Las Entrevistas de El Gráfico

Los Halcones: deporte, inclusión y emoción

El Gráfico entrevistó a Roberto Salazar, entrenador de la Selección Nacional de Futsal para personas con Síndrome de Down, reciente subcampeón del Mundial de Perú. Una historia de compromiso, superación y sueños.

Por Pablo Bomarito ·

26 de abril de 2022

La definición académica del Síndrome De Down dirá: “Trastorno genético ocasionado cuando una división celular anormal produce material genético adicional del cromosoma 21”. Además se caracteriza por “una apariencia física típica, discapacidad intelectual y retrasos en el desarrollo”.

Pero las personas con Síndrome de Down son mucho más que una definición: son personas que sienten, aman y sueñan con ser incluidos como los demás.  

En el último Mundial de Futsal jugado en Perú la Selección Argentina logró el subcampeonato ante Brasil. La tristeza duró poco, todo fue alegría por lo obtenido; al fin y al cabo es como reza su lema: “Nosotros no perdemos, ganamos o aprendemos”.

Nos adentramos en el mundo de los “Halcones” de la mano de su entrenador Roberto Salazar.

-¿Cómo, cómo empezaste en el fútbol y cómo llegaste a ser entrenador de los Halcones?

-Soy entrenador desde 2017. Estudié en AFA en la sede de Ituzaingó y más allá de eso trabajo en el en el ámbito del deporte desde 2010, en la Secretaría de Deportes del Municipio de Moreno, donde vivo. En 2012 comencé a trabajar en deporte para personas con discapacidad a través de una institución que se llama Asociación Civil Andar, que tiene un vínculo con la Federación Faddim desde hace mucho tiempo. Desde ahí surgió la propuesta a través de ellos, sabiendo y estando en conocimiento de que nosotros en Andar trabajábamos con personas con discapacidad en lo que respecta al fútbol. Conociendo nuestra experiencia, pensaron que podíamos llegar a conformar un grupo al cual se pueda hacer cargo de esta Selección.  

-¿Cómo es entrenar a chicos con capacidades diferentes?

-Trabajamos de la misma manera que lo haríamos con una persona sin discapacidad, se establecen los mismos objetivos, las planificaciones son iguales, lo único que cambia es la adaptación que se realiza acorde a los tiempos y a al aprendizaje que tiene cada una de estas personas. El Síndrome de Down es una discapacidad intelectual, por lo tanto todo lo que tiene que ver con el proceso de enseñanza y aprendizaje tiene que ser un poco más lento, para que ellos puedan captar bien las consignas, para que puedan desarrollarlas, pero en general se trabaja lo mismo.  

-¿Cómo se formó la selección, teniendo en cuanta que tenés chicos del interior del país?

-Cuando asumimos en 2019 hicimos un diagnóstico del plantel que había quedado de lo que fue la última participación en el Mundial de Brasil, el cual también pudieron llegar a la final y salir segundos. En base a ese diagnóstico, nosotros con el cuerpo técnico consideramos que de los 12 chicos que conformaban el plantel, nueve tenían las condiciones para poder seguir y había tres que no. Íbamos a seguir probando. En nuestra etapa de scouting pudimos ir observando en distintas instancias y en distintos lugares a otros jugadores.  El inconveniente principal es que esta es una disciplina que se viene desarrollando hace muy poco, tuvimos un proceso un poco más lento con el tema de la pandemia, pero no terminó siendo un obstáculo para poder ver jugadores.

-¿Cómo resolvieron esa parte?

-Gracias al contacto que tenemos con varias organizaciones que trabajan con personas con discapacidad, no sólo en Buenos Aires sino que en todo el interior del país y las provincias, pudimos llegar a contactar a muchas de ellas y empezar la búsqueda, de jugadores con estas características y que tengan experiencia o que por lo menos hayan participado o participen de alguna disciplina relacionada con el fútbol. En diciembre de 2019 pudimos conformar el plantel de 12 jugadores sumando a tres nuevos: un chico de Ameghino, otros de Merlo Buenos Aires y el último de Rosario, que ya había participado de la etapa anterior. Ese año cerramos el plantel porque teníamos el Mundial en Turquía, que en realidad es el que disputamos en Brasil, luego de todo lo que ocurrió con la pandemia no pudimos participar. Todo ese plantel siguió trabajando hasta la competencia en Perú.

Imagen El festejo en la victoria ante Portugal en el Mundial de Perú.
El festejo en la victoria ante Portugal en el Mundial de Perú.
-¿Como trabajas en el resto del año con aquellos que no son cercanos?

-Nosotros tratamos de tener concentraciones mensuales en donde nos reunimos al menos 5 días en algún lugar. Hemos estado en los municipios de donde son los chicos y a veces en otros donde no tenemos ninguno. La idea es siempre aprovechar también el espacio para poder darle visibilidad a esta disciplina. Así nos vamos concentrando una vez por mes, entrenamos a doble turno, para poder ir trabajando distintos aspectos de la planificación deportiva.  

-¿Cómo logran el apoyo económico?

-Hemos tenido la suerte de que los municipios a los que vamos se hacen cargo de todo lo que tiene que ver con la logística y todos lo que tiene que ver con traslados, hospedaje, las comidas del día y obviamente los espacios para poder entrenar. El apoyo de ellos ha sido muy bueno; también el de algunos clubes, algunos dirigentes de Racing también lo son de Faddim y han estado dando una mano. Además estamos en conversaciones con otros clubes para que también se puedan sumar a este a este movimiento. Nuestra idea a futuro también es poder lograr el desarrollo del futsal Síndrome de Down a nivel país y poder llegar a todas las provincias, para que esto les sirva a la Selección y al país.

 

Imagen Javier Fernández, el arquero de los Halcones
Javier Fernández, el arquero de los Halcones
 

-¿Está la idea de una liga? ¿Ya lo planteaste?

-Estamos en plena conformación de todo lo que va a ser el plan, que no es solamente de concentraciones y scouting, sino uno con el que podamos lograr el desarrollo en el todo el país. Que todas estas articulaciones que hemos tenido en lo previo a este Mundial para poder ver jugadores se transforme para que en esos mismos municipios en donde quizás no se practica el futsal Síndrome de Down, pero que tienen equipos con personas con discapacidad, se puedan conformar encuentros y que tengan una liga o torneo. Más allá de lo que hacemos como cuerpo técnico, trabajamos en lo que es la Liga de fútbol inclusiva, acá en Buenos Aires. Nucleamos a más de 42 instituciones y fuimos creciendo desde ese lado. Todo comenzó con cuatro instituciones que se juntaron a jugar un encuentro con sus equipos y hoy tiene una envergadura mucho más amplia, mucho más grande.

-¿Tienen apoyo de la Asociación del Fútbol Argentino?

-Hasta 2019 la AFA nos venía apoyando con indumentaria y estaba pensado a futuro llegar a un acuerdo por el presupuesto que necesitamos para poder solventar los pasajes. En este último período se nos complicó por cuestiones internas de la AFA, que hicieron que esta articulación no se pudiera dar, pero de todas formas seguimos en conversaciones, creo que está la voluntad de darnos una mano y poder trabajar en conjunto. La Secretaría de Deportes de la Nación se hizo cargo de los pasajes y la inscripción al Mundial, es una competencia donde la participación es paga y requiere un presupuesto por cada chico para poder llevarla adelante. Ellos junto al desarrollo del deporte a nivel social, lo mismo que la Fundación Banco nación, que también en la etapa previa al viaje nos apoyaron y ahí se pudo concretar todo esto. Nuestra misma asociación civil de la cual participamos pudo también intervenir para que nosotros pudiéramos recibir ese dinero y viajáramos.

-¿Sentís que hay más conocimiento de la Selección de Síndrome de Down?

-Creo que todas las disciplinas que tienen que ver con el deporte adaptado o para personas con discapacidad va tomando y reivindicando la participación y el pleno acceso a la práctica deportiva. Si bien todavía falta un montón de camino por recorrer para poder llegar a la inclusión total. Creo que hoy estamos parados en otro lugar, mucha gente se acercó a hablar con nosotros, a conocernos y manifestarnos su apoyo. En 2019 todavía no se hablaba mucho de esto, más allá de que había mucha gente que lo conocía. No al menos como se hablaba hoy en los medios de comunicación. A nosotros nos sirve ese apoyo para contar lo que venimos haciendo y la necesidad que tenemos todos los que trabajamos en el ambiente de la discapacidad, de que nos apoyen, para que podamos lograr la inclusión plena y que podamos seguir participando de estas instancias.  

-¿Cómo manejás con los chicos el tema de sus emociones, sus ansiedades, sus euforias?

-Toda persona se mueve en base a la confianza. Desde ese punto, desde la verdad, desde el sentimiento, contando lo que uno proyecta y de trabajar con la persona en sí, hemos aprendido en todo este tiempo que todo lo que uno planifica lo tiene que hacer en base a la persona. Si bien es un grupo, un equipo, creo que poder llegarle a la persona y poder trabajar en base a lo que ella realmente necesita hace también que el colectivo después funcione muy bien. Creo que logramos meternos en el corazón y en la cabeza de los chicos y ganamos su confianza. Pudimos manejar toda la presión que implicó estar lejos de su casa y los inconvenientes previos que tuvimos, pudimos lograr que ellos puedan competir.  

-¿Viajó algún familiar con ustedes al Mundial?

-Junto al cuerpo técnico viajó un padre y uno de los hermanos de los chicos, además coordinadores de la fundación Empate de Córdoba (de donde es Javier Fernández el arquero del equipo). Los acompañantes desde su lugar, sin invadir el trabajo que veníamos haciendo, fueron los hinchas oficiales de nuestra Selección.

Imagen Union, compromiso y confianza, el festejo de los Halcones.
Union, compromiso y confianza, el festejo de los Halcones.
-¿Y ustedes cómo manejan sus emociones?

-Nosotros cómo cuerpo técnico tenemos que administrar la alegría, la tristeza y tratar de no demostrarla. A veces uno demuestra un estado de ánimo y la persona con Síndrome de Down se queda con eso. Los partidos son irregulares y pasan un montón de emociones, tenés que saber manejar como plasmarlas, de qué manera las exteriorizas. A veces es fuerte contener o un llanto. No quiero decir que no nos reíamos ni llorábamos, cuesta poder explicar y no salirte de eso. Es una cuestión constante que hay que manejar y no tiene que ver solamente con el orden o con que parezcas un entrenador serio ni nada de eso, sino que tiene que ver con contener bien las emociones de estos pibes y que no los saquen del hilo conductor que realmente necesitamos para que puedan alcanzar sus objetivos.

-¿Qué balance hacen del Mundial?

-Lo terminamos con muchas felicitaciones de parte del cuerpo arbitral y de la organización. Quedó plasmado en la final, que también fue un gran logro para nosotros. Más allá de haber perdido los chicos a los 10 minutos ya estaban con la cabeza un poco más fría, divirtiéndose y entendiendo la situación que estaban viviendo a pesar de haber salido segundos.

-¿Qué es lo que viene ahora?  

-Lo que viene es la Copa América el año que viene. Tenía sede en Brasil pero México también quiere hacerla. Son las dos opciones hoy por hoy.

Imagen La emoción de cantar el himno y representar a la Argentina.
La emoción de cantar el himno y representar a la Argentina.
-¿Qué les dirías a aquellas personas que no están en contacto con alguien que tenga una discapacidad intelectual como el Síndrome de Dow, o con alguien que tiene otro tipo de capacidad, para acercarse, para que entienda?  

-Que se animen, que no tiene nada que ver con la dificultad. Muchas personas que conozco y no están insertos en el ámbito de la discapacidad les genera un poco de temor, de miedo de llegar a equivocarse. Lo que les decimos siempre es que nosotros como personas, como individuos, constantemente estamos en un feedback entre el error y el aprendizaje. Trabajar con personas con discapacidad no es ni más ni menos que lo mismo que hacerlo con personas que no las tengan. Llevamos 10 años trabajando en discapacidad y no terminamos nunca de aprender. Eso es lo mejor que tiene. Es un aprendizaje constante. A la gente le digo que se anime. Las personas con discapacidad necesitan de mucha ayuda para poder transformar su vida. Nosotros trabajamos con más de 40 voluntarios y voluntarias que arrancaron como nosotros; cuando iniciamos tampoco conocíamos mucho en la discapacidad y sin embargo llevamos más de 10 años porque nos atrevimos a animarnos. Vas a conocer un mundo que es hermoso y te va a permitir desarrollar un montón de emociones, porque eso también transmite la discapacidad, es reconocerte a vos mismo de que hay un montón de emociones que te pueden ayudar a superar los problemas que van surgiendo en la vida.

Las personas con Síndrome de Down sonríen, se enojan, lloran y también juegan a la "pelota". Los Halcones son libres y valientes, pero por sobre todas las cosas son personas, como vos y yo.

FOTOS: Faddim / Pablo Lucero.