Mundial Qatar 2022

Breel Embolo, el verdugo de su propio país que hizo historia en la Copa del Mundo

Nació en Camerún, juega para Suiza y marcó el gol del triunfo en el duelo que los enfrentó en Qatar 2022. Mirá el video.

Por Redacción EG ·

24 de noviembre de 2022

BREEL EMBOLO se convirtió en el primer futbolista que le anota a su país de origen y escribió su nombre en la historia de la Copa del Mundo.

"Será un partido muy especial. Siempre tuve esa parte que quería representar a mi país natal. Pero no podemos hacer como en un club y jugar para dos naciones diferentes. Soy el fanático número uno de Camerún", había dicho en la previa. 

 

El gol de Breel Embolo contra Camerún
 

A los 3 minutos de la segunda parte, Breel Embolo recibió un centro de Xherdan Shaqiri y abrió la cuenta para Suiza en la victoria 1-0 contra Camerún por el Grupo G de Qatar 2022.

A la hora del festejo, el delantero de 25 años que juega en Monaco optó por la mesura, se quedo parado en su lugar, abrió los brazos y evitó cualquier tipo de celebración. 

Embolo nació en Yaundé, Camerún, el 14 de febrero de 1997. Sus padres se separaron cuanco era chico y él se mudó con su madre a Francia, en donde ella se puso en pareja con un suizo.

Instalado en Suiza, Embolo comenzó a jugar al fútbol en Basel. Catalogado como una de las promesas de su fútbol, a los 17 años debutó y recibió la nacionalidad. 

Debutó en la Selección de Suiza en 2015 y el 24 de noviembre de 2022, en su segunda participación ena Copa del Mundo, se convirtió en el verdugo de su propio país. 

Un caso parecido sucedió con Alfred Bickel, nacido en Eppstein, parte del imperio alemán 1918, cuando le convirtió con Suiza a Alemania en la victoria 4-2 por los octavos de final del Mundial 1938. También en Rusia 2018, con Xherdan Shaqiri, nacido en la zona kosovar de la vieja Yugoslavia, cuando le hizo un gol a Serbia en la victoria 2-1 de Suiza por la fase de grupos del Mundial pasado.

Qatar 2022 tiene 137 futbolistas que representan a un país diferente al que nacieron

 

FOTO DE PORTADA: Fabrice COFFRINI / AFP