Alan Velasco perdió, pero ganó: el regalo de un dios con otro como testigo
Tras la derrota por penales de FC Dallas ante Inter Miami, el ex Independiente vivió con Messi un momento inolvidable que no empañará ningún resultado deportivo.
ALAN VELASCO, el argentino que le aporta magia a FC Dallas, sabe que en el fútbol se gana y se pierde. A veces, se gana incluso cuando se pierde, como le ocurrió en la noche del domingo.
Su equipo se enfrentó al por estos días famoso Inter Miami, dueño de todas las miradas gracias al arribo de otro mago, el más grande todos: Lionel Andrés Messi. Y Alan, que supo brillar en Independiente, completó una gran tarea que lo erigió el jugador más destacado... si no hubiera estado Messi.
Su equipo ganaba 4 a 2 y estaba cerca de concretar el pase a cuartos de final de la Leagues Cup. Incluso él había marcado el tercer tanto de los texanos... pero estaba Messi.
El misil teledirigido del 10 que se clavó en un ángulo dictaminó el agónico 4 a 4 y en la ronda de penales, el aura del mejor del mundo condujo a las garsas rosadas a dar un nuevo paso en la búsqueda del primer título de su joven historia.
Entonces, Velasco se quedó sin el triunfo. Sin ese triunfo, porque hubo otro, quizá más importante. Después de que todo acabó, se produjo el encuentro. Uno mucho más emotivo que el que tuvieron en el inicio y en el que quizá Alan le haya pedido la camiseta.
Leo, ser humano además de dios, se quitó su traje de superhéroe y se lo dio, tras lo cual se dieron un largo y sentido abrazo. Cuando Velasco se quitó su casaca y quedó con el torso desnudo, otra deidad apareció en escena, dibujada para siempre en su espalda: Diego Armando Maradona.
El Otro 10, tatuado en la piel del joven de 21 años, fue testigo de ese encuentro lleno de admiración y respeto. De ese instante imborrable en la carrera de un jugador, se gane o se pierda. “Es un partido que no me lo olvidó nunca en la vida, jugué contra Messi, me dio la camiseta y un abrazo”, dijo Velasco, ya sin la clasificación bajo el brazo, pero con un tesoro invaluable en la mano.