Quién es Mariano Herrón, el aviador de tempestades de Boca
El entrenador de la Reserva reemplazará a Jorge Almirón, quien renunciara el día después de la derrota en la final de la Libertadores. Su llegada al Xeneize, el vínculo con Riquelme y el fuerte desafío que afrontará.
"Será nuestro entrenador hasta el final de la temporada, con Walter Picco y Claudio Morel Rodríguez".
Con esas palabras Juan Román Riquelme, en una rueda de prensa en la que exhibió su espalda y absorbió la presión luego de la derrota de Boca en la final de la Copa Libertadores que provocó la renuncia del entrenador Jorge Almirón, confirmaba al nuevo técnico interino: Mariano Herrón.
El entrenador de la Reserva del Xeneize ya se convirtió, sin dudas, en el aviador para atravesar las tempestades en el que el vicepresidente del club confía casi a ciegas.
Surgido en Argentinos Juniors, coincidió con el máximo ídolo de Boca en las inferiores y luego pasó por distintos clubes: San Lorenzo, Rosario Central, Independiente, Deportivo Cali, Montpellier y Unión Esportiva Lleida de España, entre otros.
Su carrera como entrenador comenzó diez años atrás, cuando debutó como ayudante de campo en Douglas Haig de Pergamino: la curiosidad es que duró un solo partido. Un año después, en 2014, ocupó el mismo cargo junto con Claudio Borghi en Argentinos Juniors, cuya Reserva luego dirigió hasta 2017.
En 2018 llegó a ser ayudante de Cristian Ledesma en Tigre y, dos años después, comenzó su ciclo en Boca en el mismo puesto al lado de Miguel Ángel Russo, ya con la conducción del fútbol a cargo de Riquelme. Herrón se mantuvo casi con todos los técnicos del mandato de Román: estuvo con Russo, con Sebastián Battaglia y con Hugo Ibarra hasta que pasó a dirigir a la Reserva, en junio de 2022.
Reciente campeón con su equipo, Herrón dejó salir palabras de agradecimiento eterno para Riquelme: "La gratitud mía para con Román es porque yo estoy acá gracias a él. Es la realidad. Me invitó a formar parte de este proyecto. También estoy agradecido también a Miguel (Russo), que aceptó que yo trabajara con él. Pero la invitación principal fue la de Román”.
El vínculo con Riquelme
Herrón y Riquelme se conocieron de muy chicos, en las inferiores de Argentinos Juniors. Desde su llegada a Boca, el nuevo DT interino se convirtió en una de las grandes piezas de confianza en el engranaje del proyecto de Román.
Así como ahora volará entre las tormentas luego de la salida de Almirón, ya lo hizo a principios de año cuando dirigió un puñado de partidos en reemplazo de Ibarra. Su desempeño es dispar: venció 3-0 a Barracas Central, empató 0-0 ante Monagas en el debut de este año en la Libertadores y perdió 3-2 frente a Colón en la Bombonera.
"Nos conocemos desde los 10 o los 11 años, de las inferiores de Argentinos. Nos hemos enfrentado muchas veces cuando éramos jugadores. Quedó en el recuerdo aquel partido en el que le hice marca personal, porque empatamos y salió bastante bien", contaba, tiempo atrás, el propio Herrón.
Más allá de su escasa trayectoria en los cuerpos técnicos de Boca, Herrón ya sabe lo que se siente ser campeón: consiguió el título de Superliga 19/20 y la Copa Maradona 2020 con Russo. Después, con Battaglia, logró la Copa Argentina 2021 y la Liga Profesional 2022.
El aviador de tempestades
Así como le tocó hacerse cargo del fierro caliente este año luego de la salida de Ibarra, hacia la transición de la llegada de Almirón, Herrón tendrá que afrontar otro gran desafío. Acaso el más relevante de su trayectoria.
Como buen piloto de tormentas, dueño de la confianza de Riquelme, deberá cumplir un objetivo no menor para las aspiraciones de Boca con vistas al próximo año: conseguir la clasificación a la Copa Libertadores.
Con la derrota en la final ante Fluminense, el Xeneize perdió la chance de asegurarse su lugar en la próxima fase de grupos como campeón vigente -además de otras clasificaciones de suma importancia- y tendrá que buscar un camino alternativo.
Las opciones son dos: ganar la Copa Argentina, certamen en el que ya está en las semifinales y se medirá ante Estudiantes de la Plata, o repuntar en la Copa de la Liga, en la que se encuentra en puestos de clasificación a la Copa Sudamericana. Este miércoles dará el primer paso en un clásico: visitará a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro. Otro fierro caliente para el ladero incondicional de Román.