Edgardo Bauza 100 X 100
Reviví el 100x100 que le hicimos en 2011: su amor por Rosario Central, el cruce con Ferguson, el "Sapo", la Liga de Quito y la Selección.
NOMBRE: Edgardo Bauza.
NACIMIENTO: 26/1/1958 en Granadero Baigorria, Santa Fe.
EDAD:53.
TRAYECTORIA: Rosario Central (1977-82); Junior de Barranquilla (1983-85); Independiente (1986), Rosario Central (1986-90) y Veracruz, México (1990-91). Seleccion nacional: Estuvo en el ciclo previo al Mundial 82 con Menotti e integró el plantel en Italia 90 con Bilardo.
LOGROS: Ganó 2 de los 4 títulos locales que tiene Central (Nacional 80 y Campeonato 86/87). Es el máximo anotador centralista del clásico y el cuarto defensor que más goles hizo en el mundo.
COMO DT: Dirigió las inferiores de Central y luego la Primera (1998-01). Fue subcampeón del Apertura 99, de la Conmebol 98 y semifinalista de la Libertadores 01. Dirigió a Vélez, Colón, Sporting Cristal (Perú), Al Nassr (Arabia) y a Liga de Quito. LOGROS: Dos campeonatos locales, 1 Libertadores y 1 Recopa (Liga), Clausura 04 (Sporting).
1 ¿Qué le dijiste a Sir Alex en la final del Mundial de Clubes?
La noche anterior había pensado qué le iba a decir. Y razoné: si me golea, lo mando a la c... de su madre; total, no creo que se dé cuenta. Y si le gano... ¿qué le digo si le gano?... Ya está, pensé, le digo “Good team”, así, en forma arrogante. La cosa es que perdimos 1-0, nos acercamos y me arrebató. Me dijo “Good team”. Me recagó.
2 ¿Cuál fue la manifestación de afecto que más te conmovió después de ganar la Libertadores?
Todas, yo quedé muy sensible desde que volvimos a Quito con la Copa y vi a la gente arrodillarse, llorar y abrazarme. Jamás imaginé eso cuando empecé mi carrera. Pensá que en el Nacional 78, recién empezaba en Central, íbamos últimos, y en un partido me choqué con el oso Ferrero, mi arquero. Quedé tirado, dolorido, y desde la hinchada de Central uno gritó: “¡A ese, levantalo con un seis...!".
3 ¿Con un seis? ¿Nunca jugaste a la escoba del 15?
Al seis lo levantás con un caballo y al caballo con el seis. ¡Me trataba de caballo mi propia gente!”. Recibir semejante halago de tu hinchada fue maravilloso (risas).
4 ¿Sabés qué puesto ocupás entre los defensores más goleadores del mundo?
Soy cuarto, con 108 goles, y hasta tengo un título oficial de la FIFA como tercero, aunque después me pasó Hierro, que hizo 110. Primero está el holandés Koeman y segundo, Passarella. Hay una historia divertida detrás. En 1999 me llamó un periodista y me contó que la sección de estadísticas de la FIFA iba a premiar a los tres defensores más goleadores de la historia. Estaban de moda las jodas de Tinelli, y cuando me pidió una dirección para mandarme los pasajes, le di la de un amigo y le corté. No le dije nada a nadie, y al mes me llegaron dos pasajes en primera clase. Fui a la agencia de viajes de un amigo para que me dijera si eran de verdad. Y eran. Al final, Koeman y Daniel no pudieron ir pero la FIFA me mandó un diploma y me dejó usar los pasajes.
5 Metiste muchos de penal, ¿cuál era la clave?
Teníamos a favor que no había tanta TV y los arqueros no podían estudiarte como hoy. Yo miraba al arquero y esperaba un movimiento para tocársela al otro lado. Tuve mi papelón contra Huracán. Ganábamos 2-0, había metido los dos goles y en el último minuto nos dieron un penal. El árbitro me avisó que pateaba y se terminaba. Fui agrandadísimo, la toqué al medio despacio y Borzi la paró con una mano y se la dio al árbitro. Me terminaron puteando por canchero. De ahí en más, todos los penales que pateé fueron fuertes y a un palo.
6 ¿Cómo se maneja la familia de un DT que va de país en país?
La vida del futbolista es complicada en lo familiar, sobre todo por la educación de los hijos. Mi hija empezó el jardín en Barranquilla y estudió la historia de los mayas antes que la de San Martín. Como DT es diferente, porque tienen sus vidas. “Papá, andá vos que te voy a visitar”, te comentan, por no decirte: “No me jodas más, ya me hiciste dar muchas vueltas”.
7 ¿Qué hacen tus hijos?
Emiliana vive en Rosario y me visita cada vez que puede. Maximiliano trabaja conmigo desde 2009: hace las estadísticas y el seguimiento de rivales.
8 ¿Tu hija apareció alguna vez con un novio de Newell’s?
No, y aunque no tiene el fútbol como una de sus prioridades, sabe que si llega a casa con un hincha de Newell’s se le haría la vida un poco complicada.
9 ¿Por qué te hiciste de Central?
Mi viejo jugó hasta la reserva en Central y encima, nací en Granadero Baigorria, a 6 cuadras la ciudad deportiva. No había opciones. Empecé a ir a la cancha desde chiquito con mi viejo, que era socio patrimonial. Veíamos Tercera, Reserva y Primera; mi vieja nos hacia los sánguches de milanesas, eran 6 horas hermosas de fútbol.
10 ¿Qué es Alumni?
El club que estaba a dos cuadras de casa y fue testigo del crecimiento de muchas generaciones de Baigorria. Hacíamos de todo, como dice el tango: dados, timba y la poesía cruel. Y encima, había cancha de fútbol 5. Una infancia espectacular.
11 ¿Sufriste privaciones?
Jugaba en las Inferiores de Central y a la noche cursaba en la escuela técnica. Con mi vieja era imposible transar el tema del estudio, pero aparte no había un mango para ropa y salidas, entonces mi tío Adelqui, que era carpintero, me metió a lijar puertas y ventanas que después él colocaba. Durante un año trabajé de 7 a 13 en el centro, de ahí me tomaba el colectivo a Baigorria, practicaba de 3 a 6, me bañaba, me iba a la escuela y volvía a casa a las 12 de la noche.
12 ¿Cuánto aguantaste?
Un año. Al siguiente le dije a mi vieja que quería cortar el estudio. “Dejá de jugar”, me decía.. El arreglo fue que no trabajaba más y la ayudaba a ella. Terminé limpiando la casa por las mañanas.
13 ¿Cómo llegaste a Central?
Tenía 13 años, las pruebas eran al mediodía y como tenía doble escolaridad, me tuve que escapar del colegio. Eramos 500 pibes y Pancho Erausquin formaba los equipos en un cuaderno. “Que se paren los arqueros”, pedía, y tomaba los datos. Yo jugaba de 5 en Sparta, en la Asociación Rosarina, y de 5 se pararon 50. Me quedé piola y cuando pidieron por los 6, como hubo muy pocos, me anoté. Le conté a mi viejo y después él a mi vieja, que estuvo una semana sin darnos bola. Ahí me hizo jurar que el estudio no se negociaba.
14 ¿Quién te puso Patón?
En el barrio, Patón es mi hermano Daniel. Yo era el Patón chico
15 Si te dicen “Edgardo”...
No me doy vuelta, no. Mis viejos solo me decían “Edgardo” cuando me mandaba alguna cagada. Hoy todos me dicen “Patón”, o “Profe”, que se usa bastante.
16 ¿Tenías problemas para conseguir botines?
Mi vieja cobraba el aguinaldo y me llevaba a comprar los Sacachispas. Nos tomábamos el colectivos hasta Arroyito, allí había una zapatería donde le hacían descuento. Era una emoción terrible. A los 11 años calzaba 42; y a los 15, calzaba 45. Era un quilombo. Muchos profesionales regalaban sus botines usados a los pibes, y yo me jodía: ninguno calzaba tanto.
17 ¿Alguna anécdota?
Antes de jugar contra Vélez, al utilero le robaron todo en el hotel en el que parábamos en Buenos Aires. ¿Dónde mierda ibas a conseguir botines 45 un domingo a la mañana, si encima no había shoppings? A partir de ahí fui precavido y siempre llevé un par de botines en mi bolso.
18 ¿Con las camas no tenías problemas?
Muchísimos, porque los hoteles tenían camas chicas. Más de una vez les tuve que sacar el respaldo. Hoy, ya tienen camas para tipos de más de 2 metros.
19 ¿Sentiste alivio cuando dejaste de crecer?
De chico, en los torneos infantiles ponían topes en la altura, colocaban un palo y tenías que pasarlo por abajo sin tocarlo. Muchas veces no pude jugar. Hoy les haría una denuncia por discriminación.
20 ¿Quién era tu ídolo?
El primero fue el Chango Gramajo y después el más grande de todos los jugadores que vi en Central: Mario Kempes. Llegué a enfrentarlo en una práctica, antes de que se fuera a España.
21 ¿Algún compañero tuyo de Central era hincha de Newell’s?
Hasta los amigos más cercanos podían ser de River o Boca, pero ni locos de Newell’s. No teníamos relación con los jugadores de Newell‘s. Después, gracias a la Selección, empezamos a juntarnos.
22 ¿Fuiste de la barra de Central?
Entre los 13 y los 15 estuve cerca de la barra. No era tan peligrosa como hoy, la lideraban El Tula y Capone. El tema era pertenecer, estar cerca, no existían drogas ni armas, sí corría el vino. De visitante sufrí alguna paliza y me di cuenta de que no podía seguir. Aparte, ya empezaban a conocerme de las Inferiores.
23 ¿A quién votarías como máximos ídolos de Central?
No vi de los 60 para atrás. Me hablan de Alejandro Mur y de Ricardo, pero de los que yo vi, el mejor fue Mario Kempes, sin duda. Después viene Poy y Gramajo.
24 ¿En qué lugar te ponés?
Lejos de los tres.
25 ¿Fuiste al Gigante a ver algún partido del Mundial 78?
Contra Perú, a la popular. Yo creo que el equipo apareció en Rosario. La ciudad le hizo bien a la Selección y sobre todo a Mario (Kempes), que surgió en toda su dimensión. La gente de Rosario le contagió esa mística a Mario, si aquel animal metió 90 goles en 3 años en Central.
26 Con las cámaras que hay hoy, ¿cuántas rojas te hubieras comido?
Yo usaba los codos, pero no era golpeador. Era otro fútbol, no solo por las cámaras, sino porque se permitía tener más contacto. Eramos más leales, no fingíamos tanto como ahora. Antes, si te quedabas en el piso sabiendo que no era nada, eras un cagón. Y te lo gritaban. Hoy piden amarillas para todos. Igual, se protege más al jugador.
Jamás. Tuve discusiones porque siempre fui muy crítico con mi juego y con mi equipo.
28 ¿Nunca te ofrecieron el papel de indio malo para una película?
Tu cara da. Estoy cerca de la media de los futbolistas. La profesión nos ha arreglado un poco la cara, pero tampoco hace milagros.
29 ¿Seguís yendo a “El Sapo”?
Hace bastante que no voy, pero sigue existiendo. Es un bar emblemático de Baigorria. Sus dueños son muy Leprosos, pero como va más gente de Central, siempre lo están evangelizando.
30 ¿Qué significó Griguol para vos?
El técnico que me hizo debutar y el que más influyó en mi carrera. Aunque soy un afortunado por haber tenido a los mejores, desde Menotti a Bilardo, pasando por Zof, Pastoriza y Solari, Timoteo me marcó a fuego.
31 ¿Por qué Central y Newell’s tuvieron siempre tan buen semillero?
Porque fueron los primeros en organizarse y trabajar profesionalmente. Central arrancó en el 62, con Ignomiriello, en una época en que era todo muy amateur, y entonces todos querían probarse en Central. Newell’s lo siguió y los resultados se empezaron a ver a comienzos de los 70. Hoy, Rosario dejó de ser la cantera que fue.
32 ¿Siempre fuiste defensor?
Salvo en los picados, donde era 9 de punta con una gran moral para creérmelo. Una vez, en Argentina-Escocia, antes del Mundial 90, perdíamos 1-0, faltaban 20 minutos y Bilardo me pidió que me metiera entre los centrales. Nos matamos a codazos, porque los escoceses son bravos, y les bajé una pelota a Cani y otra Balbo que casi fueron gol.
33 ¿Menotti o Bilardo, vos que tuviste a los dos?
Sería muy injusto darle a uno el rótulo de “mejor”. Cada uno marcó una época brillante en el fútbol argentino. Lamentablemente se volvieron extremistas, y al sumarse el periodismo a esa disputa, nos perdimos la posibilidad de que se juntaran a debatir ideas y nos enriqueciéramos con sus conceptos. Me siento un privilegiado por haber escuchado a los dos y haberlos visto trabajar a los dos.
34 ¿Cuándo supiste que ibas a ser DT?
Como jugador, siempre me interesé por tratar de mejorar lo que hacía yo y todo el equipo. Eso me lo metió Griguol desde chico y compañeros como Oscar Craiyacich. En el 83, jugando en el Junior, me compré una casetera gigante, y grababa los partidos para mirarme. Me quería morir por las cagadas que me mandaba. Así empecé a entender el juego y, con el tiempo, eso me llevó a estar más seguro en la cancha y a leer mejor los partidos. Fue uno de los motivos que me impulsaron a ser técnico.
35 Una charla técnica.
Recuerdo las de Timoteo, porque explicaba minuciosamente cómo jugaba cada uno de los rivales. Duraban como 40 minutos, hoy es difícil conseguir la atención del jugador tanto tiempo.
36 ¿Cómo son tus charlas?
Duran como máximo 15 minutos, pero en realidad empiezan el jueves, cuando charlamos un poco del rival. El sábado, con el video, termino de darles lo necesario para que el rival no los sorprenda y antes de la entrada en calor son 15 minutos de un recordatorio de lo que hablamos.
37 Una que recuerdes especialmente.
La del entretiempo en Cali, contra el América, cuartos de la Libertadores 01. Perdíamos 2-0, estábamos muertos y al entrar al vestuario veo al kinesiólogo y al utilero trabajando y llorando a la vez. Me quería morir, no había posibilidad de revertir eso. Pensé 20 segundos y empecé a los gritos. Eché a todos del vestuario, me quedé a solas con los jugadores y les pregunté si había alguien que no estuviera seguro de que íbamos a dar vuelta el partido. Que me lo dijeran ahí mismo y lo sacaba. Entramos, nos metieron el tercero, después Pizzi hizo dos al final, fuimos a los penales y pasamos a la semifinal.
38 Como jugador, ganaste dos de los cuatro títulos de Central y como DT lo sacaste subcampeón local y semifinalista de la Libertadores, sin embargo muchos te insultaban, ¿sentiste ingratitud?
No es así. La gente de Central me quiere. Y mucho. Hay que conocer un poco la historia del club para entender. Central siempre fue un club con mucha política interna. Al nacer en las Inferiores, aprendí de chico a entender a una hinchada exigente y ganadora como la de Central.
39 Pero como DT te putearon.
Vesco y Gastaldi me contrataron para manejar las Inferiores. El club estaba muy mal y les dije que la única forma era cambiar todo lo que se venía haciendo. Me dieron el OK y la mayoría de la gente que exigí que se fuera empezó a ensuciarme. Los resultados deportivos fueron excelentes. Le dejamos al club una cantera de gran nivel, a mi entender lo mejor que hice en Central.
40 Decían que hacías negocios con empresarios.
Sí, y que les cobraba a los pibes por incorporarlos. Una locura. Era la gente desplazada. Lo real es que les cambiamos la cara a las Inferiores y terminé dirigiendo en primera a muchos de esos chicos. La gente todavía me agradece esas campañas. Peleamos Copas y campeonatos durante tres años y el club vendió en millones a Walter Gaitán. Equi González, Cata Díaz, Rivarola, Muñoz Mustafá, Chelito Delgado, Figueroa y más. Le decía a la gente que disfrutara porque iba a ser difícil de repetir. Algunos lo entendieron, otros pasionales no se conformaron. Yo me siento muy orgulloso de haber conducido un proceso que duró 7 años (1994-2001) y al que solo le faltó muy poquito para consagrarlo, una vuelta olímpica.
41 ¿Sos un DT sin carisma?
No tengo claro qué es ser carismático. No soy gracioso y soy muy jodido a la hora de trabajar.
42 ¿Con Palma seguís peleado?
No. Nosotros fuimos amigos como jugadores pero cuando me hice cargo del equipo, él trabajaba con los chicos y muchos allegados le llenaron la cabeza y generaron bronca entre nosotros. Después charlamos y todo bien.
43 Definí al Viejo Zof.
Es el técnico más ganador en la historia de Central. También creo que si se hubiera preocupado un poco más, podría haber sido un agente de unión. En algún momento tomó partido político pero él tenía mucha fuerza para unir y no desunir.
44 ¿Viste el descenso de Central?
Jugábamos contra Barcelona en Guayaquil, partido jodido si los hay, a la misma hora que Central-All Boys. Mi hijo estaba en el estadio siguiendo por internet el partido en el Gigante. El empate nuestro fue anecdótico. Lo de Central era una muerte anunciada, pero uno nunca se resigna. Ahora nos juntamos en la casa del Camello a tomar mates y ver a Central, conseguimos un cable que pasa los partidos en directo. Sufrimos y puteamos como cualquier hincha.
45 ¿Lo ves para subir?
Ojalá me equivoque, pero veo demasiados problemas a todo nivel. Si no está bien organizado institucionalmente es difícil, aparte hay 6 o 7 equipos que vienen muy armados desde hace tiempo. Se lo dije a distinta gente con la que hablé: si no se unen todos, va a ser complicado.
46 Ya van casi 25 años del último título local, ¿cuándo creés que se va a cortar?
Central sufrió en los últimos años una gran incapacidad. Lo manejó gente que no estaba preparada y se fue deteriorando en toda sus áreas, a pesar de tener una hinchada espectacular. Esto se lo advertí a varios dirigentes, pero nunca se dieron cuenta de lo que pasaba, por eso el presente no es una casualidad. Los dirigentes pueden empezar ese cambio porque cuentan con un apoyo incondicional de más de 50 mil socios y del 70% de la ciudad, pero deben entender que el fútbol ya no es más el arte de lo impensado. Y tienen que unirse.
47 Si mañana te llaman para sacarlo del pozo, y gratis porque no hay un mango, ¿vas?
Las realidades de Central y mi presente laboral nos ponen bastante lejos en lo inmediato para que nos juntemos. Soy un agradecido a mi viejo por haberme hecho fanático de Central y me siento en deuda permanente con el club por haberme enseñado a ser un luchador incansable y por haberme permitido lograr todos mis sueños. En el futuro, no me imagino no estar tratando de devolverle de alguna manera a Central todo lo que me dio.
48 ¿Qué es más probable: que seas DT o presidente?
Si pasa bastante tiempo, me veo como dirigente. Puede ser presidente o manager. Desde lejos es poco lo que se puede aportar, por eso trato de no hablar mucho, para que no se interprete mal lo que uno dice.
49 ¿No te gustaría seguir la senda de Babington y Passarella?
Veo cómo están sufriendo y me asusta la idea de ser presidente. Conozco a los dos, sé lo que quieren para sus clubes y escucho las críticas, y por momentos te preguntás: ¿qué mierda me tengo que meter en esto? Pero el sentimiento es muy fuerte...
50 Conociste clásicos en el mundo, ¿el rosarino es el más loco?
Sin duda. Es más grande el miedo a perder que el deseo de ganarlo. Y se vive así desde las Inferiores y en los bares. En Quito cuento lo que hacen los hinchas, de Poy para abajo, y no lo pueden creer. Locos totalmente perdidos de ambos bandos.
51 ¿Quién tiene más hinchas: Central o Newell’s?
Newell’s creció mucho en las últimas dos décadas, ya deben estar en el 35%. El 14%, en Rosario, se lo reparten entre Boca, River y los otros grandes; y el 51% es de Central.
52 ¿Con el Negro Fontanarrosa tenías buena onda?
Sí, claro, el Negro era tan Canalla que pasaba los domingos a la mañana a conocer a los futuros cracks. Le encantaba descubrir talentos. Yo era el coordinador de Inferiores. Mirábamos la Séptima y Octava y apostábamos quién iba a llegar primero.
53 ¿Cuándo te sentiste más cerca de ser campeón como DT: Apertura 99 o Libertadores 01?
Las dos. En el Apertura 99 hicimos una campaña tremenda, de 43 puntos, pero River sacó 44, ¿qué querés que haga? En la Copa, el equipo dio más de lo que podía, por el amor propio y la jerarquía de algunos.
54 ¿River y San Lorenzo arreglaron el empate en el Apertura 99 para dejar sin chances a Central?
No tengo la certeza, pero sí puedo decir que la mañana del partido, alguien de Boca me llamó y me dijo: “Patón, olvidate, está todo cocinado”.
55 ¿Esas cosas existen o son mitos? ¿Qué va a ser mito?
Existen, claro que existen.
¡Cómo me voy a olvidar! Fue con la Araña Amuchástegui, de Racing de Córdoba, antes de la final del Nacional que ganamos. Pactamos la nota a mitad de camino, en Bell Ville. Perdimos todo un día pero era por la fuerza de El Gráfico. Recuerdo que una vez le metí un caño a un delantero y lo cargué. “Nene, ¿cuántas tapas de El Gráfico tenés vos?”, me dijo. Me hizo pensar y hasta casi le pido disculpas.
57 ¿Por qué Bianchi te tenía de hijo como DT?
Los dos asumimos al mismo tiempo y para arrancar hablé con Ischia para armar un amistoso contra Boca en el Gigante. Cuando le conté al profe y al Camello Di Leo, mi ayudante, me miraron como si estuviera loco. En un rato íbamos perdiendo 4-0. Nunca le pudimos ganar.
58 ¿Llegaste a imaginarte cómo hubiera sido ganar la Libertadores con Central?
Imposible de imaginar.
59 ¿Qué te dejó el Junior de Barranquilla?
Fueron casi los tres mejores años de mi carrera. La pasé muy bien, fuimos campeones y la gente me quiere mucho.
60 ¿Viste algún manejo raro de los carteles en Colombia?
Hay fotos de Pablo Escobar sentado en el banco de suplentes de Nacional de Medellín. Había tres carteles en esa época: el de Cali, el de Medellín y el de Bogotá.
61 Los mejores amigos que te dio el fútbol.
El Camello (Di Leo), el Flaco Balbis, Oscar Craiyacich, Ferrero, varios...
62 ¿Entre tus dirigidos no hiciste amigos?
No. Mejoré y trato de acercarme un poco más, aunque lejos de la amistad. Me despojo de sentimientos al armar equipos, por eso tuve problemas.
63 Por ejemplo.
Con jugadores grandes a quienes les tocó salir. Me pasó en Vélez con Morigi, Camps, Asad, Basualdo. Un día los junté y les dije que habían sido glorias del club, pero había chicos a los que no podíamos frenar. Algunos lo entendieron; el Pepe salió a matarme.
64 ¿Quién es tu modelo como DT?
Estoy más cerca de la tranquilidad de Del Bosque que de la locura de Bilardo. Veo a Del Bosque como un tipo de una gran sabiduría para manejar situaciones. Para el Mundial tomó decisiones importantísimas, como dejar afuera a Raúl y luego al Niño Torres. Igual, considero que incorporé cosas de todos los técnicos que tuve. Del Indio Solari las charlas técnicas, de Bilardo los trabajos de campo, de Menotti el uso de la palabra para tratar de convencer...
65 ¿El mejor DT argentino, hoy?
Me gusta mucho Sabella. Es simple, claro, habla poco.
66 ¿Por qué pegás tablas de posiciones en los vestuarios?
Son campeonatos internos que surgen de los reducidos. Llevo la estadística de quién hace más goles, quién es el arquero más vencido, esas cosas para motivarlos y para que el que va último se caliente para no estarlo.
67 ¿Por qué te fue mal en Vélez?
Porque se cagó el presidente González. Con la gente de Vélez tengo una relación excelente, desde Lelo hasta Becker, todos los que trabajan ahí son extraordinarios. El problema es que el equipo venía mal, y le dije a González: “Hay 10 pibes que la están rompiendo, hay que jugársela con ellos”. Eran Somoza, Uglessich, Bustos, Centurión, Nanni, Jonás. Le aclaré al presidente: “Le vamos a hacer partido a los grandes pero quizás perdamos con el último”. Hay que tener huevos para bancar esas. “Dale para adelante”, me dijo. Puse a todos esos pibes en Primera y pasó lo que imaginaba. La platea me puteó. Si puteó a Bianchi un día, cómo no me iban a putear a mí. Se venían las elecciones y González me dijo un día que me tenía que ir por los insultos. “Yo me voy, pero vos sos un cagón hijo de puta que no tiene palabra”. Mirá si tenía razón que a los dos meses me llamó Gámez, que había ganado las elecciones, para decirme que al primero que querían pagarle era a mí, porque sabía que se habían portado mal conmigo.
68 Si volvés a la Argentina, ¿a qué equipo será primero?
Me encanta el fútbol argentino, es el más parejo y difícil del mundo y voy a volver a dirigirlo, pero no sé cuándo ni dónde, a pesar de que he tenido varias propuestas. En Liga tengo contrato hasta 2012.
69 ¿Boca te buscó, no?
Con la gente de Boca tuve dos conversaciones, después de Basile y de Borghi. Me agarraron las dos veces con contrato, y eso lo respeto mucho.
70 ¿No te movió el piso como para pedirle al presidente de Liga que te liberara?
La segunda vez había renovado contrato hacía 15 días. Obviamente que Boca es seductor, pero cuando doy mi palabra no me puedo echar atrás. Rodrigo Paz me dio liberad para hacer lo que quisiera, pero para mí era una vergüenza irme con lo que se la había jugado por mí ese tipo. También me buscaron de México y de Arabia. Los árabes vienen todos los meses.
71 ¿Cotiza mucho, en dinero y prestigio, ganar la Libertadores?
Indudablemente. El dinero me gusta como a cualquiera, pero no lo tengo adelante en mi orden de prioridades. De hecho: sino, hubiese vuelto a Arabia cuando me ofrecieron 3 palos verdes por un año.
72 ¿Un DT debe saber más de fútbol o de grupos?
Debe saber de táctica, de psicología, de estrategia... Todos sabemos de eso, algunos más que otros, el problema es que el DT tenga las herramientas para convencer al plantel.
73 ¿Te llegaron a ofrecer la Selección de Ecuador?
Sí, nos juntamos con Chiriboga en 2009, pero tenía que esperar un año. Y yo ya venía de 5 meses sin trabajar. No quería estar tanto tiempo parado.
74 ¿Y cómo te hubieras sentido compitiendo contra Argentina?
No muy cómodo, pero lo hubiese hecho, como me tocó ir al Gigante con Vélez y Colón. Me quería morir, pero lo hice: me metí en el banco y no dije una palabra, aunque el trabajo uno lo hace para ganar.
75 Tu día más feliz en el fútbol.
Como jugador, las dos vueltas olímpicas con Central. Aparte, unos años atrás yo estaba colgado con los indios de la barra. Y como DT, cuando ganamos la Libertadores. Es incomparable.
76 ¿Y el más triste?
El día que Menotti me dejó afuera del Mundial 82 después de estar 5 meses concentrado. Era muy joven y la práctica la hice llorando. En esa época no podíamos jugar para nuestros equipos, pero le pedí a César que me dejara. Era contra Newell’s. Nos dieron permiso y ganamos con dos goles míos. Como DT, el día más triste fue cuando nos eliminó en semifinales de Libertadores el Cruz Azul.
77 No fuiste al 82 pero te desquitaste en el 90.
Sí, una alegría tremenda, ya estaba terminando mi carrera y era una coronación. No lo esperaba, la verdad. Bilardo me lo dijo claro: iba como suplente de Juan Simón. Y Juan anduvo muy bien. No entré ni un minuto, sólo fui al banco en la final.
78 ¿Quién fue el jugador más inteligente que dirigiste?
Ezequiel González, Gerbaudo, Manso...
79 “Patón y conductor”, ¿te suena?
Dejá, es un mamarracho (risas). Me cargan hasta los de acá: el médico de Liga lo bajó de internet y lo puso en el micro. Lo quería matar. Fue una idea del músico rosarino Adrián Abonizio, para recaudar fondos. Me rompió los huevos hasta que me llevaron a un estudio y me hicieron cantar. Para mí, fue un papelón, soy horrible.
80 ¿Cómo te manejás con ex compañeros que son intermediarios y te quieren meter jugadores?
Los escucho y si me interesa les digo que sí. Un día me llamó uno y me dijo: “Está Manso que viene de Grecia, ¿te interesa?”. Y sí.
Jorge Valdano. Estuvimos tres meses juntos en Trigoria, antes del Mundial 90. Es una persona con la que da gusto hablar, y no solo de fútbol. Es muy interesante escucharlo, pero también es un gran oyente.
82 ¿Te seguís considerando socialista?
Esto surgió porque estaba cansado de escuchar que al jugador solo le interesaba la pelota, entonces traté de ayudar al Partido Socialista de mi pueblo para que llevara un concejal al recinto. Tomó tal dimensión que hasta me sentaron con Neustadt en la TV. Mis ideas siguen siendo socialistas, aunque soy consciente de que el mundo cambió. Hoy, el único carrilero por izquierda que queda es Fidel; todos los demás, cuando hay un penal, lo patean de derecha.
83 ¿Por qué duraste tan poco en Arabia?
Me hablaron tanto del fútbol de allá, me insistieron tanto, que al final dije: “Vamos a ver cómo es”. A la semana, me quería volver. No vi profesionalismo, sentía que iba a retroceder y duré tres meses. Quedaron contentos y cada tanto me vienen a buscar, pero mi prioridad no es la plata, no me resigno a no vivir feliz.
84 ¿Disfrutaste o sufriste la final del Mundial de clubes?
La disfruté. Estuve muy intranquilo hasta que le ganamos al Pachuca, porque si perdíamos esa semi iban a empezar con que habíamos ganado la Libertadores de arriba, que la altura y bla bla. Además, representábamos a la Conmebol y había que llegar a la final por historia. Estudiamos bien ese partido, salió todo bárbaro y ganamos 2-0. Ya estaba en el lugar que siempre había soñado, el escalón más alto, así que les dije a los jugadores que trataran de disfrutar el partido con Manchester. Como los conocía, sabia que iban a dejar la vida. Lo hicieron. Perdimos 1-0. Dignísimo.
85 Declaraste que le metiste mística a la Liga, ¿qué es la mística?
Si un equipo reúne todas las condiciones necesarias para poder lograr los objetivos que se propone, tiene mística. Para eso necesita jugadores ganadores, que no se conformen, que maldigan cada vez que pierden. Tiene mucho que ver con los líderes del grupo y con el cuerpo técnico, que estimula esta capacidad y la va poniendo a prueba. Yo fui dirigido por técnicos a los que les sobraba mística y creo estar haciendo lo necesario para ayudar a mis jugadores a construirla. El equipo de la Liga, la tiene. Empezó en el 2007 ganando el campeonato nacional y no paró.
86 ¿Te costó adaptarte a la altura de Quito?
Nunca tuve problemas pero cada organismo responde diferente. Al Camello, cada vez que llega a Quito, le duele la cabeza y tiene náuseas. La altura no es un mito: existe y trae complicaciones. Hoy, el jugador está muy bien preparado y lo soporta bien.
87 ¿Hacés actividad física en Quito?
Juego al tenis 3 a 4 veces por semana. Jamás dejaré de ser malo, pero ya lo utilizo como catarsis. Al principio casi me muero: por el ahogo y por la velocidad de la pelota, que viaja mas rápido en la altura.
88 Si la Liga no jugara en la altura, ¿hubiera ganado la Libertadores?
Imposible de saberlo, sí estoy seguro de que si no tenés un buen equipo, la Copa no la ganás. Liga fue a la cancha de San Lorenzo y no perdió, fue al Azteca y tampoco y con Estudiantes fue parejo, y estamos hablando de rivales que en otro momento, para un equipo ecuatoriano, de la altura o del llano, era derrota. Liga le ganó al Pachuca en el Mundial de clubes con autoridad y perdió 1-0 con el Manchester de Cristiano, Tevez y Rooney. ¡No jodas! ¡Ganó la Copa porque era un equipo muy bueno!
89 Maracaná lleno, sale Fluminense a la cancha, bombas de estruendo, ¿no te asustaste un poquito?
Para nada. Si hay algo que nos caracteriza a los argentinos es que cuanto más punto somos, más ganas nos vienen de callar a la gente. En Inglaterra ganan siempre los mismos, los equipos chicos se cagan todos; en Argentina vas a jugar Bahía Blanca y tenés que pelarte el culo para ganar. Andá a la cancha de All Boys y entrá flojito a ver qué pasa.
90 ¿Cómo pensaste esa final?
Teníamos dos problemas. Uno, Thiago Neves, Conca y Washington, que ahí se agrandaban; el otro, romper con la historia que nos condenaba. Nunca Ecuador había ganado la Copa. Les dije a los jugadores que teníamos una ventaja, que jugábamos contra un equipo muy pecho frío, que había perdido las últimas 3 finales del campeonato carioca. Y así fue, aunque cuando me hicieron el tercero se me frunció por un rato.
91 ¿Qué se siente ganar una Libertadores? ¿Sabés las veces que vi levantarla y me preguntaba si alguna vez me iba a tocar?
La angustia que sentí durante los 12 minutos que duró la definición por penales fue terrible, una sensación horrible, me reprochaba no haber cerrado el partido en Quito. El primer tiempo en la ida había terminado 4-1 y en el vestuario les pregunté a los muchachos si estaban bien y me contestaron que sí. “Entonces sigamos presionando que si les hacemos uno más, ya está”, les dije, Pero no pudimos mantener el ritmo y nos metieron el segundo. Si hubiera hecho un cambio defensivo y terminaba 4-1 ya éramos campeones, por eso me puteaba, por hacerme el lírico... Por suerte, Dios y Pancho Cevallos querían que fuéramos campeones.
92 ¿Por qué llorabas desconsoladamente, qué pensabas?
El llanto salió solo, es la expresión más genuina, después tenía ganas de saltar, correr, qué sé yo... Cuando pude pensar, ya estaba en el vestuario y había pasado todo, hasta la premiación. Lloré porque pensé en mi vieja, que hacía fallecido hacía poco. Me acordé de cuando Boca ganó la Libertadores y Bianchi levantó la Copa. Lo estábamos viendo juntos y mi vieja, haciendo otra cosa, me dijo “Tranquilo, nene, ya la vas a ganar”. Con mi viejo nos miramos como diciendo: “No entiende nada”.
93 ¿Y la bufanda de Central en el festejo?
Ya estaba planeado. La tenían mi hijo y mi sobrino Juan, así que cuando entraron a dar la vuelta, me la pusieron. Qué sé yo, era una forma de decir “¡Miren Canallas, hay uno de ustedes dando la vuelta!”. Encima no sé bien cómo había caído Gonzalo Belloso en la tribuna con la hinchada de Liga y organizó los cantitos.
94 Ahí tocaste la gloria, pero antes te querían matar, ¿o no?
Arrancamos con altibajos, íbamos cuartos y perdimos 3-1 de local contra Olmedo. Antes del final flameaban banderas pidiendo que me fuera, otra de “Bauza ladrón”. La prensa ayudaba tirando un poco de nafta, y ese día los muchachos se pusieron bravos y me tuvieron que sacar en patrullero del estadio. Al otro día me junté con Rodrigo Paz, el presidente. Me preguntó cómo la veía y le dije que en cualquier momento el equipo aparecía. Me preguntó si estaba seguro y le dije que sí. “Bueno, Profe, entonces trabaje tranquilo y no les dé bola a esas pendejadas”.
95 ¿Sentís que en Argentina ahora te miran distinto por ganar la Libertadores?
Esta profesión es estresante, ingrata y se mide tu sapiencia por los títulos. Entonces, si ganás dos títulos, sos un ganador; si salvaste a un equipo del descenso, sos especialista en salvatajes; si dirigís en la B, sos técnico de la B. Y no es así, aunque el mercado contrate de esa manera. Si no, ¿por qué te creés que el Real Madrid contrató a Mourinho?
96 ¿La única diferencia entre este Bauza y el del 2000 son los títulos?
Siento que he aprendido mucho en los 12 años que llevo de técnico, me siento más seguro y tranquilo para tomar decisiones. En cuanto a mí, lo que cambió es que me llaman más que antes para las notas y que mi grupo de trabajo pasó de 3 a 6 colaboradores directos.
97 Un penal cambia todo. De ganar una Copa a la nada, a vos te pasó...
Es así, son los golpes de suerte que te acompañan, pero si lo buscás, en algún momento te toca. Cuando perdimos la semifinal contra Cruz Azul en el Gigante, no había ningún consuelo, pero Dios me dio la revancha 7 años después. Por eso hay que ser muy medido en los triunfos y en las derrotas. No hay que olvidarse de lo que dijo Cafrune: “El éxito es un caballo prestado, en algún momento hay que bajarse”.
98 ¿Por qué dijiste que te robaron la final de la Conmebol 98 contra el Santos?
Porque me la robaron. Hoy no me pasaría, me meto y armo un escándalo.
99 ¿Qué te hicieron?
Esto empezó en la cancha de ellos. Salimos a jugar el segundo tiempo y no aparecía nadie, a los 25 minutos de entretiempo lo mandé a Di Leo a ver qué pasaba. Llegó al vestuario del árbitro y vio al presidente de Santos tratando de pegarles a los jueces con una toalla. Los puteaba y les gritaba que no iban a salir vivos. ¿Resultado? Nos echaron a los tres jugadores de más experiencia (Scotto, Carracedo y Bustos Montoya) y les dieron un penal. Perdimos 1-0. La revancha la afrontamos con muchos pibes, por lesiones y expulsiones y tuvimos que infiltrar a dos. Cuando estábamos por salir a la cancha, vino Vesco y nos dijo que el presidente de Santos no iba a presentar al equipo porque no estaban psicológicamente preparados para soportar el ambiente...
100 ¿Qué hiciste?
“Salgamos y demos la vuelta”, le sugerí a Vesco, pero cayó la gente de la TV pidiendo que esperáramos. Leoz y De Luca me mandaron a decir que me callara, que había que jugarlo... Ya habían pasado 45 minutos del horario de inicio y teníamos que volver a infiltrar a los jugadores. Nos metieron de prepo en la cancha y encima, cuando llegué al banco, lo vi a Leao, que había sido expulsado en la ida. Ya nos habíamos puteado en Brasil, y fui a buscarlo para cagarlo a trompadas, pero se me metieron en el medio dos patovicas y no llegué. Le fui a decir al veedor, que era Anibal Hay, que no podían estar ahí ni Leao ni los patovicas. Me dijo que me callara, que había un permiso especial de la Confederación. ¡Qué permiso si lo habían expulsado! En resumidas cuentas, esa final me la robaron. Lo jugamos con los pibes y terminamos 0-0, casi les ganamos. Me arrepiento: le tendría que haber pegado a un patovica y que se armara flor de quilombo en el medio de la cancha.
Por Diego Borinsky