¡Habla memoria!

Los primeros triunfos criollos en Europa

Antes de Fangio, repasamos las mejores actuaciones históricas de volantes argentinos en Europa, incluyendo una increíble anécdota de Florencio Parravicini, cómico legendario y pionero de los deportes mecánicos en el país.

Por Redacción EG ·

26 de julio de 2019

Más de un cuarto de siglo hacía que nuestro automovilismo deportivo no obtenía un triunfo en el Viejo Mundo. En el dilatado período fueron escasas las intervenciones de nuestros volantes y recordamos, de las últimas, el cuarto lugar obtenido por Carlos O. Arzani en Nápoles, en 1937, y el tercero de Bucci en San Remo el año pasado, precisamente en el escenario en que Juan M. Fangio obtendría una significativa victoria (fue su primer triunfo internacional, el 3 de Abril de 1949)

 

Imagen Carlos Arzani ocupó un meritorio cuarto lugar en la carrera de Nápoles en 1937, luego de haber obtenido el segundo tiempo en las pruebas de clasificación. En carrera estuvo largo tramo escoltando al vencedor, Farina.
Carlos Arzani ocupó un meritorio cuarto lugar en la carrera de Nápoles en 1937, luego de haber obtenido el segundo tiempo en las pruebas de clasificación. En carrera estuvo largo tramo escoltando al vencedor, Farina.
 

Más de un cuarto de siglo, decíamos, porque  en el lejano 13 de julio de 1923, y en la reunión inaugural del autódromo de Miramás, ubicado en las cercanías de París, "Macoco" Alzaga Unzué venció en le carrera de 100 millas acompañado por el compatriota Alberto Rodríguez Larreta y guiando un Sanbeam. Su tiempo fue de 1 h. 05' 40" 215, y se clasificó segundo el francés Duray en 1 h. 11' 18", conduciendo un Duesenberg, coche similar al que piloteó el tercero, Guyot, quien empleó 1 h. 12' 06". Conviene recordar que estos dos pilotos franceses eran reputados ases del automovilismo mundial por aquellos días, y que Macoco obtuvo dos vueltas de ventaja, a la vez que estableció el record de vuelta. No se utilizaba por entonces el sistema actual de dar la carrera por terminada llegando el primero. Era indispensable totalizar la distancia para clasificarase, y de ahí las diferencias que hallamos en los tiempos.

 

Imagen Martín "Macoco" Alzaga Unzue, pionero de los pilotos argentinos ganadores en Europa. Fue un playboy proveniente de una de las familias más acomodadas del país.
Martín "Macoco" Alzaga Unzue, pionero de los pilotos argentinos ganadores en Europa. Fue un playboy proveniente de una de las familias más acomodadas del país.
 

Varias fueron las carreras en las que intervino Martín Alzaga Unzué en Europa por aquellos tiempos, pero la referida es la victoriosa. Más atrás; esfumado ello por el tiempo, sabemos que Florencio Parravicini, el hombre múltiple y quien, al decir de un biógrafo suyo, hizo reír a tres generaciones, conquistó dos triunfos en pruebas automovilísticas disputadas en Alemania. Convendrá saber que el desaparecido actor compitió también entre nosotros, en los albores del automovilismo y el motociclismo, que fue el primer aviador criollo y que su múltiple actividad estuvo muy relacionada con los deportes mecánicos antes de llegar al memorable éxito que conquistara en el teatro.

Una anécdota, contada por él mismo, puede agregarse aquí. Compitiendo en una carrera verificada en Inglaterra iba en punta y con bastante holgura, por lo que, respondiendo a los impulsos que le dieran tan marcada personalidad, detuvo la máquina frente al palco oficial en la que se encontraba el rey, bajó de la misma, se quitó la gorra, hizo un chiste al soberano que, cuenta, por suerte no entendió, volvió al coche y continuó en carrera. Pero el chiste le costó la victoria..., pues entró segundo a escasa distancia del vencedor.

 

Imagen De todo hizo Florencio Parravicini, el inolvidable bufo (al lado del chofer del n°29). En los albores de los deportes mecánicos conquistó dos victorias en Alemania y pudo haber logrado una en Inglaterra, pero cuando le faltaba una vuelta no resistió el genio y detuvo el coche que iba en punta para hacerle un chiste al rey.
De todo hizo Florencio Parravicini, el inolvidable bufo (al lado del chofer del n°29). En los albores de los deportes mecánicos conquistó dos victorias en Alemania y pudo haber logrado una en Inglaterra, pero cuando le faltaba una vuelta no resistió el genio y detuvo el coche que iba en punta para hacerle un chiste al rey.
 

Se han registrado varias actuaciones de volantes argentinos en Europa, pero difícil se hace ahora la enumeración de todas. Lo que deseábamos consignar para ilustración de los lectores y de muchos que nos han consultado al respecto es que Juan Manuel Fangio viene a darnos una enorme satisfacción que no saboreábamos desde hacía más de un cuarto de siglo. Medir ahora méritos es cosa que no puede ni debe hacerse, porque épocas tan distantes no lo admiten. Debemos ser respetuosos con el tiempo y convenir en que se trata de triunfos en los lugares en los que el automovilismo ostentó en cualquier momento su máximo desarrollo y donde existió, desde la hora inicial, pasión por este deporte, todo lo que ha determinado que países como Francia e Italia, y también Alemania en sus períodos de intensa actividad, tuvieran volantes extraordinarios. Macoco en Francia y Fangio en Italia han obtenido los distanciados  éxitos ya referidos.

 

Imagen Martín Alzaga Unsué con su acompañante Alberto Rodríguez Larreta posando sobre una Bugatti. Ambos en la reunión inaugural del circuito de Miramas, el 13 de julio de 1923, conquistaron una importante victoria, pero guiando un Sunbeam.
Martín Alzaga Unsué con su acompañante Alberto Rodríguez Larreta posando sobre una Bugatti. Ambos en la reunión inaugural del circuito de Miramas, el 13 de julio de 1923, conquistaron una importante victoria, pero guiando un Sunbeam.
 

Como se nos ha preguntado acerca de una anterior intervención del corredor de Balearce en Europa, informamos que ello se produjo en la preliminar del Gran Premio de Francia, el 19 de julio de 1948, con una Simca ya que la carrera admitía máquinas de alimentación normal, esto es sin compresor, hasta dos litros de capacidad cúbica. El ingeniero Gordini le ofreció una Simca a Fangio y éste, con esas ganas de correr tan suyas, se alistó en la citada preliminar, sin entrenamiento, y en esos días en que andaba de paseo acelerado. Una rotura del tanque de nafta lo obligó a desertar en la competencia que ganó Raymond Sommer, uno de los integrantes del pequeño núcleo de ases positivos del Viejo Continente, y quien ha tenido palabras de sincera admiración para Fangio.

 

El Gráfico (1949)