Claudio Borghi 100x100
El Bichi repasa toda su vida. Perdió a su papá de chico y tuvo que salir a trabajar. Sus comienzos en Argentinos, el Mundial de México 86, Bilardo, Menotti, Bielsa…
1 ¿De verdad no practicás pelota parada?
No. En Colo Colo ganamos cuatro torneos y nunca hicimos una. No apuesto a la pelota parada, si no tenés un gran ejecutor sufrís muchos contragolpes. Matías Fernández, por ejemplo, te pateaba desde 50 metros y te la clavaba en el ángulo, entonces le decía “pateá al arco”. Pedirle a un jugador que se tire si está cerca del área para ganar un foul es una barbaridad.
2 Si no hacés una sola pelota parada, los jugadores pueden comentar en voz baja...
Los jugadores son especiales. Si hacés mucha pelota parada dicen “este es un rompebolas”; cuando no hacés, dicen “este no sabe”. Si les das libre, “es un vago”; si los entrenás mucho, “se le va la mano”. La gata flora.
3 Sin repetir y sin soplar, todos los equipos donde jugaste, empezando por los de papi.
El Porvenir de Castelar, Mariano Moreno de Haedo, Luz y Fuerza de Morón, Argentinos Juniors, Milan, Como, Neuchatel de Suiza, River, Flamengo, Independiente, Unión de Santa Fe, Huracán, Colo Colo, O'Higgins, Audax Italiano, Platense, Correcaminos de México, Wanderers de Chile. Son 15 equipos más 3 de baby, total 18.
4 ¿Sos un mercenario del fútbol?
La palabra “mercenario” no me gusta, podría ser “gitano del fútbol”. Siempre fui medio inquieto en conocer lugares y cuando me preguntaban si quería vivir en Suiza o Brasil, obvio que decía que sí.
5 El mejor Borghi se vio en Argentinos, ¿alguna vez volviste a estar cerca de ese nivel?
Hubo dos cosas que me ayudaron en Argentinos: mi juventud y el equipo. Algunos creen que uno puede jugar bien en todos lados, y no es así. Aquel Argentinos estaba hecho para atacar y jugar bien, y yo sobresalía; si el equipo no está hecho para atacar, se complica.
6 ¿Cuántos kilos arriba estás?
¿Arriba de qué? Evidentemente no soy un modelo, pero la gordura es un problema más para el que la ve que para el que la lleva. Estoy en 105 kilos, pero nunca me acomplejó el peso. Debo reconocer que no soy un tipo preocupado por el físico, pero también digo que estoy medicado por hipertiroidismo, por eso también engordo.
7 ¿Por qué “Bichi”?
Me lo puso mi viejo pero no sé por qué. Mi apodo de chico, en realidad, es Icho, me lo puso mi hermano mayor porque lo hinchaba. También me decían Chueco, Negro, Mono, y en Chile me pusieron “El Guatón Parrillero”. Guatón es panzón y parrillero porque creen que vivo comiendo asados, otro mito.
8 ¿Por qué dejaste la representación de jugadores?
Tenía que venderte un jugador, llevaba el currículum, pero cuando el otro me preguntaba si lo pondría en mi equipo, le tenía que decir “La verdad, que no”. Así no podía vender nada. No era para mí.
9 “El Bichi tenía un cortocircuito en el balero”. ¿Quién lo dijo?
El Puma Morete. También dijo una vez que tenía un corso a contramano, esa me gustó... Siempre fui un tipo raro.
10 “Me tengo que cansar jugando, no marcando. Creo en los especialistas”. Lo afirmaste como jugador, ¿ahora pensás igual?
Por supuesto. “Un polifuncional es un jugador que juega mal en todos lados”, me enseñaron. Y es así. Puedo improvisar en determinados momentos por una obligación. Y cuando lo hago, le aclaro al jugador: “Te pido disculpas, pero hoy me tenés que solucionar este problema”. No le puedo pedir el mismo esfuerzo al 10 que al 5.
11 El 10 la pierde y no marca.
No, pero si el 10 la pierde tiene que gastar energía en encontrar posiciones. Pusineri debe hacer su trabajo y va a depender en un momento de Montenegro y Montenegro va a depender de Pusineri, pero yo no necesito ni 10 Pusineris ni 10 Montenegros, tenemos que tener un equipo de fútbol.
12 ¿Cómo eran los picados en los potreros de Castelar?
Mi barrio era de gente humilde, donde no faltaban los chorros como no faltan en Puerto Madero tampoco. Jugábamos en una villa en Camino de Cintura, íbamos en el 338, partidos bravos en campeonatos por plata.
13 Si tirabas una rabona ahí, te la daban en el pecho, ¿no?
Las rabonas las empecé a tirar en Argentinos. Las usaba como recurso, no como cargada. Es como el caño: algunos se tiran por recurso y otros para cargar. Yo no sabía patear con la izquierda, todavía no aprendí, y no me quedaba otra que darle de rabona.
14 La más loca que tiraste.
En un clásico contra la U pateé un penal, me lo atajaron, el rebote vino a la zurda y le di de rabona. Me querían matar, pero era lo que había. Hubo gente que lo entendió. Aún me lo recuerdan.
15 ¿Quién fue Hipólita?
Mi abuela. Me protegió y me ayudó mucho en mi carrera. Mi viejo había fallecido y en mi casa no había idea de fútbol. A mí siempre me venían a buscar los pibes del barrio para jugar. Mi abuela quizás pensó que algo debía saber y me llevó a Luz y Fuerza, un club a 12 cuadras de casa. Me acompañaba todos los días, porque yo era un pibe de 10 años. Me crió ella cuando se murió mi viejo, y los ocho hermanos nos tuvimos que repartir.
16 ¿De qué falleció tu viejo?
Amaneció muerto en la cocina de mi casa de un ataque al corazón. Estaba por tomarse unos mates para ir a laburar. Lo encontró mi hermana tirado en la cocina. Yo tenía 10 años. Se hizo duro porque él era el único que laburaba, era sereno en el INTA. Los cuatro hermanos mayores tuvimos que salir a laburar de lo que hubiera.
17 ¿Vos qué hiciste?
Entre los 10 y los 15, todo tipo de changas. Repartí sodas, fabriqué jaulas para pájaros y fui herrero. Me las arreglaba bien. Al final entré en una zapatería, terminaba el zapato; pero de un día para el otro el encargado se fue y la dueña me pidió que me hiciera cargo de todo el taller. Como no sabía hacer todas la tareas, el trabajo de una hora me llevaba cinco, y tuve que dejar Argentinos, aunque ya estaba pisando la cuarta.
18 ¿Por qué volviste?
Vino a buscarme Pekerman, que era el coordinador y le expliqué que necesitaba la plata. Ahí Argentinos me ayudó con un viático y volví a jugar.
19 ¿Pasaste hambre en tu infancia?
Yo siempre paso hambre (risas)... Para comer había, pero siempre lo mismo: sopa, polenta y guiso con menudos de pollo. Hoy no te como polenta ni cagando. Otro clásico de mi infancia era mate cocido con sánguche de mortadela.
20 Pasaste hambre y ahora te desquitás.
Yo tengo gusto por comer, no es que como así porque es un trauma de chico.
21 ¿Te molestaba no tener algo, zapatillas por ejemplo?
Siempre tuve buenas zapatillas. Ibamos con los pibes del barrio al “Gran Tía” de Haedo con nuestras zapatillas usadas, dejábamos esas y agarrábamos las nuevas, unas Flecha con los dientes adelante. Nunca nos agarraron: no había tantos guardias ni circuito cerrado. Pero aclaralo bien, por favor: no afanábamos, cambiábamos. Siempre dejábamos algo. No era lo mejor, pero bueno, afanar es agarrar y salir corriendo, y eso nunca lo hicimos.
22 Alguna otra obra de caridad.
Colarse en el tren. De Morón a Argentinos tenía que tomar dos colectivos y un tren, el Sarmiento en Flores. Nunca sacaba boleto. A veces agarrábamos uno del piso y cuando el chancho lo pedía en la salida se lo tirábamos y, como dirían en chileno: a apretar los cachetes y salir corriendo.
23 Después en la cancha no corrías.
Claro, con todo el desgaste que tenía en la semana..
24 ¿Terminaste la escuela?
La primaria; secundaria no hice. Afortunadamente, al no ir al colegio me quedó mucho espacio libre sin ocupar, no me enseñaron tantas huevadas y las pude llenar con otras cosas importantes.
25 ¿Cómo llegaste a Argentinos?
Con Mariano Moreno jugamos contra un equipo de Argentinos que iba por los barrios. Me vieron, pasaron el dato y me vinieron a buscar el padre del Checho Batista, Oscar Refojo y Tito Patiño. Un gran tipo el papá del Checho, le debo mucho.
26 ¿Francis Cornejo también fue tu descubridor?
Esto de los descubridores no me gusta. Si viene un técnico y dice: “A Suazo le enseñé a jugar yo”. Está bien, ¿pero cuántos más tenías? ¿Y los otros 20 no aprendieron nada? Francis fue un técnico más que tuve en Argentinos.
27 ¿Te acordás de tu primer viaje en avión?
¡Cómo olvidarme! (risas) Fue en 1981, yo era pendejito y tuve la desgracia de caer al lado del Loco Salinas, un viaje al interior por un Nacional. “Pibe, ¿trajiste guita para la comida?”, me preguntó de entrada Salinas. “Mirá que no tengo un peso, no pidas nada que no te puedo pagar”. Pasó la azafata, me ofreció la comida y le dije “No, gracias”. Creo que si Salinas me ve hoy, me sigue agarrando para la joda.
28 ¿Cuándo empezó tu fobia por los aviones?
Hace dos años. Le hicimos un estudio del corazón a mi hijo y no le salió bien. Al día siguiente cumplía 42 años y mi señora me hizo una fiesta sorpresa. Y al otro tenía que viajar. Mi hijo con 10 años y yo con 42, las mismas edades que teníamos mi viejo y yo cuando él se murió. Se juntó todo. Me subí al avión, me tocó sentarme solo y antes de despegar empecé a transpirar. No aguanté más, me bajé y me puse a llorar como un pibe. El equipo se fue y yo viajé en auto.
29 Contra el Alajuelense no viajaste. Es poco profesional.
Pasó a los cuatro días de ese hecho y el consejo médico fue que no viajara. Ahora vuelo, no es que me encante, pero viajo. Me tomo una pastilla para dormir, un ron y listo.
30 ¿No tardó demasiado tu chance para dirigir en Argentina?
Al contrario, me llegó rápido. Empecé en el 2002 como DT y me considero joven para la profesión, tengo 43 años.
31 ¿Cómo viste el fútbol argentino desde adentro, después de tanto tiempo?
Se podría jugar mejor. Cambió mucho el discurso de la gente, de lo que quiere, todo es “pongan huevo, pegale para arriba”. Así se le hace difícil al jugador entender cuándo tiene que poner huevo y cuándo jugar bien.
32 Muchos pensaron: “En Chile es fácil ser campeón, vamos a verlo acá”.
Ser campeón es difícil en todos lados. Ahora, que el fútbol argentino sea más competitivo, resulta obvio. En Colo Colo fuimos campeones con cuatro equipos diferentes y vendiendo 11 jugadores.
33 ¿Percibís que hay como una luna de miel con el periodismo argentino?
Puede ser, veremos hasta cuándo dura. Acá hay muchos chicos que no me vieron jugar, otros que sí me conocen y ni pensaban que podía ser entrenador; algunos me verán charlatán, otros humilde...
34 ¿Cuál es la clave para ser un buen DT?
No olvidarnos de que fuimos jugadores. El técnico se olvida de que fue jugador y el jugador cree que el DT nunca jugó fútbol.
35 ¿Quién es el mejor DT argentino?
Bianchi. No lo conozco, pero tengo buenas referencias. Además, es el mejor porque no está trabajando.
36 ¿Cómo lo ves a Bielsa en Chile?
El gran problema de Bielsa es que no conoce mucho la idiosincracia chilena. El tiene que convencer a los jugadores, a la gente y al periodismo. El trabajo de un entrenador es dar explicaciones, aunque uno no las quiera dar. Creo que debería mezclarse con la gente.
37 ¿Tuviste contacto con él?
No, y eso me llamó la atención, porque yo estaba a cargo del equipo más importante, Colo Colo, el que aportaba más jugadores a la selección, en un momento iban 11. Hubiera esperado que me llamara para coordinar, no para pedir consejos.
38 ¿Por qué Argentinos tiene tan buen semillero?
Porque históricamente hubo buen gusto por los jugadores y la línea no cambiaba de una división a otra. No es que te pedían un grandote cuando se hacía el cambio de división.
39 ¿Por qué le pegabas tanto “tres dedos”?
Se lo copié a Teófilo Cubillas, en el Mundial del 78, un gol de tiro libre que le hizo a Escocia. El fútbol es imitación.
40 ¿Te sentís campeón del mundo?
Claro, si jugué tres partidos. Se dieron dos circunstancias para que no rindiera: era muy joven, tenía 21 años, y no era un jugador útil para Bilardo.
41 Una vez contaste que en esa Selección hubo discusiones fuertes, ¿por qué eran?
Hubo reuniones duras. Recuerdo una, después del partido en Colombia, en la gira previa, donde fuimos un desastre. Más de uno creía que no todos estaban preocupados o que les daba lo mismo dar o no dar el máximo esfuerzo en pos del objetivo.
42 ¿Se pelearon?
Depende de qué medio. El Popular diría “Pelea en el plantel”, Crónica te pondría la placa de “Ultimo momento” y La Nación hubiera titulado: “Intercambio de palabras”. Durante el Mundial hubo muchas de esas.
43 ¿Maradona de Argentinos o de México 86?
El de Argentinos, no tengo dudas, lo que pasa es que nos veía muy poca gente. Del mismo modo te digo que no elijo el gol a Inglaterra como el mejor.
44 A ver...
Los dos goles a Bélgica son mejores, para mí. El de Inglaterra tiene muchos errores. ¿Vos creés que Diego le hubiese metido ese gol a Italia o a Uruguay? Lo bajaban antes. Si ves los goles a Bélgica, cuando él decide patear los defensores recién estaban sacando la pierna. Eso te da una idea de la velocidad mental de Diego. Igual, su mejor gol en la Selección, para mí, fue el que le metió a Leao, en 1979, de Resto del Mundo, con una comba perfecta.
45 ¿Menotti o Bilardo?
Menotti: hay un antes y un después de él en la Selección. Aparte, mi vida diaria va más con Menotti; estoy lejos de ser obsesivo como Bilardo, aunque le reconozco sus virtudes. Como equipo, igual, me quedo con el del 86.
46 ¿ En qué cosas de la vida te hacés la rabona?
Yo siempre hago la rabona, nunca hago lo que la gente está pensando que voy a hacer. Eso me hace un tipo diferente, un tipo que no va con la corriente.
47 ¿La ganó Juventus o la perdió Argentinos a la Intercontinental 85?
La perdió Argentinos, si José metía dos defensores cerraba el partido 2-1 y éramos campeones. Pero fijate una cosa, siempre hago el mismo test y pregunto quiénes jugaron la final del año anterior y la del posterior, y casi nadie se acuerda. Eso significa que no siempre lo más importante es ganar, sino que valen otras cosas.
48 ¿Qué sensación predominaba cuando entraste a ese vestuario: orgullo o bronca?
Tristeza, sobre todo. Los más grandes lloraban, yo preguntaba por qué y me decían: no volvemos nunca más. Yo tenía 21 años y pensé que sí, pero no volví más a jugar una Intercontinental.
49 Esa final te catapultó en todo sentido, ¿no?
Sí, pero a la vuelta de Tokio seguía yendo a entrenar en bondi. En esa época era normal. Mis prioridades eran: comprarle la casa a mi vieja, más tarde una para mí, y recién después el auto. Juan Caracoche, un chico que hoy juega en Independiente, viene en bici a entrenarse y el otro día lo agarraron para la joda en una nota. Me imagino que ahora el pibe debe estar pensando en comprarse un auto para que no lo jodan más. Y tiene que ser al revés.
50 ¿Es muy distinto el jugador actual al de tu época?
Sí, hoy los pibes están muy expuestos y a veces hacen más lo que la gente quiere que lo que ellos piensan. Le dicen “¿Cómo andás en este auto?” y lo obligan a comprarse un último modelo y al final quieren demostrar un estatus que no tienen.
51 La generación Play Station.
En mi época jugábamos al Atari, pero era aburrido. Cuando me compró el Milan fue duro: no había teléfono ni internet, conseguías un Clarín de dos semanas antes y te lo leías entero.
52 ¿Cómo tomaste que tu hija se pusiera de novia con Cristóbal Jorquera, jugador tuyo en Colo Colo?
Fue un problema grande para los dos porque si lo ponía no iba a faltar el estúpido que dijera que lo hacía porque estaba de novio con mi hija. Y fui muy injusto, porque a veces lo sacaba para no perjudicarlo. Los técnicos somos injustos: si tenemos un hijo malo lo queremos hacer jugador y si es bueno, no lo ponemos.
53 ¿Por quién te enteraste del noviazgo: por él o por ella?
Por mi mujer. El problema empieza cuando entra a tu casa. Se hacen convenios. Yo fui claro con él: “Acá no soy técnico tuyo”. Se le complicaba si salía con mi hija un viernes y yo me enteraba.
54 Te vino a buscar el Milan y no querías ir.
Hoy se tiran de cabeza. El problema fue que me vendieron sin preguntarme, mientras estaba en el Mundial. Yo siempre fui un tipo raro, aún sigo siéndolo en realidad, pero las decisiones me gustan tomarlas a mí. En ese tiempo también me quería el Racing Matra y yo prefería ir a París. No me equivocaba: el período de adaptación era importante. Aparte, París me gusta mucho. Boludo no soy.
55 Recordá tu primer encuentro con Berlusconi.
Me dijo: “Venite a comer a casa”. Yo no tenía mucha idea de quién era. Fuimos con mi señora. Lo primero que me llamó la atención fue que el tipo se pusiera la servilleta en el cuello para comer la pasta. La casa era una cosa extraordinaria, con iglesia, pinacoteca, esculturas, sala de música, y hasta tenía una habitación blindada. Apenas llegamos, sacó una cajita del bolsillo y me dijo: “Esto es para tu señora”. No le di bola en ese momento, y en casa mi señora preguntó, lo abrí y era un collar. Cuando lo tasamos... ¡mamita! Eran unos cuantos billetes.
56 ¿Para qué te compró Berlusconi si nunca jugaste?
Cuando me compró, el técnico era Liedholm, el sueco, y Capello era su ayudante. Jugué un Mundialito y me dijeron que si andaba bien me quedaba en el Milan. Jugué bárbaro, me eligieron el mejor jugador del torneo... y me dieron una patada en el orto. Resulta que en el medio contrataron a Arrigo Sacchi, compraron a Gullit y Van Basten, y en esa época solo entraban dos extranjeros por equipo. Me tuve que ir a préstamo. A lo mejor, si seguía Liedholm yo terminaba jugando en el Milan. Son los pequeños hechos que por ahí te cambian la carrera. El gusto de un entrenador te caga la vida, salvo que seas un fenómeno.
57 ¿Pero te llegó a ver Sacchi?
Un fenómeno Sacchi. Como no había jugado al fútbol, no podía mostrar los ejercicios. Si alguien lo hacía mal me llamaba y me decía: “A ver, Borghi, haga esto”. Y yo lo hacía para todos. Después no me ponía. Un monstruo.
58 ¿Seguís siendo fana del rock nacional?
Menos, porque los que me gustaban ya no tocan. Simpre me encantó David Lebón.
59 ¿Por qué declaraste que la mujer de Yudica sabía más de fútbol que Yudica?
Me tenía cariño la mujer de José, quizás porque era de la edad de sus hijos y me veía desprotegido. Yo me enojaba con José porque quería jugar, pero la verdad es que me bancó a muerte en la época en que hacían fila para putearme.
60 ¿En Argentinos te puteaban?
A mí y a unos cuantos más, todos fueron puteados en Argentinos, hasta Diego.
61 ¿En algún momento te sentiste más chileno que argentino?
Estoy en un 50 y un 50. En Chile me han tratado muy bien.
62 ¿Comida chilena o argentina?
Mariscos chilenos y carne de acá. Mi debilidad, el lechón.
63 Un libro.
Tres momentos de una vida, de Hermann Hesse.
64 ¿Con quién vivís acá?
Mi familia se quedó en Chile y fui a la casa de mis suegros, no podía ir a lo de mis hermanos, que tienen todo armado. Ya te dije: soy un tipo raro. Aparte, es una buena excusa estar con los suegros, tu mujer hasta puede creer que sos un buen tipo.
65 ¿Tu familia no va a venir?
¿Vos pensás que algún técnico puede planificar qué pasará el próximo año? Mis hijos estudian y no pueden dejar el año por la mitad. En diciembre veremos.
66 ¿Cómo definirías tu paso como jugador de Independiente?
Corto como polvo de chancho. Menos de un año fue. Esperemos que como entrenador sea distinto.
67 ¿Volviste a ver el partido con Juventus?
Completo jamás, solo pedazos. No suelo ver cosas mías porque me da la sensación de que estoy muerto.
68 Tu ídolo de pibe.
Luque. Se lo dije cuando jugaba en Unión. Estaba en la camilla, entró y empecé a temblar. Y eso que yo ya era un boludo grande, pero no dejaba de ser mi ídolo.
69 ¿Qué recuerdo tenés del Mundial 78?
La vidriera de la casa de electrodomésticos donde veíamos los partidos con los pibes del barrio. En casa tenía una en blanco y negro, y en la vidriera lo veíamos en colores. El Mundial fue clave para mí, ahí decidí ser futbolista.
70 ¿Quién fue el DT que más influyó en tu formación?
Alberto Pompeo Tardivo. Me agarró en las inferiores de Argentinos y me enseñó a jugar y cosas de la higiene personal.
71 ¿Y quién fue el peor?
Mirko Josic. No entendía nada de fútbol. Ganó la Libertadores con Colo Colo, una clara muestra de que ganar no significa que sos el mejor DT, ni siquiera que sos bueno. Hay gente que juega toda su vida al fútbol y no lo entiende, como hay otros que lo comentan todo la vida y tampoco lo entienden.
72 Te fuiste de la Selección antes del Mundial y volviste a los cuatro días, ¿qué pasó?
La revista Gente publicó que había aparecido un hombre diciendo ser mi padre, incluso fueron al cementerio de Morón a ver si estaba enterrado, titularon que mi vieja estaba postrada, que mi novia era la nueva Cyterszpiller. Además, mi religión. Parecía un rock star, con seguimiento de fotógrafos a toda hora. No podía vivir así.
73 Se dijo que te habías cruzado mal con Clausen y Ruggeri.
Fue mentira, con Trobbiani me agarré en el Mundial. El me dio una patada, yo otra y así seguimos, por eso los que dicen que no tenía el fuego sagrado, nada que ver, yo era más calentón que la puta que lo parió. También me agarré con Maragoni: él estaba en la mayor y yo en los juveniles. Era un pendejo irrespetuoso.
74 Como futbolista eras un rebelde, ¿como DT también?
Yo soy rebelde en la vida, lo peor que podés hacerme es obligarme, porque hago todo lo contrario. Soy un tipo raro, no hago lo que la gente espera.
75 ¿Seguís mirando los partidos por TV sin volumen?
Sin volumen y en una tele chiquita. En Santiago no puedo fumar en cualquier lado y tengo que ir a la cocina. El volumen lo bajo para no escuchar las boludeces que se dicen.
76 ¿Se dicen muchas boludeces?
Boludeces, pelotudeces y burradas. También algunos me gustan, eh. El otro día dijeron: “Una volea sin pararla”. ¡Todas las voleas son sin pararla! O dicen: “Tomó una mala decisión”. La verdad, no me atrevería a afirmar que Maradona decidió mal. Es como ver un partido de tenis y decir que Federer puso mal la raqueta.
77 ¿Alexis Sánchez sería el Borghi actual por cómo vive el fútbol?
Alexis quiere jugar, y a los 18 años piensa como un chico de 18, no le podemos pedir que piense como uno de 40.
78 ¿Borgui o Boryi? Se pronuncia Borgui, en italiano. En Chile soy Borchi.
79 ¿Por qué arrancaste como DT en el fútbol universitario?
Buscaba laburo como entrenador, armé un proyecto y me vinieron a buscar de la Universidad de las Américas. Les comenté que mi proyecto era para fútbol profesional, pero insistieron y entonces le cambié el título a la carpeta y se la di. Aceptaron y así empecé. Enseguida me llamaron de Audax, pero como en la Universidad me pagaban bien dirigí en los dos lugares al mismo tiempo, en doble turno.
80 ¿Prometés que nunca vas a hacer una práctica a puertas cerradas?
Hoy me llamó un colega tuyo y me dijo: “Tengo una bomba, sé que comiste con una persona muy importante del fútbol”. Sí, comí con Veira, Merlo, Riquelme y el Burrito Ortega. Le dije: “Si cada vez que como con alguien del fútbol va a ser una noticia, avisame, porque acá no tengo amigos carpinteros, mis amigos son del fútbol”. Si quisiera juntarme sin que me vean no voy a Puerto Madero. Con esto digo que si no me boludean, no haré nunca prácticas a puertas cerradas. Depende de la inteligencia de los periodistas.
81 ¿Por qué te juntaste con Ortega?
Lo quería conocer yo y también mi hijo, que estuvo de visita. Me causó una linda impresión.
82 ¿Con quién te deslumbraste más charlando de fútbol?
Con Menotti, un tipo muy sabio.
83 ¿En qué te sentís fuerte y en qué débil como DT?
Mi debilidad es apoyar demasiado al jugador cuando la gente lo putea. Y mi fortaleza es apoyar siempre al jugador.
84 ¿Cómo son tu charlas técnicas?
Duran media hora y las baso en las fortalezas nuestras. No me interesa atemorizar a mi equipo con el rival. Yo tenía un técnico que cada vez que jugábamos parecía que enfrentábamos al Real Madrid. Yo trato de fortalecer lo propio.
85 ¿Cuándo se verá el Independiente de Borghi?
A lo mejor no se ve nunca, yo qué sé. Cuando juegue bien, voy a decir que es mi equipo y cuando lo haga mal diré “Este no es”.
86 ¿Por qué Argentina no llega a una semifinal de Mundial desde 1990?
El problema no es cómo juega Argentina las eliminatorias sino cómo llega al Mundial. Al tener Sudamerica el privilegio de cuatro cupos y medio, habría que apuntar al futuro. Igual, no soy quién para darle consejos a un técnico como Basile.
87 ¿Los jugadores de Independiente te preguntan por las rabonas?
No.
88 “Si jugaba 10 partidos como ese de Japón, Borghi era otro Maradona”. Lo dijo Platini.
También dijo que era como Picasso. Si yo jugaba 10 partidos como aquel contra Juventus, hubiera sido más que Maradona, pero esos partidos se dan muy de vez en cuando.
89 ¿Coincidís con los que dicen que después de Maradona no se vio otro talento como el tuyo? ¿Fuiste un genio que decidió desperdiciarse?
Desde que surgió Diego, todos los que vinimos después llevamos el cartelito del próximo Maradona: Caniggia, Riquelme, Messi, Agüero... La gente espera de uno cosas que uno no puede hacer. Es más: me cuentan goles que jamás hice. Yo no era muy talentoso, si alguien encuentra una jugada mía en que me pasaba a tres en una baldosa, que me la haga ver. Yo tenía una habilidad en velocidad interesante, nada más. Un amigo mío siempre dice: “Yo, que me conozco desde chiquito” (risas)... Y yo, que me conozco desde chiquito, no pienso como la gente: en la vida llegué a ser muchísimo más de lo que hubiese soñado.
90 ¿La gente opina cualquier cosa?
Mirá: de fútbol opinamos todos y todos pensamos que lo hacemos bien. Es como el sexo. ¿Escuchaste a algún tipo que dijera “No sé coger”? Por eso el dicho es: “De sexo y de fútbol opinamos todos y todos pensamos que lo hacemos bien”.
91 ¿Te faltaba fuego sagrado?
Maradona siempre jugó para ser el mejor; hay otros que no jugamos para ser los mejores, no lo sentía. Para mí, ganar jamás fue lo más importante. Hoy, como técnico, nunca te voy a decir que hay que ganar cueste lo que cueste, o que afrontamos un partido de vida o muerte, no mando esos mensajes. Pero no me faltaba fuego.
92 ¿Y cuál es tu mensaje hoy: tranquilos, si perdemos no se calienten?
Depende cómo perdamos. Si perdemos porque el equipo rival nos superó, está bien. Ahora, si perdemos porque somos malos, me preocupo.
93 ¿Seguís siendo mormón?
Sí, pero ya no ejerzo. Me pasó como a tantos que heredan la religión: mis viejos eran mormones, y yo los seguí. No tener sexo hasta el matrimonio estaba dentro de los mandamientos del mormón. Creía en eso; ahora, de ahí a cumplirlo...
94 ¿Llegaste virgen al matrimonio como afirmabas en esa época?
No.
95 En un ambiente machista como el fútbol, ¿no te cargaban compañeros y rivales?
Al contrario, me fue muy bien: muchas chicas me querían desvirgar. Un amigo mío dice que jamás le pagó a una prostituta; le daba cien dólares para el taxi nada más (risas). Lo que pasa es que hay gente que no quiere y otra que no puede, hay que preocuparse cuando uno no puede.
96 ¿Seguís pensando que no hay que tener relaciones antes de casarse?
Ojalá la gente pudiera, es un mandamiento de la Biblia. Por otro lado, por más que se quiera, ningún matrimonio que se lleve mal en la cama puede ser feliz.
97 ¿A tus hijos les decís que no tengan sexo hasta que se casen?
Mis hijos hacen lo que quieren con su vida, se pueden equivocar pero jamás me meto. Yo no doy consejos, doy ejemplos. Los consejos a veces se dan y por ahí no se escuchan. El ejemplo lo tenés a diario. A mi hijo le puedo decir que no soy borracho ni me he drogado, pero jamás le voy a poder decir que no fume. A lo mejor, viéndome, es un buen ejemplo para que no fumen.
98 ¿No te arrepentís de haber dicho que eras hincha de Racing?
No, al final parece que el único hincha de un equipo soy yo. Soy de Racing porque mi viejo era de Racing, y esas cosas se heredan. Como canta Serrat, cargamos con la religión y las costumbres de nuestros viejos.
99 Si te va mal, los hinchas de Independiente te lo van a recordar.
Puede ser, pero agradezcan que al menos soy honesto. Jamás me pondría una camsieta de Racing para ir a la cancha de Independiente y tampoco me atrevería a besar la del Rojo en desmedro de la gente de Racing. En el fútbol hay que tener respeto.
100 ¿De quién es tu hijo?
De Racing, cuando nació tenía la camiseta, el vaso, el babero, todo. No voy a ser yo el único boludo de la familia...
Por Diego Borinsky (2008).
Fotos: Jorge Dominelli y Archivo El Gráfico.