El gol que desató un crimen que paralizó al país

 

 

27 de octubre de 2002. Avellaneda. Estadio Doble Visera. 32 minutos de la primera parte. Independiente avasalla a Rosario Central y busca abrir el marcador. El centro desde la derecha de Pocho Insúa es despejado por Gustavo Barros Schelotto en el primer palo. Rolfi Montenegro, parado en el rebote, anticipa, traba, gana y le sale una asistencia involuntaria. Cuqui Silvera controla dentro del área y se perfila para su zurda. En un santiamén, abre el pie y saca un remate al primer palo de Castellano, que no logra sacarla pese a su revolcada.  Gol de Independiente. Es el 1-0 parcial contra Rosario Central (terminaría 3-1). Son las 18.47 y ese momento pasará a la historia por un hecho impensado.  

 

 

 

 

Paralelamente, en el barrio privado Carmel, situado en Pilar, a casi 70 kilómetros de Avellaneda, se produjo el caso más conmocionante de los últimos años: María Marta García Belsunce fue hallada sin vida en el baño de su casa por Carlos Carrascosa, su marido, con cinco balazos en la cabeza y con una parte del cuerpo sumergida en la bañadera.

Previamente, según el relato de los mismos protagonistas, García Belsunce había estado en la casa de su hermana, Irene Hurtig, con su cuñado Guillermo Bártoli y su marido, el mencionado Carrascosa. Almorzaron y vieron el Superclásico que Boca le ganó 2-1 a River en el Monumental. Luego María Marta partió a su clase de tenis y Carrascosa permaneció hasta el citado gol de Silvera a Rosario Central, en el partido que le daba continuidad a la fecha 14 del Torneo Apertura.  

“No había motivos para seguir viendo el partido”, expresó Guillermo Bártoli, el dueño de casa, en la miniserie documental Carmel que estrenó Netflix en 2020. Para esa hora, María Marta tenía pautada una sesión de masajes en su casa. Cuando Carrascosa entró a su domicilio se encontró con el cuadro de situación.

El detalle del gol de Silvera fue brindado por los mismos protagonistas a modo de referencia temporal. De más está decir que no hay vinculación del goleador con todo lo que ocurrió en Carmel.   

El caso demoró unos días en dominar la agenda mediática. El país saboreaba los coletazos de la crisis (¿cuándo no?) de 2001, con Eduardo Duhalde como presidente de transición. Lavagna encabezaba las negociaciones con el FMI por el pago de la deuda, Lula arrasaba en las elecciones de Brasil, el padre de Pablo Echarri estuvo secuestrado durante una semana y el padre Grassi era liberado, pero con cargos.

Recién con la exhumación del cadáver, un mes después, el mundo supo del caso, con sus irregularidades, contradicciones y especulaciones. Luego cobró una trascendencia pública sin precedentes. Clarín llevó a tapa el tema el 12 de diciembre. “Crimen en el country: cayó la máscara”, tituló. Con el cintillo “un caso misterioroso”. El mismo día, Página 12 hizo lo propio: “Con cinco tiros, lo normal es morirse”.  

 

 

Lo que comenzó siendo un “accidente doméstico” derivó en un asesinato. El informe médico preliminar no había constatado los balazos que presentaba García Belsunce en su cabeza. En adelante la pregunta ¿quién mató a María Marta? se convirtió en moneda corriente en todos los rincones del país.

Para ese entonces, Independiente ya se había adjudicado el Torneo Apertura 2002 con Andrés Silvera como máximo goleador del certamen con 16 tantos. Uno de ellos fue el que desató el caso que conmocionó al país y le cambió la vida a Carlos Carrascosa, que encontró sin vida a su mujer y pasó de sospechoso a imputado, de detenido a excarcelado, de prisión en un penal a prisión domiciliaria y de homicida a inocente. Recién en 2016 lo absolvieron definitivamente.

 

 

 

 

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