Las Entrevistas de El Gráfico

CAPRIA 100 x 100: "EN NINGÚN PAÍS TE AGREDEN COMO EN ARGENTINA"

Jugó en Chile, Ecuador y México y no tiene dudas en el diagnóstico: al futbolista, en la Argentina, lo tratan peor que a un violador. Pide desdramatizar su profesión, elogia la simplicidad de Basile y de Pekerman y no se banca a los técnicos que imponen cosas por autoridad.

Por Redacción EG ·

06 de enero de 2023

1 ¿Quién te puso “Mago”? Un amigo al que le dicen Magú. El me decía “Magu” como devolviéndome la pared. Y así quedó. Después lo relacionaron con la magia, pero nada que ver con eso.

2 La primera pelota. Arranqué con la Pulpo, ésa que te hacía picar el culo cuando te pegaba.

3 ¿Cómo fue tu infancia? Tranquila, de pueblo. Deporte en la calle y mucha vida silvestre, porque no había ningún peligro.

4 ¿Es verdad que siempre andabas con una honda en la mano? Sí, pero me ablandé con el tiempo. Antes cazaba palomas, horneros, gatos o cualquier cosa. Después llevaba todo para casa, y a las palomas las comíamos. Era un asesino.

5 ¿Buen alumno? Andaba bien porque mi vieja me exigía. No me llevé materias en el secundario, pero no era el prototipo de traga. Era obediente, nunca fui un rebelde.

6 Pero alguna habrás hecho. Fuimos a cazar liebres y agarramos un cuis. Un compañero se lo guardó en el saco y lo largó en el aula. ¡Qué quilombo se armó! Las minas gritaban arriba de las sillas. Me dieron cinco amonestaciones por cómplice.

7 Tu llegada a Estudiantes. Vinieron a jugar un amistoso a mi pueblo, General Belgrano. Creían que iban a enfrentar a unos paisanos de alpargatas, y les ganamos 5-0. Tenía diez años y metí los cinco goles. Con edad de Novena fui a La Plata.

8 ¿Y el debut en Primera? Contra Armenio, el 21 de mayo del 89. Eduardo Solari me puso a los 5’ del ST por Dalla Libera. Jugué bien, pero los gemelos me explotaban por los nervios.

9 ¿Disfrutás del fútbol o sólo es un trabajo? Ahora me voy último de los entrenamientos, me quedo tomando mate o hablando. Cuando era más joven, pasaba en moto por las duchas y chau. Disfruto más ahora, pero hay cosas que me joden más.

10 ¿Qué cosas? Me rompe las pelotas estar más de dos días concentrado. Tampoco me banco la agresión gratuita por errar un gol. Algunos periodistas le han dado un vuelco demasiado agresivo a la información. Hoy casi todos los equipos juegan mejor de visitante que de local. Tienen menos vértigo y ansiedad. Y después el tema de que todos somos técnicos. No puedo dejar pasar que un pelotudo en un diario te diga cualquier cosa. Si jugué mal, decilo, pero no me faltés el respeto.

11 ¿Tuviste otro trabajo antes de jugar al fútbol? Sólo laburé con mi viejo en el campo. Lo ayudaba en el verano. Nos divertíamos con mis amigos cargando camiones de corderos.

12 El mejor jugador en tu puesto. Zidane, talentoso e impredecible. El fútbol está muy previsible, y él hace cosas que no están en los cálculos. De acá me gustan mucho Romagnoli y Manso.

13 ¿Mirás mucho fútbol? Sí, pero hay partidos que no puedo ver. Los de Italia son un embole. Sí veo al Real Madrid, soy hincha número uno del Real. Todos quieren que pierdan, pero los tipos tienen una manera de jugar que dignifica al fútbol.

14 ¿De qué equipo eras hincha de chico? Mi viejo me hizo de San Lorenzo. Estuve cerca de pasar cuando estaba Insúa, pero ya había arreglado con Unión. Tengo guardada una camiseta de Perazzo que me regaló un amigo cuando yo estaba en la Novena de Estudiantes. Igual el hinchismo en los jugadores profesionales se apaga. Si no no podrías jugar en otro club o te sentirías mal.

15 ¿Tenés cábalas? No, pero las respeto porque hay gente a la que les da seguridad. Yo no le doy bola y trato que de mi suerte dependa de mí.

16 ¿Cuál es la estupidez más grande del reglamento del fútbol? Que no se pueda cambiar la camiseta. Es parte del folclore del fútbol: somos todos jugadores y me gustaría tener tu camiseta porque te admiro. No te dejan, una cosa de locos.

17 ¿Cómo te fue en Chile? Más o menos. La Católica es un club un poco frío, pero muy ordenadito. Tengo envidia sana por los chilenos. Están seguros, las calles son limpias, hay orden, y me llamó la atención el respeto que les tienen a los policías.

18 ¿Y en Ecuador? Barcelona es un lindo club y conocí mucha gente buenísima, lástima que tiene una directiva de madera. El presidente se cree que el fútbol se compra. Todavía me deben guita.

19 Elegir tu mejor partido es fácil. Sí, el 6-4 en la Bombonera con Racing: me salía todo lo que tiraba. Después querían que todos los partidos hiciera tres goles y jugara así. Un poco me perjudicó.

20 ¿Por qué no tuviste chances en la Selección? Hay que tener la suerte en el momento justo. Es verdad que estaban el Burro (Ortega) y Gallardo, pero creía que con la cantidad de jugadores que Passarella llamó en mi posición (Albornoz, Espina, Hugo Morales), me iba a llamar. Merecí la oportunidad. Una de las tristezas más grandes de mi carrera es no haber vestido la camiseta argentina.

21 ¿Qué opinás de la renuncia de Bielsa? Me da lástima, lo atacaron demasiado. Hubo gente que se le dio vuelta como una media. Al final vi un equipo más pausado, y que jugó mejor. Sin embargo rescato su manera de proceder: fue igual con todos.

22 ¿Pekerman? No lo conozco, aunque parece un tipo sencillo, con una lectura simple del fútbol, que me gusta. Me sorprendió su designación, pero ya es el técnico de la Selección y hay que contribuir para que sea el más exitoso de todos. Y que me cite, así le doy el toque final a mi carrera.

23 ¿Está bien que los jugadores salgan de joda como cualquiera? Sí, uno como ser humano tiene derecho a divertirse. Hay que desdramatizar el fútbol ya, no es de vida o muerte, eso es una gran mentira. ¿Sabés la culpa que uno siente cuando juega mal? Se agrede más a un jugador de fútbol que a un tipo que violó a una nena de tres años.

24 ¿Europa es una deuda pendiente? Cuando estaba en Racing recibí una oferta de España, pero me habían declarado intransferible. Me hubiera gustado ir a un club importante, aunque no hice mucha fuerza para irme. Si me ponía más firme, quizá mi carrera habría sido otra. Nunca tuve la devoción de la guita a cualquier precio.

25 ¿Qué jugador admirabas cuando eras chico? Kempes, soñaba con él. Cuando lo conocí le dije que era mi ídolo. Y después apareció el Diego.

26 ¿Lloraste alguna vez por el fútbol? Un montón. El fútbol es mi pasión; no es como un trabajo que uno marca tarjeta, se va y listo.

27 ¿Creés que te faltó suerte en tu carrera? No hay que ver lo que no conseguiste, sino más bien lo que lograste. Jugué más de 400 partidos en Primera, hice un montón de goles, me ha ido bien. Hay jugadores a los que les fue mucho mejor que a mí, pero duermo con la tranquilidad de haber dado siempre mi máximo esfuerzo en todo.

28 La cancha más jodida. La de Newell’s siempre me costó. Espero que ahora sea difícil para los otros.

29 ¿Hasta qué edad te ves jugando al fútbol? Hasta que me sienta competitivo. No me gusta hacerme el distraído conmigo mismo. Disfruto porque me siento bien, estoy físicamente apto.

30 ¿Vas a ser técnico? No, tendría algunas ventajas por ser tan cargoso y buscador de mi rendimiento. Pero es esa picadora de carne en la que estoy hace quince años. No digo un no rotundo porque quizás extrañe el vestuario cuando deje.

31 El rival más molesto. Michelini te mata.

32 Lo más importante de tu vida hoy. Mi hijo que está en camino. Uno puede estar enamorado, pero la llegada de un hijo te revoluciona la cabeza. Franco Capria, parece de la mafia, ¿no?

33 Un consejo que nunca olvidaste. De cada paisano sacás cosas, buenas y malas. Hay técnicos que te hacen aprender y otros, retrasar.

34 ¿Tuviste muchos de los últimos? Unos cuantos, pero no me gusta encanar gente. La gran condición de un técnico es la conducción. A mí las cosas me entran por convencimiento y no por imposiciones pelotudas. Hay tipos que creen que por ser técnicos tienen más autoridad que un teniente coronel. En ese sentido soy bastante rebelde y no aguanto que me impongan cosas.

35 ¿Alguna vez te emborrachaste siendo futbolista? Siempre fui un vago, me gustaba salir de joda y todo, pero jamás quedé como un trapo de piso.

36 Un vicio. La tele, soy hincha del control remoto a full. Me gustan los documentales de animales y los recitales.

37 ¿Qué CD nunca falta en la concentración? Sabina es un monstruo. También me gustan Ismael Serrano y la Bersuit.

38 Si no fueras jugador... Había empezado a estudiar veterinaria, pero hubo un paro muy grande y bue… todavía estoy de paro.

39 El último libro que leíste. Estoy leyendo uno de psicología del futbolista. No tengo mucha paciencia para leer, soy bastante activo y me aburre un poco. Me gusta informarme con revistas de salud, cuidado personal y de autos. Un libro que me gustó mucho es La Resistencia, de Sabato.

40 ¿Cuándo fue la primera vez que te dijeron “pecho frío”? No me acuerdo, pero nos pasa mucho a los que jugamos de diez, porque no tenés participación defensiva ni de lucha. El esfuerzo nuestro está en la movilidad, en agarrar la pelota, encarar y volver a pedirla. Los huevos en nuestra posición pasan por ahí. Eso no quiere decir que no me pueda tirar a los pies. De más pendejo me rompía las pelotas que me lo dijeran. Te ponen esos títulos y te matan. Pero si hasta le han dicho pecho frío a Rivaldo y a Zidane.

41 ¿También te lo dijeron en otros países? En ningún país se agrede tanto como acá. En el fondo todos son futbolistas frustrados, y pocos te putean mano a mano, porque está la posibilidad de que le rompas la trompa de una piña. Detrás de un alambre ¿quién no se hace el guapo?

42 ¿Cometiste muchos errores en tu carrera? Unos cuantos, si no sería un monstruo. Haber vuelto tan rápido de México fue uno. En ese momento me entusiasmó volver a Racing con Cappa. Errar es normal, tenés que permitirte errar. Yo era de exigirme demasiado. Me castigaba mucho.

43 Desde adentro, ¿se puede disfrutar el clásico rosarino? El marco es lindo, pero a la hora de jugar se termina. Estás mentalizado en lo que tenés que hacer y nada más.

44 ¿Por qué los futbolistas son tan caseteros? Porque muchos periodistas son caseteros. Si me preguntan siempre lo mismo, voy a contestar lo mismo. Además, se ha perdido un poco de intimidad. No podés putear a un compañero ni a un rival. Si en el entrenamiento gritás muy fuerte, al otro día salís en el diario. Se busca el puterío. Por eso muchas veces tenés que ponerte el casete para evitar un problema mayor. En una declaración, te cambian dos comas y te rompen el orto.

45 ¿Vos te lo sacaste? Sí, porque si doy una nota es porque quiero que se escuche lo que pienso, pero cuando recién empezás es más difícil. Te agarra un tipo hábil y te hace decir cualquier cosa. Como personas públicas tenemos que aprender a decir que no a algunas cosas.

46 Una anécdota con Maradona. En el 98, un fin de semana que no jugaba, me fui a Mar del Plata. Me enteré de que Diego estaba en el mismo hotel que yo y para no hincharle las bolas le escribí algo y se lo pasé por debajo de la puerta. Le puse que lo admiraba y que deseaba que estuviera bien. A los tres meses lo encontré en un restorán y lo fui a saludar. Me abrazó y me dijo: “Gracias por lo que hiciste en Mar del Plata, de esas cosas siempre me acuerdo. Y seguí rompiéndote el orto así porque te dejé la diez de la Selección en la percha”.

47 ¿Y por qué te molestó que sacaran la 10 de la Selección? ¿Cómo van a sacar esa camiseta? El ya la tiene pintada en la espalda, sabés que es la de él y uno la quiere vestir, es una motivación más. ¿Qué te vas a poner, la 2000?

48 ¿En qué club te gustaría retirarte? Nunca lo pensé. Eso te debe traer mucha melancolía. Igual, seguiré haciendo deporte siempre. Me gusta mucho el espíritu olímpico, el del deporte amateur. Cuando era pendejo hacía ciclismo, atletismo, natación y salto en largo.

49 ¿Qué pasó en Lanús? Me fui mal, sólo jugué doce partidos e hice cinco goles. Estaba el Bambino de técnico y todo fue muy confuso. Como con Vilallonga teníamos contratos altos, los dirigentes aprovecharon una movida para sacarnos.

50 ¿Y cómo quedaste con Veira? En su momento me calenté porque no me vino de frente.

51 ¿Qué se siente haber sido elegido el deportista del siglo? Ese día me puse a llorar y no pude terminar de hablar. Estaban mis viejos, y cuando vi que se les caían las lágrimas me emocioné mucho. Siempre se entregan los premios Pampa a los deportistas de General Belgrano. Y justo se dio en el 2000 y me dieron el Pampa del Siglo.

52 ¿Con qué DT te identificás? Con Basile: tiene un concepto del fútbol muy simple y cree a muerte en el jugador más que en la táctica. El dice que cuando de los once, ocho se levantan bien, el domingo ganás. Y es así. Si vos como técnico no les cedés el protagonismo real a los jugadores, estás cagado. Por eso a Bianchi le va tan bien. Conduce bárbaro, no es de poner imposiciones y uno se desenvuelve tranquilo. El Coco reúne lo que tiene que tener un técnico: calle y códigos.

53 ¿Cuáles son esos códigos de los que tanto se habla? Códigos de vida, compañerismo, complicidad, respeto.

54 ¿Por qué duraste tan poco en Cruz Azul? No jugaban con enganche, y no sé para qué mierda me llevaron. Fue un negocio de unos empresarios: me compraron en Racing a una guita y me vendieron en otra. Lo que hacen en México todos los años.

55 Alguna anécdota de allá. Había llegado hacía poco y fui a una cena donde no conocía a nadie. Había un gordo a mi lado. Se da vuelta y era el Señor Barriga, el de El Chavo. Le dije: “Maestro, sabe cómo lo vemos allá a usted”.

56 ¿Por qué te fuiste mal de Racing? Me lesioné el tendón rotuliano y estuve catorce partidos sin jugar. Costas era el técnico, yo había sido su compañero, y no fue claro conmigo. Me dolió, porque en su momento yo había pedido que se quedara.

57 ¿Se te fue la bronca porque no te invitaron a la fiesta del centenario? No me calenté mucho, porque justo ese domingo con Unión jugamos contra Racing, y la gente me dio una terrible ovación. Ahí me emocioné de verdad y dije: éste es el premio que yo quiero. ¡Qué me importa si Marín me invita o no la fiesta de los cien años!

58 ¿Cómo era jugar en un club con pedido de quiebra? Fuimos hasta el Congreso para ver si podían solucionar el tema. No sabías cuándo ibas a cobrar, no había lugar para entrenarte. Igual, a la cancha, la billetera no entra.

59 ¿Te parece que siempre es así? Cien por cien. Y si no, ¿cómo juegan los del Real Madrid si ya están forrados en guita todos? Jugás por el hambre de ganar, por amor propio y porque te gusta.

60 ¿Te quedás mucho tiempo practicando tiros libres? Sí, con Basile por ahí pateaba tres o cuatro seguidos que iban siempre igual, pasaban por arriba de la barrera y entraban al ángulo. Y el Coco me decía con esa voz ronca: “Ya está, no practiqués más que agarraste la canaleta”.

61 ¿Fuiste mejorando con el tiempo la efectividad? Redescubrí el golpe con los años. Me perfeccioné y achiqué mucho el margen de error.

62 ¿Estuviste cerca de Boca? Dos veces. En el 91 estaba casi hecho, pero Estudiantes quiso pedir más guita, porque yo iba a la Selección Sub-23, después me lesioné y no jugué. Se definía una noche: al otro día me iba a Italia con Boca a jugar contra la Fiorentina o iba con Estudiantes a jugar un amistoso contra Defensa y Justicia. En el 95 se habló más, me reuní con Heller, pero al final volvió Diego y terminé yendo a Racing.

63 Y después le arruinaste el campeonato. ¡Viste cómo son las cosas! Marzolini una vez me encontró y me cagó a puteadas, bien, simpático.

64 ¿Cómo fue lo del falso Capria con Neustadt? Me llama Trotta y me dice: “Hay un hijo de puta que se está haciendo pasar por vos”. Un tipo que decía que era yo salió hablando de política y de temas que yo no tenía ni idea. Al rato me llamó Neustadt y salí al aire desmintiendo todo.

65 Contame alguna con tu hermano. Con él estuve en Estudiantes, Racing y Chacarita. Es muy rompebolas. Hacía cosas muy malas, como meterle un sorete en el botín a un compañero. Me llevo bárbaro: más que hermano es mi gran amigo.

66 ¿Alguna vez se pelearon feo? Hace dos años, jugando tenis-fútbol en el campo, casi nos agarramos a piñas. Me hacía trampa, el hijo de puta. Mirá si uno no va a querer ganar un partido profesional.

67 ¿Seguís teniendo el bar con Calderón? Sí, lo que pasa es que con Caldera nos separamos cuando se fue al Napoli. El bar todavía lo tengo, pero le voy a dar más bola cuando deje de jugar.

68 ¿Te marcó el descenso con Estudiantes? Sí, porque soy del riñón del club. Tuve chances de irme, pero Russo y Manera me pidieron que me quedara. Fue un desafío, y acerté. Fue una de las cosas más dolorosas, aunque el ascenso fue la gloria.

69 ¿Te arrepentís de haber sido panelista de El Equipo de Primera? No, aprendí cosas. De entrada me dijeron que era para hablar de fútbol y no de puterío. Cuando dio ese vuelco, decidí alejarme.

70 ¿Cómo te llevás con el orden? Soy un desastre. Pero en mi quilombo sé dónde pongo las cosas.

71 ¿Sos más desconfiado que antes? Me han cagado tipos que nunca me imaginé que me iban a fallar, pero sigo confiando en gente que se lo merece. No podés vivir desconfiando de todos.

72 Un hobby. La música. Me gustan los DVD, escuchar música en el auto y tocar la viola. Nunca tomé clases, pero tengo oído. Bien de entrecasa, eso sí, sé las limitaciones que tengo.

73 ¿Cuál fue el momento más jodido de tu carrera? Los seis meses que no jugué, después de Lanús. Pero metí mucho amor propio y me fui a Italia a hacer una pretemporada al Centro de Alto Rendimiento de Roma, donde se entrenó Maradona antes del Mundial 86.

74 El compañero más divertido. El plantel de Estudiantes del 95: estaban Verón, Caldera, el Ruso Prátola, mi hermano, el Chocho Llop. Y en Racing, Teté, De Vicente, el Piojo, el Chelo. No me puedo olvidar del Loco Dalla Libera cuando recién empecé.

75 Un papelón. Me estaban haciendo una nota en La Plata, y pasó un loco en bicicleta que me gritó “Mago”. Cuando levanté la mano para saludar, el tipo dice: “Metete la varita en el orto”. Y siguió en la bicicleta. Me la hizo muy bien.

76 El regalo más raro que recibiste. Un hincha de Estudiantes me mandó a mi casa una caja cerrada. La abrí y había una paloma blanca viva.

77 ¿Alguna vez le diste plata a un barrabrava? Sí, he juntado guita para una hinchada. A veces te lo piden bien, para que les des una mano y puedan seguir al equipo. Tampoco es que uno le da un subsidio. A veces tenés que bajar un poquito a la tierra, y tu dignidad no sube o baja por eso.

78 ¿Te interesás por lo que pasa en el país? Sí, el tema de la inseguridad me vuelve loco. La palabra “disciplina” está mal interpretada. Cuando se habla de orden parece que se está hablando de milicos, y el orden es muy importante para convivir.

79 Un deportista. Admiro a Jordan, Maradona, Senna y Vilas.

80 Un sueño por cumplir. Ahora voy a ser papá y es el sueño que estoy cumpliendo. Y me gustaría salir campeón, porque encierra un montón de cosas. Todo tu esfuerzo, tristezas y amarguras salen por la válvula de escape cuando uno es campeón.

81 La joda más pesada que te hicieron. Me dejaron desnudo en Necochea dentro del agua y me pusieron los calzoncillos a cinco metros. Tuve que ir culo para arriba arrastrándome en la arena. En la playa había un montón de gente y le tuve que pedir a una señora que me tirara la ropa.

82 Amigos del fútbol. Trotta, Quiroz, Caldera, Adrián González, Gustavo Raggio, el Gringo Priotti, Patita Mazoni, compañeros que tuve en Chile y Ecuador. Es que soy jodón y me divierto. Hinchar las pelotas es un signo de buen ánimo.

83 La charla técnica que más recordás. Una que dio Cappa. Antes de un partido por la Mercosur teníamos que pasar por una oficina a firmar un papel. Salimos cagando a la cancha y la charla duró un minuto. Dijo que ya habíamos hecho todo en la semana y que sólo quería que jugáramos al fútbol y que le regaláramos el partido. Esa fue la charla, nada más. Angel también me dejó muchas cosas. Un tipo muy claro, de ir por el convencimiento.

84 ¿Y de Basile no te acordás ninguna? La del adiós. “Muchachos, me voy –nos dijo–. Prometí que si no salíamos campeones de la Libertadores me iba. Fueron uno de los grupos más lindos que tuve. Chau”. Y se fue caminando. Nos quedamos todos tildados. Pintaba para el discurso y sólo fueron veinte segundos. Pero fue clarísimo. Un grande.

85 ¿Por qué elegiste Newell’s ahora? Después de seis meses en Ecuador y seis en Chile ya me quería volver a la Argentina. Salió esta posibilidad, y ni dudé. Me encantó el club, porque tiene posibilidad de meterse entre los de arriba.

86 ¿Están para pelear hasta el final? Estamos bien. Vinieron buenos jugadores, más el buen plantel que había de antes. En el fútbol decir para qué estás es muy difícil, porque dependés de cómo salís el partido que viene.

87 ¿Con quién te entendiste mejor en una cancha? Con Caldera, Carracedo, Verón, Quiroz, De Vicente. Teníamos el mismo criterio futbolístico.

88 ¿Cómo te fue como modelo? Todo el mundo me decía modelo, y yo ni idea. Me habían ofrecido hacer unas publicidades cuando estaba en Racing, y como conocía a Richard Willmott (de la agencia de modelos Ford) le dije: manejame vos que yo no entiendo nada. Entonces me metió en una fotito, dentro de su staff. Pero nunca hice nada, no me daba para salir en calzones y cosas así.

89 Cuando ganabas, ¿era por chamuyo, por facha o por futbolista? Es una conjunción. De entrada, ponele que vayas al boliche con la camiseta, el escudito y todo. Pero después hay que tener un atractivo. Se le hace más fácil a un futbolista porque todo eso tiene un poder un poco sensual. Hay mucha gente que tiene guita, poder y no tiene la fama que te da el fútbol. Y eso atrae.

90 Tu mejor gol. El primero que hice en Racing: a Chila, en Liniers. Perdimos 3-2, y en mi tiro libre la pelota hizo una parábola hermosa, pegó en el palo y fue rodeando toda la red por adentro del arco.

91 ¿Siempre jugaste de diez? De pibe sí. Después en Ecuador, de volante por izquierda. Y en México me ponían de wing izquierdo. Tenía menos desborde que el Riachuelo.

92 ¿Es difícil no creérsela cuando uno juega bien? Creérsela, en el buen sentido, te hace bien, porque es convencerte de tus condiciones. Después, si es llevarse por encima a todos, no. Ahí sos un tarado que te creés un cuento. Siempre hay que tener el mismo perfil, porque a la misma gente que vos pisotéas cuando estás subiendo por ahí te la encontrás cuando venís bajando.

93 Lo mejor y lo peor de ser futbolista. Lo mejor es jugar, entrar a una cancha que esté llena y sentir esa pasión que te brota a la hora de jugar. Y lo malo es que muchas veces sos un elemento de uso. Más de conveniencia que de amistad. Pero con el tiempo uno aprende a discernir.

94 ¿Cómo es tu relación con Lalín? Fue dueño de mi pase hasta el 2002 y mantengo una buena relación. En algún momento pensé que eso me había perjudicado y en otros que no; y que si una persona me juzgaba porque mi pase era de Lalín, mejor ni encontrarme con esa persona.

95 ¿El futbolista vive en una burbuja? Sí, mientras la gente está laburando, vos estás viajando o concentrándote en un hotel, lejos de todo, con una vida que no se parece en nada a la vida normal. Eso no quiere decir que sea fácil. Hay muchas cosas que te condicionan, pero en la balanza tenés más a favor que en contra. A veces es ingrato, porque dependés de un resultado. Si ganás sos un fenómeno y, si no, un sorete que tiran a la cloaca.

96 ¿Alguna vez un técnico te pidió plata? No, pero hay; en el mundo del fútbol se sabe todo. La ambición a veces es mucha, y a algunos no les alcanza con lo que ganan. Me parece horrible.

97 ¿Es difícil elegir representante? La representación tiene que ser de compromiso sentimental. Por eso tengo un amigo que me habla el contrato. También hay que definir bien qué es un representante y qué es un intermediario. Porque un intermediario está en el medio de una negociación y no se quiere pelear ni con los dirigentes ni con vos. Y el representante de verdad está cuidándole la espalda al jugador y peleando a muerte el contrato. O sos policía o sos ladrón. Hay muchos intermediarios y pocos representantes.

98 ¿Alguna vez te escapaste de una concentración? No, a la larga te trae graves problemas.

99 ¿Cuál es el mayor verso del fútbol de hoy? La gran diferencia no está en la táctica ni en la pelota parada ni en esas pavadas: está en el uno contra uno y en el talento. Si no tenés eso, por más que tengas orden, no te alcanza para nada.

100 Una locura. En el Nacional B, con Estudiantes, un día se rompió el micro y tuvimos que ir a la cancha en los autos. Agarramos en un semáforo, en 1 y 46, y dijimos: carrera hasta la cancha, que está como a doce cuadras. Uno dijo “ya”, y largamos. Una locura, una pelotudez marca cañón. Después nos reíamos porque no pasó nada, pero fue un peligro, por toda la gente que iba caminando para la cancha y que nos veía a nosotros en los autos manejando a fondo. Unos tarados.

 

Reportaje publicado en El Gráfico, edición Noviembre 2004.