¡Habla memoria!

El día que mataron a Ronaldo

En 1999, a un año de ser asesinado por su gente, se esclareció la enfermedad que puso en peligro su vida en la final del Mundial de Francia 1998, el cual Brasil perdió frente al anfitrión.

Por Redacción EG ·

09 de diciembre de 2019

Hay una imagen despiadada que recorrió el mundo. La imagen que simbolizó los sentimientos de un super atleta. Brasil había perdido la final de la Copa del Mundo en Francia, en 1998, y los flashes y los lentes de las cámaras, detrás de las muestras de euforia de los locales, resumían la tristeza sin fin de los brasileños en una cara, la cara de Ronaldo. El muchacho, todavía aturdido -mitad por la cachetada de la derrota, mitad por el extraño mal que lo aquejaba y lo tuvo en duda hasta minutos antes del partido-, lloró como un chico al que un camión le pisó la pelota pero, como un reflejo de esta era, se llevó al cuello sus botines plateados para que el universo supiera que los niños ricos que tienen tristeza usan calzados de fútbol marca...

Ese rostro, la multiplicación de ese rostro, se transformó como por arte de magia en un afiche de esos con los que los sheriff anunciaban la presencia de un villano. Buscado por la prensa y buscado por la torcida, pasó de Dios a Judas tan rápido como se acaba la caipirnha en los carnavales. No es un fenómeno brasileño, eso está claro, pero para agitar las banderas maniqueistas también son o mais grande do mundo.

Ronaldo Luiz Nazário de Lima fue considerado responsable directo de la derrota. Los hombres de a pie, los hinchas que no podían digerir la angustia televisada, apelaron a una descalificación facilista y ajena a cualquier tipo de prueba: “Se vendieron, la enfermedad de Ronaldo es un bluff. El fue uno de los encargados de negociar con los jugadores franceses el partido. Estuvo todo arreglado, recibieron plata para ir para atrás”. Y esa desazón, también tuvo su ícono. En las horas posteriores a la derrota, llegó vía agencia una foto que se repetía en distintos lugares del planeta. La de un empleado o empleada de una casa de deportes, con una gigantografía de Ronaldo hecha por Nike bajo el brazo, caminando en sentido directo al sector donde se apilan las bolsas de residuo.

La prensa, en cambio, convirtió a la misteriosa enfermedad del calvo atacante en el eje de la derrota ante los franceses. Hoy, a casi un año, los colegas de la prestigiosa revista brasileña Placar, el diario deportivo italiano Corriere dello Sport y varios medios galos, han reconstruido la historia de aquel mal. Este es el informe final.

A) Hubo negligencia en el cuerpo médico y técnico de la selección brasileña.

Dice Milberto Scraff (neurólogo y profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Pablo): “Tuvo síntomas de una crisis convulsiva tónico-clónica generalizada. Yo no sé c—mo lo hicieron jugar, esa fue una decisión de los médicos del plantel. Con 33 años de experiencia puedo decir que a todos los pacientes con este cuadro yo les doy reposo absoluto”.

Afirma Acary Souza Bulle Oliveira (neurólogo y profesor de  la Escuela Paulista de Medicina): “No tengo dudas que el disturbio que se le produjo a Ronaldinho fue una crisis convulsiva tónico-clónica generalizada. El médico Piero Volpi del Inter dice otra cosa porque no debe haber interés del club que se sepa que el jugador más caro del mundo sufrió una convulsión ya que si esto se vuelve a manifestar, se tratará entonces de un enfermo de epilepsia. Fue una temeridad hacerlo jugar, erraron en liberarlo para que entre al campo. Fue un milagro que no tuviera una nueva convulsión en el campo de juego ante dos billones de televidentes. Ronaldo entró al campo en estado de somnolencia, si fue producto de la ingestión de un Valium fue una decisión desacertada, esa sustancia sólo sirve para este tipo de crisis si se aplica de manera intravenosa y se le da reposo al enfermo”.

Imagen Final del Mundial ‘98. El delantero de Brasil en el piso, sin reacción después de un choque. Una alegoría del momento que vivió. El peor.
Final del Mundial ‘98. El delantero de Brasil en el piso, sin reacción después de un choque. Una alegoría del momento que vivió. El peor.

Sostiene Alex Caetano de Barros (neurólogo y profesor de la Universidad Federal de Pernambuco): “Tuvo una convulsión de muy fácil diagnóstico. Lo atendí a pedido del Inter en Río de Janeiro al regresar de Francia y confirmé el diagnóstico. Charlé mucho con Ronaldo y pudimos determinar que en la familia no había ningún antecedente. Fue muy grave que jugara, las 24 horas posteriores a una convulsión son las más propicias para que se vuelva a manifestar el mal con riesgos inimaginables. Además, el médico Lídio Toledo le dio un Valium, aquel caso de la misteriosa pastillita azul. No quedó claro si se la dio antes o después, por la prensa le oí decir que se la había dado antes de entrar a la cancha, y después corrigió. Otro gran error. En los exámenes efectuados en la Clínica Lilas, en Francia, antes del partido, en ningún lugar dice que Ronaldinho está habilitado para jugar”.

Aporta Fabien Barthez (arquero de Francia): “Ronaldo estaba lento, como falto de distancia. Tuvimos un choque que lo prueba. Era una pelota que estaba en mi área, cuando lo vi correr hacia mí, me di cuenta que no podía detenerse, continu— corriendo como en cámara lenta hasta chocarme”.

B) ¿Qué dicen los que lo hicieron jugar?

Descarga Lídio Toledo (uno de los médicos de la Selección Brasileña) “Para mí era un problema nervioso. Recién advertí ahora que tuvo una convulsión. Entonces no notamos esos síntomas. Y si bien no soy neurólogo, tengo mucha experiencia en esos casos porque trabajé 39 años en pronto socorro del Hospital Miguel Couto. (N de la R: la prensa brasileña sostiene que Lídio estaba desconcertado frente a la reacción de Ronaldo y que habló por teléfono durante una hora con el neurólogo Ardebal Maia, del Hospital Samaritano de Río de Janeiro, pidiéndole consejos). Los estudios de la Clínica Lilas, la clínica francesa otorgada por la FIFA, nos da la razón, en los estudios no apareció nada, daban absolutamente normales. El jugador quería jugar, estaba tan bien que hasta les prometió un gol a los médicos que le realizaron la resonancia magnética. Zagallo se enteró de todo a los 20 minutos, siempre supo todo lo que pasaba. Imagine mi situación. Los informes decían que no tenía nada, Ronaldo decía que estaba muy bien... ¿Qué pasaba si yo lo vetaba y el equipo perdía y al otro día el jugador declaraba que estaba para jugar? Me tenía que ir a vivir con los esquimales al Polo Norte”.

Gambetea Zagallo (técnico de Brasil en Francia): “Desmiento a Lídio, él me avisó del problema tres horas después que ocurrió. Cuando llegó al vestuario, Ronaldo entró sonriendo, tenía una buena apariencia. Fue una decisión difícil, acaso la más difícil de mi vida como técnico. El mejor jugador del mundo quería jugar y los informes médicos me decían que podía jugar... ¿Qué podía hacer yo?”.

Apunta Zico (Secretario Técnico de Brasil): “No sé por qué Lídio se lava las manos. Cuando yo lo fui a ver a Ronaldo él me dijo que había sufrido una convulsión. A mí me sorprendió que jugara. Cuando lo vi en el vestuario ya Zagallo había tomado la decisión que entrara”.

C)¿En qué afectó su enfermedad al equipo?

Relata César Sampaio (volante central de Brasil): “Cada vez que le tocábamos la pelota a Ronaldo, o lo veiamos en el campo, temíamos por su vida. No podíamos dejar de tenerlo en la mente, todo el tiempo. Era una sensación generalizada de pánico”.

Amplia Goncalvez (marcador cental de Brasil): “Verlo a él inflamado y pálido fue para asustarse. Jugamos temiendo por su vida”.

Remata Zé Carlos (marcador lateral de Brasil): “Creimos que se iba a morir en el campo”.

Desde el punto de vista táctico, los integrantes del plantel le asignan a la enfermedad de Ronaldo un hecho negativo clave. Defensivamente, habían trabajado con el siguiente modulo. En las pelotas paradas Júnior Baiano marcaría a  Le Boeuf, Aldair a Guivarc’h, César Sampaio a Thuram y Ronaldo a Zidane, quien por antecedentes era relativizado como cabeceador. En el apuro y ante el evidente malestar, le pasaron la posta a Leonardo, quien es acusado por sus compañeros de distraerse y dejarlo cabecear solo al francés en sus dos goles. “En el momento del segundo gol, oí claramente que Dunga me gritó que él marcaría a Zidane. En el primero puede ser que tengan razón, que se me haya escapado...”, rememora el jugador del Milan, recién autoexcluido de Brasil para disputar la Copa América.

 

Ronaldo tiene la ventaja de haber pasado por el infierno en plena juventud. Ya sabe lo qué es morir y ser despedazado. Sólo le queda progresar, volver a ser un hombre con ganas de vivir.

 

Los males de R9

Qué le pasó a Ronaldo durante la convulsión? Perdió la consciencia y quedó dormido. La recobró dos horas después. No pudo renovar el oxígeno de su sangre correctamente, su respiración era insuficiente. Su cuerpo padeció una exigencia desmesurada, una convulsión en dos minutos provoca las mismas exigencias que el esfuerzo de noventa minutos de juego. Los músculos de sus piernas sufrieron un desgaste tan grande que aparecieron moretones. Los músculos de su cara, se contrajeron de tal manera, que durante varios días estuvo desfigurado. Tuvo una retracción de su mandíbulo, corrió riesgo de morderse la lengua. La salivación excesiva le hizo sacar espuma por la boca.

 

 

Por Daniel Roncoli(1999).

Foto: Revista Placar.