Las Entrevistas de El Gráfico

Fútbol y fe: el pastor de Platense, el milagro del '87 y los casos testigo

El pastor Jorge Mirco, famoso por recibir el afectuoso saludo del entrenador Martín Palermo, volverá a cumplir su función de asesoría espiritual ante River, el próximo rival del Calamar.

Por Adrián Wowczuk ·

18 de mayo de 2023

MARTÍN PALERMO, el entrenador de Platense, estaba feliz por la goleada de su equipo a Racing por 3-0 que le proporcionaba una bocanada de aire fresco a su cuestionada continuidad en el cargo. Aún dentro del campo de juego, la imagen del tierno encuentro con un anciano, al que besó y abrazo, acaparó la atención del mundo futbolero.

Se trataba del pastor Jorge Mirco, presbítero de la iglesia cristiana, quien en diálogo con El Gráfico se definió como un “noventón” que se siente “un pibe” y que refuerza su vitalidad con el desayuno a base de ajo crudo, palta y frutos secos, alimentos que diariamente ingiere como si fuera una religión, esa en la que basa su inquebrantable fe en Cristo.

Y es precisamente la religión la que le permitió transitar un camino en el fútbol que ya lleva más de medio siglo. “Vi un vacío y me preocupé por llenarlo”, afirma.

Además de ser el gran precursor de aquel recordaro grupo denominado Atletas de Cristo, brindó sus servicios de apoyo espiritual a innumerables equipos de primera y del ascenso, entre los cuales, por supuesto, está su amado Platense. “Porque yo soy calamar, al marrón lo tengo en la sangre”, subraya. 

“No tengo ninguna arruga porque Dios me plancha todos los días. Hasta doy clases de tango en centros de jubilados y todo. La vitalidad que yo tengo es la que le transmito al plantel”, señala, y explica que su nuevo ciclo en Platense comenzó la semana pasada.

Cuando se lo ofrecieron no lo dudó: “El que no vive para servir, no sirve para vivir. Tengo que servir como Cristo me manda, y amar de todo corazón. Para mí, cada jugador es un hijo”.

Lo paradójico es que un mes atrás lo buscaron del mismísimo Racing. “Vi el mensaje pero pensé que me estaban cargando”, contó. Y ahora, con su llegada al club de Vicente López, Platense venció a La Academia de local por primera vez desde 1991.

“La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Yo vi, por la fe, que iba a ocurrir lo que sucedió. Pero en la intimidad no lo comenté con nadie”, confiesa.

Y, de cara al próximo compromiso de Platense con River, el pastor Jorge rememoró aquel partido histórico para la entidad calamar, en 1987, en el que también estuvo presente como asesor espiritual: el inolvidable triunfo por 3-2 ante el Millonario en el Monumental, con los 3 tantos de Miguel Gambier, luego de estar 0-2 en el marcador, que le valió la salvación del descenso, refrendada luego en un desempate con Temperley.

En su diálogo con El Gráfico rememoró con emoción aquella jornada y aseguró que el DT del Marrón, aquella tarde Carlos Manuel Rodríguez, el recordado Chamaco, le pidió su consejo: “Perdido por perdido, le dije que lo ponga al Colorado (José María) Vieta, que la iba a romper. Y así fue. Además lo puso al Pampa y se dio el Milagro”.

Con ese resultado Platense accedió a un desempate con Temperley para definir el descenso y se salvó al imponerse por 2-0, con tantos del propio Gambier y Carlos Alfaro Moreno.

 

"Palermo me abrazó como un cachorro"

Volviendo a la actualidad contó, con emoción: “A Palermo lo conocí ahora. Cuando terminó el partido con Racing, me abrazó de tal manera que se me cayó la gorra. Parecía un cachorro. Me agradeció y yo le aclaré que él y su equipo eran los responsables. Me dijo una palabra que en mi vida nadie me había dicho y que no le quise revelar ni a mi propia hija”.

Y redondeó: “Martín es un pibe extraordinario, fuera de serie, con un coeficiente como DT tremendo. Para mí se va a ir a Boca y va a salir campeón muchas veces”.

Más allá de su influencia espiritual para ayudar a resurgir a Platense, Jorge se preocupa por destacar la labor del presidente calamar, Sebastián Ordóñez, al que califica como un “pingazo” que maneja al club con mucha madurez, a pesar de su juventud.

 

La fe es hincha de todos los clubes

Hay varios casos más que entrelazan al fútbol y la fe. El padre José Barbich tuvo relación con varios planteles de Boca en los años 70, pero también casó en 1989 a Diego Maradona en el Santísimo Sacramento antes de la recordada fiesta en el Luna Park para 1.200 invitados. Además fue el responsable de que Oreste Osmar Corbatta volviera a jugar al fútbol en la Argentina.

El padre Barbich le expresaba a El Gráfico en 1970 que conocía a Corbatta “desde chico y cuando regresó de Colombia le ofrecí la conducción del equipo de fútbol del ateneo de la parroquia. Después hablé con Propatto, el presidente de San Lorenzo, que es amigo, y él lo presentó a la gente de San Telmo. Lo veo muy recuperado anímicamente y responderá".

 

Imagen El padre Barbich, con Corbatta, en 1970.
El padre Barbich, con Corbatta, en 1970.
 

 

De Avellaneda a Mozambique

Otro ejemplo es el del presbítero Juan Gabriel Arias, que desde hace años desempeña funciones pastorales en Mozambique y que no se olvida jamás en aquella nación africana de su amado Racing, equipo del que es fanático y al que acompañó incondicionalmente como hincha, en las canchas argentinas y en las del exterior.

Su amor por La Academia es tal que su parroquia está pintada con los colores blanco y celeste, y hasta fundó la “Mozademia”, ni más ni menos que el Racing de Mozambique, del que habló hace poco para este medio.

"En el club procuramos que los chicos tengan una comida al día; muchas veces nuestros jugadores llegan sin haber desayunado ni almorzado. Se trata de asegurarle un alimento antes entrenar y tratar de ayudarlos en su desarrollo”, le expresaba a El Gráfico.

 

Imagen El pastor junto a Manuel Serrano, Juan Sánchez, Alfaro Moreno y Callipo. Imagen: archivo El Gráfico
El pastor junto a Manuel Serrano, Juan Sánchez, Alfaro Moreno y Callipo. Imagen: archivo El Gráfico
 

 

Fe, con F de Fortín

Vélez también le dio mucha relevancia a la impronta espiritual y a la contención de sus jóvenes promesas, sobre todo de aquellas que viven en la pensión del club, a cargo del exsacerdote José María Suárez, quien llegó en 1996 al club, mientras era seminarista y se desempeñaba en la parroquia San Cayetano.

Le contó a El Gráfico: “Siempre acompañé a los chicos de la pensión, muchos de los cuales llegaron a primera. Cenando en la concentración el día previo al partido, me vinculé con muchos técnicos que pasaron por el club, como Lavolpe, Tabarez, Russo, Gareca, Bauza y Bielsa”.

 

Imagen José María Suárez, con Christian Bassedas, en Vélez.
José María Suárez, con Christian Bassedas, en Vélez.
 

“Casé a muchos jugadores  -continuó-, bauticé a otros y estuve a su lado en momentos de dolor por la pérdida de seres queridos. La tarea era acompañar y contener en la parte espiritual”.

En 2010 abandonó el ministerio y se tomó un tiempo hasta 2016, hasta que regresó a Vélez “para trabajar en la pensión del club desde otro lugar. Ahora soy el coordinador y mi tarea es poner límites y aconsejar a los chicos, como un papá que quiere lo mejor para sus hijos”.

“Me toca acompañar lo que está de la camiseta para adentro”, sintetizó José María.

 

La bendición que pidió D10S

Gimnasia y Esgrima La Plata es otra institución en la que lo religioso tuvo un papel destacado durante la dirección técnica de Diego Maradona, que en 2019 convocó al padre Gustavo Rubio para que bendijera al plantel y al predio de Estancia Chica.

El párroco de María Auxiliadora de Berisso, fanático del Lobo, debió aclarar que no realizó ningún excorcismo, como habían consignado algunos medios.

 

Imagen El padre Gustavo Rubio bendijo Estancia Chica con Maradona.
El padre Gustavo Rubio bendijo Estancia Chica con Maradona.
 

 

En la vereda de enfrente

Tal vez algo más parecido a un exorcismo haya sido la labor del ya fallecido Brujo Manuel, a quien  algunos le atribuyen un importante papel en la conquista de la Libertadores 2009 de Estudiantes de La Plata.

En la previa del partido definitorio en Belo Horizonte ante Cruzeiro, Manuel habría “desactivado” una brujería y habría impedido que llegara a manos de Juan Sebastián Verón, símbolo de aquel equipo Pincha, un paquete lleno de biblias y libros religiosos que posteriormente fueron incinerados.

El Brujo trascendió la divisa pincharrata y le dio una mano al Independiente de Ariel Holan que se consagró en la Copa Sudamericana de 2017, ya que estuvo presente en la campaña del Rojo en aquel lauro continental.

Y ese mismo año viajó a Ecuador, cuando Argentina venció en la última fecha de las eliminatorias a la selección local con un triplete de Lionel Messi y se clasificó para el Mundial de Rusial 2018.

 

Un club que nació de la fe



El vínculo entre fútbol y religión tiene ejemplos tan elocuentes, que incluso uno de ellos le dio vida nada menos que a San Lorenzo de Almagro, fundado en 1908 por el cura salesiano Lorenzo Massa. De aquella iniciativa para dar un espacio contenedor a los jóvenes de la barriada de Almagro nació una historia ampliamente conocida por todos.

Imagen de portada: Gonzalo Colini