París, la Ciudad Luz que no supo iluminar a Messi pero que tendrá revancha
Dentro de un mes, la capital francesa podría redimirse con el crack al que trató con desdén.
PSG tuvo en sus manos una oportunidad única y la dejó pasar. La historia dirá que fue uno de los pocos clubes que pudo disfrutar de Lionel Andrés Messi, el mejor jugador del siglo XXI y tal vez de todos los tiempos. Pero no lo supo aprovechar. Al fin y al cabo, ¿qué se podía esperar de un equipo en el que ni siquiera utilizó el número 10 en su espalda?
Casi por inercia y con apenas una parte de su ilimitado talento y poder, el capitán de la Selección Argentina convirtió 32 goles y brindó 34 asistencias en 75 partidos, además de ganar 2 títulos de liga y una Supercopa de Francia.
Sin embargo, el ídolo de todos no fue feliz porque la denominada Ciudad Luz no lo supo iluminar. Generalmente se lo vio con gesto adusto en la cancha, nunca pareció disfrutar y hasta recibió silbidos y abucheos por parte del público, además de cantos hirientes provenientes de los ultras de la entidad.
Si alguna vez hubo algo de cariño para con Leo, se rompió tras la decepcionante y temprana eliminación de PSG en la Champions League. Los cortocircuitos incluyeron hasta una suspensión por parte de la entidad por un viaje a Arabia Saudita en plena temporada.
Lo cierto es que la estadía de Messi en la capital francesa fue una mala experiencia que el astro argentino evocó en la entrevista que le brindó este jueves al influencer argentino Migue Granados: "Todo pasa por algo: París no fue como esperaba pero, aunque yo no estaba bien, me tocó ser campeón del mundo mientras estuve ahí. Y después fue entendible. No fueron campeones por nuestra culpa".
Pero hubo un detalle que no se le escapó al rosarino y que le quedó guardado como una espina, una situación que en su momento pareció hasta infantil y ridícula: "Yo fui el único jugador de la Selección que no tuvo un reconocimiento en su club".
Las paradojas del destino hacen que dentro de poco más de un mes, el 30 de octubre, París tenga la oportunidad de redimirse: ese día será la entrega del Balón de Oro, en el Teatro del Châtelet, y Leo está entre los nominados.
Si el argentino, que ya tiene 7 de esos galardones, se convierte en la octava maravilla la Ciudad Luz podrá enfocar sus reflectores sobre la inmensa figura de Messi, el amo y señor del fútbol al que cobijó en su seno y trató con desprecio.