GUILLERMO VILAS tiene mil vidas dentro de una sola. Es el mejor tenista argentino de todos los tiempos, pero además  supo ser actor, enamorar a una princesa o ganar Wimbledon en una película. 

En los años 90, cuando ya estaba retirado después de una carrera para la historia, fue parte de la fundación del Vilas Club, ahora llamado Racket Club, al borde de los bosques de Palermo, donde hoy se disputa todos los años el Challenger de Buenos Aires.

En aquel lugar se podía encontrar, siempre vestido de negro, al propio Vilas en cualquier momento del día. Pero no sólo fue un sitio para los tenistas: por allí, en aquella época, transitaron muchísimos personajes del jet set de la época menemista.

Uno de ellos fue Andy Chango, cuyo nombre real es Andrés Fejerman, un excéntrico artista y músico de mil y una anécdotas que siempre llamó la atención por sus extrañas formas.

En un segmento que tiene en el canal Blender, llamado Hacerlo todo mal, rememoró una vivencia de aquellos años en el Vilas Club y contó que hoy, casi treita años después, mantiene una insólita deuda con el propio Vilas.

"En una época, en el Vilas Club, que ahora se llama el Racket Club, que es donde le gané a Feimann, más o menos en 1995 o 1996, antes de irme a vivir a España, íbamos mi amigo Clota (NdR: Lanzetta, recordado personaje del jet set), Fabiana Cantilo, Cachorro López, Nito Mestre, estaba Guillermo (Vilas) también, había mesas de póker. O sea... lo último que hacíamos ahí era deporte. Había un bar, yo estaba con mis ray ban, comiendo salmón, vino, y haciendo sociales", comenzó Chango.

Y luego continuó: "Cuando me fui a vivir a España, en 1996, yo ya había pagado la cuota anual del club y me fui en marzo. Pedí que me devolvieran la plata de los meses en los que no iba a estar y me dijeron que no, porque era con tarjeta. Me dio bronca. Entonces fui un mes entero al bar: salmón, champán, vino. Dejé 600 dólares de deuda y me fui a España. Guillermo, si estás ahí, en Francia, en Mónaco, o donde estés, te debo 600 dólares".

La historia contada

Andy Chango y la deuda que mantiene con Guillermo Vilas.

 

Bonus track: la deuda con Clerc

La deuda con Vilas no es la única que tiene Chango. También sostiene un increíble pasivo con José Luis Clerc, otro de los mejores tenistas de la historia, contemporáneo de Vilas y finalista de la Copa Davis en 1981.

La historia tiene que ver con un desafío que tuvo el propio Chango con el periodista Eduardo Feimann, en torno a la disputa que mantuvieron al aire sobre el uso de la marihuana en la vida cotidiana y hasta para hacer deporte.

Feimann, socio del Racket Club, lo desafió a un partido de tenis que fue transmitido a través de un informe en el viejo Duro de Domar, en Canal 9, y que tuvo como umpire al periodista Chiche Almozny, que también fue conductor junto con su colega Margarita Wais.

Para ese partido Clerc, ex número cuatro del mundo a principios de los años 80, fue el preparador y entrenador de Chango, a quien le prestó una raqueta para poder jugar ante Feimann.

"Es bajito, listo: vamos a jugar para arriba. Y lo más importante: es calentón. Es tán calentón que lo más importante son los primeros games. Quiero verte unos tiros: vi que tenés un saque espectacular", le dijo Clerc en la previa, antes de entrenarlo para el desafío contra Feimann.

Chango, varios años después, lo recordó de este modo y reveló la deuda que también mantiene con Clerc: "Para seguir con el tema deudas... Cuando jugué con Feimann ahí en Vilas, me entrenó Clerc y el día antes me dio una raqueta Babolat, porque la mía no servía. Entonces, cuando hubo que devolverle la raqueta, el equipo de producción de Duro de Domar se equivocó de club y nunca le llegó la raqueta a José Luis. Y Clerc llamó re caliente, reclamando la raqueta y diciendo que eran un desastre, yo ya me había ido a España. José Luis, si estás viendo esta cápsula en Blender, comunicate con nosotros que te compro una raqueta, porque es una vergüenza lo que pasó".

Andy Chango vs. Eduardo Feimann

Informe de Duro de Domar por el recordado partido de Chango contra Feimann.