El Diablito viste a la moda

CLAUDIO ECHEVERRI, del que tanto se habla en el fútbol argentino aunque todavía no se lo haya visto brillar en el River que lo tiene como la mayor de sus promesas, brilló como nunca en la noche de Yakarta, como un sol refulgente que emergió para correr de un plumazo a la tormenta que retrasó el inicio de su función de gala.

Podría decirse que el Diablito viste a la moda: se sumó a la tendencia de la semana, que es ver a Argentina ganarle a Brasil. Lo hicieron los grandes el martes; lo lograron los chicos este viernes.

Con la 10 de la Selección Argentina en la espalda, a pura gambeta y gol, puso de rodillas a Brasil y a su equipo en la semifinal del Mundial Sub 17 que se sorprende con su magia en Indonesia.

El Diablito está para convertirse en un nuevo dios del fútbol.¿Pero cómo vas a hacer 3 goles en un partido de Mundial, con la Albiceleste y contra la Verdeamerela? ¿Estás loco? Si estás loco o no, no importa. Pero tu fútbol es una locura.

La primera locura: Echeverri dejó en el camino a pura velocidad a Da Mata, pateó desde afuera del área, el balón se desvió en el capitán Vítor Reis y se coló por encima de Phillipe Gabriel. 

 

 

¡Ah! ¿Así que se ensució un poco por el rebote? Bueno, acá está el segundo: se metió en el área, dejó dos tipos tirados, se abrió y definió de derecha con cara interna, bien lejos del arquero.

 

 

Pero el diablito juega en River, así que va el tercero y va el tercero: contra divina, corrida de 30 metros para eludir al arquero y definir con todo el arco libre. Basta, suficiente.

 

 

En la última práctica antes de brindar el recital que brindó, se tenía una fe bárbara: "Nos vamos a llevar los tres puntos, que es lo más importante", había dicho, con una sonrisa que le dibujaba el rostro. Y vaya que cumplió. Cuando ya estaba empachado de tantos goles y cansado de tanto bailar rivales, el DT Diego Placente se apiadó de los brasileros y le dio reposo.

 

 

"Estoy muy feliz por la victoria, por cómo se jugó y por los 3 goles. No es de todos los días ganarle 3 a 0 a Brasil. Estaba confiado porque sabemos el equipo que tenemos. 
Me acalambré en el tercer gol y pedí el cambio por las dudas. Ahora a pensar en la semifinal, que tenemos un partido muy difícil", dijo después de su obra cumbre con la pelota que se llevó por el hat trick bajo el brazo.

 

 

Ahora vaya, Diablito, vaya. Vaya a soñar que apila alemanes y los ridiculiza en la semifinal del martes. Y que los alemanes tengan pesadillas sabiendo que eso que usted sueña, se puede convertir en realidad.