Copa América 2011

La Copa tiene su primer finalista: como en el 87, Uruguay define en el Monumental

Venció a Perú con dos goles de Luis Suárez, otra vez figura. Se medirá con el ganador de Venezuela-Paraguay. En los peruanos fue expulsado Vargas.

Por Redacción EG ·

19 de julio de 2011
Imagen LUIS SUAREZ festeja junto a Forlán. Hizo los dos goles de Uruguay en la semifinal ante Perú. (AFP)
LUIS SUAREZ festeja junto a Forlán. Hizo los dos goles de Uruguay en la semifinal ante Perú. (AFP)
LA PLATA (Enviado especial).- El 87 no rima como el 86. Pero a los uruguayos los cantitos argentinos no les importan. Vuelven a estar en una final en Argentina, como la última vez que aquí se organizó la Copa América (y también la primera, el Sudamericano de 1916). Vuelven a jugar todos los partidos de un campeonato, como en el Mundial de Sudáfrica 2010. Y vuelven a tener en Luis Suárez, a un goleador letal que está a la altura de los mejores del mundo. 

El ex delantero de Nacional volvió a ser el líder positivo del equipo dentro de la cancha. Su actitud simboliza el espíritu del jugador uruguayo.  Fue Suárez quien definió el partido en el segundo tiempo, en dos jugadas en las que mostró su olfato de gol. En el primer tiempo había mantenido la sintonía del partido del sábado, sólo que esta noche, contra los peruanos, no hacía falta pelear tanto. 

Contra Argentina, en una actuación descomunal, al delantero del Liverpool se lo había visto más de espaldas, dispuesto al duelo físico contra Burdisso y Milito, y pendiente de asistir a sus compañeros que llegaran picando al vacío. Hoy, contra Perú, estuvo más de frente y no perdonó. Jugó al filo del offside, bien bicho para estar a la expectativa de cualquier rebote. Así llegó el 1-0, en una jugada que incluyó el corte del destacadísimo Maxi Pereira, un tiro de lejos de Forlán y un rebote corto del arquero Raúl Fernández. Suárez se la mandó a guardar en un segundo.

Minutos después, Alvaro Pereira lo vio libre con la defensa peruana desarmada: le puso un pase perfecto y con un movimiento, Suárez dejó al arquero despatarrado fuera del área y definió suave con el arco libre. Delirio. 

Perú se descontroló. Pegó de más. Y su capitán y símbolo, Vargas, perdió la cabeza en una acción contra Coates y fue expulsado por el árbitro Orosco. Así. el partido comenzó a terminarse mucho antes del final. Hubo tiempo para dos posibles acciones de descuento, ambas con floja respuesta de Muslera. Pero el partido no tenía ninguna dosis de dramatismo. Desde aquel gol de Suárez -el primero-, Uruguay ya estaba en la final. 

Y así festejaron sus hinchas, cantando "Volveremos volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser campeones... como la primera vez". Y como en el 87, aunque no rime. La ilusión la tienen. Y se la ganaron merecidamente.

Martín Mazur