El reencuentro entre Mascherano y Bielsa, con mucho simbolismo y nada en juego

ARGENTINA Y URUGUAY cerrarán su participación en la primera ronda del Torneo Preolímpico que otorga dos boletos para la cita de este año en París, pero el clásico del Río de la Plata de este viernes en Venezuela perderá valor porque la Albiceleste ya está clasificada al cuadrangular final y los charrúas quedaron eliminados.

Sin embargo, el choque cobrará simbolismo por el encuentro entre ambos entrenadores, Javier Mascherano y Marcelo Bielsa, vinculados por una relación caracterizada por el cariño y el respeto.

En efecto, Bielsa fue quien hizo debutar al Jefecito en la Albiceleste, el 16 de julio de 2003, nada menos que contra Uruguay, en la inauguración del Estadio Único de La Plata. De hecho, Mascherano, por entonces con 18 años, no había tenido su bautismo aún en la primera de River.

 

 

Pero el Loco lo tenía bien considerado por haberlo llevado como sparring a una gira previa a Corea-Japón 2002 y después a la cita mundialista propiamente dicha. El volante central tenía un largo recorrido en los Seleccionados Juveniles aunque no encontraba lugar en el elenco Millonario que dirigía el chileno Manuel Pellegrini.

Ese estreno en el elenco nacional no estuvo exento de una polémica ya que Bielsa dio una lista de 17 convocados de la que fueron excluidos horas más tarde Luis González y el propio Mascherano, tras un acuerdo de la AFA con los dirigentes de River para que los dos jóvenes se integraran a una gira del Millonario por Estados Unidos.

En una conferencia de prensa muy recordada Bielsa leyó un comunicado en el que aclaró que la lista dada a conocer no coincidía con la que él había suministrado y que habían sido excluidos González y Mascherano. Aunque finalmente el actual conductor de la Sub 23 nacional fue titular en el partido que marcó el inicio de su historia con la Albiceleste.

Mascherano recordó años después que "yo era parte del grupo que usaba para los amistosos. Éramos un grupo de jugadores de 17 y 18 años que hacíamos gira con la selección y fuimos al Mundial. Después de la derrota en Corea, con toda la prensa en contra, se animó a agarrar un jugador que ni siquiera había jugado en primera división y lo puso en la selección. Tenía mucho más para perder que ganar y se la jugó conmigo. Le estoy agradecido de por vida".

Este viernes, en el Estadio Polideportivo Misael Delgado de Valencia, Masche tendrá una nueva chance de expresar esa gratitud a un maestro que a lo largo de su trayectoria cosechó algo más importante que los títulos: el reconocimiento unánime de quienes estuvieron bajo su tutela y recibieron sus enseñanzas deportivas y de vida.