Atenas 2004, cuando la llama olímpica se apaga
La historia de un legado desperdiciado y el ejemplo del Mundial de fútbol de la FIFA.
El edificio tiene las ventanas rotas, está repleto de grafitis y basura, por el suelo hay folletos de viaje carbonizados. Difícil de imaginar que hace veinte años esta misma instalación albergara las competiciones de vóley playa de los JUEGO OLÍMPICOS DE ATENAS.
La suerte que ha corrido esta instalación deportiva es el símbolo de las grandes dificultades que ha tenido Grecia para gestionar el 'después' de los Juegos Olímpicos de 2004.
Para el presidente del Comité Olímpico Helénico, Spyros Capralos, si hay una lección que aprender es que las ciudades sede "no deberían intentar construir instalaciones permanentes que después no servirán para nada".
"No es un secreto para nadie que Grecia gastó mucho dinero para construir instalaciones ultramodernas. Pero, después de la construcción, ya no había más presupuesto" para asegurar la valorización y mantenimiento de las infraestructuras, explicó el responsable.
Según el ministerio griego de Finanzas, los Juegos Olímpicos de Atenas costaron 8.500 millones de euros.
El cierre del estadio Olímpico, donde tuvieron lugar las prestigiosas pruebas de atletismo, fue ordenado el pasado mes de septiembre por el gobierno, luego de que el techo de acero de 18.000 toneladas no superase las pruebas de seguridad.
Deuda griega
"Podría haber sido organizado con un coste mucho inferior, pero como hubo retrasos se necesitó doblar los equipos, además de trabajar de noche, lo que es más caro", explicó igualmente.
Según la agencia nacional de estadísticas ELSAT, la deuda aumentó más de 71.000 millones de euros entre 2000 y 2005. Después de los Juegos y hasta 2010, subió a 145.000 millones.
Sin embargo, según Costas Cartalis los Juegos tuvieron un efecto positivo en la economía. "El aumento del turismo se debe en gran parte a la visibilidad vinculada a los Juegos Olímpicos", constató.
Según la Confederación Griega del Turismo, la llegada de visitantes prácticamente dobló su cifra entre 2005 y 2017. Pero para Costas Cartalis, de cara al futuro el COI debería buscar un modelo como el del Mundial de fútbol, en el que varios países coorganizan el evento. Porque "para los pequeños países es una carga muy pesada", valoró.
Nota e imágenes: AFP