¡Habla memoria!

Los deportes que no tienen cronistas

Este es, posiblemente, el último artículo de Dante Panzeri: en el día del periodista vaya el recuerdo para que sirva de inspiración para las nuevas camadas de periodistas deportivos.

Por Redacción EG ·

07 de junio de 2022

Masivamente considerados, los argentinos no somos deportistas. Somos clientes de consumos deportivos exitistas. Al deporte lo vemos y lo leemos mil veces más que cuanto lo practicamos. En aquel caso está, en este momento, el tenis. "La materia prima de todo desarrollo es la instrucción",decía visionariamente el gran Sarmiento. Elio es también válido para el deporte. Nos educaron inicialmente para que lo hiciéramos. Diría, en la época de Aldao. Después nos deseducaron para que lo consumiéramos como un producto más. Y allí se explica la llamada decadencia de los deportes que una vez alguien denominó "varios", porque empezó a entenderse que deporte (a secas) era lo que tenía mucho público. El resto era lo que, en un almacén de ramos generales, las mercaderías de venta secundaria. "Varios".

El pauperismo en que viven la Natación, el Atletismo y muchos deportes igualmente misérrimos dentro de la súper congestión de casi 50 que pretendemos fomentar unos pocos argentinos (que no alcanzamos para atender eficientemente ni una docena de ellos) fue explicado una vez por el auténtico Ricardo Lorenzo, Borocotó, diciendo: "Son deportes a los que les faltan cronistas".

 

Imagen Caricatura de Dante Panzeri. Por Villarruel.
Caricatura de Dante Panzeri. Por Villarruel.
 

En aquel momento, yo no entendí lo que quiso decir mí entonces director. Pasados unos años, me di cuenta del meollo del asunto; y en carne propia. Por aquellas determinaciones que frecuentemente en la vida surgen de las circunstancias, y no de las decisiones humanas, Alberto Salotto y yo nos apoderamos de hoy increíbles espacios (6, 8, 10 páginas a veces) semanal (de El Gráfico para Natación, Atletismo, Ciclismo; en fin, los deportes a los que las mismas circunstancias nos habían volcado. Fue enorme la publicidad (servicio totalmente gratuito) que les dimos, y mc atrevo a asegurar que en el relativo auge que esos deportes tuvieron en aquellos años abarcados por 1943 a 1956 (allí Salotto se volcó al Automovilismo y yo al Fútbol) tuvo muchísimo que ver El Gráfico, claro está, con una concepción integral del deporte que seguía la línea de su inspirador inicial, Aníbal Vigil, ex nadador, waterpolista, y muchas cosas más, en el Club de Gimnasia y Esgrima. La tapa de El Gráfico era mucho más estimulante para un deportista que un Olimpia de hoy. Y eran 52 por año.

 

Imagen Dante Panzeri escucha a Pedernera en 1959 en Radio Belgrano.
Dante Panzeri escucha a Pedernera en 1959 en Radio Belgrano.
 

Aquella Argentina no deportista, pero si consumidora de productos deportivos, consumió mucha Natación y mucho Atletismo, merced, en gran parte a ello. Lo afirmo con plena conciencia, porque el pauperismo de esos deportes coincidió con la desaparición de aquellos espacios harto generosamente regalados por simple apasionamiento de Salott y mío con esos temas. Fue entonces cuando comprendí lo que en un primer momento no comprendiera de la explicación de Borocotó. Los nombres de Bonnhöff, Yantorno, Triulzi, Eileen Holt, Ana Maria Schultz, Dominguez Nimo, Noenni Simonetto, Durañona, Kistenmacher, decenas como ellos, estaban en la publicidad deportiva como hoy los de quienes producen rentas comerciales por ser profesionales o supuestos amateurs con mercado. Creo que actualmente yo no sabría reconocer, ni en la calle ni en una fotografía que no aclare su nombre, a Conrado Porta, porque "no tiene cronistas". Lo más provechoso para , esos deportes, referido siempre al servicio de gran difusión que le dábamos en El Gráfico, no fue quizá lo que por ser El Gráfico lo que entonces era El Gráfico... obligaba El Gráfico a escribir y hablar sobre Natación y Atletismo al resto del periodismo. Y entonces se dio para esos deportes lo que ridículamente ahora oigo llamar época de oro, que en realidad no fue ni de antimonio, porque minoritarios como deportes fueron siempre. Pero tenían el estímulo propicionado (y hasta exagerador con: su natural reclutamiento de cultores. Logramos, para esos deportes pobres,' un caudal de clientes acordes con nuestras tendencias (obligadas. por la pobreza de instalaciones deportivas en todo el país y desde hace muchos años) a mucho más ver y leer que practicar deportes.

 

Imagen Dante Panzeri.
Dante Panzeri.
 

No quisiera que se interprete que considero a la, publicidad el factor determinante de la difusión (o pauperismo, en el caso contrario) de los deportes que como la natación o el Atletismo no tienen posibilidades de ofrecimientos ruidosos para el apasionamiento que genera el consumo deportivo por oleajes exitistas (caso del Tenis;  en otro momento, del Rugby; hace muchos años, del Ciclismo). No, nada de eso. Es más: creo que Atletismo y. Natación, bastiones olímpicos y acaso últimas reservas del deporte semipuro, fatalmente morirían como deportes recibiendo los supuestos beneficios empresarios que hoy llegan a otros ex pobres. Por otra parte, tanto Salotto como yo no publicitarnos ni inventamos sistemáticamente falsos valores. Encontramos la posibilidad de hacer conocer a deportistas que el consenso mundial ocupaban (en el reparto olímpico de conjuntos) entre el 13° y 15° lugares; que lograron Plazas finalistas en 1948 y 1952 (Chaves, Kistenmacher, Triulzi; Simonetto, Bonnhöff); que eran los primeros en América del Sur con cierta holgura. Encontramos, también, una vida social muy diferente a la actual, en la que la juventud estaba menos ocupada en cosas raras. Pero que lo que allí acontecía llegaba a la gente de la calle porque periodísticamente estábamos con el deporte sano, y no solamente detrás de lo que tenía multitudes, creo que es justo evaluarlo como la causa que exteriormente más apuntaló en aquellos años a esos deportes que hoy se debaten en la indiferencia general, tanto porque "no tienen cronistas" (Borocotó) cuanto porque, hoy, ningún periodista podría impulsar a hacerse nadador o atleta a un muchacho que tiene las mismas o menos pistas y piletas que las pocas que existían en aquel entonces. Y es que el deporte, a partir de 1943, tornó en la Argentina la concepción de un consumo, no de un culto higiénico para la salud y la conducta. Sus efectos se padecen hoy. Y me temo que por mucho tiempo. Aquí se confundió apoyo al deporte con apoyo al campeón.

Dante Panzeri (1978).

(Publicada en la Revista del Club GEBA)