cuando andes mal nadie se va a acordar de vos...
TROSSERO: —Bueno, Leo. Me voy. Nos vemos el domingo.
LUQUE: —Chau, Enzo. Ah, y acordate... Yo te mando el buzo que te prometí con Talamonti después del partido. Vos traeme de Tokio el reloj que te pedí...
Por GUILLERMO BLANCO (1979).
Fotos: ANTONIO LEGARRETA.