¡Habla memoria!

Cantera inagotable

El fútbol argentino volvió a generar una camada de futbolistas que deslumbraron no bien aparecieron en el torneo local y que ya se proyectan hacia Europa con un probable futuro de Selección.

Por Redacción EG ·

05 de octubre de 2017
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Esteban Rolón
Nació el 25 de septiembre de 1995 en Posadas, Misiones. Inició su formación en las divisiones menores de Guaraní Antonio Franco y la completó en Argentinos Juniors, club en el que hizo su debut en Primera a comienzos de 2016, a sus 20 años. Fue determinante en el equipo que se adjudicó el título de la B Nacional de la temporada 2016/2017, disputando 39 partidos, actuación que le valió su transferencia al Málaga.
Diawara, Kroos y Busquets son sus referentes en el puesto, aunque su ídolo es el Lobo Ledesma, con quien jugó cuando se sumó al plantel de Primera. Antes de llegar a La Paternal, Rolón era enganche. Pero en la factoría de Argentinos le vieron condiciones para replicar el modelo de volante central que es marca registrada del club: Fernando Redondo, Sergio Batista, Esteban Cambiasso...
Muy profesional, amante de la pesca, aficionado al golf y picante para el squash, Rolón ya ejecuta todo el manual del buen volante central: jugar a uno o dos toques, salir con prolijidad, descargar a los centrales o meter la puñalada entre líneas, anticipar con timing. El fútbol español le permitirá dar un salto de calidad. Y la Selección tendrá en él y en Ascacíbal al doble pivot del futuro.

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Milton Valenzuela
Rosarino nacido el 13 de agosto de 1998, Milton realizó todas las inferiores en Newell’s, hasta debutar en Primera División el 6 de febrero de 2016, con 17 años, en la derrota por 2-1 ante San Martín de San Juan como visitante. Hizo el trayecto de Novena a Primera en cuatro años. Mide 1,70 metros.
Lateral izquierdo por naturaleza, integró la selección Sub 20 que disputó el Sudamericano 2017 en Ecuador (8 presencias) y el Mundial 2017 en Corea del Sur (2 partidos). Aplicado para la marca y profundo en la proyección, se afirmó en Newell’s durante el ciclo de Diego Osella. Buenos centros a la carrera y desborde son algunos de sus atributos más destacados.
Desde su aparición en la Sub 20 captó la atención de los cazatalentos europeos. Figuró en la carpeta de un par de clubes españoles e italianos. Ante la asfixia financiera de Newell’s, Racing y San Lorenzo lo tuvieron en la mira, pero finalmente se quedó en el club. Punto a favor: ya demostró que tiene nivel de Selección entre juveniles. Y su puesto no tiene demasiados candidatos en la Mayor.

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Ezequiel Barco
Nació el 29 de marzo de 1999 en Villa Gobernador Gálvez, provincia de Santa Fe. Llegó a Independiente cuando Jorge Griffa se desempeñaba como coordinador de las inferiores del Rojo. Paradójicamente, fue detectado por Diego, el hijo de Jorge, cuando Barco jugaba en la Asociación Atlética Jorge Bernardo Griffa, club formativo del sur rosarino. Gabriel Milito lo vio en Sexta y rápidamente lo promovió para entrenar con el plantel de Primera. Debutó en agosto de 2016, con 17 años.
Desequilibrante en el uno contra uno, especialmente por la banda izquierda, Barco puede flotar por ambos costados o por detrás del centrodelantero, pero su mejor versión la ha mostrado como falso extremo por la izquierda, limpiando rivales con la pelota bien pegada a su botín derecho. Además de su habilidad, también mostró templanza, tanto para soportar el juego brusco –recibe y nunca se queja– como para asumir la responsabilidad de ejecutar penales “pesados” pese a que el plantel cuenta con jugadores de mayor experiencia.
Encarador y potente, integró la Selección Sub 20 en el Sudamericano de Ecuador, pero luego no asistió al Mundial por un conflicto de intereses entre la AFA e Independiente. Tiene todo para aterrizar en un equipo importante de Europa a muy corto plazo.

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Juan Brunetta
Cordobés de Laboulaye, Juan Francisco Brunetta nació el 12 de mayo de 1997. Enganche o media punta, arrancó en Sportivo Norte de su ciudad, pasó por las infantiles de Boca, hizo escala en las inferiores de Estudiantes de La Plata y recaló en Arsenal, club con el que debutó en Primera en 2016. Su pase fue adquirido por un grupo inversor español, que decidió cederlo a préstamo a Belgrano de Córdoba para que siga fogueándose en Primera.
Zurdo y veloz, Brunetta se distingue por su buen panorama y por la contundencia de la pegada, ya sea en movimiento o con pelota parada. Capaz de cambiar el ritmo o de imprimir la pausa, se destacó en un Arsenal que se debatió en los últimos lugares del torneo pasado y tuvo una mínima participación en  las selecciones juveniles, tanto en la Sub 20 como en el plantel preliminar al que intervino en los Juegos Olímpicos 2016, ambos bajo la dirección técnica de Julio Olarticoechea.

Como lo adquirió un grupo empresario español, no sería extraño verlo en un club de La Liga a partir de la próxima temporada. Un fútbol donde probablemente podrá explotar al máximo las condiciones que ya insinuó.

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Emanuel Cecchini
Debutar profesionalmente a los 16 años no es para cualquiera. Emanuel Cecchini lo hizo el 14 de junio de 2013, en la victoria de Banfield sobre Defensa y Justicia por 4-2, en partido válido por el torneo de la B Nacional. Matías Almeyda fue el DT que lo mandó a la cancha faltando un par de minutos, en reemplazo de Juan Ezequiel García. Acaso porque Almeyda vio en Cecchini a un pichón de ese volante aguerrido que él supo ser. Rionegrino de Ingeniero Huergo, Cecchini nació el 24 de diciembre de 1996 y dejó Banfield hace un par de semanas para sumarse al Málaga a cambio de 4,6 millones de euros por el 85% del pase.
Diestro y de dinámica incansable, Cecchini se presentó en el Málaga como “un mediocampista que se puede adaptar a cualquier posición del centro del campo”. Cierto: puede jugar de volante central en solitario o integrar un doble cinco. Es una pieza clave para la presión, pero también descarga con prolijidad y criterio.
Su futuro ya llegó. Málaga se llevó una joya de 20 años por la que estuvieron interesados Inter, Genoa, Villarreal, Sttutgart y Sporting de Lisboa, entre otros. No es poca cosa.

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Juan Foyth
Platense nacido el 12 de enero de 1998, Juan Marcos Foyth hizo todas las inferiores en Estudiantes. Arrancó como enganche, pero en Séptima División fue reubicado como zaguero central, posición en la que debutó en Primera de la mano del DT Nelson Vivas, el 19 de marzo de 2016, en el triunfo por 1-0 sobre Patronato.
Derecho y de físico imponente (1,87 metros y subiendo), es un zaguero que se destaca por cuatro cualidades: excelente juego aéreo, notable inteligencia táctica, admirable timing para el quite y buen manejo de pelota, característica que lo convierte en una garantía para salir jugando desde el fondo con limpieza. Mats Hummels y Gerard Piqué son dos de sus referentes en la posición.
Tras su fugaz, pero sobresaliente paso por la Primera de Estudiantes, y por la prestancia y el liderazgo que exhibió como integrante de la Selección Sub 20 (en 2017 jugó el Sudamericano y el Mundial), Foyth fue transferido al Totthenham Hotspur en 10,5 millones de euros. El fútbol inglés parece hecho a medida para un zaguero de su jerarquía. Y los réditos de su aprendizaje podrá disfrutarlos la Selección Mayor a mediano plazo.

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Lucas Martínez Quarta
Aunque nació en Buenos Aires el 10 de mayo de 1996, pasó su infancia y parte de su adolescencia en Mar del Plata, ciudad a la que se mudó a los 2 años debido al trabajo de su padre. Allí se inició en el baby del Club Social Argentinos del Sud y luego pasó a Kimberley. En baby jugaba de 5 y en Fútbol 9 era volante por izquierda. River lo reclutó en una prueba realizada en Mar del Plata. Llegó para sumarse a la Sexta y desde el primer entrenamiento lo utilizaron como marcador central, posición en la que Marcelo Gallardo lo hizo debutar en Primera en noviembre de 2016.
Como no tiene problema de perfil, puede desempeñarse como primer o como segundo marcador central. Le gusta salir jugando y le sobra técnica para hacerlo. De imponente juego aéreo, pisa el área de enfrente y lastima de verdad. En su corta carrera en Primera ya acredita un puñado de goles, incluyendo uno de chilena a Melgar por la Libertadores.
Su carrera está momentáneamente entre paréntesis porque dio positivo en el control antidoping de un partido con Emelec, por la Libertadores. River desligó al jugador de la responsabilidad y está analizando la probable ingesta de un medicamento en mal estado, suministrado por su cuerpo médico. Pasado el mal trago, podrá volver a la senda que lo encumbró como una de las grandes apariciones del fútbol argentino durante el último año.

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Matías Zaracho
Su primer nombre es Federico, pero todos lo conocemos por el segundo: Matías. Nació en Wilde el 10 de marzo de 1998. Producto genuino de las prolíficas divisiones inferiores de Racing, la definición moderna del rol en el que mejor se desempeña sería “interior derecho”. Lo que en otros tiempos definiríamos numéricamente como “un 8”.
Debutó en Primera hace menos de diez partidos, con 19 años, pero el técnico Diego Cocca le dio mayor confianza y rodaje a partir de la reciente pretemporada. Derecho, con buen ida y vuelta y con olfato para llegar vacío a zonas de definición, amenaza con ser una de las revelaciones de la Superliga 2017/2018.
Está despegando. Capitalizó experiencia en el Mundial Sub 20 de este año y va por más. Padrino no le falta. Hace poco Lisandro López le intervino la cuenta en Instagram para escribir el epígrafe de la foto en la que se los veía juntos: “Esperando el partido (con el DIM, por la Copa) con el gran futuro de la institución… tu humildad y seriedad te llevarán lejos y estaré feliz de verte triunfar”. Si Licha lo dice…

Fotos: Alejando Del Bosco y AFP.

Nota publicada en la edición de Septiembre de 2017 de El Gráfico