EL DÍA QUE SAN LORENZO HIZO HUELGA EN LA CANCHA
Independiente quería ser campeón en 1963. Pero en la última fecha San Lorenzo lo hizo sufrir. El Rojo ponía pierna fuerte y el referí se hacía el sota. Los de Boedo dejaron de jugar y hasta se hicieron un memorable gol en contra.
El Ciclón se cruzó de brazos ante la injusticia
El 24 de noviembre de 1963“el partido” era Independiente-San Lorenzo en Avellaneda. Era la última fecha y sólo el Rojo y River tenían chances. Pero con ganar, Independiente ya era campeón.
Lo raro fue que en la tribuna visitante había tantos hinchas de River como de San Lorenzo. Iban a empujar al Ciclón para que los millo –que jugaban contra Argentinos– dieran la vuelta.
A los 18’ la tribuna de los esperanzados estalló: gol del Bambino Veira. Dios existía y vivía en Núñez. Independiente empezó a poner pierna fuerte y Veira debió retirarse lesionado. El árbitro Manuel Velarde sólo cobró tiro libre. Navarro le hizo penal a Casa cuando se iba rumbo al 2 a 0. Pero Velarde dijo no. Independiente logró empatar sin merecerlo y pasó a ganar gracias a un penal dudoso. El Rojo siguió pegando, Velarde siguió dejando y Telch y Páez acompañaron al Bambino a la enfermería. Y ojo con quejarse, porque el árbitro advertía que tenía la roja lista. En ese caos, Independiente siguió pegando. Entonces, San Lorenzo se cruzó de brazos y dejó de jugar. Como se ve en la foto en el gol de Vázquez a un Irusta que parece estar esperando el bondi. El Rojo terminó ganando 9 a 1. El último fue de antología. El Ciclón sacó desde mitad de cancha por el octavo gol y Oscar “Coco” Rossi apuntó a su arco. Irusta también la dejó pasar y así terminó el bochorno, con el gol en contra más distante de la historia. Independiente fue campeón y Velarde no dirigió nunca más en su vida.
Texto de Daniel Balmaceda (2001).