Primera División

"Me quiero ir": el síndrome de Boca y Riquelme con futbolistas de su riñón

El video filtrado de Cristian Medina y la expresión de su deseo de emigrar es otro caso de un problema sintomático y profundizado bajo la gestión del ídolo Xeneize.

Por Adrián Wowczuk ·

26 de agosto de 2024

CRISTIAN MEDINA protagonizó inconscientemente una escena que causó verdadero estupor en Boca y que se develó este lunes. En pleno entrenamiento, el volante le reveló una infidencia a su compañero Miguel Merentiel que se filtró en un video institucional que el club difundió en sus redes sociales.

"Si no me voy ahora no me voy más; tengo que firmar un contrato de por vida", expresó el jugador, en medio de las noticias que hablan de una posible transferencia a Fiorentina o a Fenerbahce.Su vínculo con el Xeneize expira en 2027 y su cláusula de rescisión asciende a 15 millones de dólares que se convertirán en 20 en los últimos días del mercado de pases.

¿Comenzarán las presiones de su parte para finalmente a emigrar a Italia o Turquía? No se sabe. Lo que sí está claro es que el de Medina es otro síntoma de una patología que aqueja a Boca en el último tiempo: los futbolistas de su riñón que pugnan por abandonar del club.

Con el del mediocampista que disputó los Juegos Olímpicos de París con la Selección suman 4 los jugadores identificados con el ADN de Boca que propiciaron con más o menos conflicto su salida de Brandsen 805. Y hay otro dato: todos los casos se dieron bajo la impronta de Juan Román Riquelme como presidente del club.

Un Barco que navegó aguas turbulentas

El primero fue Valentín Barco, una de las grandes apariciones boquenses de los últimos tiempos que se consolidó en primera bajo la dirección técnica de Jorge Almirón y demostró jerarquía y desequilibrio permanente desde la banda izquierda. Sus capacidades llamaron la atención de Brighton y el pibe de 18 años no resistió la tentación, se negó a firmar el contrato que le ofrecieron y pugnó por ejecutar la cláusula de 10 millones de dólares. Después de un largo tiempo de tensión, en enero pasó al conjunto inglés, del que ahora se fue a préstamo a Sevilla.

Una vez consumado el traspaso, Riquelme se despachó a gusto: "Me tocó ser futbolista y no sé si me fue mejor o no que Barco. Vinieron a buscarme muchos a los 18 años y siempre dije que no. También está el representante y su familia... Me pasó mil veces y, para mí, lo que hizo Barco, está muy mal. Eso no se hace. Y lo que hizo el club europeo, Brighton, que también estuvo mal. Yo nunca vi un caso igual, de todo lo que se habló de Barco".

El cuelgue: qué pasa con Valentini

Algo similar ocurrió con el defensor Nicolás Valentini, quien se negó a rubricar una renovación del vínculo que vence en diciembre de 2024 y que tiene una cláusula idéntica a la de Barco. En Boca lo colgaron y hace meses que no tiene actividad, lo cual también le costó la convocatoria a la Albiceleste que viajó a París.

En su caso también apareció como actor Fiorentina y el periodista especializado en mercados Fabrizo Romano dio como por hecha su transferencia al Viola desde enero de 2025. Pero lo cierto es que el zaguero continúa stand by y Riquelme, en su caso, fue un poco más contemporizador cuando afirmó que: "Nosotros queríamos renovar, claro que sí. Lo hemos intentado. En lo que han hablado el Consejo de Fútbol y su represente han hecho todo lo posible para renovar y, de momento, no se pudo. Hay que tener esperanzas hasta diciembre".

 

Imagen Valentini, colgado en Boca por no querer firmar la renovación.
Valentini, colgado en Boca por no querer firmar la renovación.
 

Equi de Arabia

El tercer ejemplo es el de Equi Fernández, recientemente presentado como nueva estrella de Al Qadsiah de Arabia Saudita tras la ejecución del monto predeterminado para propiciar su salida que en este caso ascendía a 23 millones de dólares. 

Lo del volante que se convirtió en figura clave en el andamiaje de Diego Martínez y que fue convocado por Lionel Scaloni para la doble fecha de Eliminatorias fue más rápido y no generó conflicto como en los dos ejemplos anteriores, e incluso hubo un emotivo mensaje de despedida por parte de Equi: "¡Gracias por todo el cariño! ¡Me crié, crecí, aprendí, debuté y jugué en el club de mis amores! Solo puedo agradecerles por este largo y lindo camino. ¡Fui muy feliz como jugador y seré muy feliz como hincha el resto de mi vida!".

Entre medio se produjo la venta de otra joya: Aaron Anselmino, de 19 años y un puñado de apariciones en primera que ya fue adquirido por Chelsea de Inglaterra en 20 millones de euros. La diferencia en su caso es que él mismo solicitó quedarse en La Ribera un tiempo más, gesto que le reconoció Román: "Él siempre pidió quedarse acá para disfrutar de la Bombonera y del hincha de Boca", subrayó el mandamás.

¿No hay tres sin cuatro?

Si lo de Cristian Medina se materializa, será el cuarto valor emergido de las entrañas bosteras que más allá de su amor por la institución y su sentido de pertenencia, antepone  la evolución en lo económico y erosiona un poco el axioma de que "Boca es Boca". 

Más allá de la enormidad de su significado, el cambio de paradigma da por tierra con ciertos dogmas imbuidos por el romanticismo de la sacralidad de los colores, cuyas tonalidades empalidecen ante el apremio por concretar el lógico progreso monetario.

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