El miedo de Sebastián Méndez por el karma de irse de Unión

SEBASTIÁN MÉNDEZ todavía está en el ojo de la tormenta tras su repentina decisión de renunciar a su cargo en Unión y llegar a Vélez para dirigir al equipo de sus amores, en un suceso que el propio Gallego atribuyó más a la pasión que al pensamiento.

Sintió que su deber era socorrer al club por el que tiene un fuerte sentimiento y en Santa Fe se tomó como una traición, criticada por el presidente Luis Spahn, por los hinchas y por algunos jugadores como el capitán, Claudio Corvalán: "Enterarnos por un comunicado fue lo que nos costó digerir. Es muy raro verlo ahora con otros colores, porque nos desbalanceó totalmente", dijo.

Si bien Méndez, al asumir en el Fortín, con el que obtuvo dos triunfos seguidos, se disculpó con"el hincha y socio genuino de Unión", el tema no se cerró y este viernes, en diálogo con F90 de ESPN, reconoció que los jugadores tatengues no lo llamaron.

"Eso sí me puede llegar a doler mucho más que una bandera o un insulto. Lo que más me duele es lo que pueda pensar el jugador. Lo demás, no es que me sea indiferente. Con los jugadores no hay que fallar nunca, y si ellos sienten que les fallé, voy a tener la posibilidad de hablar con ellos. Quiero hablar con ellos. Y lo voy a hacer, por supuesto que lo voy a hacer", manifestó.

Antes de mudarse a Liniers, cosechó 4 triunfos, 5 empates y 2 derrotas con Unión. Y obtuvo los siguientes dos éxitos ya con el buzo velezano, ante Arsenal y Lanús. Con su exequipo se enfrentará dentro de poco, por la fecha 26, en el José Amalfitani.