NADIA PODOROSKA: "LAS MUJERES EN EL TENIS NO GANAN DINERO HASTA QUE SE METEN EN EL TOP 100"
La rosarina, número uno de la Argentina en el ranking WTA, habló de las diferencias de género que persisten en el tenis profesional y recordó aquel maravilloso Roland Garros que la llevó a la elite.
NADIA PODOROSKA ya trabaja con vistas al regreso a las canchas. Por una larga lesión, que arrastra desde hace varias semanas, la rosarina no juega en el circuito desde el 30 de agosto, dos meses y medio atrás, en la derrota por la primera ronda del Abierto de Estados Unidos ante la belga Greet Minnen.
Número uno del tenis femenino argentino, Podoroska ocupa el 83° puesto del ranking WTA, un lote al que cayó meses atrás después de ceder los 720 puntos de las semifinales de Roland Garros 2020 y no poder participar, lesionada, en el WTA 1000 de Indian Wells y en el WTA 125 de Buenos Aires. Entrenada por Juan Pablo Guzmán y Emiliano Redondi, de la academia Tennis Positivo de Alicante, la rosarina descendió en efecto casi 50 posiciones en el ranking y después de bajarse de aquel torneo de Indian Wells.
Ahora, con la decepción ya enterrada y con la ilusión intacta, la jugadora de 24 años encara la última parte de su recuperación y ya regresó en una exhibición el pasado 27 de noviembre en Cipolletti, Río Negro. En diálogo con Alejandro Fantino y equipo por ESPN Show, Podoroska habló de su irrupción en el circuito grande tras su maravilloso Roland Garros y, sobre todo, de las diferencias de género que persisten en el tenis profesional.
"La 400ª del mundo no vive del tenis. No se vive así en WTA. Hay que hacer una inversión muy grande, sobre todo si vivís en Argentina. Una jugadora europea por cien euros viaja a un torneo; nosotras no podemos", explicó.
Y profundizó sobre el tema: "En mujeres hay una diferencia muy grande. El circuito WTA organiza los torneos que tienen premios a partir de 125 mil dólares; los torneos de 15, 25, 60, 80 y 100 mil pertenecen a la ITF (Federación Internacional de Tenis). Y la diferencia está en que la mayoría de esos torneos de ITF no nos paga comida ni alojamiento, cosa que sí pasa con los hombres en los Challengers, que los organiza ATP y asume esos gastos. Cuesta mucho más en mujeres jugar ese tipo de torneos".
"Acá en Sudamérica hay muy pocos torneos. Las mujeres no pueden insertarse desde Sudamérica; necesitamos sí o sí viajar a Europa. Las mujeres no ganan dinero con el tenis hasta que se meten entre las cien. Hay que invertir muchísimo", lamentó por experiencia propia, porque debió salir del país para dar un salto de calidad en su carrera. ¿El dinero es importante en el tenis? Así lo observa Podoroska: "Hace unos años pensaba en la plata porque no la tenía y en el tenis la necesitás para viajar. Siempre estuvo la opción de volver a estudiar a Rosario porque llega un momento que es mucha la inversión que hay que hacer para seguir jugando".
En febrero de 2019 la rosarina tomó la decisión de radicarse en Alicante para impulsar su carrera, aunque aquella aventura no comenzó de la mejor manera: "En 2019 hubo un momento clave en mi carrera. Empecé a trabajar con Juampi Guzmán y Emi Redondi; me voy a Alicante con ellos porque no tenía plata para pagar un entrenador y ellos me dijeron que me bancaban. Junté todo lo que tenía, me fui a Alicante y, cuando llegué a Barcelona, me robaron absolutamente todo. Habíamos alquilado un auto en el aeropuerto y, mientras miraba si tenía alguna marca o algún rayón, me sacaron el bolso de mano en el que tenía documentos, pasaporte, tarjetas de crédito y dinero en efectivo. Me largué a llorar, no tenía nada. Me quedé vacía. Fui a jugar un torneo, lloraba en la cancha de la impotencia, y gané el torneo y pude recuperar algo".
Con la cabeza ya puesta en 2022 y en la recuperación del terreno perdido este año, por la irregularidad producto de la lesión, Podoroska rememoró las vivencias que tuvo en aquel atípico Roland Garros disputado en septiembre y octubre, en medio de la pandemia, sin vacunas y con cuarentenas persistentes: "Roland Garros fue muy largo para mí porque yo jugué la qualy. Fueron tres semanas. Estaba 150ª del mundo. La semana anterior había ganado un 60 mil -Saint Malo- y en París gané los tres partidos de la qualy para entrar al cuadro. Venía con buenos resultados. Empecé a ganar partidos y ya era mi mejor logro. En el camino hubo un partido picante con Krejcíkova, que este año ganó Roland Garros, uno de esos días que pude perder tranquilamente. Y después vino el triunfo con Elina Svitolina. Me sentía muy concentrada, tenía mucha claridad. Me ayudó un poco que no haya púiblico, porque fue en la pandemia".