Las Entrevistas de El Gráfico

La vida de Maradona en un mural de 30 metros: arte, amor y pasión por Diego

Del nacimiento del mito al paso a la inmortalidad, un homenaje del meticuloso pintor Gustavo Rovira: imágenes impactantes, pasto de cada estadio, rosas representativas. "Una gambeta a la vida", la obra cumbre.

Por Pablo Amalfitano ·

01 de marzo de 2025

LA ENERGÍA invade el cuerpo de un instante a otro. Transita por cada centímetro del organismo. Basta apenas con cruzar la puerta del establecimiento, ubicado en el barrio porteño de San Telmo, para sentir el electrizante vigor que se instala en el alma. No es para menos: todo lo que provoca Diego Armando Maradona queda envuelto en un aura tan potente como inexplicable.

Una vez adentro del espacio el cronista pondrá en marcha el viaje. Será un mágico periplo a través de la vida completa del máximo ícono de la historia del fútbol mundial, de cuyo paso a la inmortalidad se cumplirá un lustro el próximo 25 de noviembre de 2025.

El piloto del imaginario vuelo será Gustavo Rovira, un apasionado artista que llegó a pintar a distintas celebridades, incluido el Papa Franscico, y que ahora atraviesalas jornadas finales de una obra cumbre: el mural más largo de Diego, denominado "Una gambeta a la vida".

"La intención fue mostrar a todos los Maradona desde su nacimiento hasta su muerte, pero con la bandera argentina que los une porque, más allá de todas las camisetas que vistió, Maradona es argentino", dice el excéntrico pintor, al tiempo que detalla cada espacio de un producto que no tendrá igual.

Imagen Parte de la obra de Rovira, todavía sin terminar pero en proceso final. Foto: Gonzalo Colini.
Parte de la obra de Rovira, todavía sin terminar pero en proceso final. Foto: Gonzalo Colini.
 
La vida de Diego consta de un mural de 28,75 metros de ancho por 3,90 de alto, en un total de 23 placas de madera que estarán montadas para su exposición, programada para el mes de abril en las inmediaciones del Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires, una zona de paso en la que podrán observarlo miles y miles de personas.

Una gran particularidad de la pieza artística es que comienza y termina en Fiorito. Arranca con la llegada de un ángel que le entrega una pelota el 30 de octubre de 1960 a las 7.05 de la mañana, la hora en la que Diego llegó a este mundo, y finaliza con el mismo ángel que lo viene a buscar el 25 de noviembre de 2020. "La imagen que más me emociona es la del final, la del ángel, puse una pasión tremenda. No está terminada; faltan algunos detalles", dice el pintor.

Rovira vive este trabajo a flor de piel. Visitó la casa de Maradona en Fiorito. Tomó muestras de su tierra para colocar en la obra. Estuvo en Estrella Roja, el desconocido primer equipo en el que Diego comenzó su historia con la pelota, con sus primeras pinceladas en los potreros del barrio. También tomó césped de la cancha de Argentinos Juniors y de cada sitio en el que el astro argentino desparramó su magia.
 

Imagen El Boca de 1981, la primera y explosiva etapa de Maradona en el Xeneize. Foto: Gonzalo Colini.
El Boca de 1981, la primera y explosiva etapa de Maradona en el Xeneize. Foto: Gonzalo Colini.
 
La cronología de la vida de Maradona, en la que el artista asegura que "puso el alma", atraviesa todos los momentos icónicos con imágenes impactantes: Argentinos Juniors, el Boca de 1981, el primer Mundial en 1982, la gran conquista de México 1986, Napoli, Sevilla, Newell's, el último Boca.

"Acá estamos en Fiorito. Yo estuve ahí, conozco la casa. Para esta parte traje tierra de Fiorito. Coloqué once rosas figurativas, rosas de verdad, que representa a los once jugadores... la única diferente es la blanca, que es Diego", detalla el pintor, mientras señala cada espacio representativo de Maradona.

Rovira nació en La Paternal. De chico se cruzaba de la escuela Avelino Herrera, en la calle San Blas, a la cancha de Argentinos. "En el segundo tiempo, con el guardapolvo blanco, nos dejaban entrar", cuenta, con el corazón entre los dedos.

Imagen El artista, la Copa del Mundo y Napoli, en una imagen emotiva. Foto: Gonzalo Colini.
El artista, la Copa del Mundo y Napoli, en una imagen emotiva. Foto: Gonzalo Colini.
 

Detalles de una obra cumbre

Provoca estupor observar la imagen de Maradona con la Copa del Mundo en sus manos y, apenas por encima, la figura de La Mano de Dios, el indeleble gol a los ingleses, con llamativo brillante.

"La parte del Mundial 86 está hecha con oro de 23 kilates. La Copa del Mundo y el gol con la mano como el sol del Azteca, porque queda grabado en el sol para siempre", expresa Rovira.

Otro detalle que esconde la obra tiene que ver con Dalma, una de sus hijas. En la parte que representa su paso por Napoli aparece una imagen única: las margaritas que le coloca en la media su hija Dalma, de pequeña, en una emotiva foto que recorrió el mundo. Aparecen recortes de los diferentes medios, entre los que figuran algunas notas de época de El Gráfico.

Imagen El pintor Rovira, entre Diego y el ángel que lo vino a buscar. Foto: Gonzalo Colini.
El pintor Rovira, entre Diego y el ángel que lo vino a buscar. Foto: Gonzalo Colini.
 

El origen de la idea

Rovira siente amor por Maradona, como la gran mayoría de los entusiastas futboleros de la Argentina y del mundo. Días después de su fallecimiento, con el alma en pedazos, sintió la necesidad de rendirle un homenaje a la altura de su figura.

¿Cómo surgió? Así lo recuerda: "Apenas murió Diego empecé a hacerlo. Estaba con un amigo, por entregarle un cuadro, a punto de decirle que quería pintar a Diego. Entonces me preguntó: 'Che, ¿no querés pintar a Diego?'. Una casualidad, pocos días después de su muerte".

Arrancó poco después de la despedida de Maradona pero nunca planificó cuándo terminaría: "No pensaba que me llevaría este tiempo porque empecé con pocos paneles y después decidí pintar la vida completa de Diego. Quería hacer un homenaje que generara emoción".

Imagen La sorprendente obra, todavía sin finalizar, desde las alturas. Foto: Gonzalo Colini.
La sorprendente obra, todavía sin finalizar, desde las alturas. Foto: Gonzalo Colini.
 

La obra tiene un objetivo extra, además de provocar conmoción en los fanáticos de Maradona: "Esto lo estoy haciendo con la Fundación Baccigalupo; me pone muy feliz porque, además, es una fundación a la que Diego ayudaba mucho".

Rovira se dedicó a profundizar en algunos detalles, en pleno epílogo del trabajo, hasta minutos antes de la llegada del cronista y del fotógrafo para hacer el reportaje. Mientras utiliza las herramientas que implantan la magia sobre el dibujo tiene sentimientos encontrados: "Le puse mucho amor pero esto también genera mucha angustia: estar acá, trabajar y verlo a Diego, y pensar que lo va a ver toda la Argentina, si Dios quiere".

Imagen Las rosas y el la tierra de Fiorito, bien cerca del ángel que le dejó la pelota a Diego. Foto: Gonzalo Colini.
Las rosas y el la tierra de Fiorito, bien cerca del ángel que le dejó la pelota a Diego. Foto: Gonzalo Colini.
 

Ante los ojos del mundo

Observar las diferentes imágenes de Maradona en un espacio cerrado provoca emociones tan fuertes que apenas imaginar la obra en el corazón del microcentro porteño eriza la piel.

El artista ya empezó a aventurar lo que sentirá la gente: "Yo sé lo que va a pasar cuando la gente vea el mural. Va a ser violento, en el buen sentido de la palabra. Muy movilizante. No tenía planificado terminarlo este año; muchos me decían que lo terminara pero yo necesitaba darme cuenta de cuál es el momento para terminarlo. Nunca se sabe: siempre hay algo para agregarle, siempre y cuando no lo excedas. Hay que encontrar el punto artísticamente balanceado".

Imagen El trabajo del artista, tan meticuloso como apasionado, en las alturas de un andamio. Foto: Gonzalo Colini.
El trabajo del artista, tan meticuloso como apasionado, en las alturas de un andamio. Foto: Gonzalo Colini.

Imagen de portada: Gonzalo Colini