Copa América 2011

Venezuela contuvo a Brasil: ya es la Copa América de las sorpresas

Empataron 0-0 en La Plata. El equipo de Mano Menezes arrancó con todo pero se fue desinflando. Y Venezuela terminó más entera y con posibilidades de ganarlo. La Vinotinto salió ovacionada.

Por Redacción EG ·

03 de julio de 2011
Imagen MONTONERA.Lucas y Andre Santos protegen a Ganso. Los jugadores venezolanos le reclamaban falta de Fair Play. (AFP)
MONTONERA.Lucas y Andre Santos protegen a Ganso. Los jugadores venezolanos le reclamaban falta de Fair Play. (AFP)
LA PLATA (Enviado especial). Quién te ha visto y quién te ve, Brasil. El 0-0 contra Venezuela dejó la sensación de que en esta Copa América, los papeles se queman antes de empezar los partidos. Y la superioridad, marcada desde la lógica, en la cancha se consume tan rápidamente como la batería de un celular fallado. En el caso de Brasil, fueron 20, 30 minutos como máximo. En esa primera media hora, la sensación de peligro, de diferencia física y de fútbol, estuvieron latentes. Luego, el equipo, que ya titilaba, se fue apagando. Y terminó con una imagen triste, opaca para una cancha que estuvo casi llena, con apoyo argentino para la Vinotinto, que salió de la cancha ovacionada.

ESPEJISMO. Arrancó mejor Brasil, con un 4-2-3-1 que mostraba a Pato -bien de centrodelantero- encendido delante de tres cracks intermitentes: Robinho, Ganso y Neymar. Empujaba André Santos desde el lateral izquierdo. Y balanceaba bien Lucas Leiva. Así llegaron las primeras situaciones, que fueron más sensación de peligro que real apremio para el ordenado fondo venezolano. Fueron 20, 30 minutos como mucho, donde Brasil ofreció una idea más o menos acabada del fútbol que busca. Y en la que también, paralelamente, demostró sus grietas en el fondo: Lucio llegó a varios cierres con lo justo; Thiago Silva arrancó perdiendo dos pelotas fáciles y después tiró tres seguiditas a la tribuna. Rondón y Fedor complicaban al punto de quedar en diversas situaciones dos contra dos. Ramires era el encargado de relevar (sobre todo a Andre Santos), pero no siempre llegaba a tiempo; otras tantas, de flojas entregas en salida clara, Venezuela demostraba su velocidad en la contra, algo que también se evidenció en los excelentes saques del arquero Vega.

LAS MAS CLARAS. Lentamente, el dominio estratégico de Brasil se fue diluyendo. Quedó tiempo para las dos acciones más peligrosas del partido: Pato capturó una pelota picando en el área y rompió el travesaño de un bombazo; minutos después, una liviana definición de Robinho igual tenía destino de arco, pero el central Vizcorrondo, que se había pasado de largo, llegó a despejarla desde el piso. Pareció penal y habría significado la tarjeta roja. El primer tiempo terminó caliente, con medio equipo reclamándole a Ganso por no haber tirado la pelota afuera cuando un venezolano había quedado en el piso, en la medialuna del arco de Julio César.

CERO PELIGRO. En el segundo tiempo, Brasil se ahogó en intentos individuales que pocas veces se concretaron. Ya ni siquiera demostraba esa sucesión de pases cortos ni la movilidad de la primera mitad. André Santos no pasó más. Se quedó Pato. Neymar quedó muy estático. Ganso desapareció. Y Robinho se mantuvo en 110 voltios, sin adaptador. Entonces, Venezuela comenzó a crecer. Mantuvo el orden pero se animó de a poco. Ni los ingresos de Fred, Elano y Lucas sirvieron para darle un poco de luz al equipo de Mano Menezes. El de Farías, en cambio, terminó aplomado y -lejos de pedir la hora- puso en aprieto al fondo brasileño en 4 situaciones, incluido un córner en tiempo de descuento.

Mientras el público que llenó el Estadio Unico en un 80 por ciento ovacionaba a la Vinotinto, las camisetas amarillas ya habían desaparecido. Fue una tarde fría que terminó en un resultado histórico: Brasil nunca había empatado ante Venezuela en una Copa América. Pasó aquí, en Argentina, en la que se perfila para ser una Copa llena de sorpresas.

Brasil 0 - Venezuela 0. La síntesis

Martín Mazur