Las certezas y los temas por ajustar que dejó Argentina de cara a los cuartos de final

NOS GUSTO
El equipo se autogeneró la confianza. "Buscábamos eso y creo que ayer lo encontramos, ahora vamos a llegar así para el próximo confianza. Esperamos que podamos repetir una actuación como la de ayer", señaló Agüero, goleador de la Copa América y una de las figuras de la noche en Córdoba.

La sociedad Agüero-Messi. "Lo conozco desde chico y sé que casi siempre trata de buscarme, incluso en jugadas donde parece imposible", explicó hoy el Kun, ahora tirado hacia la izquierda. "Es parecido a lo que hacía en Beijing, sólo que allá teníamos a Riquelme detrás de Leo y yo, en cambio ahora tenemos un nueve de área, que es el Pipa, y eso me obliga a colaborar un poco más en defensa".

La sociedad Gago-Messi. El hombre del Real Madrid tomó la posta en la mitad de la cancha: empujó, quitó y jugó. Lo más importante: se ofreció siempre libre para la descarga y tomó la responsabilidad de la administración. La jugada de sucesión de toques cortos que hizo con Messi en el primer tiempo es una señal de que Gago es el mejor interlocutor que puede tener Leo entrando a sus espaldas. Lo importante es entender que Gago tiene una matriz creativa pero no puede ser el encargado de generarle juego a la Selección a la manera de un enganche. Por eso, es muy importante -lo fue ante Costa Rica- la movilidad en los receptores. Gago tiene la visión. Messi, también. Si se les mueven los que los rodean, tendrán muchas posibilidades de pase al vacío.

La solidez de Romero. El mejor jugador argentino en los primeros dos partidos había sido su arquero. Con más solidez que en el Mundial. Con mucha concentración. Y con grandes reflejos. En el tercer partido, el ex 1 de Racing volvió a mostrarse seguro, retuvo la mayoría de los envíos que le llegaron, y sacó un cabezazo a quemarropa en el final, cuando el partido definido podría haber llevado a una relajación.

La inserción de Zabaleta. Fue el único punto positivo entre los jugadores de campo en la aciaga noche de Santa Fe contra Colombia. Ayudó en la marca y se proyectó, en su medida, con criterio. Algo parecido se vio ante Costa Rica. Una jugada puntual, en la que llegó a capturar un centro que había enviado Zanetti desde la otra banda, debe ser un reflejo de lo que el equipo puede hacer cuando el rival se cierra muy atrás: llegar con ambos laterales, porque Mascherano siempre estará para transformarse en el tercer defensor entre los centrales.

La presencia de Higuain. No todos los partidos serán tan accesibles en cantidad de llegadas como el de ayer ante el equipo de La Volpe. Y allí será muy importante contar con esa referencia en el área, que ofrece una capacidad de descarga ya sea por abajo o por arriba, que obliga a que los defensores centrales rivales estén mirando no sólo a los que les vienen de frente, sino al Pipita, que se les cuela en diagonal y arrastra marcas. Con un nueve de área, el equipo mejoró notablemente y estuvo más ordenado.

NO NOS GUSTO
@ContRelD@La dependencia de Messi. El equipo está pensado alrededor de una idea de posesión, pero las únicas pelotas en profundidad, asistencias de cara al gol, las puso Leo. En este sentido, falta que el resto de los integrantes del ataque se anime a intentar poner pases más profundos, en cortada.  Así, Messi podrá ser uno de los que queden de cara al gol, y no siempre el que juegue como pivot. Tanto Di María como Agüero, Higuain y los que acompañen desde atrás están en condiciones de poner una pelota al hueco.

La displicencia de Milito. Gaby no está jugando una buena Copa América. Futbolísticamente no anduvo bien en ninguno de los tres partidos. No logró anticipar -uno de sus fuertes-, perdió en varias situaciones de uno contra uno y no se mostró fuerte de arriba. Los pocos intentos de Costa Rica llegaron por su sector. Sin embargo, no deja de ser importante en su rol de ordenador. 

Los tiros libres. Argentina todavía no logra sacar provecho en las jugadas de pelota parada. Salvo por la referencia obligada de Burdisso, no hay demasiado poderío aéreo. Esto se potencia en los tiros libres en contra, dond e varios equipos con cabeceadores expertos tendrán una ventaja sostenida en todos los envíos por arriba.

Poca media distancia. Salvo Agüero y Di María, pocos jugadores se animan a tratar de sorprender con un remate desde lejos. Esto les da a los defensores rivales un segundo más de tranquilidad: saben que el equipo intentará entrar tocando. El cambio de ritmo con los pases de Messi suplió bastante la falta de sorpresa argentina en los primeros dos partidos. Pero es para destacar que el partido contra Costa Rica se abrió a partir de un disparo de Gago -en general reticente al tiro- y algo parecido pudo darse ante Colombia, con un remate de Mascherano. Argentina debe animarse a patear más, porque cualquier rebote podrá ser capitalizado por los 3 de arriba.


Martín Mazur